Rock Fest Barcelona 2019: King Diamond reina en la primera jornada

El Rock Fest Barcelona se enfrentaba este año 2019 a su prueba de fuego. Si bien a todo el mundo le daba la impresión de que el año decisivo para el festival fue 2018, con su hiper-cartel relleno de grandes bandas, la realidad es que esta sexta edición que dio comienzo ayer Jueves en el Parc de Can Zam era la más importante.

¿Por qué? Por ver si el festival es capaz de sobrevivir a un año en el que no hay tantas grandes bandas clásicas de gira y disponibles y donde, además, confluían desde unas elecciones municipales hasta otros festivales funcionando a la misma vez dentro de los mismos géneros musicales. Y Rock Fest no solo ha sobrevivido sino que ya ha confirmado las fechas y un grupo para su edición del año 2020.

Foto: Rock Fest Barcelona

Barcelona es el principal cabeza de cartel de Rock Fest. Ni ZZ Top, ni Def Leppard, ni King Diamond, ni Saxon ni ninguna de las bandas que actuaron ayer. Un festival como este en una capital mundial como Barcelona (la mayoría de festivales de rock o heavy metal se realizan en localizaciones menos céntricas que este, salvo el Download Madrid) tiene que funcionar por sí solo, más allá de las bandas y los cabezas de cartel. La realidad, observando la gran masa de público desde el escenario ayer, es que el festival está asentado, tiene un público fiel que es capaz de perdonar un año complicado en la contratación de artistas y que sigue acudiendo al parque de Can Zam a disfrutar de grandes bandas.

Foto: Rock Fest Barcelona

El recinto presentaba la misma distribución aproximada que otros años, con mejoras como la apertura del techo de la zona de lavabos para que aquello respire, la instalación de más puntos de agua, nuevos elementos de decoración como las gárgolas que dan paso a la zona del Motörtent y otros elementos que van aportando mejoras al recinto (¿para cuando una noria?). Es un recinto cómodo y abarcable, frente a la inmensa Caja Mágica del Download por ejemplo. Todo queda a mano, los escenarios están juntos y uno puede emplear mucho menos esfuerzo en llegar a los sitios. El césped artificial, además, aporta cierta paz mental y física: durante toda la tarde/noche se vio a infinidad de personas sentadas tranquilamente reposando en la falsa hierba.

Foto: Rock Fest Barcelona

Vistas las redes sociales del festival en los meses previos al evento, parecía como que aquello iba a ser el desastre, el caos, no habría nadie y todo iría fatal. La realidad es que unas 15.000 personas llenaron muy dignamente el parque desde primera hora -ya con Primal Fear había un montón de gente- pese a las temperaturas elevadas, el corte de la L1 del Metro que complica un poco la movilidad y demás handicaps. Con un buen ambiente y un sonido mejorado respecto al año pasado -salvo en el caso de unos WASP que sonaron horrendos y cuyo técnico no debía estar teniendo una buena noche- Rock Fest pasó con nota la primera jornada de las cuatro que tiene el festival. Un año donde habrá que medir las fuerzas más que nunca ante la verdadera avalancha de grupos que se nos viene encima.

Kilmara abre las puertas de Rock Fest

El Rock Fest Barcelona 2019 empezó con la primera banda de la casa, Kilmara. Este año está siendo muy importante para la agrupación, ya que han participado en otros festivales como el Rock the Ring (Suiza), expandiendo así sus horizontes musicales, y esta vez trajeron su power progresivo a Can Zam. En Barcelona dieron comienzo su actuación a una hora complicada. Eran las cinco de la tarde y la gente aún estaba entrando en el festival mientras el equipo lo debajo todo listo para el espectáculo, eso sí, cuando se dio inicio al show los componentes actuaron de manera muy profesional y animando a todos los espectadores que allí se encontraban, por lo que tuvieron una muy buena actitud en el escenario.

Kilmara (Foto: Rock Fest Barcelona)

Musicalmente, aunque el sonido que ofreció el festival no se considere precisamente una maravilla, destacamos el trabajo de cada uno de los miembros de Kilmara. La técnica y la proyección vocal del cantante, la energía transmitida durante el espectáculo por parte de toda el grupo… Y además se deleitó al público con un factor sorpresa, con una una colaboración con la vocalista de Resilence, en la cual se trabajaron las voces de una manera muy destacable y efectiva, dándole más dureza a su propio estilo con los guturales femeninos. Finalmente, la banda hizo participar al público con unas líneas melódicas simples e intuitivas antes de dar por finalizada su actuación.

