Skid Row triunfó en Madrid con su enésimo vocalista
Allá por el lejano 1986 el bajista Rachel Bolan decidió juntarse con los guitarristas Scotti Hill y Dave Sabo ("The Snake") para formar Skid Row, junto al batería Rob Affuso y el vocalista Sebastian Bach.
La banda se consagró con rapidez como una de las más importantes del panorama del glam metal de la época con sus dos primeros álbumes, ‘Skid Row’ y ‘Slave to the Grind’. Desde la fecha, con escasa nueva música que ofrecer e innumerables cambios de formación, los hardrockeros de Nueva Jersey se mantienen en activo interpretando en directo aquellos cortes con los que saltaron a la fama.
Ayer, noche de domingo, medio millar de personas se congregaban dentro de la sala Mon de Madrid anhelantes de poder disfrutar de una buena ristra de clásicos de los años 80. Quizá eso explica también que la media de edad de los asistentes fuera algo elevada con respecto a la habitual en este tipo de salas.
Adrenalina en estado puro
Con puntualidad a la británica saltaban a las tablas los tres miembros de Double Crush Syndrome, una banda proveniente de Alemania que tiene propuesto hacer estallar el mercurio en cada uno de sus shows. El pistoletazo de salida a una actuación imparable lo dan con «She’s a Pistol», corte que podemos encontrar en su recién estrenado segundo trabajo de estudio «Die for Rock N’ Roll», álbum que acaparó el protagonismo en la totalidad del setlist de los germanos.
Pura energía es la que desprende esta banda de sleaze/punk rock n’ roll desde el minuto uno de subirse a las tablas. Si a eso le sumas una pizca de locura, una buena interpretación y una estética cuyos maquillajes no los lleva ni Marilyn Manson en un día de fiesta, poco más hace falta que te diga para que te hagas a la idea de esta combinación explosiva.
Los alemanes supieron defenderse especialmente bien con el reducido espacio con el que contaban, aunque aprovecharon también la pista durante la interpretación de «Die for Rock N’Roll», durante la cual el guitarrista y cantante, Andy Brings, saltó al público y se mezcló entre la gente a la hora del solo de guitarra.
La trayectoria de esta banda es más bien escasa, pues a sus espaldas cuentan apenas con dos discos, pero ya quisieran muchos grupos que les doblan o triplican la experiencia dar conciertos así. Una vez más queda demostrado que todo en esta vida es cuestión de actitud.
Donde hubo fuego quedan brasas
Tiempo de espera para el cambio de backline. Minutos durante los cuales el público se impacienta de manera creciente, y eso que no hacían más que sonar temazos de fondo, una serie de canciones que dan paso a `Bizklierg Bop’ de los Ramones, la cual serviría de intro a los americanos antes de colocarse en sus respectivas posiciones.
Es al finalizar ésta dónde comienzan a escucharse los crudos riffs de guitarra que dan paso a “Slave to the Grind”, uno de los temas más queridos por los fans de la banda que comanda Rachel Bolan. El aclamado bajista salía a escena ataviado con unas gafas de sol que en cierta medida ocultaba su semblante serio, que mantendría en la totalidad del concierto.
El segundo tema en caer fue «Sweet Little Sister», perteneciente al primer álbum de la banda, en el que se pueden apreciar los problemas de sonido, protagonistas en todo el concierto de Skid Row. Un sonido de guitarras demasiado elevado que hacía que la voz de ZP Theart se perdiera entre las difusas melodías.
Tenía mis serias dudas sobre el citado vocalista, pues con él ya serían cinco los cantantes que han pasado por la banda, todos intentando seguir la senda y el legado que tiempo atrás dejó Sebastian Bach. Pero el señor Theart (ex Dragonforce) pasó el examen, y con nota, tarea difícil proviniendo de un estilo como es el power metal y teniendo que interpretar únicamente los temas del señor Bach.
El combo compuesto por «Piece of Me», «Living on a Chain Gang» y «Big gun» aceleraban nuestros corazones antes de meternos de lleno en «18 & Life». Un tema cargado se sentimiento que formaría parte del top de las canciones de Skid Row. Imprescindible por citarlo de otra manera.
https://www.youtube.com/watch?v=8O317T6Zlno
«Makin’ A Mess» y «Rattlesnake Shake» nos conducen hacia el primer parón de la velada, no antes sin cantarle el cumpleaños feliz a ZP, que se encontraba de celebración. Así caía la primera sorpresa de la noche, según nos comentaban. Una cover de Ramones cantada por Mr. Bolan a la voz para dar un respiro a Theart.
Tras el acelerado ritmo de ésta es «Quicksand Jesus» la encargada de hacer que se nos pongan los pelos como escarpias. Poco dura la calma pues la descarga vuelve a ser inmensa con la aclamada «Monkey Business», acompañada de una autodenominada jam session a manos de los dos guitarristas, Scotti Hill y Dave Sabo. Una guerra de correlativos solos entre los que apremia escuchar «Cowboys from Hell» de Pantera. Este despliegue de habilidades marca un punto y seguido en el show.
Esta fecha constituía el fin de la gira europea de Skid Row y los americanos se esforzaron por que se notase, cuatro temas en la recámara y mucha adrenalina que descargar. Este combo empieza con «I Remember You», ese balada que escuchamos sin ser capaces de contener esa lagrimilla que escapa por el rabillo del ojo. «We Are the damned», único tema interpretado fuera de la época de Bach (junto a la cover de Ramones), rompe la calma, y sinceramente es el corte que menos llama la atención. Por algo será.
«Get the Fuck Out» hace de puente perfecto para que, tras unos minutos en los que una niña de once años que se encontraba entre el público pasase a ser la protagonista sobre las tablas antes de irrumpir así la famosa e imprescindible «Youth Gone Wild». Es a final de éste cuando los miembros de Double Crush Syndrome se suben a las tablas e incluso saltan al público para hacer crowdsurfing. Un broche de oro para finalizar.
El listón bastante alto y mejorando las expectativas de muchos de los allí presentes que disfrutaron como críos de concierto de Skid Row en Madrid. Pero cuando una banda con más de una treintena de años de trayectoria pretende vivir únicamente del pasado, de esos discos que les elevaron a la cúspide, es que algo falla.
El miedo de que el nuevo material no cale en los fans está muy presente en Skid Row, razón no les falta. Quizá es tiempo de que Bolan y los suyos se sienten a dialogar algún día con Sebastian. Yo dejo una pregunta en el aire: si se han juntado Guns N’ Roses, ¿no podrían hacerlo del mismo modo Skid Row con Sebastian Bach?
Texto y fotos: Tamara Ruiz
Promotor:Madness Live!
Día:2018-05-27
Hora:20:15
Sala:Mon Live
Ciudad:Madrid
Teloneros:Double Crush Syndrom
Puntuación:8
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