Bring Me The Horizon se convirtieron en cabezas de cartel improvisados tras la caída de Korn, tarea que llevaron a cabo con éxito con un show emotivo e intenso. Bandas de géneros más extremos como Angelus Apatrida o Heaven Shall Burn pudieron el broche de oro a la edición.
Como parte del entramado de bandas locales, llegó la hora de escuchar a Grima. El dúo formado por Laura (bajo y voz), y El Fuco (batería), actuaron de manera impoluta. La mayoría de las melodías a interpretar eran sobre todo instrumentales, con algunos estribillos donde lo que más destacó fueron los growls rasgados de Laura. Ofrecían melodías con una base instrumental muy cuidada y bien construida. Con bastante dominio del punk progresivo, a medida que avanzaba el setlist podían percibirse tintes de grunge y metal que hicieron del bolo algo ameno, interesante y para nada monótono.

Grima (Foto: Aitor Chaparro)

Los cambios de horario y la caída de Korn, afectaron a la asistencia de las primeras horas de la jornada del domingo, y el clima tampoco estaba a favor. Sin embargo, el show debe continuar, y así fue en el Ritual Stage con Mosh en las primeras horas de la tarde. A pesar de la poca asistencia y de todo lo demás, Mosh se entregó a su público como correspondía y ofrecieron un directo ameno con su interesante propuesta musical. El público era cálido con Mosh y disfrutó de la energía de la formación. Los primeros directos del festival habitualmente están protagonizados por grandes bandas nacionales que pueden dar a conocer su música, como es el caso de Mosh, banda de Euskal Herria que ofrece letras en español y una fuerza reseñable sobre las tablas.

Mosh (Foto: Paco García)

Desde la otra punta de España, continuó la dosis de metal nacional, esta vez gracias a Elephants Riders. Publicaron su último LP, ‘Impure’, hace algo más de un mes, y qué mejor que mostrarlo a lo grande bajo la carpa del Desert Stage. Típico de este escenario, los malagueños dieron una sesión de stoner hard rock, ideal para desconectar durante las primeras horas de la tarde. De este nuevo trabajo, se decantaron por las melodías de temas como “Pyrokinesis”, “Though Lesson”, o “Quicksand”. Las guitarras, que danzaban entre tempos medios y lentos crearon atmósferas oníricas como ocurrió durante “Impure”, por ejemplo. Mantuvieron un sonido pulcro, sin fallos perceptibles.

Elephant Riders (Foto: Aitor Chaparro)

Los encargados finalmente de estrenar el Main Stage en la jornada del domingo fueron Deadly Apples. Bajo una tenue lluvia intermitente y un respetable que aumentaba progresivamente pero seguía siendo muy escaso -algo que en Main se aprecia más todavía-, la banda salió a escena a ofrecer su show. Los orígenes de esta banda canadiense se remontan a hace dos décadas, y su presencia sobre las tablas permitía apreciar toda esa experiencia. Su sonido experimental llamó la atención del respetable, que se acercó a observar a la banda mientras avanzaba el directo. Volcaron su arsenal en 45 minutos, con un teclado que daba presencia a sus planas bases instrumentales, e incluso el teclista se lanzó a bailar a lo largo del escenario en ocasiones mientras el cantante se dedicaba a hacer volar su micrófono o a cantar bien pegado a su público.

Deadly Apples (Foto: Paco García)

La banda Golpe Radikal repite por segunda vez sobre los escenarios del festival, esta vez en su última jornada y, tras un cambio de escenario, en el Ritual Stage. Su trayectoria ya cuenta con algo más de una década de experiencia en la que aprovecharon para exprimir sus capacidades dentro del hardcore/metal y como letristas comprometidos contra las injusticias. Acumulan dos trabajos de larga duración, ‘Sombras’ (2017) y Cronos’ (2020). Lamentablemente, serán los últimos, ya que se despiden como proyecto. Su directo comenzaba mientras paraba la lluvia, lo que permitió a los asistentes disfrutar en condiciones de la presencia escénica de la banda y su potente directo. El dinamismo que aportan sus dos vocalistas sumado a las potentes bases instrumentales son carne de cañón para los directos, con lo cual su show pasó en un suspiro. El tamaño del mosh y de los asistentes fue creciendo e interpretaron, desde el más profundo respeto a su tierra gallega, canciones como «Ley Marcial», «Miseria», «Cinzas», «Miedo» o un final por todo lo alto con «Derribando».
Golpe Radikal Resurrection Fest 2018

