Resurrection Fest 2023 (sábado): Cierre de Parkway Drive con el mejor concierto del festival
La última jornada del festival gallego no fue menos espectacular que las demás, y es que el sábado estuvo a la altura del mejor día con shows de primer nivel a lo largo de toda la jornada.
El fin de lo que mucha gente denomina «la mejor semana del año» en redes sociales se produjo con un aire épico gracias a los australianos Parkway Drive pero también junto al resto de grupos que consiguieron que el cierre de Resurrection Fest 2023 estuviera a la altura y que ya generase hype, a algo menos de un año. para el próximo. A continuación te contamos en esta crónica de Resurrection Fest 2023 cómo fue la jornada del sábado 1 de julio.
Crónica de Resurrection Fest 2023 (sábado)
Los madrileños Brothers Till We Die volvieron a Resurrection Fest para poner patas arriba el Main Stage en una hora en la que la afluencia de gente no fue la que quizás podrían haber merecido (dado que su actuación interesaba más, por ejemplo, que la que había justo después en dicho escenario a la mayoría). Con Felipe a la cabeza, quien llegó a bajar junto al respetable, y un sol abrasador en Viveiro tras días de precipitaciones leves, BTWD hizo que los valientes que madrugaron para entrar al recinto vibraran, saltaran y se dejaran la piel en el mosh. Siempre que tocan en el Resu el público enloquece, y esta vez no fue menos.
Los alemanes Parasite Inc llegaron cargados para desnucar a todo el mundo a pesar de la temprana hora del show con su fiero death metal y a meter ya la caña y las ganas que se notaban algo ausentes por el cansancio acumulado tras 4 días sin parar. El Ritual Stage no estuvo preparado para lo que hicieron temblar y reventar a todo el personal presente.
La apisonadora que fue el sonido de inicio a fin fue descomunal, aunque el horario y las condiciones del último día hicieron que no se les disfrutase como se merecían, algo que, siendo una banda bastante complicada de ver al menos en este país, se habría agradecido muchísimo más. Aun así tanto fans como descubridores salieron del concierto bastante contentos, al igual que toda la formación.
Hay días en los que las cosas simplemente no salen bien, y si no que se lo digan a Polar. Los ingleses eran los encargados de abrir la veda de bandas internacionales en el escenario principales, siendo la primera vez para ellos en un festival en la península. Pero las cosas se torcieron y ninguna de las canciones interpretadas fueron capaces de levantar el mal sonido general de la actuación. La actitud de enfado de la banda tampoco ayudó, y el público salió bastante descontento. Además de contar con poco tiempo en escena, los de Adam Woodford terminaron el set antes de tiempo.
Una de las bandas más distintivas a nivel estilistico de la jornada fue Cemican. Este proyecto mexicano combina el folk metal con raíces prehispánicas, y el resultado es un sonido original que proporcionó un show de lo más llamativo. Ataviados en indumentarias de guerreros, su puesta en escena llamó la atención del público, que aún era escaso por la hora de la tarde en la que se celebró el concierto.
Sin embargo, la potencia y creatividad de esta banda llamó la atención de muchos tras el directo de Polar en el escenario principal y no dudaron en dirigirse al Ritual para pasar un buen rato con Cemican. La intensidad instrumental de la banda, combinada con determinados sonidos más folclóricos y tribales, fue atronadora. Su velocidad incombustible no dio tregua desde la primera canción, y su show fue una de las propuestas más creativas de la tarde del sábado.
Con la cantidad de veces que los franceses Rise Of The Northstar han pisado Viveiro cuesta creer que lleven 5 años sin pasar por el festival gallego. El grupo es una de esas pocas formaciones que es capaz de hacer mover grandes masas de gente sin estar en lo más alto del cartel. Pese siendo ciudadanos del país vecino, ROTNS, siguen con la tónica habitual samurái-japonesa, y salieron ataviados a conjunto de blanco con antifaces y máscaras negras; a conjunto con el decorado de letras japoneses del escenario.
