Resurrection Fest 2021: intimidad e intensidad en el primer festival pandémico
Una edición atípica pero necesaria para los más acérrimos. Un salvavidas ante la tempestad que ha generado el coronavirus. El Resurrection Fest regresó para atisbar un rayo de luz en nuestro país para todos los seguidores que anhelan volver a ver conciertos de bandas internacionales.
Por supuesto, el ver a bandas como Kreator, While She Sleeps, Destruction o Crisix desde la silla siempre se hará raro cuando se produzca, pero la falta de esa sensación de estar de festival compensa -aunque sea con dichas medidas tomadas para cumplir las normativas comunitarias de salud y seguridad- las ganas de los aficionados de volver a vivir música en directo.
Que después de un año y medio hayan regresado a España merced a este Resurrection Fest 2021 Edición Limitada artistas como los que estuvieron en Galicia a lo largo del fin de semana es un soplo de aire fresco para toda esa gente que echa de menos la adrenalina, energía y emoción de un festival. A pesar de que la producción ha reducido su tamaño de forma considerable (despliegue de recursos visuales, personal y demás), «la experiencia Resu» se ha podido efectuar -solo que de una manera diferente-. A continuación un resumen de cómo ha sido este Resurrection Fest tan distinto a lo que estamos acostumbrados:
Jueves 26 de agosto
Aphonnic: Himnos de metal gallego
Los vigueses Aphonnic fueron los encargados de dar el pistoletazo de salida a la edición más peculiar del Resurrection Fest 2021. Cuando Chechu y los suyos ocuparon el escenario con total puntualidad según los horarios previstos, gran parte de los asientos y mesas todavía estaban sin ocupar, lo que provocó que durante los primeros instantes tanto la banda como el público se sintiera un poco descolocada. Nada que no pudiera solucionar una actitud intachable y un sonido espectacular.
Con el logo de su último disco como lona, el cuarteto desgranó lo más destacado de ese ‘La Reina’ (2020), como “KaleboRock&Roll” o “En Globo”, que por desgracia todavía no tuvieron la oportunidad de presentar por lo ancho y largo de la península, ya que fue lanzado dos meses antes de que toda la música en vivo se frenara en seco. No faltaron tampoco himnos previos como “Ombligos” o “Mi Capitán.
Viva Belgrado y las melodías más punzantes
Tras el paso de los de Vigo, llegó el momento de dar paso a las punzantes letras de Viva Belgrado. Al inicio del bolo comenzaron con problemas técnicos, los platos de la batería, la caja y la voz eran imperceptibles; pero los cordobeses fueron recuperando el tipo a medida que avanzaba la actuación. Una vez más llamaba la atención su puesta en escena: la mayoría de veces actúan de espaldas a su público y formando un corro, declarando en más de una entrevista que con ello pretenden alcanzar una catarsis emocional.
Viva Belgrado llevaban ya cinco años sin pisar un escenario del Resurrection Fest, y entre el público se notaba la emoción de poder volver a sentir sus melodías en el pueblo de Viveiro. El repertorio no dejó indiferente a nadie, ya que comenzaron con “Una Soga” de su último álbum ‘Bellavista’, e incluso canciones como “De Carne y Flor” del álbum ‘Flores, Carne’ o “Apaga la Llum” del disco ‘Ulises’ se clavaron en los corazones del público. Y es que la poesía oculta en las canciones de los de Córdoba, aunque se incorporasen de última hora al cartel, jamás defrauda.
Dos “balas” y mucho que decir
Saltaban al escenario las gallegas Bala. El dúo conformado por Anxela (vocalista y guitarra) y Violeta (vocalista y batería) venía dispuesto a seguir caldeando el ambiente con su grunge reivindicativo. Lo más destacable de su actuación fue sin duda la seguridad y potencia que consiguen transmitir entre ambas, ya que juntas, pese a ser solo dos, tienen mucha más contundencia que bandas más numerosas. Su música de letras revolucionarias y su actitud encima del escenario son una gran prueba de todo lo que son capaces de hacer las mujeres dentro del metal.
El gran protagonista de su bolo fue su último trabajo, ‘Maleza’, del cual tocaron temas como “X”, “Agitar” o “Bessie”. Sus letras son un claro mensaje a la sociedad, reflejando valores feministas y antirracistas de una forma totalmente rompedora. Prueba de ello es “Bessie”, que, como explicaron, narra la historia de una mujer afroamericana que viaja por EE.UU en moto pese a las críticas por su color de piel. O por ejemplo “X”, trata sobre el amor libre y con diversidad. Su música no es solo para disfrutarla, sino que además da gran cabida a la reflexión gracias al cuidado de las letras.
