Revocation: el monstruo de los riffs espaciales en Bilbao
Pudimos disfrutar el pasado miércoles, con una de las mejores giras de Metal extremo que uno puede imaginarse en la actualidad, una de esas que ningún aficionado al género debería perderse. Un evento que terminó cayendo de rebote en la Groove de Portugalete, después de que la baja venta de entradas aconsejase a la promotora reubicar el bolo, que en un principio había sido emplazado en la Stage Live de Bilbao.
Desdiciendo la incierta sensación que provocó el cambio de sala de última hora, fueron más de cien personas las que se dejaron caer por Portugalete. Una cifra que en otros tiempos podría haber sonado pírrica, pero que, a día de hoy, y entre semana, se antoja de lo más aceptable. No corren buenos tiempos para las giras que se quedan fuera de los grandes focos, a pesar de que algunas, posean una calidad contrastada.
Gargantuas tejanos
En medio de un fantástico ambiente y a la hora prevista por la organización, los tejanos Creeping Death tomarían las tablas con aun demasiada gente sin haber llegado. Este hecho desluciría un poco el arranque de velada, aunque es algo cn lo que sin duda contaban. Ir girando por todo el mundo, abriendo para otras tres bandas, tiene estas cosas. Arrancarían furiosos con la primera muestra del último EP que venían a presentar, un “Humanity Trancends” en el que ya trazaban con buena letra, la senda por la que iban a discurrir sus escasos veinte minutos de comparecencia. Un Death Metal americano de la vieja escuela, con voz cavernosa en la mejor tradición de Obituary, y una variedad suficiente de ritmos, como para que sus cortes resultasen tener cierto interés.
Su comparecencia pasaría veloz pero su propuesta calaría firmemente entre la gente. A pesar de abrir la lata, ya contaron con un sonido más que razonable para lucir. Su cantante demostró que es un Gargantúa de lo más old school y su guitarrista rítmico, lo que viene a ser vivir un bolo, y dar espectáculo al personal. Propuesta simple, puede que demasiado manida, pero bien ejecutada y con excelentes resultados entre los asistentes
Djent de ultratumba
Cambiando radicalmente el discurso, y entroncando de manera mucho más certera con los cabezas de la noche, comenzarían Alluvial a descargar su desquiciante serenata. Una sucesión de cortes, todos ellos extraídos de su último Sarcoma, que pondrían sobre el tapete a una banda que apostaba por romper una y otra vez las dinámicas habituales.
Lo suyo sería un Death Metal hiper técnico, cortado continuamente por las directrices que se estilan en el Djent más furibundo. Una suerte de progresiones disonantes, que tan pronto recordaban a Job For A Cobwoy, como podían tocar las teclas sobre las que deambulan maestros como Obscura.
Lo que más llamaría la atención, en cualquier caso, sería que su guitarra y líder Wes Hauch se pasase todo el bolo sentado dándole cera a su instrumento. Lo poco que se movió con sus piernas, estaría ampliamente compensado por la espectacular manera en la que movió sus manos. Suyos fueron algunos momentos, en los que más de uno nos tuvimos que mirar asombrados, incapaces de creer la extremada perfección técnica que estábamos contemplando.
Innegociablemente impecables, visualmente solventes y suficientemente resolutivos, la actuación de estos oriundos de Portland acabaría resultando una de las más celebradas de la noche. Especialmente memorable sería el cierre de su comparecencia, a lomos de “Anodyne”. Un corte en el que todas las virtudes del combo se resumieron en poco menos de cuatro minutos.
La apisonadora de Nueva Orleans
Los siguientes en entrar en juego, serían los americanos Goatwhore, una formación que mezcla con especial acierto el Black y el Death, de la que sobresale con fuerza, la estelar presencia de uno de los grandes capos del sonido de New Orleans. Sammy Duet, quien hace años ya lidero a los clásicos Acid Bath y lleva desde principios de siglo, levantando a esta mala bestia.