Golpe Radikal (Foto: Paco García)

Veteranos de la escena underground, con apenas una década de carrera, asaltaron la tarima del Desert Stage The Dry Mouths. Con aires del desierto y una puesta en escena discreta, presentaron su nuevo trabajo ‘Thodol’. Este nuevo disco ha sido totalmente sorpresivo, ya que según el tema a seguir podían percibirse tintes de post-rock, plenamente doom, con afinaciones del progresivo incluso, y todo ello impregnado de melodías nostálgicas y tristes. De este nuevo redondo optaron por llevar el directo las reconocibles “Den Dro Sum” o “Hinayana”, con las que el público pudo zambullirse en toda una experiencia sensorial mediante la música.

The Dry Mouths (Foto: Aitor Chaparro)

La exhibición de Electric Callboy -antes conocidos como Eskimo Callboy- llegó mucho antes de lo que su música lo pedía. Puro metal festivo a media tarde, que no impidió que la gente saltara y bailara pese a que muchos todavía estaban recién entrados al festival. La intro discotequera de “Pump It”, con la banda vestida como la ocasión lo merecía, motivó a todo aquel que estuviera dispuesto a unirse al convite. “My Own Summer” y “Hate/Love” -ya con los integrantes con su look habitual- mantuvieron las ganas de danzar del público.

La mezcla de hip hop y electrónica de “Best Day”, aderezado con uno de los mejores estribillos de su carrera, se alzó como uno de los momentos destacados. Otro momento digno de rave estival fue “Hypa Hypa”, con esos sintetizadores que retrotraen a canciones dance de otra década. La cosa se puso más seria con “Crystals” o “MC Thunder”, mientras que el hit en que se ha convertido “We Got The Moves” en poco más de un año es sobrecogedor. 55 minutos de auténtica diversión sin por ello perder ni un ápice de calidad. Imprescindibles en cualquier festival.

Ruxe Ruxe es una agrupación que es una vieja conocida entre el público del underground gallego, que se acercó a disfrutar de su divertido directo. A pesar de que se ven solapados con uno de los pesos pesados de la tarde en el Main Stage, Electric Callboy, los asistentes que se decantaron por la banda gallega pasaron un rato agradable ante su entretenido directo en el Chaos Stage. La carpa estaba considerablemente llena escuchando el repertorio de Ruxe Ruxe, con su saxo, su gaita y su música cercana y entrañable, combinada con otras partes más punk y agresivas. El respetable disfrutó de canciones como «Golpe A Golpe» o «Soamente Unha Canción», y también se acordaron de mencionar al resto de bandas gallegas que pasaron por las tablas de esta edición del festival a grito de «¡Orgullo de país!».

Ruxe Ruxe (Foto: Paco García)

Volvieron a pisar el Ritual Stage unos años después Bloodhunter, quienes ya tenían a su público esperando con muchas ganas de darlo todo. Con un disco nuevo que por fin pudieron presentar en directo en el festival, revolucionaron a los allí presentes liderados por la vocalista Diva Satánica. Mejorando año tras año, Bloodhunter demostraron su profesionalidad y solidez como banda así como un directo demoledor que no decayó ni un segundo.

Bloodhunter (Foto: Iria López)

El grupo con el nombre más curioso del festival, Frutería Toñi, encaraba su actuación en el Desert Stage en frente de los ojos de muchos curiosos y algunos fans de su rock progresivo con diferentes influencias. El sexteto de Málaga cuenta en sus filas con violín o instrumentos de viento como clarinete o saxofón, lo que da riqueza a ese sonido con mucho aire setentero. Sus dos últimos discos, ‘Tengo Mis Días Buenos’ (2017) y ‘El Porvenir Está En Las Huevas’ (2020) fueron los protagonistas de los 45 minutos que tenían asignados.

