El Rock The Coast pisa fuerte con Scorpions y compañía

En plena era de festivales donde la burbuja acaba de estallar con la caída de la edición a modo de "reencarnación" del Doctor Music Festival, el Rock The Coast ha irrumpido en Fuengirola (Málaga) por todo lo alto.

Es complicado que hoy por hoy montes un festival que pretende albergar a unas 15.000 personas de la nada y la jugada te salga bien. Madness Live! lo ha conseguido. Tras el vacío festivalero que se produjo al abandonar la organización del Leyendas del Rock y la desaparición del Be Prog! My Friend en Barcelona, la promotora se lanzó a por todas con una propuesta alternativa a las presentes hasta la fecha: un festival ecléctico (dentro del ámbito del rock y el metal) en plena Costa del Sol junto a la playa de Fuengirola y con un castillo de por medio.

Con Wardruna, quien protagonizó el jueves la fiesta inaugural, ya se veía movimiento de gente, pero una vez arrancó el festival de verdad se pudo comprobar que si no se ha llegado al sold out ha sido por muy poquito. Miles de personas han poblado el Marenostrum Castle Park en esta primera jornada de Rock The Coast y han disfrutado de una amplia variedad de actuaciones. No ha habido solapes importantes puesto que los estilos de quienes tocaban a la vez eran distintos, y eso es positivo para que haya opciones de diversa clase según los gustos del público.

En el sentido musical, todo ha ido muy bien, todo hay que decirlo. El recinto es muy acogedor, tiene la playa al lado, no se tarda mucho en recorrer y tiene un castillo que a la vez que impone le da un toque histórico y glamuroso interesante. El único problema que se ha podido apreciar (es destacable que solo sea uno como comentario positivo con todo lo que conlleva la organización de un nuevo evento de esta índole) es el de las colas de gente para ir al baño o para comprar comida. Está claro que a las horas puntas (entre conciertos) el público aprovecha en masa para ir a mear o comer algo, y el número de lugares habilitado para ambas cosas fue algo corto en relación a la gente que se ha agolpado en ciertos momentos como antes de Scorpions, por poner un ejemplo.

En definitiva, el éxito del primer día completo del Rock The Coast es irrefutable, y, para entrar en materia musical, aquí empieza un resumen de los múltiples conciertos que ha podido ver el público de Fuengirola, procedente de todas partes del mundo con predominio de españoles y finlandeses:

Arkona: de la fría Rusia a la tórrida Málaga

Los rusos Arkona abrían el primer día oficial de conciertos del Rock The Coast 2019 con una difícil misión: animar, justo pasadas las dos del mediodía, una platea sedienta de metal. Sin embargo, el público respondió bien y atendió en masa a su bolo a pesar de la incómoda hora.

Arkona (Foto: Lolo)

Aunque se había levantado un poco de viento, el sol malagueño apretaba fuerte y hacía que Masha Arkhipova se derritiera de calor bajo las pieles que vestía. Eso no asustó al quinteto, que interpretó con fuerza temas imprescindibles de su folk metal con influencias black: “Shtorm”, “Goi, Rode, Goi!” y “Yarilo” pusieron a todos los presentes a bailar.

Blaze Bayley rememora la etapa olvidada de Iron Maiden

¿Dónde estaba la gente cuando Blaze Bayley vino a Málaga y había tres gatos en la sala? Es la magia de los festivales. A pesar de ser de los primeros en actuar, ya había bastante público esperando al que fuera cantante de Iron Maiden para desplegar un set basado en su etapa en la Doncella. Que para comenzar una tarde de festival no está nada mal. Respaldado por los músicos de Absolva, Bayley abrió fuego con «Lord Of The Flies» para recordarnos que ‘The X Factor’ será mirado con otros ojos en el futuro. Con una gran «Sign Of The Cross» lo reafirmaron.