Fueron protagonistas los temas se su recién estrenado ‘Showdown’ como la que da título al álbum, «Rise» o «Thrid Strike». Aunque no pudieron faltar clásicos como «Samurai Spirit» o «Again And Again» que cerró el show, lamentablemente casi 10 minutos antes de la hora estipulada.
El ambientazo habitual de la zona del Boulevard fue una de las muchas novedades de esta edición. En la tarde del sábado tomó el escenario el proyecto de covers de Metallica, Metallijam, desde Barcelona. Con mucha actitud y frente al sol más abrasador del fin de semana, lograron llamar la atención de numerosos fans de Metallica que se acercaron y corearon sus himnos con la banda catalana, que supo acertar con la difícil tarea de seleccionar un setlist.
Además de no faltar himnos como «Creeping Death», «Enter Sandman», «Seek & Destroy» o un meticuloso y bien preparado medley con «Whiplash», «Blackened», «Master Of Puppets» y «One» incluidos por nombrar algunos de los que pasaron el slot de su aproximada hora de directo, tampoco faltaron las colaboraciones que caracterizan el proyecto. Concretamente, Kenzy de Megara -que sorprendió a la batería- en «Fuel» y Felipe de Brothers Till We Die a la voz en «Battery» participaron en el animado show de Metallijam, una propuesta que con un escenario más adecuado a su show puede hacer disfrutar mucho a los metalheads en entornos como festivales de la índole de Resurrection Fest.
La tarde del sábado se encendió en el Ritual Stage con el show de Evile, referentes de la escena de Reino Unido dentro del thrash actual. La rapidez de sus instrumentales, con afilados riffs y potente percusión, llamaron la atención de los presentes. Además, no es uno de los géneros con más representación en este festival, con lo cual fue una cita obligada para los fans del thrash.
La actitud de la banda fue muy buena y supo animar a su público, el ambiente estaba caldeado tras el directo de Rise Of The Northstar en el escenario principal. Se atrevieron con algunas canciones más pesadas y atmosféricas que contrarrestaron a las más potentes y veloces. La banda aprovechó para presentar algunas canciones de su inminente álbum ‘The Unknown’, como la homónima o «In Dreams Of Terror».
Desde que Max Cavalera dejase a los míticos Sepultura de una manera poco amigable, los conciertos de Soulfly suelen ser la mejor opción para ver al héroe del groove/thrash. Vale que Soulfly nunca va a tener el mismo reconocimiento, al igual que Sepultura no han vuelto a tener el éxito comercial de la etapa con los hermanos Cavalera, pero en festivales como estos su propuesta funciona.
Durante su hora de actuación se crearon más mosh y crowdsurfing que en ninguna otra -y eso que el sonido no acompañó demasiado en ningún momento-. Cavalera se mostró amigable con el público y se dirigió a sus seguidores en castellano en todo momento. Así, sus huestes respondieron ante temas de su último trabajo, ‘Totem’, como «Superstitious», y por supuesto a la canción que interpretaron de Sepultura «Refuse/Resist».
El concierto de Belphegor se celebró en Viveiro como un verdadero ritual. En la última jornada lideraron el black metal al ser la banda que más despuntaba del estilo, aún siendo un grupo austriaca fuera del seno de black noruego y aderezando con death metal. Sobre el escenario hubo hasta una calavera de cabra cuyos cuernos ardieron en medio de la performance.
El buen sonido ensalzó el show donde destacaron los cortes de su recién estrenado ‘The Devils’, como el que le da título al álbum o «Totentanz-Dance Macabre». Lo único que deslució de alguna manera el espectaculo de los austríacos fueron los últimos rayos de luz del día, habiendo brillado mucho más de haberse realizado de noche. Otros cortes que sonaron fueron «Baphomet» o «Lucifer Incestus».
Los franceses Alea Jacta Est tomaron el Chaos Stage mientras caía la noche en Viveiro, la última de esta edición. Se trató de una sustitución de última hora tras la caída del cartel de H2O, con lo cual tenían unos grandes zapatos que llenar. Su hardcore encajó con los asistentes como es habitual, a pesar de ser un directo con el que no se contaba para esta ocasión.