Frutería Toñi (Foto: Aitor Chaparro)

Los californianos Stick To Your Guns abandonaron el Chaos, donde actuaron por última vez en 2018, para dar el gran salto al escenario principal. Stick To Your Guns hizo un repaso general por toda su discografía, ya que desde el el 2017 con el lanzamiento del ‘True View’ únicamente han lanzado el single ‘Weapon’, el cual formó parte del setlist. Jesse Barnett, frontman de la banda, presentó pérdidas en el sonido de su micrófono durante los cuatro primeros temas del repertorio, además de desentonar levemente a la hora de cantar las voces melódicas, como por ejemplo en “Nobody” o “There´s Nothing You Can Do To Me”. Sin embargo, los guturales los hizo redondos, pero esto costaba percibirlo dados los fallos de sonorización que mantenía.

Stick To Your Guns (Foto: Aitor Chaparro)

Por su lado, Josh James (guitarra melódica) actuó lesionado ya que saltó al escenario con un collarín puesto. Desempeñó una actuación brillante con punteos ágiles, desenfrenados y afilados, que relucieron sobre todo en temas como “Amber” o “What Choice Did You Give Us?”. Es cierto que, en ocasiones, el bajo generaba tal reverberación que dichos punteos quedaban ensordecidos como, por ejemplo, durante “Married To The Noise”. Bajista y guitarrista actuaron a un nivel fantástico, aunque es cierto que en ocasiones George Schmitz (batería) perdió el tempo. Su hardcore – punk motivó a la gente a bailar unos buenos two-steps y walls of death pese al clima lluvioso y el barro, y resultaron una vez más una de las bandas favoritas para los amantes del género que acuden a Viveiro.

Stick To Your Guns (Foto: Aitor Chaparro)

La banda de punk rock Belvedere vino desde Canadá para reventar el Chaos Stage con su melódico punk rock lleno de adrenalina. Veteranos de su escena natal, sus casi 30 años de experiencia los avalan, y defendieron en directo uno de los géneros que mejor encajan en la carpa del Chaos. Sus instrumentales veloces desataron a los asistentes, que observaron toda una demostración de punk rock de la vieja escuela con estos grandes veteranos y en un festival en el que este género tiene mucho público y da más vida a la carpa. La banda fue encantadora con su audiencia y les mostró sus ganas de tocar otra vez en nuestro país.

Belvedere (Foto: Paco García)

La intensidad de su música y sus voces melódicas realmente transportaron a los presentes a la década de los ’90 cuando las bandas de este género comenzaron su andadura. La energía que transmitieron desde el Chaos Stage fue arrolladora, y los asistentes entraban en calor con el enérgico repertorio de Belvedere. El repertorio de la banda fue amplio, ya que sus canciones pasaban breves y directas sin descanso, un trallazo de puro punk tras otro. Como ejemplos están la brutalidad de «Two Minutes For Looking So Good» o las pertenecientes a su última entrega discográfica, ‘Hindsight Is the Sixth Sense’, publicada en plena pandemia, así como su cover de Bad Religion de «You Are».

Belvedere (Foto: Paco García)

Los argentinos Ciclonautas tomaron el Desert Stage al final de la tarde del domingo. Vinieron presentando su último trabajo discográfico, ‘Camping Del Hastío’, publicado en 2021. Por desgracia, las circunstancias climatológicas por la lluvia impidieron que se llenara la zona del Desert y redujo considerablemente la asistencia al evento. Los que sí acudieron, esperaron a la lluvia pacientemente y aguantaron para poder escuchar el show de los argentinos. El melódico y relajado ambiente instrumental se veía complementado por una voz rasgada de lo más particular. Pese a la escasa asistencia, la banda ofreció su show con gracia y profesionalidad ante su público estatal. El estilo alternativo dentro del rock que engloba esta banda tal vez no es la opción predilecta de sus asistentes, que buscan géneros más extremos, pero su público no les falló y supieron encajar en el ambiente del Desert Stage. Se apreciaba sobre las tablas la frescura de la banda en canciones como «El Sol», «Abrazado A Un Misil» o «Bombo Sicario». Con su animado repertorio ofrecieron un show diferente a lo que los asistentes estaban acostumbrados.

