Organizar un festival puede parecer tarea sencilla, pero nada más lejos de la realidad. Cuando María Sihiro y Goatklaw decidieron lanzarse a esta aventura, probablemente no eran conscientes de la repercusión tan positiva que su pequeño proyecto tendría en todos los que asistimos. Mucho trabajo y mucha actitud es lo que ha provocado que este humilde festival haya sido un éxito en su primera edición. Ambas cualidades son fundamentales para no rendirse ante las dificultades que pueden surgir (y surgen) cuando te lanzas a la piscina y organizas tu propio festival.

Un pequeño proyecto con un gran objetivo

El pasado 23 de febrero, nació la primera edición del Sihiro Music Fest con un objetivo simple: apoyar la escena metalera nacional. Vigo ha sido la sede seleccionada para tal ocasión, más concretamente en la sala Masterclub. La elección de esta sala ha sido todo un acierto. Pese a apreciarse prácticamente llena en muchos momentos de la noche, los asistentes no sufrieron el agobio de estar apretados ni tampoco demasiado espaciados.

Estuvo en su elección lanzarse a las locuras que sucedían en la delantera de la sala, o disfrutar de los directos como observador desde la parte trasera. Todas las bandas se han encontrado con una sala visiblemente vacía en las primeras canciones, pero prácticamente llena en las últimas. Pocos se quedaban fuera transcurridos los primeros minutos de cada directo, dejando la sala desocupada por poco tiempo.

Como añadido extra al lugar elegido, contaba fuera con una zona al aire libre con puestos de merchandising y de comida, que siempre se agradece. Dejando a un lado las características físicas de la sala, con respecto a su capacidad para albergar un evento con semejante cantidad de decibelios, el sonido fue bastante correcto en casi todo momento. Tal vez se mostraron algunas dificultades en las bandas que contaban con instrumentos como violines o gaitas, con alguna descompensación temporal de volumen. Obviando ese detalle, el sonido estuvo a la altura de la situación y de la potencia que estas bandas requerían.

Además, el ambiente era de absoluta familiaridad. Las bandas participantes (Celtibeerian, Thybreath, Bostok, Anodhor, Guilles y O.D.I.O) mostraron su mutuo apoyo viendo los directos de sus compañeros y compartiendo risas y cervezas. Sus estilos eran variados pese a encajar perfectamente juntos en un cartel (death, thrash, metal alternativo, folk metal…).

Gracias a ello, el festival fue un evento de lo más ameno pese a durar 7 horas. Con respecto a la distribución de bandas y a los horarios, la organización ha vuelto a acertar, empezando y terminando a su hora, donde todos han podido tocar un mínimo de 45 minutos. Otro acierto pese a no haber hecho públicos los horarios o el orden de las bandas, único detalle que los asistentes han podido echar en falta.

Guilles inauguran la noche con su brutalidad

Una de las bandas más extremas del cartel arranca el evento a las 9 de la noche, haciéndonos sentir como si saltáramos a un tren en marcha. Comenzando fuerte la noche, Guilles se encuentran con la dificultad de enfrentarse a una sala visiblemente vacía y a un público que todavía no ha entrado en calor. Pese a la dificultad de sacar un directo adelante en esas circunstancias, se dejan la piel en los 45 minutos de los que disponen, sudando la gota gorda y dando lo mejor de sí.

Sin embargo, pese a comenzar para un puñado de personas, la sala se va llenando y calentando a lo largo del directo. El sonido acompaña, es potente, pesado y acorde a la brutalidad que requiere la banda. Pese al estilo extremo de Guilles, con un sonido muy death y unos guturales incombustibles, también protagonizaron momentos más melódicos con algún solo de guitarra y ciertas variaciones en las canciones que denotan el sonido que la banda ha ido afianzando a lo largo de los años y del puñado de discos que tienen a sus espaldas.

Guilles (Foto: Olga Vidal)

A lo largo del breve pero intenso directo, los asistentes van perdiendo la timidez, pero no les da tiempo del todo a entrar en ambiente pese a mantenerse atentos al show plagado de brutalidad de la banda. No se ven mosh pits, pese a que el sonido lo pida, pero sí se ve a un público interesado, aunque calmado. La banda se entrega igualmente en todo momento, con una combinación vocal e instrumental que es pura adrenalina.

