CRONICA SONISPHERE FESTIVAL (VIERNES): SOUNGARDEN – THE OFFSPRING – LIMP BIZKIT – MACHINE HEAD – KYUSS LIVES! – PARADISE LOST – ORANGE GOBLIN – KOBRA AND THE LOTUS…
Fin de semana intenso el que se ha vivido en Getafe dentro de la que se ha terminado por instaurar como la cita definitiva del verano festivalero metálico en nuestro país. El festival Sonisphere, un evento global a nivel europeo, se ha asentado con fuerza en nuestro país, con mejores números de asistencia edición tras edición y una marca que ya se relaciona de manera indeleble con grandes carteles, aunque no siempre con grandes instalaciones. Este asunto motivó que, a pocos días de la celebración del festival y debido a las dificultades existentes para que el nuevo equipo de gobierno de Getafe invirtiese lo necesario para renovar el recinto conocido como Getafe Open Air, la organización decidiera trasladar el evento de manera consensuada con el consistorio a otra ubicación. Una vieja conocida, de hecho: el auditorio John Lennon, situado en los terrenos de una base aérea en la avenida John Lennon de la ciudad madrileña. Allí se celebró el ya mítico Getafe Electric del año 2008, con RAGE AGAINST THE MACHINE y METALLICA como cabezas de cartel. Más de 55.000 personas visitaron el recinto a diario en aquella ocasión, provocando grandes colas, incomodidades, masificaciones y demás, por lo que el recuerdo no era precisamente plácido para muchos asistentes. Pero tampoco lo era volver a celebrar un festival de esas dimensiones en medio de la polvareda del Getafe Open Air. Por así decirlo, una banda como METALLICA no puede tocar en un lugar como aquel. Se negarían, vamos. Si ya el año pasado con IRON MAIDEN el recinto volvió a demostrar ser insuficiente para una cita de estas características, lo de METALLICA podría haber sido la gota que habría colmado el vaso y la decisión de mover el evento a otro lugar ha sido algo plenamente acertado.
Para que la mudanza no evocara fantasmas del pasado reciente, se llevaron a cabo algunas reformas organizativas diseñadas para hacer más transitable y amplio el recinto. Las gradas y filas de baños que encapsulaban al público hace años fueron retiradas permitiendo más amplitud ante el escenario, donde más tiende a concentrarse el personal. Y gracias a Dios, porque aun así, los amontonamientos humanos que se daban en las horas calientes (la actuación de SOUNDGARDEN, la de METALLICA, etc.) eran espectaculares. Pero eso ya responde a un comportamiento típicamente humano. Se podría haber hecho un recinto de 3 kilometros de largo y aún así estaría todo lleno de gente cerca del escenario, porque todo el mundo quiere estar ahí. En cualquier caso, era más molesta la gigantesca distancia entre el escenario 1 y el 2 o entre el escenario 1 y la zona de mercadillo y restauración. Pero aunque las distancias fueran eternas, la separación de escenarios es necesaria para que puedan coexistir dos conciertos simultáneos sin pisarse. En ese sentido, mucho mejor que en el Sonisphere 2010, el de RAMMSTEIN y FAITH NO MORE, donde la situación de escenarios se llevó un poco a patadas en ocasiones una con otra.