Ciclonautas (Foto: Paco García)

De entre las frontwomans femeninas que pisaron el festival, Lena Scissorhands se mantuvo como una de las favoritas, y actuaba con Infected Rain ante un público que aguardó pacientemente el concierto de esta reina del metal. Fue otra de las bandas que trajo nuevo proyecto por presentar, ‘Ecdysis’. Con una actitud inquebrantable, los moldavos se mantuvieron constantemente atentos y agradecidos con sus fans. Pese a traer novedades, comenzaron con un viejo conocido del año 2019: “Pendulum” fue la banda sonora que dio inicio al épico bolo de Infected Rain. La deslumbrante Lena mostró un manejo de la técnica gutural, hasta tal nivel que casi iguala al sonido de un trabajo de estudio. Con este inicio vigoroso, ya quedó demostrado que el bolo no defraudaría.

Infected Rain (Foto: Aitor Chaparro)

Ya metiéndose en su nuevo redondo, las joyas de la corona del espectáculo fueron “Longing” y “Postmortem Pt.1”. En la defensa en directo de este nuevo proyecto, se pudo ver la profesionalidad sobre todo de los guitarristas, ya que las cuerdas de afinaciones graves (Vadim Ozhog y Sergei Babici) se veían intensificadas con riffs que gozaban de una acústica magnífica. En esta ocasión, Infected Rain se arriesgó a desplazarse también hacia el death metal, donde Larissa pudo sacar a relucir sus guturales y growls más infernales, aunque esto también pudo comprobarse en temas más antiguos que conformaron el setlist como “Fighter” o “Black Gold”. La batería, a manos de Eugen Voluta, quedó perfectamente acoplada a la voz de Scissorhands, pero sin llegar a eclipsar su voz. Ante un día donde otros grandes del metal también tuvieron acto de presencia, puede afirmarse que Infected Rain será uno de esos bolos que los asistentes recuerden por lo brutales que se mostraron tanto en actitud como en técnica. Tras una hora de actuación, dejaron el listón de actuaciones del Ritual Stage en lo más alto.

Infected Rain (Foto: Aitor Chaparro)

Aunque parezca mentira, desde 2015 no estaban presentes Heaven Shall Burn en un cartel del Resu. Muchos recordaran aquel concierto por el gigantesco circle pit que rodeaba la mesa de sonido y que quedó grabada en las retinas de muchos como una de las mayores barbaridades vistas jamás. El combo alemán siempre es bienvenido y esta vez no fue menos, con una muy buena afluencia de público para contemplar el desenfreno metalero que Marcus Bischoff y los suyos ofrecen.

Heaven Shall Burn (Foto: Paco García)

No hubo tiempo para el respiro y en un abrir y cerrar de ojos “Black Tears” se apoderó del lugar, con la melodía de guitarra más reconocible del quinteto. “Übematch”, el corte más destacado de ‘Of Truth And Sacrifice’ prosiguió con la ceremonia, mientras “Voice Of The Voiceless” o “Counterweight” se encargaron de poner las pinceladas más clásicas. Poco importaba más allá del foso. Todo era un continuo vendaval de mosh y circle pits por doquier pese a la lluvia continua que caía en el lugar desde horas atrás.

Heaven Shall Burn (Foto: Paco García)

La banda arengaba a la masa en cada parón para que todo siguiera su curso. Como siempre, Heaven Shall Burn era una bomba sonica que hacia que las siguientes «Corium» o «Protector» consiguieran que miles de cabezas hicieran headbanging sin parar. Aunque nada comparable a cuando llegó «Behind A Wall Of Silence» o su gran hit «Endzeit», donde se produjo el circle pit más grande de la noche, aunque no se alcanzara niveles de epicidad de otras ocasiones. Que en las piernas de la gente hubiera ya cinco días de festival tuvo mucho que ver.