Raven: veteranía y toneladas de ganas

La banda de los hermanos Gallagher salieron puntuales y a por todas bajo el sol abrasador de Santa Coloma. La asfixiante temperatura, un sonido algo espeso y el hecho de que Mark Gallagher apareciera en escena con una pierna en cabestrillo (se le facilitó una silla para poder tocar sentado que tiró en más de una ocasión de un golpe de mástil), habría sido suficiente para arruinar el concierto de cualquier banda, pero ni un huracán habría podido con unos Raven que desde el minuto 1 arrasaron con temazos como “Take Control” y “Destroy All Monsters”.

Raven (Foto: Rock Fest Barcelona)

Lograron la nada desdeñable hazaña de hacer saltar a un público atolondrado por el sol y no muy familiarizado con un sonido tan de nicho como el metal de la new wave, pero con hits cómo Rock Until You Drop o Hell Patrol, lo raro es no hacer saltar al respetable. Los británicos tienen ese sello de intocables de las bandas más curtidas, un desempeño en directo intachable y el entusiasmo de una banda local embriagada con la ilusión de tocar en el festival de su ciudad. Cuando terminaron su set con bombazos como “Wiped Out” y “Don’t Need Your Money”, no solo se habían metido en el bolsillo a los fans de lo más clásico y más entendidos, sino también a los valientes más madrugadores que comenzaban a poblar Can Zam y que les dieron una oportunidad mientras esperaban el concierto de U.D.O.

Primal Fear hacen botar al público

Los alemanes Primal Fear salieron al escenario miembro a miembro con casi quince minutos de retraso respecto al horario previsto. El último en aparecer fue el fornido Ralf Scheepers, que se mantuvo enérgico y entregado en todo momento a un público deseoso de verles en acción. Iniciaron el concierto, como de costumbre, con “Final Embrace” y la ráfaga de canciones que vinieron a continuación fue una selección de temas, los mas destacados de discos anteriores, y canciones punteras de otros más recientes. Un ejemplo es “Hounds Of Justice”, aclamada como un himno más de la banda al mismo nivel que clásicos del calibre de “Nuclear Fire”. Primal Fear se despidieron con “Metal Is Forever”, no antes de que el vocalista presentara al resto de los integrantes de la banda. Tuvieron un buen sonido y supieron mantener a la audiencia pendiente de cada uno de sus movimientos y animando a los presentes a sumarse entre el imenso mar de cuernos al aire y aplausos.

Imperial Jade: ¿los nuevos Deep Purple?

Primer día en Rock Fest y la presencia de bandas locales se hizo notoria. Grupos que vale mucho la pena conocer y llegan a sorprender. Imperial Jade se considera una agrupación que interpreta rock and roll y ayer se confirmó esa etiqueta, ya que en ocasiones el estilo que utilizan es parecido al de Aerosmith o a la banda estadounidense Mountain. Estos chicos fueron puro fuego, aunque en ciertos momentos abusaron de intermedios musicales al igual que otras bandas de rock progresivo como Deep Purple que utilizan ese recurso.

Imperial Jade (Foto: Rock Fest Barcelona)

Aunque se pudieron hallar muchas influencias a lo largo de los temas interpretados por este grupo perteneciente al Maresme, lo más destacable son las vocales, el cantante demostró su técnica, con el apoyo y la potencia, por otro lado, éste crea una armonía juntamente con sus demás integrantes que dejó perpleja a la audiencia, los movimientos, la estética sureña… El teclista, que utilizaba el sonido típico de Hammond, ayuda a crear la atmósfera vintage e incluso psicodélica que caracterizaría a algunas bandas mencionadas anteriormente parecidas a su estilo.  Cada tema fue un mundo y con algunas de las características te das cuenta de que si realmente quieres cumplir tu objetivo, hazlo sin dudarlo, porque nosotros ya lo hacemos, en Rock Fest.

U.D.O sigue al pie del cañón

U.D.O se apoderó del escenario del Rock Fest Barcelona 2019 ante un público que apenas empezaba a revitalizar con el inicio de la tan esperada bajada del sol y con ella, la llegada de una suave brisa que era de agradecer después de haber soportado horas de calor extremo. Liderados por la leyenda Udo Dirkschneider, que parece que los años no le han pasado factura a su característica voz, fueron desgranando un setlist plagado de clásicos de la banda, heavy metal puro y duro cuyo sonido recuerda fácilmente al que solía ser el grupo donde Dirkschneider emprendió su carrera como vocalista, y el que ha sido la primera confirmación para el Rock Fest Barcelona 2020, Accept.

