Romanthica: Músicas para la eternidad en Barcelona
Romanthica es una de esas bandas que reúne todos los ingredientes para lograr un triunfo que a día de hoy se le resiste, llamada a llenar grandes escenarios que le permitan llevar sus "Músicas Para el Fin del Mundo" a la mayor audiencia posible y hacer de su propuesta algo "Eterno". Ojalá algún día lo consigan y demuestren al mundo todo su potencial que, creedme, es mucho. No es casualidad que fueran capaces de eclipsar a los propios H.I.M en la visita de los fineses en nuestro país despidiéndose de los escenarios. Avisados estáis.
Noche de lo más completa y variada dentro de los géneros del rock y el metal nacional que dejan patente el enorme potencial y talento que tenemos la suerte de poseer dentro de nuestras fronteras aunque, desgraciadamente, no siempre somos capaces de valorar y apoyar como se merecen. Y Romanthica son una buena muestra de ello.
Un aperitivo con sabor a metal sinfónico
Los primeros de la noche serían el quinteto de metal sinfónico Saltimbankya que jugaba en casa y nos presentaba su disco debut «Masquerade: A Circus Drama», que representa a la perfección su infinidad de influencias y carácter teatral de su música. Desgraciadamente no pudimos llegar a tiempo para presenciar su show pero la recepción de la gente que poco a poco iba acercándose a la sala nos dieron buena muestra del espectáculo que sus vocalistas, Thanya Santos y Xavi Pascual, encabezan encima del escenario.
Los siguientes en aparecer sobre las tablas fueron los también locales Age of Dust que, de nuevo a ritmo de metal sinfónico, siguieron entreteniendo al respetable aprovechando la fecha tan señalada para despedir como se merece a su vocalista María Rugo y presentar a la que será su sustituta en las filas de la formación catalana, Leyna. Corrimos a contrarreloj para llegar a tiempo del acontecimiento pero nos fue, desgraciadamente, imposible.
Afortunadamente nos resarcimos de todo lo anterior durante el show de Embersland, una banda que fusiona inteligentemente estilos que van del gótico al heavy metal, y que ya llevan una década de trabajo a sus espaldas. Nos presentaban las canciones de su tercer trabajo, «The Art of Peace», en una descarga eléctrica en el que las voces de registros graves y guturales de de Will encontraban su complicidad bajo los cálidos tonos agudos de Clara, su compañera al micrófono, aunque personalmente eché en falta más miradas y contactos entre ambos en escena.
La afilada guitarra de Jimmy añadía fuerza a la base rítmica formada por el bajo y la batería de Victor y Luka, y composiciones como «Purity», «Why» o «Hope» son su mejor carta de presentación. Destacar la energía que imprime a la banda su teclista, Xavi, que no paró ni un instante de moverse e interactuar con el público ya fuera delante de su instrumento o fuera de él. Se divirtieron, hicieron lo propio con un público que ya iba presentando una mejor entrada y caldearon un ambiente que ya se teñía de negro para recibir a los protagonistas de la velada.
Rock vestido de negro y escrito con sentimiento
Hace apenas unos meses que vio la luz el segundo disco de estudio de Romanthica, «Músicas Para el Fin del Mundo», que para un servidor se encuentra sin duda alguna entre lo mejor del año que dejamos atrás hace un par de semanas. Un trabajo que reúne todos los ingredientes que sorprendieron al mundo con su debut, «Eterno», y que recoge todas las influencias, experiencias y vivencias que sus músicos han ido absorbiendo a lo largo de los últimos años. Así, no es de extrañar que el quinteto catalán apostara fuerte por éste para su primer concierto de la nueva gira, dejando en el tintero alguno de los imprescindibles de su corta discografía como «Nada» o, especialmente, «Regreso al Sur del Edén».
Comenzaron con sus nuevas composiciones marcando el ritmo de la actuación con «Esta Oscuridad», la preciosa «Sólo Si Estás» o «Lo Que Tú Me Das» como carta de presentación, con David Gohe asumiendo todo el protagonismo micrófono en mano dando rienda suelta a todo un imaginario de versos capaz de remover el alma de todos los que allí nos dimos cita.
Aunque nada de esto sería posible sin el trabajo de la guitarra y las ideas del señor Rubén Rosas, y es que cortes como la mítica «Despierta» se la debemos en gran parte a él, o la intensa «Muriel» serían inconcebibles sin la voz y la letra tan personal del propio Gohe, su pareja musical perfecta. Es difícil no implicarte con estas canciones cuando llevas más de una década conviviendo con ellas y siendo banda sonora de la historia de tu vida.
Seguían sacando músculo con «El Cuento del Sol y la Luna», una de las composiciones de más calidad y talento de su reciente obra, y que en directo cobra una nueva dimensión. Poco le tiene que envidiar «Estrella Fugaz», «El Vientre del Huracán» (otra de las rescatadas para la ocasión) o «Dos Corazones», una de mis recientes favoritas, a las que la delicadeza y sinceridad que les imprime la maestría de Sergi Perea a las seis cuerdas provoca que la emoción que destilan se vean amplificadas en su experiencia en vivo. La puesta en escena acompañaba, así como el ambiente, y banda y público firmaban una complicidad y química que se respiraba bajo un manto de rock de tintes oscuros en el que la elegancia y el talento se daban de la mano.
David Gohe decidía regalarnos varios cambios de look, algo que los fotógrafos de conciertos siempre agradecemos enormemente, y seguía poniendo el inconfundible sello de su voz a temas del calibre de las nuevas «Efímero», la bellísima «Para Ti» o la potente «Cuchillos de Neón», con Juan Carlos Herraiz y el nuevo fichaje, Erny Roca, al bajo y la batería respectivamente, poniéndoles una cuidada y majestuosa base rítmica. Eso sí, resulta innegable afirmar que «Al Final», una de sus canciones emblema, fue la que cosechó uno de los momentos más intensos y celebrados de su show, y es que resulta imposible cansarse de escucharla, sentirla y cantarla cada vez que tenemos el privilegio de tenerles sobre un escenario.
Llegaría el momento del primer y único bis de la noche que protagonizaría otra de las imprescindibles de su anterior trabajo, «Mercurio», que sonó más potente que nunca y que define a la perfección toda la esencia del sonido de la banda. Y así, prácticamente sin darnos cuenta tras hora y media repleta de grandes canciones, «Músicas Para el Fin del Mundo» pondría el broche de oro a un gran concierto, no sin antes dejarnos algunos problemas técnicos (cosa del directo) y cierta sensación de que quizás el orden de esta parte final hubiera funcionado mejor a la inversa, logrando un mayor increscendo aunque, obviamente, elegir la canción que da título a su último disco y que además supone el cierre de este, era una elección totalmente defendible y obvia.
Romanthica es una de esas bandas que reúne todos los ingredientes para lograr un triunfo que a día de hoy se le resiste, llamada a llenar grandes escenarios que le permitan llevar sus «Músicas Para el Fin del Mundo» a la mayor audiencia posible y hacer de su propuesta algo «Eterno». Ojalá algún día lo consigan y demuestren al mundo todo su potencial que, creedme, es mucho. No es casualidad que fueran capaces de eclipsar a los propios H.I.M en la visita de los fineses en nuestro país despidiéndose de los escenarios. Avisados estáis.
Texto y fotos: Lluís García
Promotor:RRS Promo
Día:2019-01-11
Hora:19:00
Sala:Salamandra
Ciudad:L'Hospitalet de Llobregat, Barcelona
Teloneros:Saltimbankya, Age of Dust, Embersland
Puntuación:9
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