Stöner: el arte de la distorsión en Barcelona
Stöner y el aura de Kyuss hicieron estragos en la sala Wolf. Distorsión, saturación sonora, pogo, crowd surfing y hasta un expulsado, como en el fútbol.
Dos músicos pioneros del desert rock como Brant Bjork y Nick Oliveri, ambos integrantes en su momento de los ahora ya legendarios Kyuss, decidieron en 2020 unir fuerzas y crear una nueva banda para recuperar aquellas vibraciones que, con el transcurrir del tiempo, acabarían convirtiéndose en un nuevo género musical como es el stoner.
Nada más apropiado que nombrar a su nuevo proyecto como Stöner, para que no haya dudas sobre lo que ofrecen en esta nueva aventura que, en el caso de Barcelona, quedó programada para una sala de aforo reducido como la Wolf, aunque registró una más que excelente entrada y fue copada por un público ansioso de recibir las densas ondas sonoras cuyos orígenes se filtraron a través de los aires arenosos del desierto californiano.
Un perfecto inicio con los noruegos Slomosa
Curiosamente, el inicio del concierto no llegó de la soleada California sino de los fríos fiordos noruegos representado por Slomosa, banda originaria nada menos que de Bergen, feudo donde se forjaron los fundamentos del black metal. Pero la propuesta de Slomosa no tiene nada que ver con el metal oscuro y extremo. Es una banda afín a las texturas del grupo protagonista, como era de esperar.
Slomosa comenzaron su actuación algo cohibidos pero con el transcurrir del tiempo se asentaron sobre las tablas para ofrecer una muy buena actuación centrada en su hasta ahora único álbum de título homónimo y del que sonaron piezas como, “Scavengers”, “Estonia”, “In My Mind’s Desert” y “There Is Nothing New Under The Sun”, junto con alguna composición de nuevo cuño, seguramente para incluirlas en un próximo álbum.
Ya en la recta final, con músicos y aficionados compenetrados los noruegos se despidieron con dos canciones de contagiosa dinámica como, “Kevin” y “Horses”, está última incluso coreada por el público. Seguramente, Slomosa se ganaron algunos nuevos seguidores tras su actuación.
Los guerreros del desierto en acción
Con el batería Ryan Güt como tercer componente, Brant Bjork y Nick Oliveri tomaron posiciones mientras en los altavoces sonaba un efecto de botellas chocando entre sí, seguido de una voz que repetía… “Warriors, warriors… come out to play”, perteneciente a una de las escenas más célebres de la película de culto de 1979 “The Warriors”, en España subtitulada “Los Amos De La Noche”. Nick sonreía por la sarcástica introducción pero el público estaba para otras cosas.
Si con los noruegos Slomosa el sonido había estado perfecto, cuando los miembros de Stöner comenzaron a tocar sus respectivos instrumentos fue como un volcán en plena erupción. Los golpes de batería impactaban en el cuerpo de los presentes, el sonido del bajo se infiltraba en los oídos como el run run de una abeja y la guitarra saturaba el aire hasta límites inimaginables. Todo, debido a las piezas con las que, pausada y de forma hipnótica, iniciaron el concierto: “Rad Stays Rad” y “The Older Kids”, ambas de su álbum debut de 2021 ‘Stoners Rule’.
Con “Evel Never Dies”, cantada por Nick, cambió el dinamismo y aumentó el protagonismo del bajo, apoyado por una batería que sonaba con una nitidez impresionante. El bajista continuó a cargo de la voz en la desenfadada, “A Million Beers”, perteneciente a su nuevo álbum ‘Totally’. En este punto ya se notó la predisposición hacia el pogo de una parte del público, aunque todavía faltaba para que llegase el desmadre total.
Con la magnífica “Stand Down” y sus connotaciones “hendrixianas”, se pudo apreciar el sutil manejo de la guitarra por parte de Brant Bjork. Acto seguido, llegó el momento más calmado del recital con el blues “Own Yer Blues”. “No Brainer” fue anunciada por Brant como una nueva canción, no incluida en su última grabación, que cuenta con partes de guitarra muy efectivas. De un tema desconocido pasaron a otro coreado por los asistentes como “Nothin’”, para seguir con otra potente dosis de distorsión con “Party March”, también de su último álbum.
Aumento de la euforia
Con “Party March” se notó un aumento de la euforia por parte del público, así como del entusiasmo del grupo, que pasó a interpretar otra pieza nueva seguida de “Strawberry Creek – Dirty Feet”, para acometer luego la versión “R.A.M.O.N.E.S.” de Motorhead que desató el pogo entre los seguidores.
El tramo final antes de los bises estuvo dedicado a la extensa pieza de dos partes “Tribe / Fly Girl”, donde surgieron los elementos más elaborados y de cierta complejidad de Stöner. Más de 13 minutos de percusiones y desarrollos de guitarra de cierto aire progresivo que derivaron hacia el blues en el tramo final. Fue una conclusión sosegada que tendría en los bises la contrapartida más efusiva de todo el recital con la entrada en el juego de Kyuss.
El primer bis correspondió a “Gardenia” y de inmediato la sala Wolf se convirtió en Troya. Un público con redoblado entusiasmo se lanzó al pogo indiscriminado y al crowd surfing que determinó que un seguidor llegase hasta el escenario y, una vez arriba, se fue a abrazar a Nick, llamando la atención del servicio de seguridad que lo fue acorralando hasta sacarlo de la sala mientras Nick hacía gestos de que no importaba y que lo dejasen.
El segundo bis fue para “Green Machine”, que mantuvo a los seguidores cantando con la banda de forma repetida hasta convertirse en un mantra que les llevó a la euforia hasta que la última distorsión se evaporó de la sala. Fue una hora y media donde los presentes expusieron sus cuerpos a una irradiación constante de saturación sonora, un denso baño de vibraciones corrosivas que dejó a todos satisfechos, menos al aficionado que fue expulsado de la sala y estaba en el exterior maldiciendo al servicio de seguridad.
Texto: Locky Pérez | Fotos: Mavi Parra
Promotor:Eclipse Group
Día:2022-05-15
Hora:20:30
Sala:Wolf
Ciudad:Barcelona
Teloneros:Slomosa
Puntuación:8
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