U.D.O (Foto: Rock Fest Barcelona)

U.D.O sirvieron temas potentes, pesados y animados, el mismo repertorio que en el Rock The Coast de Fuengirola, hace apenas unas semanas. “I Make The Move”, “Animal House” y “Man And Machine” robaron el show y, para poner punto y final al espectáculo, finalizaron con la legendaria “They Want War”.

Demons & Wizards: majestuosos pese al accidentado sonido

Poder ver en directo a este inmenso proyecto paralelo de dos titanes del power metal como Hansi Kürsch y Jon Schaffer, probablemente fuera una de las principales golosinas de esta edición del Rock Fest Bcn. Cuando Demons & Wizards comenzaron esta gira, llevaban la friolera de 19 años sin tocar en directo, y con nuevos trabajos de Blind Guardian y de Iced Earth en el horizonte, parece poco probable que vayan a prodigarse por los escenarios de todo el mundo en una gira extensa, por lo que su concierto tenía un aura parecida a la que en su día tuvieran actuaciones como la de Running Wild o Twisted Sister, pues es muy posible que el espectador español no vaya a poder verlos de nuevo en directo.

Demons & Wizards (Foto: Rock Fest Barcelona)

Los problemas de sonido fueron el principal escollo de unos Demons & Wizards que salieron a por todas con “Heaven Denies”. Un micro estropeado enmudeció la voz de Hansi en los primeros versos, y la guitarra de Jake Dreyer no dejó de fallar en todo el concierto. Pese a todo, nada pudo con el despliegue de este grupo de demonios y magos, y es que Hansi Kürsch tiene la voz mejor que nunca, y al siempre carismático Jon Schaffer se le unía al bajo la energía de Marcus Siepen, al que casi todos los fans de Blind Guardian ya están acostumbrados.

Mezclaron temas muy queridos como “Touched by the Crimson King” y “The Gunslinger” con versiones de las bandas de las que provienen los líderes de la agrupación, llevándose la palma un muy acertado “Valhalla”, que, en su rol de canción de directos, fue recibida con sorpresa y coreada hasta la extenuación. El broche de oro del concierto vino con la épica balada “Fiddler on the Green”, que dejó a los asistentes deseosos de que Demons and Wizards decidan hacer al menos un concierto en sala en nuestro país antes de que vuelvan a desaparecer en la incertidumbre.

King Diamond sigue siendo el rey

Tras su descarga en el pasado Rockfest del 2017 con motivo del 30 aniversario de su disco más enblemático “Abigail”, King Diamond volvían a Santa Coloma con escenografía nueva, repertorio nuevo, las pilas muy cargadas y una banda que tras varios años junta, suena más cohesionada que nunca. Tras la intro de rigor con el propio King sentado en una tumbona, apareció la banda al completo a ritmo de “The Candle”, que seguida de “Voodoo” abría un concierto con un setlist ya por fin diferente al que la banda llevaba años ejecutando y poniendo todas sus cartas sobre la mesa.

King Diamond (Foto: Rock Fest Barcelona)

El sonido fue cristalino y la iluminación espectacular; King Diamond lo tenían todo de cara para salir triunfadores de esta nueva visita a suelo catalán. “Funeral” anticipaba el retorno de “Abigail”, cuyo espíritu sobrevolaba Can Zam de la mano de “Arrival” y “A Mansion in Darkness”, canciones que ponían el festival patas arriba y dejan constancia del buenísimo estado de forma de Kim Bendix Petersen (quién no ha cantando a tal nivel desde sus lejanos viejos días en la década de los ’80).

La clásica “Halloween” y la nueva e interesante “Masquerade of Madness” rellenaron el tramo medio del repertorio dando paso a la traca final de la mano del tramo dedicado al “Them” (“The Invisible Guest” y “Welcome Home”) y, cómo no, “Slepless Nights”, quizá el tema más coreado de toda la noche. Retrocediendo 35 años atrás en el tiempo, King Diamond presentaba “The Lake”, el primer corte que la banda compuso, no muy conocido, pero muy bien recibido por los más acérrimos del grupo pues nunca antes la habían tocado.

