Sôber: sin mascarillas y a lo grande

Llevamos meses repitiendo eso de “así no es lo mismo”, “un concierto de rock sentados no mola” ... Un sinfín de excusas que se han ido formulando en la cabeza de todos aquellos que se aferran a la idea de un pasado que va a tardar todavía un tiempo en regresar.

Mientras tanto, comienza a vislumbrarse a la luz al final del túnel con iniciativas como la del festival Madrid Escena. Un evento celebrado durante días en los que el Parque Tierno Galván se convirtió en el centro cultural de la capital, reuniéndose en el auditorio de dicho parque diversas actividades culturales, destacando los conciertos, como el que se celebró el pasado viernes 26 de junio.

Sôber (Foto: Paco García)

Tras diez días de eventos, Sôber se encargaron de poner el broche de oro a la primera edición del festival. El cuarteto madrileño tuvo la suerte de ser de los últimos afortunados en poder ofrecer un concierto antes de que estallara la pandemia mundial por la covid-19, y de ser uno de los primeros en regresar a la acción, como bien comentaba Carlos Escobedo entre canciones.

Más que un día, una eternidad

Cada vez que asoma la idea de poder disfrutar de un concierto, parece que ha pasado una inmensa eternidad desde que se celebrasen los últimos eventos en 2020. Sôber lo sabían bien y sacaron a pasear toda su artillería pesada para uso y disfrute de sus seguidores. El primer cañonazo fue “Diez Años”, que sonaba en el auditorio mientras caían los últimos rayos de sol en el horizonte.

Sôber (Foto: Nocnar Tosnophal)

No tardó en llegar el trío de ases formado por “Blancanieve”, “La Araña” y “Eternidad”, este último contenido en su disco ‘Paradysso’ (2002), al igual que el tema que abría la velada. Este disco, publicado hace casi ya una veintena de años se ha convertido en una de las piezas claves para entender el rock/metal alternativo nacional. Del mismo modo podría clasificarse a ‘Synthesis’ (2001) del que cayó “Oxígeno”; o su debut ‘Morfoligía’ del ’99 cuyo primer tema a interpretar fue “Prisión Del Placer”.

Sôber (Foto: Paco García)

Un cuarto de siglo ha pasado ya desde que la banda de los hermanos Escobedo lanzaran su primer disco, 25 años en los que Sôber se ha labrado una merecida reputación, y que son por ello una de las bandas más queridas del metal patrio. Pero si algo caracteriza al cuarteto es el hecho de no quedarse anclados en el pasado. Aunque si es cierto que sus setlist se componen a base de clásicos, los temas más recientes encajan a la perfección en el repertorio.

Sôber (Foto: Nocnar Tosnophal)

La prueba de ello fue la interpretación de “Verona”. Este corte fue uno de los singles elegidos para presentar su nuevo trabajo de estudio, “E-L-E-G-Í-A”, que ha visto la luz apenas unos días. Este corte fue coreado como si uno de sus temas tradicionales se tratase he hizo de puente perfecto entre otros más tradicionales como “Sombras”, sencillo que sacaron tras su vuelta a la actividad en 2010; o los imprescindibles “Hombre De Hielo” y “Cubos”.

A la deriva

Con la tediosa situación de pandemia, la sociedad se encuentra sumida en una deriva sin rumbo fijo, más aún todos aquellos que de un modo u otro trabajan en el sector de la música o de la cultura en general. A todos ellos quiso dedicarles Carlos Escobedo el tema más emotivo de la noche. Se trata sin duda de “Náufrago”, un corte indispensable en cada uno de los sets de la banda y que eriza el vello de la piel de los asistentes desde los primeros acordes. Fue impagable ver como aún sin poder moverse de sus asientos, el público iluminó las gradas del auditorio con las luces de sus teléfonos móviles coreando cada uno de los versos de este emotivo tema.

Sôber (Foto: Paco García)

El ritmo del show era vertiginoso, y llegó sin más el primer descanso de la noche. Tras la breve pausa, “Mi Heroína” fue el segundo y último de sus temas nuevos a interpretar del nuevo disco el pasado viernes y es que ya únicamente quedaba tiempo para la traca final.

Sôber (Foto: Nocnar Tosnophal)

“La Nube” y “Arrepentido” encabezaron la recta final antes del parón propio antes de la interpretación de los bises. Estos cobraron forma de la mano de la emotiva “Estrella Polar”, para acelerar las revoluciones posteriormente con “Vulcano”. Aunque la nueva normalidad a la que nos enfrentamos tenga a la sociedad atada de pies y manos, el respetable abandonó sus asientos (que no sus respectivos sitios) para saltar con “Tic Tac” y “Loco”.

Sôber (Foto: Paco García)

Aunque Carlos y Jorge Escobedo, Antonio Bernardini y Manu Reyes tengan personalidades muy distintas se puede ver en cada concierto que en el escenario funcionan como un uno. El producto que forman todos ellos es capaz de llenar un escenario sin apenas escenografía o algún otro tipo de parafernalia extra. Aunque la normativa sanitaria vigente exija mantener las distancias, Sôber supieron solventarlas y llegar al corazón de cada uno de sus seguidores ofreciendo lo mejor que tienen: su música.