La energía transmitida por la banda fue contagiosa para el público, que se dejó llevar con los pesados ritmos de los franceses. Su entrega y ganas de dejarse la piel provocaron que la carpa se levantara y lo diera todo durante este intenso show. Como es habitual en este escenario, los pogos y mosh pits fueron realmente brutales, y el repertorio de Alea Jacta Est era propicio para ello. La propia banda comentó que habían tocado en este festival hace 12 años, y seguro que los asistentes desean que no tarden tanto en volver después de dejarse el cuello con sus breakdowns.
La actuación de Architects fue la antesala perfecta para el concierto de Parkway Drive minutos más tarde. Compartir estilo con el cabeza de sumo una sinergia para la recta final para todos los allí congregados, aunque por desgracia, no pudimos ver a ambos vocalistas en el escenario en ninguna de las dos actuaciones como sucedió en otros países de la gira.
La descarga comenzó con «Nihilist», aunque no tardó en aparecer una apreciada «Black Lunges», ya que el nuevo ‘For Those That Wish To Exist’ sería el gran protagonista del set. El espectáculo visual estuvo a la altura de lo que se esperaba, y la banda se mostró animada, disfrutando y haciendo disfrutar a su séquito al mismo tiempo. Eso le supuso quitarse la espina a aquellos que vieron a la banda en Download Madrid 2019, donde los músicos ni siquiera se despidieron al terminar de tocar.
Siguieron con «Giving Blood», muy bien apreciada, dando muestra de la buena acogida que tiene el nuevo material, como también ocurrió con «Dead Butterflies», «Meteor» o «Impermanence», aunque para esta última se echó en falta alguna colaboración sobre el escenario. «Doomsday» brilló como ninguna otra a mitad del set. Primera canción compuesta en 2016 tras la muerte del guitarrista fundador Tom Searle, hermano del batería Dan Searle.
En la recta final aparecieron «Little Wonders», donde pudo verse a multitud de personas aupadas a hombros a petición del vocalista Sam Carter. «Animals» interpretada dos veces por equivocación del citado músico sonó dos veces como colofón final. Si hay que poner una pega al show de Architects fue la mala ecualización del sonido, donde los growls y el bombo de la batería se oía por encima del resto enturbiando los distintos matices de sus canciones. Por lo demás, el público quedó satisfecho y entonado para recibir al cabeza de cartel del día.
Una de las coincidencias que «hizo daño» a parte de la gente del Resu era la de Amaranthe y Desakato. La presencia de los suecos en el primer show con su nuevo cantante se solapó con la despedida de los asturianos y, quien «salió perdiendo» fue la formación liderada por Elize Ryd y Olof Mörck, que contó con menos gente de la que podían haber disfrutado de su show.
Como el rubio guitarrista y compositor de la banda había publicado con enfado en sus redes sociales previamente, Lufthansa había perdido varias de sus pertenencias (equipo, ropa…), así que el espectáculo de Amaranthe no fue al 100% como podía haber llegado a ser. A pesar de ello, los suecos salieron a por todas y aprovecharon tanto para presentar su último ‘Manifest’ en Viveiro como sus últimos singles (entre los que se encontró el que lanzaron unos días antes «Damnation Flame»).
Esta canción, la primera en la que de manera oficial participa Mikael Sehlin como growler de Amaranthe, debutó en directo en Resurrection Fest 2023 y fue uno de sus grandes reclamos así como «Drop Dead Cynical», «Digital World», «Archangel» o «Fearless». Sus vocalistas se lanzaron brevemente hablando en español para conectar con la gente y, como suele suceder, Elize fue quien se ganó más aplausos del respetable.
Ya entrada la noche llegó uno de los directos más esperados en el Chaos. Los asturianos Desakato están en plena gira despedida, con lo cual su directo en el festival prometía ser emotivo. Estos referentes nacionales del punk rock fueron durante años habituales en los escenarios del país, pero sus últimos conciertos tienen los días contados y la situación reunió a sus aficionados en la carpa del Chaos Stage.