Blaze Bayley (Foto: Lolo)

«The Clansman» fue la primera que desenfundaron de ‘Virtual XI’ y ya tenían al público en el bolsillo con su estribillo. Tocaba dejarse llevar con «The Angel of the Glamber» que para entretener a los asistentes ha sido más que pasable. Su corto tiempo en escena le obligaba ir al grano, y aunque el viento no ha sido una ayuda para escuchar un sonido óptimo, «Man on the Edge» y «Futureal» ha animado a un público cada vez más numeroso. «Como estáis amigos» ha cerrado un agradable concierto cargado de nostalgia. ¿La gran ausente? «Virus».

Graveyard: falta caña

Después de tocar en un festival totalmente distinto en cuanto a estilos se refiere y en la otra punta de España el día anterior, el O Son Do Camiño en Santiago de Compostela, Graveyard llegó a Fuengirola para dar una lección de rock and roll al público de la localidad andaluza. El calor azotaba fuerte en los escenarios principales y el sol velaba de la psicodelia clásica de los suecos.

Graveyard (Foto: Lolo)

Sin apenas parones entre canciones, Graveyard se dedicó a mostrar a los asistentes que el disco ‘Peace’ que lanzaron el pasado 2018 les ha ayudado a dar un paso más en su carrera para ubicarse en la mayoría de festivales de la ronda veraniega europea. La mitad del setlist provino de este trabajo, pero otro que también regresó a unos años atrás con varios temas de ‘Hisingen Blues’.

Hubo lugar para canciones más animadas y otras más sosegadas, sin embargo, la actitud fue similar casi todo el concierto: cortes cargados de rock con poco movimiento sobre las tablas. Esto se transmite fácilmente al respetable, que contempló la actuación de Graveyard sin mucho jaleo con la mirada del sol persistente sobre su nuca. Por suerte, la final si levantaron alguna pequeña ovación y aplauso, pero si eso lo hubieran plasmado durante el resto del show, este podría haber sido un bolazo con todas las letras.

Leo Jiménez: más que una voz

La intro de ‘Conan’ precedió a «La Bestia» sobre el escenario. Nunca mejor dicho, porque a golpe de temas cargados de groove y thrash salió a comerse el Rock The Coast cual mastodonte. Las pasiones que levanta el vocalista (y guitarrista) desde su época en Saratoga no han menguado desde su salida de la formación, sino que con el paso de los años ha demostrado su calidad en solitario, con la cual se ha ganado otra buena legión de fans.

Leo Jiménez (Foto: Lolo)

Si algo caracteriza a este festival es su ubicación, y Leo no lo olvidó antes de «Misantropía», donde animó a sus seguidores enalteciendo la playa y la fiesta del evento de Fuengirola. Se atrevió a versionar una banda que no es la típica que escucharías en otra ocasión, Nocturnal Rites, un bonito gesto de Leo Jiménez (como grupo) como apoyo. Es bueno no dar el protagonismo siempre a los mismos cuando se hacen covers.

Leo Jiménez (Foto: Lolo)

Esto sirvió para que Leo colgara la guitarra y continuase con lo que le ha caracterizado a lo largo de su trayectoria principalmente: su voz. Fue efímero, porque volvió a coger la guitarra para tocar «Mesías», single homónimo a su trabajo más reciente y animó a revalorizar la escena nacional previa presentación de Korpa de Fuck Division, que cantó esta canción con la banda al igual que en la versión de estudio.

Este proyecto con el nombre artístico de Leo Jiménez no conlleva ego en su esencia, y es que el resto de miembros gozan del mayor protagonismo instrumental, lo que, junto a su homenaje y colaboración mencionadas, hace de esta banda un equipo muy completo con mucha garra.

Wintersun: cada vez más maduros

Hacia media tarde se giró tal viento que la máquina de humo se intuyó inútil. Wintersun saltó rápido al escenario 1, y los gritos del público no se hicieron esperar. El grupo liderado por Jari es muy apreciado entre los metaleros españoles y así se lo demostró una platea llena hasta la bandera. Los finlandeses se dejaron querer haciendo el mejor uso de la plataforma que preside el escenario principal, que les dejó acercarse al publico hasta casi tocarlo.

