Sechem momifica Madrid

Comienza el fin de semana y como suele ser habitual, en la capital nos encontramos con numerosos eventos coincidentes en las mismas fechas. Por ejemplo, en la pasada noche del sábado, la reina del metal, Doro, se daba un baño de multitudes en la sala Mon. Pero a veces hay que bucear en aguas menos mainstream y buscar conciertos de corte más underground, para descubrir otras reliquias musicales más que valorables.

Es el caso de lo ocurrido este sábado, pues en la sala Sound Stage teníamos a los madrileños Sechem con su metal oriental presentando su primer álbum “Disputes With My Ba”, bien acompañados de sus compatriotas “Sun of The Dying” haciendo resonar su particular doom por la sala. Una mezcla de estilos poco complementarios pero cuya calidad hizo que disfrutáramos al máximo.

La oscuridad de Sun Of The Dying

Se tornaba un día inusual, pues las altas temperaturas hacían de éste parecer un día más propio de verano, de esos para pasar al aire libre. El sol brillaba fuera de la sala, pero en su interior, Sun of The Dying se encargarían de traer la oscuridad más absoluta con sus composiciones. Con puntualidad al estilo británico, los miembros de la agrupación madrileña tomaban posiciones al tiempo que sonaba la intro, que segundos más tarde nos metería de lleno en “Abandoned and Forgotten in the Fields”. Dejando de este modo plasmado el inicio de su álbum de debut «The Roar of the Furious Sea», publicado en 2017.

Sun Of The Dying (Foto: Roberto Romero)

Las contundentes melodías de doom que inundaban la sala contaron en todo momento de un excelente sonido, pudiendo diferenciarse cada uno de los elementos de su música con bastante claridad. Esto ayudó bastante a que las personas que presenciaban el concierto se abstrajeran a su manera en los pasajes que narraba el vocalista Eduardo Guilló a través de los guturales.

Sun Of The Dying (Foto: Roberto Romero)

Temas como “The Tide”, “Engraved in a Stone” o “From The Dead Stars” iban dando forma a un concierto que derrochaba calidad. Sus temas emanan influencias del doom de los 90s de bandas como Paradise Lost o Anathema. Toda una delicatessen para los amantes del género, pero a que puede hacérseles algo pesado a personas con gustos diferentes debido a la linealidad del estilo. La banda se mostró comunicativa y agradecida con el público y sus compañeros de escenario, algo que siempre es de agradecer.

Entre momias y dioses egipcios

Después de unas cuantas fechas por Alemania y otra en Salamanca unos días atrás, la banda de metal oriental se disponía a presentar su álbum de debut “Disputes With My Ba” en casa.

Sechem (Foto: Roberto Romero)

Puede afirmarse que Sechem es la única banda del estilo en toda España, pues a golpe de personalidad han logrado fundir melodías del metal oriental con temáticas, letras y caracterizaciones del antiguo Egipto. La calidad demostrada les ha llevó a telonear a Orphand Land hace ya un par de años, lo que también les abrió las puertas para que Yossi Sassi les produjera este nuevo disco. El concierto se iniciaba tras un rápido cambio de backline para acondicionar el escenario al gusto de Sechem, comenzaba a escucharse el tema “Walk Like an Egyptian” de The Bangles. Un corte muy apropiado dada la temática de la banda, canción que incluso ellos han llegado a versionar en directos anteriores.

Sechem (Foto: Roberto Romero)

Una vez colocados en sus puestos los siete miembros de la banda, la delicada melodía que inicia el primer tema del ya citado “Disputes With My Ba”, nos introducía poco a poco en el viaje en el que el grupo pretendía implicarnos. “In Search of Immortality” debería haber puesto a saltar a las personas que poblaban la pista, pues energía ofrece el tema y mucha, sin embargo, las decenas de personas allí congregadas observaban cada movimiento de la banda desde la quietud. Quizá los problemas de sonido fomentaron en cierta medida esa actitud, pues el micrófono de Ikena sonaba, lamentablemente, demasiado bajo, perdiéndose constantemente su voz entre las guitarras y la batería. Una lástima, pues quitó algo de atractivo a la interpretación.

Sechem (Foto: Roberto Romero)

Siguiendo el orden de canciones le tocaba el turno a “Mummify Me!”, tras la cual llegaría la primera de las sorpresas de la noche. “Horus & Seth”, en esta se escenificó la épica lucha entre estos dos dioses egipcios, recogida en el mito de Osiris. Para la narración de tal épica batalla, Sechem contaría con la presencia en el escenario de dos invitados especiales. Eduardo Guilló en el papel de Seth, al frente del equipo negro; y Jorge González-Páramo en el papel de Horus, liderando el equipo blanco. Después de la heroica disputa Horus resulta ser el vencedor.

La veloz y potente “Sanehat” era la siguiente en caer, seguidamente de unas breves palabras de la vocalista Ikena. “The Shipwrecked Sailor” llegaría presentada por su teclista Paolo, quien pediría al respetable algo más de movimiento. “Rusty Nail”, marcada por contener toques más hardrockeros, precedería a “Sandstorm” tras la presentación de su flautista, Marta Sacri. Único guiño que hicieron a su EP “Renaissance of The Ancient Ka”, publicado al comienzo del ya lejano 2016. “Bird in a Cage” pondría punto y final a la primera gran parte del show, abandonando así los siete miembros de Sechem las tablas para regresar al poco tiempo y tocar la pareja de temas que formarían los bises.

Que no pare la fiesta

“The Doomed Prince” encabezaría el final, emprendido por dulces notas a modo de introducción, antes de descargar toda la tralla. Y por si fuera poco todo esto, lo mejor como siempre nos aguardaba al final. Como también habían anunciado en su perfil de Facebook, durante la interpretación de “An Epic Journey To Yam” se grabaría el videoclip de ésta. Para ello la sala se convertiría en una gran pista de baile, donde los miembros de la banda saltaron al escenario para saltar con los fans, bañándose todos en una lluvia de confeti dorado.

Sechem (Foto: Roberto Romero)

Casi en un abrir y cerrar de ojos finalizaba así el concierto, que se nos hacía bastante corto. Una pena que a este tipo de bandas no se les dé la posibilidad de actuar en sitios más grandes, pues personalidad y calidad no les falta.