Shining y su locura aterrizan en Madrid

Si a los pobres integrantes eslovenos, que parecían venir de las minas o incuso de la guerra, les hubieran ofrecido algo de bebida de la que derramó Niklas, no sé cómo habría sido el resultado del conciertazo que dieron. Sin duda, petaron la sala aunque fuese para un público más reducido.

Ya sean maquillados o con botellas de alcohol a su alrededor, Shining lo dieron todo ante un público que al menos compensó la insuficiente cantidad de personas con su motivación y ansias de disfrutar del buen metal extremo.

Srd y el black metal de las minas

Arrancaron los eslovenos Srd. Tras comenzar su correspondiente intro, se fueron colocando en sus correspondientes sitios, todos de espaldas, y cogieron su respectivo instrumento hasta que, una vez subió el vocalista, comenzaron a presentarnos su primer trabajo, ‘Smrti Sel’. Parecían los cuatro jinetes del apocalipsis: metal extremo, pintura que parecían venir de una mina o una catástrofe, ropa manchada, etc.

Srd (Foto: Alejandro Ortega)

A partir del segundo tema las tornas cambiaron: el público pasó de escuchar y analizar a dejarse llevar. A pesar de que muchos conocieron a Srd aquí, adentraron a los asistentes dentro de sí mismos para que consiguieran evadirse y mezclarse en esa atmósfera donde solo había luces, acordes, gente disfrutando, cervezas, o momentos captados a través de smartphones. El concierto lo acabaron de manera similar a su inicio y tantas otras partes del concierto: de espaldas en el mismo plano espacial.

Shining, el cordero del metal extremo

Los suecos Shining comenzaron a las 20:45h. Del mismo modo, tuvieron su respectiva intro (música sueca) mientras estaba todo preparado y en el escenario se veían soportes con el logo de la banda. No habían terminado de entrar cuando ya se oían gritos de emoción e impaciencia.

Shining (Foto: Alejandro Ortega)

Lo primero que pude ver fue a Niklas con una botella de Jack Daniel’s y, poco después, cómo escupía. Acto seguido, el vocalista de Shining cogió el móvil a un espectador, hizo una broma y se lo devolvió. Dio de beber, de nuevo, bebió él y esputó por segunda vez. Apenas nos adentramos en el primer tema y los niveles de adrenalina sobrepasan la sala. Los registros acústicos pasan desde tonos graves y tristes hasta agudos y excitados, susurros que desembocan en gritos, todo esto acompañado de manos con cuernos altas, móviles…

El siguiente tema que interpretó Shining fue «Jag Är Din Fiende», donde esta vez acompañaba al frontman una botella de vino de la cual bebió y después roció al público. Tras concluirla preguntó al respetable si se lo estaba pasando bien. Fue divertido ver cómo mientras articulaba los sonidos de susurros, carcajadas, risas, su mano no cesaba de cambiar la posición de los dedos como si fuese un baile que hacía con el micrófono. También jugaba con demás piezas de instrumentos como los platos de la batería a la vez que el público mostró que su sed y ansias se calmaban.

Shining (Foto: Alejandro Ortega)

«Vilja Och Dröm» lo presentó con una botella de agua y con mucho entusiasmo (qué raro, sin alcohol). Poco después, un espectador ofreció a Niklas su vaso de cerveza, él lo cogió, derramó su contenido haciendo que cayera por el cuello, lo lamió, y se lo devolvió. Se podía apreciar su mirada perdida que parecía estar exaltada y concentrada. Pese a ser un concierto de metal extremo, se respiraba bastante paz y gozo en la sala.

Shining (Foto: Alejandro Ortega)

Llamaban la atención la mirada perdida, agresiva, llena de sentimiento, amenazante e intimidante de Niklas mientras cantaba. Cada vez que Shining llamaba a su público, éste reaccionaba como esclavos ante dioses. Durante el último cuarto de concierto tuvo lugar la presentación de los integrantes. Tras esto, Niklas puso el micrófono a una fan y se escuchó un “I love you” seguido de la respuesta de Niklas: “you’re crazy for thinking that”, a lo cual siguieron unas risas. Después de una breve pausa, volvieron a la carga y sus aficionados perdieron la cordura.

Shining (Foto: Alejandro Ortega)

Se despidieron, pero no sin presentar algunos de sus nuevos temas como «Låt Oss Ta Allt Från Varandra», «For The God Below», y «Han Som Lurar Inom» entre otras. De nuevo, sostenía la botella de vino, bebió y ofreció a un fan de beber, quien le entregó su petaca, y al devolvérsela le pidió que se aproximase y éste creyó que le iban a subir al escenario, pero no fue así, a lo que Niklas le hizo el gesto de “estás loco amigo”. Al cerrar su actuación, agradeció el apoyo y transmitió sus más sinceros y buenos sentimientos sobre cómo el sol y el calor de Madrid le hizo sentirse reconfortado.