A pesar del poco tiempo del que disponen, aprovechan la ocasión para presentar algunas canciones de su próximo álbum. Definitivamente, los que se animaron a entrar en la sala desde primera hora no se arrepintieron tras el intenso directo de Guilles, banda que contó con un recibimiento muy positivo por parte de los que allí estaban, que poco a poco fueron llenando la sala. Cabe destacar, por tanto, la entrega absoluta de la banda y también las aportaciones sonoras del guitarrista solista, que añadían mucha versatilidad al directo.

O.D.I.O desatan la locura

Un estilo también cargado de momentos de brutalidad, pero con un sonido más melódico y plagado de influencias protagonizó el directo de la segunda banda de la noche. O.D.I.O llegaron desde Tenerife con su alocado y divertido directo, donde el público fue entrando en calor hasta protagonizar momentos de lo más entretenidos junto a la banda.

Su sonido, con una brutalidad más suavizada, hace que el público se vaya levantando ante el surrealista directo de la banda. Su actitud es atrevida y animada, lo dan todo sobre el escenario y mantienen la expectación entre los asistentes. Los momentos más acelerados y adrenalínicos terminan de levantar los ánimos, al igual que la actitud de los músicos, que se animan a bajar en varias ocasiones del escenario para tocar cara a cara con su público.

O.D.I.O. (Foto: Olga Vidal)

Banda y asistentes se vuelven uno, todos se rinden ante el show de estos divertidos músicos. La mezcla sonora de brutalidad, momentos melódicos, screaming y animados coros, todo ello sumado a la gran actitud de la banda, es de lo más efectiva. Además, se animan con solos de guitarra pese a contar solo con un guitarrista sin perder ni un ápice de fuerza.

Como sus alocados atuendos y su actitud sobre el escenario fueran poco, el vocalista anima al público a acercarse para hacer una especie de crowdsurfing con pose de Superman, pese a no haber un lleno todavía en la sala. Teniendo en cuenta el nivel de entrega de los que allí se encuentran, se acercan obedientes y expectantes para ver de lo que el simpático frontman es capaz. Como una vez le ha sabido a poco, repite la experiencia de nuevo más avanzado el directo, en medio de toda la locura que supuso el show de los tinerfeños.

O.D.I.O. Sihiro Music Fest

O.D.I.O. (Foto: Olga Vidal)

A lo largo del directo, se empiezan a ver los primeros pogos de la noche en un ambiente más animado, pese a no estar de momento la sala totalmente llena. La simpatía y locura de la banda y su directo, sumados a la adrenalina que transmiten sus canciones, lograron que se metieran en el bolsillo al público vigués en un concierto breve pero bien aprovechado y disfrutado por todos.

Sin pelos en la lengua, aprovechan la ocasión para mandar un amigable mensaje a Vox, dejando claro que su música también busca transmitir con sus letras. Después de 45 minutos de locura, se despiden con un gran wall of death en el que participan gran parte de los presentes, mientras los músicos se pasean por la sala al mismo tiempo que siguen tocando y los más tranquilos observan desde atrás. Si queda algo claro de esta experiencia, es que O.D.I.O no pasan desapercibidos en un escenario, en absoluto.

Comienza la fiesta con Celtibeerian

La noche ya va avanzando y los ánimos van subiendo cuando llega uno de los momentos más esperados de la noche. La sala se encuentra prácticamente llena y los asistentes no pueden resistirse ante el directo de Celtibeerian. De la alocada brutalidad pasamos a un estilo mucho más animado, plagado de momentos melódicos e instrumentalmente mágicos, llenos de matices donde el género metal da un giro y muestra otra forma de expresarse. Contando con violín, gaita, flautas e incluso un bouzouki, la riqueza musical del directo de la banda, sumada a su estilo tan animado y particular, levantaron la sala desde el primer segundo.