Wintersun (Foto: Lolo)

La buena forma y la química de todos los miembros del grupo fue indiscutible, y a lo largo del bolo vimos a Jari Mäenpää ayudando a Teemu Mäntysaari y a Heikki Saari (que aprovecha el parón de Finntroll para sustituir a Kai Hahto, que está en Nightwish en el lugar de Jukka Nevelainen), y pidiendo al público que cantase las partes más míticas de sus temas.

Wintersun (Foto: Lolo)

Desde su imponente altura, y con una autoridad mística, el vocalista dirigió el setlist, formado por todos los temas de su primer álbum homónimo. No faltan ni “Sleeping Stars” ni “Starchild” ni, por supuesto, «Death And The Healing», que desató auténticas pasiones. El grupo celebró el decimoquinto aniversario de su formación por todo lo alto y se marchó a disfrutar de unos espetos enfrente de la playa con una sonrisa de satisfacción. Vamos a ver qué les depara el futuro, pues, aunque su crowdfunding tuvo un éxito arrollador, aún estamos a la espera del Time II… ¡Y ya van 7 años!

Bloodhunter: contundencia en el castillo

El castillo de Sohail tuvo una buena afluencia con Wintersun en el escenario principal para recibir a Bloodhunter, banda originaria de Galicia afincada en Madrid. El buen sonido demostrado la noche anterior con Wardruna perduró también en la primera jornada oficial de festival, y esto ayudó a que Bloodhunter en conjunto se beneficiase de esto para trasmitir más potencia al público.

Bloodhunter (Foto: Lolo)

‘The End Of Faith’, álbum más reciente de la formación, fue quien copó la mayoría de su repertorio y permitió ver el momento de forma de la banda, el más alto desde sus inicios. La aparición de una monja que se comió un corazón durante la actuación y pringó de sangre a todos los miembros del grupo liderado por Diva Satánica junto a una mujer disfrazada de demonio que manoseaba a los músicos para llevarles al averno ayudaron a apoyar el espectáculo técnico deathmetalero que siempre despliegan cuando cogen sus instrumentos.

U.D.O. no descansa

Leyenda viva hecha voz, Dirkschneider formó su propia banda tras su salida de Accept en 1987. Aunque sufrieron continuos idas y venidas, incluyendo una pausa temporal debido a la reunión de los alemanes entre el 1992 y el 1997, U.D.O. ha estado siempre al frente de múltiples carteles gracias a su estilo de heavy metal clásico adictivo y fácilmente coreable.

U.D.O. (Foto: Lolo)

En esta edición del Rock The Coast no iba a ser distinto, y el veterano vocalista, que va ya camino a 7 décadas, nos regaló temas como “Tongue Reaper”, “Mastercutor” o “Man and machine” con suficiente buena forma a pesar del reciente diagnóstico de sus doctores, que le recomendaban guardar cama. Recomendación que, a la vista está, Udo decidió ignorar.

U.D.O. (Foto: Lolo)

En su actuación en Fuengirola, el alemán empezó fuerte pero, más allá de un puñado de clásicos, el setlist no era tan potente como podría haber llegado a ofrecer. Su actuación se deshinchó, haciéndole difícil terminar el bolo con el mismo nivel de atención por parte del público con la que empezó. Una pena. En lo que sí ha acertado el cantante es en rodearse de una excelente banda de soporte, formada por dos guitarras y un bajo en perfecta compenetración, y un batería (su hijo), que atrona al respetable con su bombo.

Clase de metal extremo de Alkaloid

Un marco como el castillo de Sohail adornó el inicio de los alemanes Alkaloid a lo Genesis con «Kernel Panic». Poco público para disfrutar de unas de las perlas de este festival, que demostraron su calidad con otras canciones de bandera como «Cthulhu». Poco a poco han ido ido introduciendo a los presentes en su metal extremo lleno de tecnicismos y de contrastes mientras el sol iba cayendo en esta parte del recinto del Rock The Coast.

