Poco importa las veces que hayas asistido al festival Roadburn. Una, dos, tres o catorce. Las sensaciones siempre se repiten cada vez que los conciertos comienzan a caer en cadena sobre el pintoresco pueblo de Tillburg.

Las bandas pueden cambiar y hasta puede que el público, obviamente, no sea el mismo que el del año anterior, pero la sensación de gran familia unida siempre permanece inmutable. Una gran familia para la que su ocasión de unirse a lo largo del año poco tiene que ver con navidad.

Hay que explicar brevemente cuales son las características que hacen tan especial Roadburn antes de continuar. Los shows sorpresa que se anuncian durante los cuatro días del evento, algunos con tan solo un par de horas de antelación y que suelen provocar largas colas debido a lo exclusivos que suelen ser. Este año, por ejemplo, cada una de los jornadas fue anunciado un show diferente de Thou, un bolo en un bar de Patrick Walker, otro de Gnod y uno de Messa en el escenario Skatepark.

Thou (Foto: Unai Endemaño)

Otro importante detalle que hace que el Roadburn sobresalga son las piezas que se crean exclusivamente para él por parte de varios músicos que colaboran exclusivamente para ello o por parte de artistas que lo hacen solitario. Este año se pudo presenciar la impresionante representación en directo del proyecto Final Light que crearon antes de la pandemia para Roadburn James Kent (Perturbator) y Johannes Persson (Cult Of Luna). La simbiosis perfecta que crearon mezclando post metal con synth fue uno de los momentos más memorables del festival al completo. Otras piezas creadas para Roadburn 2022 fueron The Cartographer, a cargo de la violonchelista Jo Quail y una extraña colaboración entre Full Of Hell y Nothing que no terminó de convencer a casi nadie.

Jo Quail (Foto: Unai Endemaño)

Roadburn también destaca por la inclusión en su planteamiento de conciertos únicos en los que grandes bandas tienen la deferencia de tocar un álbum entero para disfrute absoluto de los más melómanos de la familia. De esta manera, leyendas de este siglo como Sólstafir o Alcest interpretaron este 2022 sus dos trabajos más memorables frente a una sala 013 abarrotada. Los franceses lucieron ‘Ecailles De Lune’ y los islandeses hicieron lo propio con su clásico ‘Svartir Sandar’. Cabe mencionar que los de Neige estuvieron mucho más inspirados que los cowboys del hielo, a quienes se les vio un pelín faltos de rodaje y hasta tuvieron algún problema de sonido que acabó desluciendo bastante su cantinela.

Sólstafir (Foto: Unai Endemaño)

No solo fueron discos legendarios los que sonaron completos en el Roadburn. También el último ‘Closer’ de Messa o el espinoso ‘Engines Of Hell’ de Emma Ruth Rundle pudieron ser escuchados de cabo a rabo. El primero con un ramillete de invitados que engrandecieron terriblemente la obra y el segundo con Emma convirtiéndose en gigante ante los ojos de los presentes. La joven puso los pelos de punta por la extrema intimidad que consiguió con su actuación y permitió mirar cara a cara a sus demonios mientras se veía cómo se rompía y renacía sobre las tablas. Incluso tuvo un momento para recordar su legendaria actuación en Roadburn 2017 en la que, según ella, la vida le cambió para siempre.

Emma Ruth Rundle (Foto: Unai Endemaño)

En similar tono de emociones femeninas exacerbadas se disfrutó sobremanera con la actuación de los neerlandeses Gggolddd, que interpretaron también íntegramente el biográfico ‘This Shame Should Not Be Mine’, un trabajo que tiene como eje central la violación que sufrió su cantante, Milena Eva, con diecinueve años, la forma en la que le afectó y, sobre todo, cómo termino superándolo. La puesta en escena que desplegó la joven fue insoportablemente sentida con una banda a la que se le añadió un cuarteto de cuerda para ser lo más fieles posible a lo grabado en estudio. Uno de los grandes momentos de Roadburn 2022, sin duda alguna, desde el punto de vista estético y emocional.

Gggolddd (Foto: Unai Endemaño)

Curiosamente, otro de los cabezas de cartel incuestionables de este Roadburn fue Lingua Ignota, quien también centró casi toda su espectacular actuación en desgranar su reciente ‘Sinner Get Ready’, disco inspirado en la angustiosa relación que tuvo la propia Kristin con Alexis Marshall, líder de Daughters. Fue otra presentación de tensión mantenida, rabia creciente y profunda emotividad. Otra manera de exorcizar demonios de otra de las jefas del panorama musical de vanguardia.

Lingua Ignota (Foto: Unai Endemaño)

Retomando el hilo de lo que hace especial a Roadburn toca mencionar a los artistas residentes de cada año. Son conjuntos que tocan diferentes sets a lo largo del festival y este año el honor le correspondió a Slift, que comenzaron su primer show dejando al público estupefacto con su abrumador ‘Ummon’, uno de los mejores trabajos de estos últimos años tan locos. Sobre las tablas demostraron que no tardarán demasiado en ser referentes absolutos entre los grandes nombres del stoner. Tocarían aun dos sets más: uno mucho más psicodélico y otro acompañados por Etienne Jaumet al que nos fue imposible acudir por los solapes habituales de este tipo de eventos.

Otro de los grandes acontecimientos de esta edición fue el regreso de Ulver a Tillburg. Los noruegos se prodigan tan poco en directo que cada una de sus comparecencias resulta absolutamente especial. En este caso presentaron su último ‘Flowers Of Evil’, aunque también recordaron algunos cortes anteriores y hasta se permitieron la genial marcianada de marcarse veinte minutos haciendo bailar al respetable de manera hipnotizante. Su puesta en escena fue la más espectacular de todo el Roadburn con una doble pantalla colocada delante de los músicos que consiguió una gran sensación inmersiva.

Ulver (Foto: Unai Endemaño)

Quienes también demostraron ser capos absolutos de los sonidos de este siglo fueron los colosos Russian Circles, que volvieron a mostrar cómo solo con tres miembros son capaces de sonar más potentes que la mayor parte de bandas conocidas. Suyo fue el primer día del festival con su excelso post rock bañado por luces intermitentes y un repertorio en el que no faltaron ninguno de sus himnos básicos.

Russian Circles (Foto: Unai Endemaño)

Dentro de un cartel ciertamente inabarcable y tras haber relatado por encima algunas de las apariciones de los grandes nombres que se dieron cita, hay que señalar que otra de las cosa a resaltar de Roadburn es el dejarse llevar y perderse entre los diversos escenarios para tener la oportunidad de descubrir bandas increíbles que de otra forma serían imposibles de ver.

Fue especialmente noticiable el concurso de los franceses Hangman’s Chair, que interpretaron su redondo ‘A Loner’ o lo íntimo que le quedó el set a Devil´s Trade. Esto unido al despliegue instrumental de Bruit, la locura africana de Duma o el divertido pop oscuro de Kanga serían instantes que se conservarán en la retina de por vida. Instantes tan locos como los que se vivieron antes del show de Green Lung, en el que se produjo la cola más larga de todo el fin de semana y dejó claro que los británicos son otro de los grupos del momento.

Bruit (Foto: Unai Endemaño)

Sería fácil extenderse mucho más sobre todo lo que rodea este festival, sobre lo especial que resulta y sobre todas y cada una de las sorpresas que encierra cada año, pero resulta difícil explicarlo todo sin parecer tremendamente pesado. Hay que vivirlo.

Texto y fotos: Unai Endemaño

Promotor:Roadburn

Día:2022-04-21

Sala:Tillburg

Ciudad:Países Bajos

Puntuación:8