Crónica Sihiro Music Fest 2019

Celtibeerian (Foto: Olga Vidal)

Desde la primera canción hasta la última, la abarrotada sala se entregó al animado directo de Celtibeerian con saltos, palmas, coros y todo tipo de bailes. La decoración que los acompaña es sencilla, pero adecuada al ambiente. Advierten que llevan muchos años sin venir, pero se van satisfechos con la buena recogida del público gallego. Dedican el directo a repasar canciones como «The Wolf I Am», «Fear My Beard», «Looking For Beer» o «The Reborn», creando un show de lo más dinámico.

Celtibeerian (Foto: Olga Vidal)

La combinación de las voces de Gus y Patricia aporta un setlist de lo más variado, siendo algunas más melódicas con la voz de ella y otras más gamberras con la voz de él. Es indudable la capacidad que tienen los integrantes de esta banda para interpretar música y saben exprimirla, aprovechando los recursos vocales de varios miembros de la banda y sus conocimientos para tocar varios instrumentos. En conjunto, el sonido es muy personal sin salirse de un estilo claramente influenciado por el folk metal. Varían entre canciones más animadas y pensadas para el disfrute y el baile, y otras más pesadas y sentidas con la intención de disfrutarlas simplemente escuchando.

A pesar de la gran cantidad de instrumentos que utilizan en su directo y los matices sonoros que aportan, el sonido de la sala les hizo bastante justicia pese a la dificultad que conlleva compactarlo todo. Por otro lado, la banda pone de su parte para levantar a una animadísima sala, pasándoselo en grande tanto los músicos como los asistentes. El contacto con el público es constante y se dejan la piel para aprovechar al máximo su tiempo sobre el escenario. Sin duda, uno de los grandes momentos de la noche.

Bostok tocan lo que les da la gana, donde les da la gana

Cuando termina un gran concierto y te lo pasas estupendamente, piensas que la noche va a decaer desde ese momento, pero te puedes equivocar. Bostok salieron al escenario pisando fuerte para demostrar que la fiesta no había hecho más que empezar. Vestidos con su habitual y elegante uniforme, salen a por todas ante un público que sigue con ganas de liarla.

Su sonido es realmente indescriptible por la cantidad de alocadas influencias con las que cuenta. No tocan dos canciones iguales. Pueden empezar con una canción con influencias en el metal industrial o alternativo, y continuar con una fusión de metal con salsa cubana y quedarse tan anchos. Como ellos mismos dicen, tocan lo que les da la gana, cuando les da la gana.

Bostok (Foto: Olga Vidal)

La reacción del público vigués no se hizo esperar. Si la canción pedía bailar, bailaban. Si otra pedía un mosh pit, se hacía. Los miembros de la banda se dejaron la piel para defender su original propuesta, y la respuesta no podría ser más positiva. La combinación de estilos, tanto instrumentales con el teclado utilizado en diversos ámbitos, las voces variando entre screming y melódico, y los géneros musicales con los que van experimentando, derivan en un show dinámico, divertido y que se lleva el premio de la velada en originalidad y valentía. Así, la banda alicantina se metió al público en el bolsillo en un divertido directo de 45 minutos a lo largo de los cuales se ve y se escucha casi de todo. La combinación de potencia y melodía, derivando en un estilo muy personal, no deja indiferente a nadie.

Aprovechan la ocasión para hablarnos de su próximo álbum que, para variar, contará con influencias tanto de dentro como de fuera del metal, con una libertad de estilos total. Nos invitan a bailar, pero no es necesario porque ya sale solo, especialmente cuando experimentan con ritmos latino-metaleros. Por otro lado, no todo es fiesta. También aprovechan para marcarse una balada que no baja los ánimos en absoluto gracias a la fuerza que transmite.

Bostok Sihiro Music Fest

Bostok (Foto: Olga Vidal)

Poco antes de terminar el directo, invitan a los presentes a participar en su característica metal-conga. Contra todo pronóstico, participaron casi todos los asistentes en una conga gigantesca que recorre varias veces toda la sala de principio a fin, derivando en un gran circle pit cuando el metal retumbó de nuevo tras la conga. En definitiva, tanto el público como la banda se lo pasaron en grande, bailando y disfrutando. Esperemos que sigan tocando lo que les da la gana por mucho tiempo.