Con la primera estrofa de «Cuando Salga El Sol» se desató la locura en la carpa, que estaba llena de adeptos a la banda. Estos entregadísimos fans dieron un apoyo absoluto a Desakato durante toda la hora de show. Sonaron numerosas canciones bien coreadas como «Tiempo De Cobardes», «Octubres Rotos», «Nuestro Legado», «Heridas Abiertas», «Cada Vez» o «Animales Hambrientos». La verdad, nombrar solo algunas es no hacer justicia a su acertado setlist.
A lo largo de los 4 días de festival, no se vio así como así una reacción tan apasionada como la que se vivió en el directo de Desakato, un hito increíble para una banda nacional que reunió a una cantidad inmensa de gente que no paró de cantar con ellos durante todo el directo. Con sus momentos más melódicos y otros más enérgicos, el concierto lo tuvo todo. Lo de Desakato es pura magia.
Era difícil superar la gran actuación de Slipknot la noche anterior, pero difícil no significa imposible. El que probablemente, a nivel de cifras en España, era el cabeza de cartel más «pequeño» del festival se reivindicó con el mayor de los espectáculos que se vio en el festival gallego. Sí, Ghost, Pantera y Slipknot también tuvieron producción, fuego y demás, pero la conexión que logró la formación australiana con el respetable fue mayor incluso que la de la banda de Iowa (aunque hubiese menos gente).
Parkway Drive regresó a Resurrection Fest 2023 en un concierto que tampoco fue tan distinto respecto al que hicieron cuatro años atrás (ya que, en términos generales, han mantenido la estructura de su show salvo algunos momentos puntuales). Ahora bien, no tuvieron ninguna clase de problema y, las modificaciones que han incluido, han provocado que el éxtasis entre los fans sea mucho mayor.
Algunas de las cosas que han cambiado son ciertas canciones, ya que la banda presenta su último trabajo de estudio y por ello incluyen en su directo temas como la inicial «Glitch» que con un toque muy parecido a lo que fue «Prey» en su anterior ‘Reverence’ (la cual además le sucedió en el setlist) arrancó de forma acertada el espectáculo con llamaradas incluidas desde el principio y la entrada al escenario con numeras personas vestidas con túnicas y antorchas para dar paso a los músicos con la aparición de Winston al final como momento estelar.
La mencionada «Prey», «Carrion» y «The Void» continuaron con la euforia de un grupo que estaba desatado. Su energía, más allá de las infinitas y enormes cantidades de fuego que lanzaba cada dos por tres el grupo, es el mayor valor de un conjunto que ha sabido reinventar su hardcore a música frenética apta para un headliner en un macrofestival como este, y a pesar de que otra nueva como «Soul Bleach» bajó un pelín el nivel se recuperó rápidamente con «Vice Grip» y la contundente «Dedicated» cargada de fuego.
A pesar de ser un momento en el que la producción quedaba a un lado en cuanto a protagonismo, cuando Winston McCall se bajó y se metió en medio de la multitud para cantar desde ahí «Idols And Anchors» mientras todo el mundo hacía un gran circle pit alrededor de él fue de los momentos más épicos no solo del concierto de Parkway Drive, sino probablemente de todo el festival (sobre todo a la gente que estuvo involucrada en él).
Todo el mundo, ya fuera quien estaba cerca de la banda o en las zonas más alejadas, estaban contagiadas por el alto nivel que estaba ofreciendo el grupo australiano en Viveiro, y Parkway Drive no estaban dispuestos a dar tregua. «Wishing Wells», «Sleepwalker» y la nueva «The Greatest Fear» continuaron la euforia, que rebajó su intensidad cuando presentaron al trío de cuerda que interpretó, junto a la banda, primero «Shadow Boxing» y después una de las baladas más épicas de la carrera de los australianos (si es que no es la que más pese a ser nueva), la homónima a su nuevo álbum «Darker Still».