Heaven Shall Burn (Foto: Paco García)

Con unos pocos minutos de retraso, aparecieron sobre el escenario del Chaos Stage, los estadounidenses Knocked Loose capitaneados por Bryan Garris. Ofrecieron todo un show a nivel de sonido, actuación y luces; sumergiendo al público en la más pura escena del hardcore underground. Toda la atención se centró en el frontman, quien no paró ni un segundo de lanzar patadas al aire e incluso hacer alguna que otra acrobacia con el micrófono. Calentaron motores con “Where Light Divides The Holler”, relativo al nuevo sencillo ‘A Tear in the Fabric Of Life’, donde los riffs melódicos veloces y agudos, aportaban cierto toque de black que resultaron en un tema de lo más característico al mezclar hardcore, riffs de black y beatdown. Con un ambiente totalmente violento, temas como “All My Friends” o “Belleville”, donde los compases de ambas guitarras (Crutchfield y Hale) eran desenfrenados, tocados con muchísimo nervio y fuerza intensificados por una distorsión perfecta. Así mismo, los juegos de bombo y caja lentos y pesados de Kevin Kaine, fueron el eje central para llevar a cabo este homenaje a la más pura esencia del hardcore.

Knocked Loose (Foto: Aitor Chaparro)

Phil Campbell And The Bastard Sons lo tenían casi todo en su contra: una solapación triple junto a Angelus Apatrida y Knocked Loose, mucha lluvia y un público decepcionado por la mala noticia del día. Contra viento y marea, y nunca mejor dicho porque lo único que se veía a los pies del Desert Stage eran chubasqueros, paraguas y todo tipo de protecciones del temporal. El legendario guitarrista de Motörhead Phil Campbell salió al escenario acompañado de sus “hijos bastardos” con los que repasó clásicos de la banda como “Iron Fist”, “Born To Raise Hell”, “Damage Case” o “Ace Of Spades”. Eso sí, intercalados con temas propios como “We Are The Bastards”, “Get On Your Knees” o “Dark Days”. Pues no, no son ningún tributo a Motörhead sino que tienen su propia música. Evidentemente, ésta bebe de su obvia influencia, pero también han heredado esa actitud macarra y rockandrollera. El Desert Stage estaba repleto de gente empapada pasándoselo bien, sin dar importancia a nada más que la música, la diversión y el hecho de tener delante a un músico de la talla de Phil Campbell dando una buena lección de rock.

Phil Campbell and the Bastard Sons (Foto: Iria López)

Uno de los pesos pesados de nuestra escena nacional protagonizó uno de los últimos directos de esta edición del festival gallego. Angelus Apatrida son viejos conocidos entre los mejores escenarios de la escena festivalera europea, y regresan a casa por todo lo alto con su característica brutalidad. La banda sorprendió a sus aficionados en 2021 con la publicación de su álbum homónimo, que se suma a una amplia y bien recibida discografía. Después de más de 20 años de experiencia sobre las tablas, Angelus Apatrida ya son referentes de la escena de thrash nacional, un directo obligado para los fans del género pese a las circunstancias meteorológicas. El buen estado de forma de la banda se apreciaba desde la brutalidad de la primera canción y durante todo el set.

A pesar de que se encontraban en plena gira y ya habían pasado por varios festivales recientemente, se dejaron la piel sobre las tablas del Ritual Stage con su thrash atronador. Sus fieles se contagiaron de esa energía y pudieron ver uno de los mejores shows de thrash del festival -y de la escena nacional-. Ante un Ritual abarrotado, lograron crear uno de los mayores mosh que se vio ante el escenario. A pesar de que el directo fue brutalmente atronador, recibió un final agridulce, ya que cortaron el sonido de la última canción del set para dar paso a la próxima banda, ya que se pasaron un par de minutos del tiempo. Fue una forma desagradable de finalizar el show, y el respetable dio todo su apoyo a la banda ante esta situación. Pese a todo, el recuerdo que les quedaba a los asistentes fue el de toda una demostración de thrash metal y un cariño absoluto hacia la banda.