Thybreath retoman la brutalidad con su potente directo

La noche avanza y las horas pasan, pero los ánimos no decaen. Podría parecer que retomar el metal más extremo a estas horas de la noche después de dos horas de bailes no saldría bien. Nada más lejos de la realidad. Thybreath envuelven la velada con su oscuridad y su imponente directo, con una potencia arrolladora que engancha a una sala llena que sigue con ganas de más metal.

No importa la tralla soportada hasta ahora, su brutal sonido es de buen agrado para los entregados asistentes. A pesar de la dificultad de interpretar este tipo de géneros y lograr que suenen en condiciones, la banda consigue ofrecer un sonido compacto y lleno de fuerza, totalmente a la altura de las circunstancias. Pese a su juventud como banda, que lleva activa desde 2012, su directo y su sonido ya son característicos y personales.

Thybreath (Foto: Olga Vidal)

La estética de la banda es lúgubre y sencilla, aportando ambientación a su estilo sonoro y embriagando la sala con su oscuridad. Tras el estilo alocado de las bandas anteriores, el contraste es notorio y recibido positivamente por más de uno que estaba deseando que volviera el turno de los sonidos más extremos. Por otro lado, a estas horas de la noche, son pocos los que se encuentran fuera de la sala.

Los que resisten hasta el final del evento, disfrutan de los directos restantes en una sala que sigue prácticamente llena en todo momento pese al cansancio acumulado y las altas horas. Además, sabían que sería el último directo de este estilo de la noche, y han sabido aprovecharlo. La interpretación de la banda está a la altura de las circunstancias con creces, dejando a su público sediento de sonidos extremos de lo más satisfecho con su directo.

Anodhor cierran la noche con su mágico sonido

La banda que despide la noche no podría haber sido una elección mejor. Los gallegos Anodhor vienen presentando su primer disco, recién estrenado justo un día antes del festival, llamado ‘Break The Silence’. Pese a ser su primer larga duración, la marca personal de la banda es de lo más destacable. Tanto a nivel sonoro, como estético, como su interpretación en directo cuentan con una personalidad arrolladora.

Su folk metal con tintes nostálgicos y clásicos, interpretado con mucha pasión sobre el escenario, empapado de matices de la mano de sus 7 integrantes, es un espectáculo digno de ver y oír. Por momentos, su estilo es más suave y por otros más enérgico, pero siempre te mantiene expectante, especialmente gracias a la entrega de la banda sobre el escenario.

Anodhor (Foto: Olga Vidal)

Los pocos valientes que se quedaron pasadas las 3 a ver a esta última banda, no se arrepintieron en absoluto. La sala ya no estaba llena, pero sí estaba metida de lleno en el directo. Pocos se animaban ya a hacer mosh pits, pero Jota, el vocalista, se bajaba del escenario de vez en cuando a intentarlo, pasando casi más tiempo abajo que arriba. Ataviado con un largo abrigo de pelo, acompañaba a sus compañeros, que vestían kilts de colores y grandes capuchas negras.

La ambientación sonora creada por el violín, la flauta y la gaita era la más idónea para terminar en condiciones una noche completa y llena de buena música y buenos momentos. Pese a algún desajuste temporal de volumen con algunos instrumentos, el sonido fue bastante correcto y pudieron tocar su setlist completo en tiempo gracias a la buena previsión de la organización con los horarios. Terminan llenando la sala con los coros de la animada «Filloas de Breogán», poniendo un gran final a una gran noche.

Despide la noche Goatklaw felicitando el cumpleaños a una pequeña metalera que asistía desde Madrid y a Bruno, integrante de Anodhor, además de añadir unas palabras de agradecimiento para todas las personas que colaboraron para que esa noche fuera un éxito. ¡Por muchos más Sihiros!

Texto y fotos: Olga Vidal

Promotor:Sihiro Music

Día:2019-02-23

Hora:21:00

Sala:Sala Masterclub

Ciudad:Vigo

Teloneros:Celtibeerian, Thybreath, Bostok, Anodhor, Guilles y O.D.I.O

Puntuación:9