La música de esta gente es capaz de combinar blast beats atronadores con riffs heavilatas puros, pero siempre con ese toque sucio y malsano que a menudo llevan impregnado las bandas sudistas. Suyos serian cuarenta y cinco minutos implacables, gobernados por una puesta en escena macarra, desafiante y efectiva.
Vendrían presentando su último latigazo, un Angel Hung From The Arches Of Heaven, del que desgranarían cinco cortes en total y que daría buena muestra del estupendo momento creativo que están viviendo ahora mismo. Un trabajo en el que se aprecia aun más si cabe, el pasado doomster del jefe del cotarro, pero que sigue manteniendo el filo por el que han sobresalido del metal americano actual.
Su actuación sería el equivalente a una apisonadora sin freno, sin dejar prisioneros, con entrega absoluta, sonando en ocasiones como unos Motorhead resucitados, en otras como unos Judas del pantano y en la mayoría, como unos Kvlertak con pelotas. Los cuatro integrantes darían una masterclass en lo que supone, tocar a toda velocidad, sin perder en ningún momento la intensidad que el Metal requiere.
Contando con menos de una hora que paso de forma atropellada, Goatwhore tuvieron tiempo para rescatar cortes de casi todos sus trabajos, con especial mención a salvajadas como “Baring Teeth For Revolt” del Constricting Rage For The Merciless, o “In Deathless Tradition” del Blood For The Master y llegando a rematar sin soltar el pie del acelerador, con un trepidante “FBS”. El publico les despediría con la clase de aplausos que se ofrecen a las bandas que salen por la puerta grande. En mi opinión, terminarían siendo los grandes triunfadores de una noche en la que el listón estuvo mucho más alto de lo normal.
Maestros del Horror Cósmico
Con la intro del O Fortuna que usaba Pretty Maids de fondo, los Revocation fueron aterrizando sobre el escenario, para ir comenzando a descargar sobre la Groove su Metal interplanetario. El último en subirse sobre las tablas, como no podía ser de otra manera, sería el señor David Davidson, el líder absoluto que capitanea esta formación y que recibiría una gran ovación, casi sin necesidad de poner a andar su guitarra.
Comenzando con “Nihilistic Violence” un viaje salvaje por el Death Metal más técnico que se recuerda, los de Boston fueron desgranando cortes y demostrando una suficiencia casi insultante. La forma en la que Davidson cantaba, clavaba cada riff y sobre todo, iba dejando bocas abiertas con sus solos perfectos, sería la tónica de la hora larga que tendríamos por delante.
Después del derroche de mala leche que nos habían ofrecido Goathwhore, a mi personalmente se me hizo un poco frio el muestrario de Revocation, pero he de reconocer que en su liga, pocos pueden hacerles frente. Poco importa si iban a toda velocidad o si paraban en seco para sonar lo más Jazz posible, la precisión que brotaba desde el escenario no podía ser rebatida de manera alguna.
Basarían casi toda su comparecencia en su último y flamante ‘Netherheaven’ aunque tampoco se olvidarían de recordar debidamente su anterior ‘The Outer Ones’, posiblemente el álbum que más ha hecho por encumbrarles a la cima del estilo que practican. De este último sería uno de los momentos más celebrados, montados sobre el insuperable “Of Unwordly Origin” en el que los circle pits serian constantes.
Rematarían con un corte de sus primeros tiempos, una actuación en la que los aficionados ya hacía tiempo que se habían quedado más que satisfechos. Unos aficionados que agradecieron debidamente el derroche de calidad sobre el escenario, el trato maravilloso de una de las mejores salas de Euskadi y la magia cósmica del monstruo de los riffs.
Texto y Fotos: Unai Endemaño
Promotor:Madness Live
Día:2023-02-08
Hora:18:30
Sala:Groove
Ciudad:Portugalete, Bilbao
Teloneros:Goatwhore + Alluvial + Creeping Death
Puntuación:9
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