A nivel técnico, el festival demostró estar a la altura por lo general. Es cierto que en un concierto como el de METALLICA, en la parte final del público, el sonido no llegaba con la potencia deseada, pero por lo demás, los grupos sonaron correctos (excepto MACHINE HEAD, que tuvieron una noche un poco off sónicamente) en ambos escenarios. La iluminación fue buena en el escenario 1 y algo más justa en el 2, pero también es bastante comprensible que no se invierta lo mismo en iluminar a SOUNDGARDEN como cabezas de cartel que a GOJIRA a las 2 de la mañana. A fin de cuentas, es un poco criticar por criticar. Hace ocho años nos quejábamos de lo cutre de festivales como el Atarfe Vega Rock en su momento y ahora pretendemos que el Sonisphere sea el Wacken o el Download español en cuanto a instalaciones. Siempre lo diré: cuando a un festival español acudan 75.000 o 80.000 personas por día a precio que están en la horquilla de los 130 a los 200 Euros por cabeza, podremos hablar de ciertas comparaciones. Las diferencias presupuestarias entre un Sonisphere español y otros festivales europeos son considerables y ese es un hecho incontestable. Ahí esta el Primavera Sound de Barcelona, con un presupuesto de 7,5 millones de euros para la presente edición. Pero ¿cuanta gente va? ¿Qué precio valen las entradas? ¿Quién está dispuesto a pagar en plena crisis una entrada de 150 Euros por un festival heavy a cambio de tener algunos grandes nombres más en el cartel y algunas comodidades más en el recinto? Seamos consecuentes, pues, con la realidad de las cosas a dia de hoy. Vale, si, hay un número de personas que optan por acudir a festivales europeos más caros como el Sweden, el Wacken, el Hellfest y demás, pero -volviendo a la realidad de las cosas- no son una mayoría. Quizá, a lo sumo, mil o mil quinientas personas, se mueven anualmente a eventos musicales de envergadura fuera de nuestras fronteras. Y eso, señores y señoras, no da ni para comenzar argumentar que la gente está dispuesta a pagar más por mejores condiciones, carteles o instalaciones. El grueso de los 55.000 asistentes que se pasaron por el recinto el sábado no habría acudido a la cita si hubiera costado 150 Euros, aunque hubieran tres escenarios y tocara KISS, IRON MAIDEN y METALLICA. Es tan sencillo como que no hay dinero. Incluso carteles más equilibrados como el del Kobetasonik 2008 atrajeron poco más de 30.000 personas por jornada. Dicho de otra manera: las cifras de gente que mueve el rock duro y el heavy metal en nuestro país hacen que ciertas cosas no sean ni una opción. Pero dicho eso, se debe reconocer que en los últimos diez años, ha habido un salto cualitativo considerable en aspectos como sonido, escenarios, contratación de bandas y servicios generales en los festivales. Y quien no lo sepa reconocer, que recuerde los Piorno Rocks, los Barbarians, los Eurometals y los Machinas. Y que recuerde también que España es el culo de Europa en todos los sentidos. No pretendamos que si no estamos al mismo nivel en aspectos sociales y económicos lo estemos en algo tan superficial como son los festivales de heavy metal.
Texto: Sergi Ramos
SIX HOUR SUNDOWN (6.5/10)
Abría la edición de este Sonisphere la nueva banda de la vocalista Lauren Harris. Sobra nombrar las credenciales de la chica por el peso de su apellido, pero hay que reconocerle el esfuerzo de luchar contra viento y marea creando nueva banda, y teniendo que demostrar en todo lo que hace, que no todo viene en este mundo por ser la hija de quién es. Eso sí, la oportunidad que se le abre son muchas en comparación con las millones de bandas que existen en la faz de la tierra con la misma o calidad superior. No contaban con un público muy numeroso en el escenario principal la banda británica cuando salieron a escena, pero lo dieron todo siempre con una bella Lauren Harris despertando la simpatía de los presentes. Presentando su debut en forma de debut “Jekyll & Hyde”, dejaron un buen sabor de boca con un rock facilón pero al mismo tiempo pegadizo con temas de la talla de “Shadow of my Past”, o el propio tema título del citado lanzamiento.
Pero como toda banda novel, les queda mucho por recorrer. Se tenga el apellido que se tenga.
Texto: Satur Romero
RISE TO REMAIN (7/10)
Hablando de apellidos, de británicos, y de IRON MAIDEN… Con paso ligero nos dirigimos al escenario secundario para ver y disfrutar de lo que se pueda (es el hándicap de los horarios solapados) de RISE TO REMAIN, banda liderada por Austin Dickinson, hijo de Bruce Dickinson.