La evolución de Bring Me The Horizon desde sus inicios hasta la actualidad es mayúscula. Desde la salida de aquellos discos puramente deathcore, hasta la mezcla de metalcore, electrónica y pop que se puede encontrar en los más recientes. La banda de Oli Sykes nunca ha tenido miedo de incluir matices nuevos en cada nueva composición y ello los ha confirmado como uno de los grandes innovadores de la música metal en los últimos años. Esta vez aterrizaban en Viveiro como grandes cabezas del día -después de la caída de Korn- con un EP con cierta vuelta a las raíces, pero no sin darle otra vuelta de tuerca a todo su sonido. ‘Post Human: Survival Horror’ los volvió a situar en el radar de los que tachaban de comercial y vendidos sus discos previos. Con todo ello, la capacidad actual de convocatoria del quinteto de Sheffield está al nivel de muchos grandes clásicos; y su puesta escena también. Un main stage abarrotado recibió con los brazos abiertos un “Can You Feel My Heart” que gracias a un viral de TikTok se ha vuelto incluso más famosa de lo que ya era previamente. En cinco minutos el ambiente ya estaba totalmente caldeado.

Bring Me The Horizon (Foto: Iria López)

El deletreo inicial de “Happy Song” advirtió de la llegada de uno de los hits de ese disco exitoso que fue ‘That’s The Spirit’. Unas bailarinas ‘cibernéticas’ eran las encargadas de ambientar la interpretación, mientras que un Sykes sonriente arengaba a las masas para el primer mosh pit de la noche. La primera de la nueva era vino de la mano de la adictiva “Teardrops”. Sin duda las nuevas composiciones son carne de directo, con todos esos cambios de ritmo e intensidad. La thrasher “Dear Diary” o “Parasite Eve”, con un breakdown que destrozó todo a su paso, fueron de las siguientes en caer.

Bring Me The Horizon (Foto: Iria López)

“Shadow Moses” siempre es recibida con los brazos abiertos y fue la responsable de los mayores headbangings del concierto, aunque no menos adrenalina se vivió durante “Kingslayer”, uno de los buques insignia de ‘Post Human’. “Die4u” puso el toque más pop a la recta final, y en “Drown” Oli Sykes decidió bajar al foso a cantar más cerca de sus fans acérrimos. El coro de “Obey” volvió a exprimir al máximo la garganta del cantante a la par que pedia el último gran mosh pit de la noche. «Follow You» en su versión acústica puso el momento intimista mientras“Throne”, el gran hit de Bring Me The Horizon, puso a todo el mundo a cantar para un broche de oro grandioso. Uno de los conciertos del festival.

Bring Me The Horizon (Foto: Iria López)

Las circunstancias de esta edición dieron muchos vuelcos y la organización se enfrentó a retos titánicos. Los que pagaron finalmente las consecuencias fueron los asistentes, con incontables cambios de horario, cancelaciones de última hora y condiciones mejorables en algunas áreas de descanso. La caída de Korn fue el último bache, la gota que colmó el vaso de las dificultades vividas en esta edición. La espera por la pandemia provocó más expectativas que nunca, pero la organización se enfrentó a su edición más difícil y las consecuencias fueron notables -en parte las actuales también, y es que entre los artistas con covid y vuelos cancelados/modificados, todo ha sido muy difícil-, algo que se puede aplicar al resto de festivales de este verano.

Resurrection Fest 2022 (Foto:Zoe Lilith)

Texto: Olga Vidal, Jano Carbia, María Gutiérrez e Iria López | Fotos: Paco García, Iria López, Zoe Lilith y Aitor Chaparro

Promotor:Bring The Noise

Día:2022-07-03

Sala:Campos de Fútbol de Celeiro

Ciudad:Viveiro

Puntuación:6