Alkaloid (Foto: Lolo)

Sorprendió que su vocalista y guitarrista Morean siempre se dirigiera a los presentes en un perfecto castellano. «Azagthoth» terminó por engancharnos a una banda que está hecha de otra pasta. Empezaron unos pocos minutos tarde, pero recuperaron el tiempo perdido a base de tralla constante pero sin ser monótonos.

Tarja: ama y señora del escenario

La emperatriz del metal sinfónico salió al escenario sin hacerse de rogar: a juzgar por la increíble cantidad de gente reunida en su honor, que ocupaba todo el espacio hasta copar las gradas, no le hacía falta. El recinto estaba tan lleno que ella misma se sorprendió, agradeciéndolo a un público al que se dirigió con un perfecto castellano – no en vano, como ella misma anunció, “vive muy cerca de aquí”.

Tarja (Foto: Lolo)

Se notaba que se sentía como en casa bajo el sol andaluz, y paseó con su característica elegancia y simpatía temas clásicos de su carrera como “Until My Last Breath”, “Victim Of Ritual” o “Innocence”. Siempre es un placer ver a la finlandesa disfrutar como una niña en el escenario, poniendo caras, lanzando cuernos y pegando saltos de una forma que no parecía la más sensata con los tacones (preciosos) que vestía.

Tarja (Foto: Lolo)

Conocimos a Tarja como cantante de Nightwish hace ya bastantes años, pero, a fecha de hoy, ha hecho ya suficientes méritos como solista para ser reconocida como tal. Se agradece, sin embargo, que no olvide del todo esa etapa y siempre regale un medley o versión de la época: en Rock The Coast fue el turno del “Over The Hills And Far Away”, original de Gary Moore, que ya versionó junto a Tuomas Holopainen y compañía en 2001.

Tarja (Foto: Lolo)

Sin embargo, el futuro está delante, y con su próximo lanzamiento en mente (su nuevo disco saldrá en Agosto), interpretó también un impoluto “Dead Promises”. Una pena que, quizá por las características de su voz e instrumentación (iba acompañada, aparte de guitarra, bajo, batería y teclados, de un cello), la calidad del sonido de estuviera del todo a la altura y empañara un poco sus acrobacias vocales.

Absolva resiste a base de heavy

La mayoría de bandas de heavy que están en lo más alto en la actualidad son aquellas cuyos miembros están cercanos a los sesenta años. Absolva no son unos de ellos, pero estilísticamente recuerdan a esos Iron Maiden o Judas Priest que dieron el pelotazo en los ’80. El castillo de Sohail acogió este concierto donde el heavy metal de los británicos notó que la popularidad de las bandas de los escenarios principales era mayor, lo que hizo menguar ligeramente la afluencia de público respecto a algún concierto anterior.

Absolva (Foto: Lolo)

Los ingleses lo dieron todo, y su atronador «heavy fucking metal» como ellos mismos definieron hizo retumbar las paredes de la torre del castillo gracias a una garra tremenda en cada nota de los de Reino Unido. Aquellos que no estaban viendo a Tarja en el main stage y se decidieron por una alternativa más contundente encontraron lo que buscaban.

UFO se despiden de su historia

«Love To Love» ha sido el punto clave para hacernos ver el momento histórico que estamos viviendo en el Rock The Coast. La subida de calidad (con permiso de todas las bandas anteriores) ha sido palpable desde que empezaron con «Mother Mary». Los dinosaurios del rock en su despedida y en su celebración de su 50º (casi nada) aniversario han dejado claro por qué serán eternos.

UFO (Foto: Lolo)

Da igual que incluyan temas de nueva hornada como «Run Boy Run», el respeto es el mismo que cuando se dejan el alma con «Only You Can Rock Me» o «Lights Out». Vinnie Moore ha volado en el escenario, tanto que hasta ha invadido el Main Stage principal donde van a aparecer Scorpions. Sus solos nos han dejado con la boca abierta. UFO se están despidiendo a lo grande.