No hay sillas que paren a Angelus Apatrida
Uno de los grandes representantes del thrash actual, Angelus Apatrida, pisaba tierras viveirenses otra edición más, con lo que se convierte en uno de los reclamos habituales del Resurrection casi año tras año. Pero lejos de ser un hándicap negativo, se puede entender como la confirmación de que disco tras disco siguen subiendo peldaños y ganando nuevos fans que quieren verlos encima de las tablas por primera vez.
Es verdad que durante su primera “Indoctrinate” –uno de los grandes singles de su más reciente álbum homónimo- la ecualización todavía dejaba mucho que desear, y las guitarras de Davish y Guillermo se perdían en un mar de graves. Y mientras todo se ponía a punto en la mesa de sonido, los cuatro jinetes de Albacete siguieron dando una masterclass de cómo tocar sus respectivos instrumentos.
El punto de inflexión fue la clásica, y siempre bien recibida, “Vomitive”. Brazos en alto y mucho headbanging suplieron los circles pits y los mosh de antaño, con esa sensación amarga de no poder levantarte de tu silla en plena explosión de júbilo metalero. Si en otros estilos la nueva versión de conciertos se puede sobrellevar de buena manera, en los shows de thrash la cosa se torna complicada, aunque siempre disfrutable.
Con más de una hora como tiempo disponible, el setlist fue prácticamente el de un concierto de sala, por lo que pudimos disfrutar de canciones menos habituales en los últimos tiempos, como el primer hit de la formación, ‘Versus The World’, o el tema que dio nombre a su tercer largo: “Clockwork”. Cuando ya todo estaba teñido de oscuridad (“la hora buena para tocar, empiezas de día y acabas de noche, como los Maiden”, recalcó Guillermo) desgranaron sus grandes ases en la manga, acabando con unas “Sharpen de Guillotine” y la ya clásica “You Are Next” grandiosas.
Kreator retorna y se confirma como rey del thrash europeo
Ya se echaba en falta en el Resu una nueva aparición de Mille Petrozza y compañía. Desde la ya lejana edición de 2014 no se veía a la banda germana en uno de sus carteles, y esta vez retornaban de principales cabezas de cartel, no solo de su día, sino de todo el festival. Esto garantizaba el mayor de los cuidados tanto en su producción escénica como en el sonido.
El público comenzó a rugir cuando se empezó a escuchar su mítica intro “The Patriarch”, a la que siempre sigue el himno “Violent Revolution”. Una manera infalible para caldear los ánimos del respetable desde el primer minuto. Todo siguió la senda de la brutalidad esperada con la descarga de “Extreme Aggression”, la marcial “Phobia” y “Terrible Certainty”. Las campanas daban entrada a su mayor éxito de la última década, la oscura “Satan Is Real”, que ha logrado conectar desde el primer momento con los fans.
Acto seguido, Petrozza hizo su característico speech, en el cual aclamó la vuelta a los escenarios y la satisfacción de ver a todo el público entregado, lo que dio pie a una “Hordes Of Chaos” muy bien recibida, con gran parte de los asistentes llenos de una adrenalina que difícilmente se canalizaba ante la imposibilidad de correr o a saltar.
Una “Hail To The Hordes” ligeramente ralentizada daba paso al último single lanzado por Kreator: “666 – World Divided”, que estuvo muy bien ambientado con grandes llamaradas durante la aclamación del diabólico número en el coro principal. Pasado el ecuador de la actuación, llegó otras de las imprescindibles dentro del repertorio del cuarteto: “Enemy Of God” hizo estallar en ovaciones desde la primera hasta la última fila del recortado recinto.
Aprovechó el frontman para recordar a nuevos héroes caídos, con especial hincapié al que fuera batería de Slipknot, Joey Jordison, antes de presentar su composición más emocional y afectiva, como es “Fallen Brother”. La traca final estuvo marcada por canciones de su primera época, con la guinda de una violenta “Pleasure To Kill” que remató el concierto y dejó dislocados gran parte de los cuellos de los que osaban seguir su ritmo. Nada más acabar, Mille habló con The Metal Circus: ‘Ha sido genial, diferente pero inolvidable’.
Viernes 27 de agosto
Los demonios de Mataró: Bellako
Los catalanes Bellako tuvieron sobre sus hombros la gran responsabilidad de abrir la jornada del viernes. Tras dieciocho meses de inactividad y muchísimas dudas acerca de si se habían disuelto o no, la banda vino dispuesta a cargar al público de esa energía que los caracteriza. Teniendo en cuenta el gran letargo que han llevado a cabo, los grandes protagonistas de su setlist fue su disco “Demonios”, aunque los muchachos trajeron como novedad su último tema lanzado recientemente, ‘Verte Arder’.
Aunque esta canción siga la línea del hardcore es bastante novedoso y pudimos disfrutar de un registro novedoso en Rober, menos rasgado y más rapeado. Lo cierto es que en general Rober ha progresado favorablemente y supo transmitir mejor que nunca la agresividad intrínseca de los temas de Bellako.