Y más acelerábamos el paso al comprobar el revuelo del público ante la descarga de la banda. También son grupo novel y presentan disco debut, “City Of Vultures”, pero se les nota tablas y profesionalidad con tan solo un vistazo sobre la tarima. No paraba Austin y la propia banda de animar a un público bastante caldeado, que respondía enfurecido a las enérgicas descargas de canciones como “The Serpent”, “Power Thourght Fear” o la potente “Bridges Will Burn” a modo de cierre, de un corto pero intenso concierto. Y además, RISE TO REMAIN dejan la sensación de que su propuesta, en la que predomina el metalcore pero con un gran abanico de posibilidades, es sólida como una piedra. No van a tener que tirar de apellidos para avanzar con paso firme. Tiempo al tiempo…
Texto: Satur Romero
CORROSION OF CONFORMITY (8.5/10)
Comenzábamos a meternos más propiamente de lleno en las actuaciones con la presencia de CORROSION OF CONFORMITY, que además de presentar su nuevo álbum homónimo, la banda está formada en la actualidad por el bajista y vocalista Mike Dean, el guitarrista Woody Weatherman y el batería Reed Mullin. Dicho de otra forma, el trío que grabó su mítico “Animosity”, unos clásicos del crossover. Los tres veteranos músicos de Carolina del Norte, parecían que iban con prisas desde el principio, ya que, entre tema y tema, los descansos eran minúsculos.
Evidentemente, con los músicos que forman actualmente la banda, se iban a centrar en cierta etapa de su historia, pero lo cierto era que con la intensidad que desplegaron su arsenal, nada de echó en falta.
Fue un concierto en el que fueron de menos a más, y en el que además de presentar nuevas canciones (como “The Doom”, “Leeches” o “The Moneychangers”), su muro sónico de riffs pesados encontraron hueco para delicias de su catálogo como “Mad World”, “Hungry Child” o “Consumed” de “Animosity” o "Vote With a Bullet" de “Blind”. Dejaron una gran sensación o no era descabellado haberles concedido un puesto más avanzando en el cartel. Eso sí, durante su actuación en el escenario principal, en el que aprovecharon cada segundo, no eran pocos los que echaron de menos a Pepper Keenan o alguna que otra interpretación más de “Deliverance”.
Texto: Satur Romero / Fotos: Sergi Ramos
SKINDRED (8/10)
Gente entrando a las seis de la tarde, calor apretando con más de 30ºC… y SKINDRED metiéndose al público en el bolsillo desde el primer segundo. Sin menospreciar al resto de componentes, Benji Webbe es uno de esos frontman distintos que hacen que te guste o no el grupo, terminas rindiéndote a ellos, interactuando con las miles de personas que se agolparon allí. Muchos los pensaban ver de pasada y terminaron quedándose toda su actuación en vista de cómo calentaron (más aún) el ambiente. Fiestas así no se pueden pasar por alto, pero por desgracia uno tenía que irse según avanzaba su show; ventajas e inconvenientes de tener que cubrir a otros grupos en otros escenarios y hacer alguna foto entre medias para algunas de las entrevistas que allí hicimos.
Texto y fotos: Varo
SONATA ARCTICA (9/10)
Los finlandeses son unos habituales de nuestro país y una actuación suya en un festival no es algo sorpresivo. Se han convertido en una especie de DORO o SAXON: una banda rellena-carteles que siempre es efectiva y siempre funciona bien en cuanto a respuesta de la audiencia. No en vano, hacía más de un año que no nos visitaban y con un nuevo y flamante disco como "Stones Grow Her Name", ciertamente habia ganas de verles en directo. Cuando a aquello de las 19:20h salieron a escena, el público les recibió como a los grandes, lo que demuestra que a día de hoy han dejado de ser "unos nuevos" para pasar a ser leyendas en ojos de muchos que han crecido con sus discos y canciones. A fin de cuentas, ya hace trece años desde aquella gira teloneando a STRATOVARIUS y RHAPSODY, presentando "Ecliptica" y la evolución de la banda ha sido remarcable. Sin salirse de los parámetros del metal, han sabido ir experimentando sobre sus propias bases y no hay dos discos iguales de los fineses. El setlist lo demostró: salieron con "Only The Broken Hearts", siguieron con "Black Sheep" y luego se decantaron por "Losing My Insanity", la enorme "Broken", la sensible "The Last Amazing Grays", la nueva "I Have a Right", el obvio "Full Moon", "Shitload of Money", "Paid in Full" del experimental "Unia" y para acabar, una necesaria "Don't Say a Word" y la clásica canción del Vodka.