UFO (Foto: Lolo)

«Too Hot To Handle» y «Rock Bottom» nos recuerda lo que vamos a echarlos de menos, y ver a Phil Mogg sin su sombrero y echando el resto tiene un cariz más que sentimental. «Doctor Doctor» nos ha dejado en una nube de la que no queremos bajar. Hasta siempre; habéis escrito parte de la historia del rock and roll. Por tu memoria Paul Raymond, y por todos los que han dejado su firma en esta banda antológica.

Seventh Wonder: no todo podía ser bueno

Los de Suecia saltaron al escenario enfrente de un grupillo de dedicados fans y deambulantes curiosos. Había pocas almas congregadas en el castillo, fuera por el viento gélido que iba arrasando sin piedad (y que, con el sol, escondido tras las murallas, aún se notaba más) o porque su bolo coincidía con la hora de cenar. Esto no detuvo a Tommy Karevik y los suyos de darlo todo y soltar con convicción los mejores éxitos de su carrera, que pronto llegará a las dos décadas.

Seventh Wonder (Foto: Lolo)

Amparados en un estilo a caballo entre el power y el prog, el quinteto dejó caer temas como «Alley Cat» y «Tiara’s Song» , que sonaron tristemente desfavorecidos por la estruendosa mezcla de sonido que les pusieron. Injusta bienvenida a España por primera vez para Seventh Wonder que, aunque haya sufrido cambios de vocalista y nunca haya acabado de despegar, se merece un poco más de atención por sus propuestas adictivas.

Queda Scorpions para un rato (corto)

Sabes que te la van a liar, que van a tener una entrada que te va a trasportar a una época en la que quizás ni habías nacido. Pero ahí están y ahí siguen. El problema es que cuando pasa un año desde que no los has visto, a Scorpions parece que le han pasado diez. Luces, cámara y acción. Todo empezó a despegar con «Going Out With A Bag» y con «Make It Real». Rudolf Schenker sigue estando en estado de gracia, pero Klaus Maine, más que un cantante, parecía una momia que pronuncia las palabras que todos conocen con el timbre que todos reconocen. Poco más. Tocaba remar a contracorriente y sacar el show hacia delante.

Scorpions (Foto: Lolo)

Hubo momentos de lucidez, y «The Zoo» y «Coast To Coast» llegaron a la patata. El medley de temas antiguos como «Top Of The Bill», «Steamrock Fever» o «Catch Your Train» hacía recordar que se han convertido en leyenda, pero hasta que no pusieron al público blando con «Send Me An Angel» y «Wind Of Change», todo fue mucho ruido y pocas nueces. Hora de remontar, y otro medley con «Bad Boys Running Wild» y «Tease Me Please Me» la cosa comenzaba a coger otro color.

Scorpions (Foto: Lolo)

Muy pocos olvidarán el solo de batería que se marcó Mikkey Dee, con un final en las alturas y con casi todas las portadas de los discos de Scorpions a sus espaldas en la gran pantalla que le dieron otro cariz al show. Supieron cómo jugar sus cartas, y «Blackout» y «Big City Night» dejaron al público a su merced. Aunque se despidieran, quedaban ganas de más. Consiguieron la remontada y la revancha. Había que celebrar el título.

Scorpions (Foto: Lolo)

«Still Loving You» es el trofeo. El grupo, que sembraba dudas al comienzo, mostró su fortaleza con una de las baladas más clásicas y coreables por el publico del Rock The Coast y de la historia del rock. Si hay una banda que pueda arrancar un estribillo con más pasión entre un público, que venga Dios y lo vea. Fue el broche de oro que se completaba con un «Rock You Like A Hurricane» que dejó al respetable con la garganta seca. Qué grandes. Y algunos se preguntan por qué no se han retirado.

Aborted: mala suerte con el horario

Hay ocasiones en las que tocar en un festival en en denominado «prime time» no es símbolo de algo positivo, y esto lo comprobó Aborted en su concierto en el Rock The Coast 2019. Los belgas visitaron hace unos meses España y esta actuación les servía para mostrar su show lejos del formato de sala, donde ha sido más fácil verles por aquí en los últimos años, pero les tocó la «desgracia» de que el cabeza de cartel de la primera jornada del evento malagueño, Scorpions, tocaba a la vez.