«Bottom Feeder» alzó las manos de un público entregado al grupo para, después en los bises, una cantidad ingente de llamas por doquier en el escenario y en las infraestructuras del recinto con «Crushed». Un despliegue absolutamente impresionante de recursos pirotécnicos con fuego en todos los lugares del Main Stage y con llamaradas que dejaron hasta «huella» en el cielo dado su inmenso tamaño.
Tras una foto con la gente emotiva, Jeff Ling puso a las almas que poblaban el festival a cantar al unísono con la melodía de la intro de «Wild Eyes», que terminó de generar un estado de felicidad y euforia entre los presentes idóneo para poner el fin a su concierto.
Si a eso se le suma el «End Show» donde Resurrection Fest hizo su homenaje a los cabezas de cartel de esta edición y de otras pasadas como The Offspring, Rammstein, Bring Me The Horizon o Judas Priest con un vídeo de un astronauta como hilo conductor que derivó en que apareciera «ese» astronauta en el escenario y, sobre todo, fuegos artificiales y llamas gigantes que terminaron dando paso a las fechas de Resurrection Fest 2024.
Pese a coincidir con Parkway Drive, Coven inició un ritual satánico rodeado de sus más fieles seguidores y ofreció una alternativa de rock psicodélico a los asistentes de la última jornada. La oscuridad de Viveiro ayudó a la ambientación que ofreció Coven desde el inicio de su show. La salida de Jinx Dawson de un ataúd en el centro del escenario rodeada de velas, sumada a las diversas escenografías y el vestuario de lo más tenebroso de los músicos de la banda, hicieron de un concierto una liturgia oscura y maléfica.
Después de su maravilloso y sorprendente preludio y su primer tema “Out Of Luck”, su culto a los demonios se convirtió en una fiesta donde la propia Jinx se quitó la brillante máscara con la que se presentó al público y les recordó por qué estaban allí en vez de en el Main Stage.
El cuarteto de Tokio Mono volvía a España tras su última visita el pasado año a inicios de septiembre, para culminar esta edición del Resurrection Fest en el Desert Stage por todo lo alto. Aunque no terminó de sonar todo lo bien que la banda suele hacerlo, hicieron que la atmósfera del fin de esta edición fuese magnética y mágica, envolvente, potente y hasta cálida, encandilando a todos los asistentes que aún se resistían a que todo acabase.
Tras acabar el concierto estuvieron muy cercanos con el público, regalando púas y baquetas antes de recoger ellos mismos todo su equipo. El broche final del festival con ellos fue sin duda la guinda del pastel con una de las bandas se post rock más interesantes e influyentes de la escena internacional.
El fin de fiesta de esta edición en el Chaos Stage, la apreciada carpa del punk y el hardcore, vino de la mano de una de las mejores bandas posibles para la ocasión. El punk rock de Me Fritos & The Gimme Cheetos fue el atrayente ideal para mantener a un gran número de asistentes hasta el final de la jornada y terminar la edición por todo lo alto. De hecho, entre los presentes no se notaba el cansancio de 4 días de festival, pese a empezar bien entrada la madrugada. Desde Nino Bravo hasta Camela, las opciones no tenían desperdicio.
Las divertidas covers de la banda y sus alocadas combinaciones dejaron buen sabor de boca a los presentes, que despidieron el Resu con una sonrisa. Un gesto que predominó a lo largo de todo el festival y que, una vez se desveló que del 26 al 29 de junio de 2024 se celebrará la próxima edición del Resu, la gente ya fue apuntando en sus agendas. Y es que este es el festival de metal más grande de España y lo demostró gracias al trabajo de la organización una vez más con la consiguiente respuesta del público.
Texto: Sara Rodríguez, Olga Vidal, Tamara Ruiz, Alex Barroso, Zoe Lilith | Fotos: Alex Barroso, Yolanda Moreno, Iria López y Zoe Lilith
Promotor:Bring The Noise
Día:2023-07-01
Sala:Campos de fútbol de Celeiro
Ciudad:Viveiro
Puntuación:8
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