Justo lo que se esperaba de ellos, con un dinamismo y jovialidad formidables sobre el escenario. Nadie diría que llevan casi dos décadas en marcha. De algún modo, han conseguido no hacerse cansinos y en el escenario del Sonisphere demostraron el porqué con un show equilibrado, rápido y variado, que sirve de gran introducción a su próxima gira de otoño por España. Además, desde Ronnie James Dio creo que no hay ningun ser humano que haga más el signo de los cuernos que Tony Kakko. No puede ser un mal tipo.
Texto y fotos: Sergi Ramos
KOBRA AND THE LOTUS (7.5/10)
Está claro que lo primero que llama la atención del grupo es ver a Kobra Paige en escena, con todo el calor pegando y ella fiel a su estilo con sus pantalones y chaleco de cuero (y nada más llegar al recinto a primera hora de la tarde). De hecho, fue ella la que atrajo la vista de casi todo el mundo, tanto del público como del foso de fotógrafos, tanto por su estética como por una voz formidable. Ella no le da importancia al hecho de ser mujer y acaparar esa atención (tal como nos contó hace un par de meses en esta entrevista). Tenían la papeleta de tocar con un disco ya grabado y esperando ver la luz, ‘Visionary’, así que alternaron temas de su debut, ‘Out of the Snakepit’ con los dos adelantos de su nueva obra. Sorprendentemente, tanto ‘Welcome to my Funeral’ como ‘Forever One’ cayeron muy pronto en su set, en la parte inicial del concierto. No hubiera estado de más que se lo dejaran para el tramo final, ya que se han empezado a hacer conocidos hace no mucho. Tanto, que al día siguiente telonearon a JUDAS PRIEST en el Hammersmith de Londres. El heavy metal corre por sus venas, ¡ahí es nada! En España sólo plantaron la semilla para recoger sus frutos de cara a un futuro (cercano).
Texto y fotos: Varo
LIMP BIZKIT (6.5/10)
Por unos u otros motivos siempre tuve la espinita de no haber podido ver al grupo de Fred Durst y Wes Borland, y parecía que no iba a haber mejor oportunidad que un festival. La principal novedad fue que este era su primer concierto sin DJ Lethal, ocupando su hueco DJ Skelator (antiguo técnico del grupo, de nombre Franko Carino), aunque en un segundo plano en la parte trasera del escenario. Mucho se había especulado sobre los problemas tanto de él como de John Otto, y finalmente el batería se ha quedado mientras que el otro ha sido expulsado. Por lo demás, Borland en su línea con sus ingeniosos disfraces, y mucho movimiento y buen rollo… en las primeras canciones. Empezaron en todo lo alto, con ‘Why Try’ (la única de su último ‘Gold Cobra’, y cortada), ‘Breakstuff’ (lo mismo, la única de ‘Significant Other’) y ‘Hot Dog’. Buen preámbulo para ‘My Generation’, y desde ese momento ellos mismos se empeñaron en no querer triunfar. Durmieron el concierto con ‘Livin’ it Up’ con Durst bajándose a cantar al foso, siguieron con un parón antes de empezar ‘Eat You Alive’ (con un fan desde las Islas Canarias haciendo dúo vocal), y parecieron retomar un poco el vuelo con ‘Take a Look Around’… pero volvieron a meter interludios que cortaban el ritmo del concierto. Siguieron con ‘My Way’ para terminar con ‘Faith’ con invasión de tías en el escenario, no podía faltar en uno de sus conciertos y ‘Rollin’. Por todo lo que tocaron de ‘Chocolate Starfish and the Hotdog Flavored Water’ parecían estar en aquel Festimad de hace once años donde cancelaron. Pudieron salir triunfadores, pero no quisieron.