Aborted (Foto: Lolo)

Aborted es sinónimo de agresividad en sus bolos, y así lo transmitió en el Rock The Coast, donde venía con su último trabajo de estudio lamzado en 2018, ‘TerrorVision’, como estandarte para su show en Fuengirola. El hecho de no coincidir estilísticamente con Scorpions y hacer un death metal mucho más agresivo generó que sus acérrimos subiesen al castillo a verles, pero perdió la baza de hacerse con una cantidad más amplia de aficionados para próximas veces al alejarse del meollo principal del festival. A pesar de ello, Aborted no defraudaron con todas estas circunstancias, y quienes se decantaron por la alternativa al headliner del viernes pudieron pasar un buen rato con el grupo de Bélgica.

¿Los cabezas de cartel eran Europe?

Ganas y oportunidades no le faltan a Europe para quitarse el San Benito de ser la banda que toca «The Final Countdown». Se han plantado en el Rock The Coast con una entereza nunca vista en toda la jornada. Madre mía. Parecía que el festival estaba dedicados a ellos. Lejos de acomplejarse por tocar después de Scorpions, los suecos han sabido capear un show que parecía que les llegaba de rebote, pero que han terminado dominando como nadie.

Europe (Foto: Lolo)

Con una mezcla de temas nuevos y clásicos han dirigido a un numeroso público con ganas de fiesta, que ha disfrutado de «Rock The Night» y de una potente e inesperada «Scream Of Anger», al mismo tiempo que descubría» Walk the Earth» como arranque o «Last Look at Eden» a las primeras de cambio. Porque otra cosa no lo sabemos a ciencia cierta, pero Europe no vive de las rentas.

Europe (Foto: Lolo)

El sonido les ha acompañado en todo momento, y pese a que John Norum le cuesta levantar la cabeza más allá del mástil de su guitarra, su clase ha canalizado grandes canciones como «War Of Kings» o la inmortal «Sign Of The Times» que a los seguidores más neófitos les supo a gloria bendita.

Europe (Foto: Lolo)

La gran balada «Carrie» nos llevaba al final con una retahíla de clásicos que muchos estaban esperando. «Supertitious» encarriló una colección de clásicos de ayer, hoy y mañana que, con un guiño al «Here I Go Again» de Whitesnake mediante, nos llevó a un «Cherokee» coreado a grito pelado viendo que se acercaba el final. El final… ¿»The Final Countdown»? Por supuesto, mucha gente estaba ansioso de ello. Ojalá a Europe se le conociera por sus otras grandes canciones.

Carcass gatillazo con final feliz

La desbandada con Europe fue inmensa, y con la intro de Carcass sonando mucha parte del público empezaba a abandonar el recinto. Cuando la épica introducción de la formación terminó y el caos se vaticinaba bajo la noche malagueña, un problema técnico hizo que Carcass no pudiera empezar a tiempo y se generasen unos minutos incómodos hasta que la tralla llegó al escenario de Fuengirola.

Carcass (Foto: Lolo)

Pese a la marcha de bastante gente, la audiencia que tuvo Carcass para ser el último concierto del día no estuvo mal, y desplegaron todo su potencial sobre las tablas del Marenostrum con una descarga de brutalidad plasmada en música que terminó por agotar las pocas energías que quedaban entre los asistentes al festival que aún quedaban en pie.

El headbanging, los mosh, los circle pits y el solo de batería Daniel Wilding (con guiño incluído al mítico tramo de bombos en solitario de «Angel Of Death» de Slayer) se hicieron un hueco al término de la velada con reparto de cerveza entre las primeras filas por parte de Jeff Walker incluido. La gran mezcla de estilos que se pudieron ver en la jornada inicial del Rock The Coast de forma completa fue un gran precedente para lo que quedaba el sábado y, sobre todo, para próximas ediciones.