King Diamond (Foto: Rock Fest Barcelona)

Tras retirarse unos segundos, la banda al completo reapareció -ahora sí- para soltar la artillería pesada con “Burn” (que sustituye a la más popular “Eye of the Witch” en esta nueva gira) y “Black Horsemen”, con sus guitarras acústicas y final épico que ponían el broche de oro a una actuación espectacular, la mejor quizá de todas cuantas vi de King Diamond en estos últimos 20 años. Asiduos de los festivales europeos de los últimos tiempos, va tocando ya poner nuevo album en circulación y volver de gira por aquí en condiciones, algo que no sucede desde el ya lejano 2006.

W.A.S.P. está de capa caída

La desbandada tras King Diamond fue considerable y es que hay que reconocer que la banda de Blackie Lawless está muy vista por aquí, demasiado. Presentes en el Rock Fest Barcelona del 2015 y asiduos de las giras por territorio nacional, W.A.S.P deberían replantearse muchas cosas. Entiendo que eso de tocar una hora es lo que hay, no se le puede pedir más a Blackie en el estado de forma que está. Pero cambiar un poquito el setlist ayudaría a romper esa sensación de anacronismo que uno tiene cuando ha visto el mismo puñado de canciones en el mismo orden algo así como 14 millones de veces.

La banda no lo hace mal; exceptuando algunos gorgoritos del señor Lawless y sus espantadas ante el micro cuando se acercan los agudos, W.A.S.P suenan solventes con la formación más que apta que lleva en esta última época. Pero son predecibles, en exceso. Tampoco ayuda el mal sonido que tuvieron (que fue solventándose poco a poco) y el hecho de no dirigir ni una sola palabra al público, como si de un ensayo se tratase. Podría poner el repertorio, pero ocuparía demasiado espacio y todos ustedes queridos lectores se lo saben de memoria.

W.A.S.P. (Foto: Rock Fest Barcelona)

Arrancaron con “On Your Kness”, se tocaron un par de versiones (“The Real Me” y “I Don’t Need No Doctor”), le pegaron un buen repaso al “The Crimson Idol”, interpretaron los hits del primer disco, se olvidaron sin querer (queriendo) “Animal (Fuck Like a Beast), presentaron el único hit que han tenido desde 1992 (“Crazy”) y cerraron con las celebérrimas “Wild Child” y “I Wanna Be Somebody”. Blackie ha tenido mejores noches y Doug Blair estuvo espectacular como siempre pegándose el fiestón padre él solito sobre el escenario.

Mike Duda, tal y como su apellido indica, siembra la duda eterna que rodea a los coros de los temas de W.A.S.P en directo, ¿son de verdad? ya les anticipo yo que no. Pero qué más da, la gente quiere chillar “I Wanna Be Somebody” hasta la extenuación y apuntar una vez más lo demacrado que está Blackie Lawless y su parecido cada vez más asombroso con tu vecina del quinto. Si no los viste nunca seguramente salgas más que satisfecho, el resto yo creo que ya tuvimos suficiente, por lo menos servidor.

Ankhara: cerrando por todo lo alto

Nunca es fácil cerrar un festival después de la actuación de titanes como King Diamond o W.A.S.P., pero los madrileños supieron estar a la altura. Con los dos escenarios principales apagados, lograron atraer a gran parte del público que se dirigía a la salida con una puesta en escena directa y cautivadora. Capitaneados por un Pacho Brea que estuvo pletórico en la voz, Ankhara nos trasladó a una época en que el power metal en nuestro idioma estaba en boca de todos y en la mayoría de las radios, y aunque es bien sabido que el género no cuaja entre las generaciones más jóvenes de metaleros, cualquiera que escuchara su actuación en el Rock Fest probablemente decidiera darles una oportunidad.

Temas como “No Mires Atrás” o “3:40” fueron recibidos como agua de mayo por un público que, a pesar de las horas intempestivas, se recargó con la energía que desprendía la agrupación, cuya actuación solo se vio mancillada por el ya infame sonido de la Rock Tent, que cada año gasta una mala pasada a las bandas que pasan por su escenario. Y así, con un directo eléctrico y dotado con la magia que solo poseen los recintos pequeños, Ankhara lograron poner la guinda a la primera jornada (junto con el posterior Party Hard) de un Rock Fest que en su primera jornada logró aunar un cartel muy variado y competente.