Texto: Varo / Fotos: Sergi Ramos
KYUSS LIVES! (9/10)
Tres cuartos, y ahora la mitad. Poco a poco se ha ido desvaneciendo la unión de antiguos miembros de KYUSS liderada por John García y, tras el abandono de Nick Olivieri (que habría dado bastante juego en escena), solo el batería Brant Bjork respalda el proyecto. Pero visto lo visto en el escenario secundario de esta edición del Sonisphere, el guitarrista Bruno Fevery y el bajista Chris Cockrell cumplen con uno de los objetivos principales de esta banda: seguir llevando las grandes canciones del legado de KYUSS por los escenarios de todo mundo. ¡Y vaya si lo hacen! Puro derroche en vivo con temas como “Hurricane”, “Gardenia”, “Asteroid” o “Green Machine” por citar algunas, que puso en pie de guerra a todos los asistentes. Con un buen sonido a su favor (uno de los puntos flacos de este escenario), jugaron bien sus cartas y fueron lanzando bombas en forma de canciones sin bajar el pistón en ningún momento y dejaron noqueados a todos los presentes. Sin mucho esfuerzo, ya que solo Brant Bjork tuvo un poco de protagonismo a nivel individual, se fueron ganando a un público que llegó al éxtasis durante gran parte de su show. Y es que este es uno de los ejemplos en los que, estén los miembros que estén, la música habló por sí sola. De los mejores conciertos de la primera jornada y de todo el festival.
Texto: Satur Romero / Fotos: Varo
THE OFFSPRING (8.5/10)
Dexter Holland y sus OFFSPRING han visitado más veces Getafe en el último lustro que cualquier presidente del Gobierno en ejercicio de su cargo. A falta de datos precisos y exactos, los punk-rockeros americanos deben estar a punto de ser declarados residentes de la población madrileña a estas alturas. En un curioso deja-vu, hace cuatro años tocaron en el mismo lugar exacto, el auditorio John Lennon en las mismas fechas aproximadas (dia arriba, dia abajo) pero con un set mucho más irregular. Y el año pasado actuaron un par de kilometros más allá, en el mismo Getafe, dentro de lo que fue la edición 2011 del festival En Vivo. Pero probablemente, de las tres veces, la que mejor lo han hecho ha sido esta última. Muy enérgicos a partir de la tercera canción -en los primeros momentos del show de veía a Dexter algo perdido y falto de resuello, hasta que encontró su sitio en escena- , THE OFFSPRING hicieron justo lo que se esperaba de ellos: un show repleto de hits nuevos y antiguos. Desde "You're Gonna Go Far, Kid" a "Can't Get My Head Around You", pasando por la obvia "Pretty Fly", la festiva "Why Don't You Get a Job" o "Hit That". Pusieron a las más de 30.000 personas asistentes, según organización, a saltar a cada momento. Probablemente los héroes de la noche, con permiso de unos SOUNDGARDEN algo menos brillantes de lo esperado. Y es que OFFSPRING no fallan nunca.
Texto y fotos: Sergi Ramos
PARADISE LOST (8/10)
Una de las actuaciones más esperadas en esta primera jornada del festival, era sin duda la de los británicos. Actualmente están viviendo un momento dulce, ya que con sus últimas entregas, han vuelto a recuperar el trono del doom metal de la que eran pioneros.
