Después del concierto que ofrecieron en 2019 en Burlada junto a la Joven Orquesta de Pamplona, Sôber regresó a la sala Totem para presentar su último trabajo, 'E-L-E-G-Í-A', un disco en el que se homenajea a la gente que ha formado parte de la banda y por desgracia ya no están presentes.

En la noche del viernes, en Villava, tuvo lugar uno de los conciertos más esperados por el público navarro. Sôber, acompañados de Contrabanda y Bon Vivant revolucionaron la sala Totem.

Contrabanda abrió el show

A las 19:45h dio comienzo un espectáculo de luces y movimiento, a las tablas la formación madrileña Contrabanda. Pese a una escasez de asistentes inicial y sin temor alguno, el grupo comenzó un escueto repertorio con temas de sus dos últimos discos.

Contrabanda (Foto: Aritz Sola)

Un set lleno de contrastes en el cual destacaron cortes como “Maldición” y “Todo Acabó” pertenecientes a su álbum ‘Retrophonic’. Junto a otros como “Hola Mundo”, “La Señal” o “El Círculo Se Cierra” de su trabajo más reciente ‘Ingrávido’. En las primeras canciones de la actuación el sonido fue desequilibrado y no fue hasta “Berlín” cuando comenzó a sonar en condiciones. A medida que fue avanzando el espectáculo, el público aún distante fue acercándose al escenario -e incluso unos pocos se animaron a bailar e imitar la enérgica performance de Tony, su vocalista-.

Bon Vivant continúa la fiesta

Con un cambio rápido como un rayo, escasos diez minutos, los miembros de Bon Vivant ataviados con ropas de color negro y rojo ya estaban listos para dar rienda suelta a su frenesí sonoro. Charly, muy agradecido y con gran énfasis, invitó a los allí presentes a dar un paso al frente y reducir la distancia con su banda. Al igual que Contrabanda, contaron con poco tiempo para elaborar un set más amplio. En las siete canciones que sonaron presentaron su último trabajo ‘Supernova’ y dieron un pequeño repaso a su álbum ‘Cuentos y Retratos’.

Bon Vivant (Foto: Aritz Sola)

Comenzaron con “El Fuego Es Nuestro” y continuaron con “Supernova”. Llegó el tercer tema con “Gritarle Al Mar” en la cual se echó en falta la presencia de Carlos Escobedo. Con “La Guerra A Oscuras” y “Hacia Rutas Salvajes”, supusieron el ecuador de la noche y dieron por terminado su actuación con “Cuentos y Retratos”, no sin antes sonar “Aves de Paso”. Un sonido rock melódico-moderno, con letras pegadizas, rico en matices, actitud y buen rollo, se notó que disfrutaron de cada momento en la tarima.

Sôber: La hora del festín

Después de una pausa en doble de larga que la anterior, el público fue llenando cada esquina de la sala Totem, entre las primeras filas se veía a muchas parejas jóvenes, varios fotógrafos y  un grupo de adolescentes. Estos, muy ansiosos e ilusionados, fueron curioseando a través del telón y en voz alta comentaban los cambios del escenario. «Mira, han puesto una batería más grande y un montón de leds», exclamaba uno. El aviso de que el cambio estaba por finalizar fue el clásico ‘Back in Black’ de AC/DC; en ese momento un público expectante comenzó a vitorear a los esperados Sôber.

Sôber (Foto: Aritz Sola)

Se abrió el telón y tras una densa nube de humo azul aparecieron sobre la tarima Antonio Bernardini, Carlos Escobedo, Jorge Escobedo y Manu Reyes, los cuales comenzaron el show con “Mi Heroína”, canción perteneciente a su último álbum ‘E-L-E-G-Í-A’. Por delante había un extenso concierto de dos horas de duración repleto de una amalgama de éxitos provenientes de toda la discografía de la formación madrileña. Continuaron con homónimos de sus últimas obras de estudio como “Elegía” y “Vulcano”. Después vino “Blancanieve”, perteneciente a ‘Letargo’.

Sôber (Foto: Aritz Sola)

Después de una  breve presentación, Carlos, saludó a alguno compañeros allí presentes (Kutxi, Brigi, Flako…) e hizo hincapié que esa noche iba a estar repleta de temazos. También quiso dejar claro que todo era un homenaje a los que no estaban allí presentes. Retomaron el show con “Máscara De Hierro”, un corte perteneciente a su último trabajo.

Pasada la primera hora de espectáculo, Carlos dejó a un lado su bajo y bajó del escenario. Micrófono en mano, cantó “Estrella Polar” entre los allí presentes. Mientras tanto sus compañeros desaparecieron del escenario y fugazmente prepararon un pequeño set de percusión que acompañó al vocalista durante “Eclipse” y “La Escalera”. Sin lugar a dudas fue uno de los momentos más íntimo y acogedor de la noche.

Sôber (Foto: Aritz Sola)

El siguiente bloque del espectáculo de Sôber fue un medley, en castellano conocido como popurrí, de su primer álbum ‘Morfología’. De forma armónica fueron sonando extractos de “Abstinencia”, “Caída Libre”, “Condenado”, “Qué Hice Mal” y “Loco”. Dieron por concluida la velada con varias canciones pertenecientes a su LP ‘Paradysso’ ni más ni menos que “Arrepentido” en la cual, Carlos y el público, fueron uno. Seguidamente y a petición del frontman los asistentes sacaron a relucir las linternas de sus móviles para guiar en “Náufrago”. Para acabar, la elegida fue “Diez Años”.

Sôber (Foto: Aritz Sola)

Los asistentes, extasiados, no paraban de pedir más y más. Entre los gritos y aplausos, Carlos agradeció una y otra vez la buena acogida del público, al mismo tiempo dio las gracias a todos los miembros que hacen realidad los directos, presentó a los miembros de su banda e invitó a los integrantes de Contrabanda y Bon Vivant a realizarse una foto grupal. En resumen, una gran noche de rock. Un show emocionante, dinámico, lleno de energía y sentimiento. No hubo grandes contratiempos técnicos, un par de ajustes de sonido y un cambio de pilas en los in-ears de vocalista. Las tres bandas se mostraron cercanas y se dejaron ver en los puestos de merch donde firmaron discos y camisetas a los fans más fieles.

Sôber (Foto: Aritz Sola)

Texto y fotos: Aritz Sola

Promotor:El Dromedario Records

Sala:Totem

Ciudad:Villava, Pamplona

Teloneros:Bon Vivant, Contrabanda

Puntuación:8