El emotivo y eterno aniversario de Romanthica en Barcelona

Romanthica celebraran su décimo aniversario de 'Eterno', disco que les dio a conocer al mundo, y lo hicieron con un concierto especial, lleno de emociones y buenas canciones, firmando una página para su historia.

Sábado por la noche con un gran recital de rock, en sus más diversas variantes, por delante. Una cita perfecta en una sala con menos público de lo deseado pero con motivo de celebración maravilloso: El décimo aniversario de ‘Eterno’, el que fuera primer disco de Romanthica.

Rompiendo tabúes a golpe de hard rock

Tabü llegó con su hard rock de corte clásico pero con matices más vanguardistas con la voz de David García dibujando cual pincel las letras que acompañan a sus pegadizas composiciones con un set que mira a su álbum ‘Destino’ de forma excepcional.

Tabü (Foto: Lluís García)

Arrancaron con la enérgica «Escúchame» siguiendo con fuerza de la mano de su «Destino», pasando por la «Nada», tratando de escapar de su «Jaula de Cristal» y acabando haciendo partícipe a los suyos de sus «Sueños». Hace años que no se subían a un escenario, algo que sería imposible deducir sino fuera porque ellos mismos lo contaron, demostrando una complicidad y unas tablas sobre el escenario que se contagió a gran parte de la audiencia que estaba allí por ellos, a juzgar por la destacada cantidad de camisetas de la banda que se podían ver echando un vistazo alrededor.

Celebrando los claros y oscuros del amor

Y con una puntualidad exquisita, cuando el reloj marcaban las 21:45 de la noche, iban ocupando su lugar, uno a uno, el cuarteto protagonista de la velada, Romanthica, con una puesta en escena tan elegante como sobria, tematizando cada una de las canciones que estaba por llegar con una imagen ilustrando la composición.

Como es lógico, puesto que se trataba de celebrar el décimo aniversario de su disco debut ‘Eterno’, gran parte de su actuación tuvo como foco dicho trabajo, aunque tuvieron tiempo de repasar algunos de los temas que mejor representan su, hasta la fecha, último disco ‘Músicas Para el Fin del Mundo’.

Romanthica (Foto: Lluís García)

Al igual que en su compacto, «Despierta» supondría el pistoletazo de salida sonoro de una descarga de aquellas que marcan una página importante en su historia, repleta de matices de densidad, fuerza y oscuridad. «Mejor Será Olvidar» le seguiría antes de llegar a la desgarradora «Nada», una de esas composiciones que no pueden faltar a la cita, tras la que fue necesaria «La Cura» para evitar que la herida emocional que habían causado siguiera sangrando.

Romanthica (Foto: Lluís García)

Otro de los momentos más emotivos de la noche lo dejó la preciosa «Sacrificado», con un bonito speech que David Gohe, vocalista de la banda, regaló a un emocionado Sergi Perea a la guitarra, y es que si algo define al cuarteto catalán es la palabra familia. Con «Cuchillos de Neón» llegó la primera de las concesiones a su más reciente trabajo, antes de que uno de sus grandes éxitos, «Mercurio», pusiera a cantar y saltar a una sala lejos de presentar su mejor versión pero completamente entregada a la causa.

Romanthica (Foto: Lluís García)

Bajarían la intensidad adentrándose en «El Vientre del Huracán», un camino que les llevaría a los deliciosos versos de «Solo Si Estás» antes de volver a vivir otro de esos momentos que quedaran para el recuerdo. Cada vez que suena en sus conciertos «Regreso al Sur del Edén» se vive uno de esos instantes de experiencias, lágrimas y recuerdos a las que David pone voz, con un Rubén Rosas derrochando intensidad a las seis cuerdas y un Sergi tan elegante como en él es habitual. Una combinación perfecta a la que hay que sumar la pegada de Ernest Roca a la batería.

Romanthica (Foto: Lluís García)

«Estrella Fugaz», tras el solo de batería, hacía pensar que aquello iba acercándose a su recta final, no sin antes regalar a sus fieles una deliciosa «Músicas Para el Fin del Mundo» que, probablemente, marca un antes y un después en la dirección musical que definirá el futuro compositivo de la banda. Cierto es que por momentos se echa en falta un bajo en el escenario, pero el cuarteto se defiende a la perfección ante su ausencia y cada uno de los cuatro músicos suplen con creces la falta del mismo.

Romanthica (Foto: Lluís García)

Con fuerza y pegada llegaría el turno de una celebrada «Muriel», con un David completamente desatado escénica y vocalmente, antes de despedirse brevemente del respetable con el único bis de la noche. Al grito de «¡Otra, otra!» volverían al escenario para poner la guinda a un maravilloso pastel con todo un clásico que lleva años y años siendo la banda sonora de la vida de muchos que se encontraban allí, «Al Final», que supuso una despedida entre abrazos, lágrimas y sonrisas.