Pero por desgracia para sus seguidores, no todo fue lo bien que se esperaba. Muchos fueron los problemas de sonido en el inicio del show, tantos que costaba distinguir por momentos las melodías de guitarras de Greg Mackintosh, dicho de otro modo, el motor de cualquier canción de los de Bradford. Tampoco la voz de Nick Holmes salía bien parada en estos primeros compases, y es que el atronador sonido de batería envolvía muchos elementos importantes de sus temas. Aunque empeño y ganas no les faltó en ningún momento. No sé si se debía a la situación en la que te encontraras respecto al escenario… En cuanto a los temas que interpretaron, hubo de todo y para todos. Presentaron muchos cortes de su reciente “Tragic Idol”, como el tema título, “In This We Dwell”, y “Honesty In Death” (que fue la que abrió fuego), con una recepción fantástica, como si de clásicos se tratasen. Y es que si en estudio son enormes, en directo lo son más. También de las más recientes interpretaron el tema título de su anterior disco “Faith Divides Us – Death Unites Us”. Y hubo sorpresas, como “As I Die” de su preciado “Icon”, “Pity The Sadness” de “Shades Of God”, y el rescate de algún que otro tema de “One Second, como “Say Just Words” a modo de cierre. “Erased”, de “Symbol Of Life”, también se podría considerar otro caramelo para sus más neófitos seguidores, aunque la voz femenina estuviese sampleada. Y por desgracia, se cumplió lo que muchos no querían, servidor incluido: ninguna interpretación de “Draconian Times”. Eso sí que fue otra sorpresa teniendo en cuenta que, hace unos pocos meses, dedicaban un DVD a una serie de shows en el que lo interpretaban al completo. O quizás fue precisamente ese el motivo.
Fuera como fuese, PARADISE LOST dejaron una más que buena impresión, pero, también debido a su forzado poco tiempo de escena, quedó la sensación de que podría haber sido uno de los mejores conciertos del festival y, simplemente, no lo fue.
Texto: Satur Romero / Fotos: Varo
SOUNGARDEN (8/10)
El hecho de ser el primer concierto en casi dieciséis años en Europa habla por sí solo de la magnitud que tenía la actuación de la mítica banda de los 90. Hace más de dos años que se reunían, dando conciertos en EEUU con Lollapalooza, igual que hace veinte años en plena explosión grunge, pero este lado del charco lo tenían pendiente y se han hecho de rogar. El peso de su concierto estuvo centrado en sus dos mejores discos (y más importantes), con cinco canciones de ‘Superunknown’ y ‘Badmotorfinger’, empezando por ‘Searching With My Good Eye Closed’ de este último. El telón trasero con el logo de su mítico álbum del 91’ daba buenas vibraciones, pero los peores presagios se apoderaban de buena parte del público con un sonido bajísimo (sin PA) en el comienzo, y demasiado efecto en la voz de Cornell. ¿Eso era todo lo que nos iban a ofrecer? No, fue sólo un espejismo. ‘Spoonman’ y ‘Jesus Christ Pose’ empezaron a arreglar el asunto, y a pesar de no tener la voz prodigiosa que impresionó a medio mundo dos décadas atrás, Cornell cumple en la actualidad. Es cierto que su voz está mucho más rota que entonces y que no llega a unos agudos que hoy se antojan imposibles, pero lo mejor que puede hacer es no intentar llegar a ellos y acomodar los temas a su registro actual. ¿Alguien realmente esperaba que lo hiciera? No tiene ni punto de comparación el Cornell actual al de los últimos tiempos de Audioslave; ahí sí que se podía decir que estaba totalmente cascado, y no ahora. Hasta ‘Louder Than Love’ y ‘Screaming Life’ tuvieron representación con ‘Gun’, Ugly Truth’ y ‘Hunted Down’, pero sigo prefiriendo al Cornell posterior, al que forma dúo de guitarras con Kim Thayil, muy sobrio en su papel todo su concierto. Algunas canciones bajaron un poco el ritmo, pero ¿quién se puede rendir a temas como ‘Fell on Black Days’ o ‘The Day I Tried To Live? Parecían transportarnos a otra época. ‘Outshined’ enfiló la parte final, con una espectacular ‘Rusty Cage’ (ese riff pegadizo y rápido es inigualable), una melancólica ‘Black Hole Sun’, la novedad de ‘Live To Rise’ (mucho mejor en directo que en su versión de estudio), y el punto final con la larga ‘Slaves & Bulldozers’, con esa parte instrumental central que hizo un final prácticamente inmejorable, despidiéndose la banda con los contrastes de Cornell lanzando besos al público y Ben Sheperd tirando su bajo al foso. Destacar (incluso por encima de Cornell) la labor de Matt Cameron, tanto tocando como haciendo los coros en buena parte de las canciones. Pocos baterías hay como él en la actualidad capaces de tocar como él y con un kit de lo más sencillo. Corto para un grupo como ellos (una hora y veinte), pero intenso y emotivo. Muchas ganas de que vuelvan con su propio show y con más tiempo.
