Suicidal Tendencies: Noche memorable en Pamplona

Los ya míticos y consolidados Suicidal Tendencies participan como artistas invitados de Bad Religion en su gira internacional “40 years + 2” por España y Portugal en el mes de mayo y en una de sus fechas libres tocaron en la Sala Totem de Villava (Pamplona).

Teloneros locales: Lubaki

Suicidal Tendencies estuvieron acompañados de la formación local Lubaki. A las 20:45h sonó la campana en el ring del grupo navarro. Compuesta por Markel Barace (voz principal y guitarra), Pello Iturria (batería y coros), Adrian Belzunegui (bajo), Estebe Telleria (guitarra), la formación repartió rap y thrash-metal a diestro y siniestro durante escasos 40 minutos de manera ininterrumpida.

Lubaki (Foto: Aritz Sola)

Luces verdes, destellos y redobles, acompañaron a un insinuante acorde de guitarra, que lentamente fue introduciendo el escueto repertorio perteneciente a su último trabajo ‘Azala Aldatzen’. Sin mediar palabra, Markel arrancó con «Oluraj», a la que le siguió su sencillo «Iethlerowh».

Lubaki (Foto: Aritz Sola)

Pese a la falta de público en los primeros rounds del combate, poco a poco se fue llenando la sala. El combo navarro, sin temor alguno, esquivó el golpe y continuaron con «Ukarai Burdinak» y su marcha de los muertos «Hildakoen Martxa». Entre medias y con mucho flow, situado en un esquina, Markel se tiró de las cuerdas con unas rimas en euskera. Para acabar, dos últimos asaltos: «Salto Ala Hil» y «Beldurzale». En ellos Pello se dejó en alma en cada pegada con energía y determinación. Tras una dura batalla y un público sorprendido, los miembros de Lubaki, agradecidos, dieron paso a los protagonistas de la velada.

Suicidal Tendencies: aclamados en Pamplona

Todo un lujo de espectáculo el que ofreció Suicidal Tendencies a todos os fans del crossover, trash, punk y hardcore. Como ya tienen acostumbrados, la actuación constituyó un auténtico derroche de energía: Mike Muir recorrió el escenario al ritmo frenético de la música y no paró de interactuar con los allí presentes. Fue un alarde continuado guitarras los duelos que mantuvieron entre el veterano Dean Pleasants y el virtuoso Ben Weinman. Tye Trujillo, con tan solo diecisiete años, se desmelenó a cada golpe de bajo. Y el poderoso Brandon Pertzborn a la batería, que parecía levitar sobre los discos de metal.

Suicidal Tendencies (Foto: Aritz Sola)

En su repertorio la banda hizo un repaso por su trayectoria musical comenzando con «You Can’t Bring Me Down» en el que Mike comenzó un particular ritual de doma al público. Ninguno de los presentes permaneció mucho tiempo en su lugar, según avanzaron ‘ Two Sided Politics’, ‘How Will I Laugh’ e ‘Institutionalized’ se pudo notar un subidón en la temperatura de la sala.

Suicidal Tendencies (Foto: Aritz Sola)

El siguiente tramo del set supuso un despilfarro de energía y sonido que seguramente dejó indiferente a más de uno. Desde ese momento en adelante, la sala Totem exprimió su equipo al máximo, a cada tema la presión sonora fue in crescendo hasta alcanzar los límites de lo legal. Por momentos Brandon dejaba el protagonismo del ritmo a Tye en  «Lovely» y «Send Me Your Money».

Suicidal Tendencies (Foto: Aritz Sola)

Hasta que Mike anunció «War Inside My Head» y dedicó un mensaje de apoyo, de energía, de unidad y de resistencia sobre todos esos problemas con los que se lidia a diario cuando alguien trata de limitar las libertades de terceros. Los demás integrantes del grupo aprovecharon el speech para tomar un respiro. Con el final cada vez más cerca, los asistentes jaleaban las canciones mientras se golpeaban en enormes pogos bajo la supervisión de Dean en «Subliminal». Está valió de aperitivo a una endiablada «Possessed To Skate» y en la que el frontman no dudó en parar el show para pedir una mayor implicación de los asistentes.

El final fue un poco abrupto. El reloj pasaba de las once y los presentes habían perdido por completo la noción del tiempo. Muchos rememoraban mejores tiempos, algunos bailaban y saltaban sin parar y otros extasiados lanzaban cervezas por los aires… todos ellos muy entregados gritando a pleno pulmón en perfecto inglés ST, ST. Para cuando quisieron despertar de tal fantasía, ya habían sonado «I Saw Your Mommy», «Cyco Vision» y «Pledge». La sala prácticamente completo el aforo, no podía ser de otro modo ante la calidad del grupo. Villava vivió una noche memorable.