Pilar clave del rock patrio, Sôber ponían punto y final en Madrid a su homenaje a 'Paradysso`, el disco que les vio eclosionar en 2002, acompañados de la Barcelona Rock Orchestra.

¿Quién dijo que los finales son amargos? Sôber puso anoche un broche de oro a su carrera (como si necesitaran alguno más) en la mítica Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid, lugar que ha acogido tantos eventos históricos que se podría hacer un artículo dedicado al recinto sin mencionar las matanzas que ahí ocurren por costumbre. Presentados por unos ya decadentes Mariskal Romero y “El Pirata”; e introducidos por “Back In Black” (como empezó el concierto de 1996 de la banda australiana), unas proyecciones, junto con una voz en off y la orquesta ya sonando dieron el arranque a una noche que prometía ser única en su especie. La banda creadora de himnos como “Blancanieve”, “Arrepentido” o “Loco” se disponía a homenajear su aclamado segundo disco en unas condiciones de primer nivel, y así lo hicieron.

Sober Madrid

Sôber (Foto: Roberto Romero)

Arranca el huracán

Los hermanos Escobedo, Bernardini y Reyes Jr. se subieron al escenario respaldados por más de una treintena de músicos al son de “Animal” y con un público sediento de ver a una de sus bandas favoritas. El sonido no acompañó prácticamente durante toda la velada, con la batería sonando floja y las guitarras inaudibles salvo cuando se pisaba el pedal de “boost” en los solos, y esto se acentuaba más aún en el inicio de la actuación. No obstante, caldeados por la cerveza y el combinado, los el ánimo de los asistentes quedó intacto ante este desliz en la producción. Teniendo en cuenta que el tercer tema fue el propio “Blancanieve”, era de esperar que el fervor no decayese durante casi toda la velada.

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Sôber (Foto: Nocnar Tosnophal)

Siguieron “Eternidad” y “Lejos” para dar paso a “Náufrago” en la que salió Alejandro Martínez, conocido por los seguidores como “Morti” a acompañar a Carlos Escobedo a las voces. Sería el primero de varios invitados de la noche, todos contribuyendo con su particular aportación al concierto (en algunos casos, muy particular). Llegados al centro del primero de tres bloques del concierto, Sôber se mantenían a un nivel de entrega constante y contundente, con Carlos Escobedo llevando el timón del barco a una velocidad de vértigo. La energía del líder sobre el escenario y el control de su voz, que sin ser llamativa demuestra estar pulida como en los discos.

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Sôber (Foto: Nocnar Tosnophal)

Las orquestas nunca fallan

Ya sea en el ‘S&M’ de Metallica, las actuaciones en el Royal Albert Hall de Bring Me The Horizon y Alter Bridge o ‘Moment of Glory’ de Socrpions, las sinergias entre el rock duro y la música clásica casi siempre traen buenos frutos consigo. Quizás porque todas estas bandas son herencia de Deep Purple y su formación musical de corte clásico, o simplemente por la intensidad que son capaces de generar ambos campos. Con Sôber no fue menos, y es que los arreglos de la Barcelona Rock Orchestra dieron un plus a sus canciones, destacando picos y valles de dinámicas en las canciones. Incluso, cuando la banda se gustó con una pequeña improvisación, proporcionaban un colchón sobre el que jugar.

Sober Madrid

Sôber (Foto: Nocnar Tosnophal)

Como cierre del primer bloque, llegaría uno de los momentos más llamativos de la noche, en el que la cantante Ruth Lorenzo, autoproclamada fiel seguidora de la banda, se subió al escenario a cantar “Paradysso”. El momento fue digno de enmarcar en las retinas y tímpanos, puesto que la cantante, que representó a España en Eurovisión en 2014, goza de una potencia vocal de élite. Concluía así el grueso del evento, antes de dar paso a la versión completa de “Estrella Polar”, la balada que cierra el último trabajo de los madrileños. Le siguió “No Perdones” y “Arrepentido”, protagonizada por un mar de teléfonos móviles en alza que obstaculizaban la vista al que estuviera inmediatamente detrás. Continuaron con la versión más surrealista de “Mis Cenizas·, en la que se subieron Alberto Marín y Marron. Sí, Marron, el de los experimentos de El Hormiguero. Y no lo hizo mal.

Fin de una etapa

Así llegaban al final de su actuación, no sin antes darle la bienvenida a Manuel Reyes, “el padre de la criatura” como dijo Carlos Escobedo, para que tomase el relevo de su hijo en “Diez Años”, con una pegada de gorila enfurecido. “Superbia” y a volverse todos “Locos” antes de irse a casa. Sôber cerraron una noche mágica en la que todo, salvo el sonido, les salió a pedir de boca. ‘Paradysso’ ha recibido el mejor de los respetos en estos dos años de gira, y su clausura queda para los anales de la historia del rock and roll español.

Sober Madrid

Sôber (Foto: Nocnar Tosnophal)

Texto: Diego Solana | Fotos: Roberto Romero y Nocnar Tosnophal

Día:2020-03-07

Hora:21:00

Sala:Invernadero Las Ventas

Ciudad:Madrid

Puntuación:9