Texto: Varo / Fotos: Sergi Ramos
ORANGE GOBLIN (9/10)
Que alguien meta en el cartel de un festi español a ORANGE GOBLIN es una anomalía de pies a cabeza. Acostumbrados a lo mismo una y otra vez, el Sonisphere 2012 tuvo añadidos curiosos (SKINDRED, GHOST, CLUTCH, los propios ORANGE GOBLIN…) que le dieron una dimensión experimental al asunto. Estoy seguro de que más de una banda salió reforzada en nuestro país después de su actuación en el festi, especialmente aquellas que ocupaban posiciones más humildes en el cartel, como RISE TO REMAIN o SISTER, pero que había muchas ganas de ver. El de ORANGE GOBLIN era un caso curioso: una banda de trayectoria tremenda pero que en nuestro país nadie se atreve a tocar con un palo en el circuito de conciertos, ya que el stoner no es lo más rentable del mundo. Pero en un festival, a la una de la madrugada, el set pesado y rocoso de Ben Ward y los suyos supo a gloria después del atracón grunge-noventero de SOUNDGARDEN. Muy motivados (era casi cómico ver a Ben Ward levantando las manos hacia arriba constantemente invocando el extasis del público y disfrutando como un enano por el escenario), hicieron un concierto correcto, con los clásicos "Quincy the Pigboy", "Red Tide Rising", "Scorpionica" o "The Ballad Of Solomon Eagle" entre los grandes momentos de la noche del viernes. Todo un acierto incluirlos en el cartel.
Texto y fotos: Sergi Ramos
MACHINE HEAD (7/10)
Después de haber estado entrevistando al grupo a primera hora de la tarde se les notaba algo cansados y reflexivos, pero al empezar con ‘I Am Hell’ todo pareció difuminarse; vamos, que parecían salir a matar, en su línea. Una pena que no fuera así completamente y no pudieran triunfar como hicieron cuatro años atrás en el escenario secundario. ‘Be Still and Now’ siguió la fiesta, pero el sonido no acompañaba, y tampoco lo hizo en ‘Imperium’. El bombo de la batería se comía gran parte del resto de instrumentos, y a pesar de la ejecución ninguno conseguía destacar. Robb Flynn se comunicaba con el público, a veces de manera prolongada con largos discursos que, igual que en el caso de LIMP BIZKIT, paraban el ritmo de la actuación. Ocurrió para presentar ‘Darkness Within’ con la acústica delante… para después no usarla. A eso hay que añadir mayoría de canciones de su última obra ‘Unto the Locust’. Por un lado es comprensible, ya que quieren defender lo más reciente; por otro, seguramente el público esperaba más clásico y no tanto tema reciente. Vamos, que en un festival cuadraban mejor temas de sus primeros discos (ninguna presencia de los cuatro primeros) que las composiciones elaboradas de los dos últimos. Como lado positivo, ‘Who We Are’, el tema donde se escuchan a sus hijos haciendo los coros que funciona bastante bien en directo, y ‘Halo’, que se ha convertido en un clásico para el grupo y que aquí se ve acompañado por los continuos “oe oe oe” que tanto le gustan a Flynn. Además, para tocar con algo de tratraso (y cerrando la primera jornada) consiguieron reunir un buen puñado de miles de personas. Como lado (muy negativo), la gente se fue maldiciendo que terminaran con ella y no cerrara ‘Davidian’; hay clásicos que nunca deberían faltar en los conciertos de algunos grupos, y ese es uno de ellos.
Texto: Varo / Fotos: Sergi Ramos
The Metal Circus
Promotor:Last Tour International
Asistentes:38000
Día:25/05/2012
Hora:17:00
Sala:Auditorio John Lennon
Ciudad:Getafe (Madrid)
Puntuación:8
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