Xavi, Ricard, Roy y Arnau no se quedaron atrás; se notaba que una pandemia no ha podido con ellos y que han seguido trabajando a falta de directos. Temas más clásicos como “Humo”, “Pollos Radiactivos” o “Siglo XXI” fueron los grandes protagonistas, mensajes cargados de odio y crítica social que se hacían difíciles de acompañar en condiciones debido a las restricciones sanitarias siempre vigentes a lo largo de esta edición especial del Resurrection Fest.
Thrash y pizza con Crisix
Compañeros de escenario y de tierras llegaron los aclamados Crisix. Sus conciertos siempre son sinónimo de fiesta, normalmente el público forma parte del escenario; y aunque en esta ocasión no hubo oportunidad de llevar esto a cabo, los grsndes del thrash se encargarían de compensarlo con creces. Juli dio paso a la actuación con la energía y el buen talante que lo caracteriza. Comenzaron a sonar los acordes de “Leech Breader” del aclamado ‘Against The Odds’.
Javi a la batería brilló más que nunca, recordemos que además Crisix nos acompañaron también en la edición del 2019, donde tuvo que ser sustituido por Arnau (Bellako). B.B Plaza y Albert Requena es cierto que actuaron un poco descompensados en cuanto a volumen, pero eso no quita que tocasen de manera impecable. Lo cierto es que la banda en conjunto se entiende muy bien encima del escenario y existe una perfecta armonía.
Ellos también tenían novedades que mostrar. Su próximo álbum ‘Pizza EP’ fue el plato fuerte de la actuación. Juli sorprendió al público entrando en moto al escenario vestido de repartidor, haciendo referencia al haber trabajado de ellos. No hay que olvidar que poco después de la pandemia Crisix dedicó un tema al festival gallego: ‘This Is Resurrection Fest’. Claramente este se convirtió en el himno de la segunda jornada del festival, representando fidedignamente a nivel compositivo y de actitud lo que se siente en cuanto pasas por las puertas del recinto.
The Ocean: conectados con la tierra
Después de una buena dosis de hardcore y thrash, respectivamente, llegaba el momento de la calma con The Ocean Collective y su metal progresivo. Comenzaron con un poco de retraso, debido una vez más a problemas técnicos que hemos de decir que estuvieron muy presentes a lo largo del festival. Tras veinte minutos de espera, llegó el momento de que los alemanes presentasen su último trabajo: ‘Phanerozoic II: Mesozoic | Cenozoic; donde continúan hablando de la gran temática de su discografía: la Tierra y sus diferentes fases.
A nivel musical ejecutaron una actuación impecable, abriendo su bolo con ‘Triassic’ y continuando con otras canciones como ‘Mesopelagic: Into The Uncanny’ o ‘Miocene | Pliocene’ fueron de los grupos que estuvieron mejor sonorizados. En ciertos momentos de la actuación pudimos trasladarnos a ediciones anteriores del festival, ya que los Resukids hicieron su presencia en la actuación de los de Berlín.
Cada nota y acorde estaba estudiada a la perfección, en lo que se refiere a técnica instrumental y vocal la banda va bastante por delante de otros grupos del género. Aunque quizá este grupo fue de los más aburridos de cara al público, ya que la música incitaba a relajarse y la falta de movimiento encima del escenario la verdad que tampoco es que motivase demasiado a la audiencia.
Jinjer: no hay techo para los ucranianos
Pocas bandas de metal progresivo han logrado crear tanto hype y conseguir semejante número de fans en tan poco tiempo. El caso de los ucranianos Jinjer es poco común y por ende lo hace todavía más interesante. Pero su fórmula del éxito se ha basado principalmente en cuatro pilares: las giras infinitas para presentar su material en cualquier punto del globo, la calidad técnica de sus músicos, la voz espectacular de Tatiana Shmaylyuk y unas composiciones que beben de tantas influencias como puedas imaginar.
Si en su anterior visita al Resurrection Fest, en 2018, todavía se los calificaba como banda novel o emergente, este 2021 han llegado ya consolidados y como principal reclamo para una buena parte de los asistentes de la jornada del viernes. Todavía con la luz del sol como protagonista, salieron a escena Tatiana, Eugene, Roman y Vladislav para poner el recinto patas arriba con la magnífica “On The Top”, de su por ahora último disco –aunque solo hasta el próximo 27 de Agosto, cuando saldrá ‘Wallflowers’.
Con la vocalista como pieza fundamental de su puesta escénica, sacaron a relucir todo su arsenal de técnicas en sus respectivos instrumentos, con la interpretación de canciones que todos querían oír, como “Pit Of Consciousness”, “I Speak Astronomy” o la genial “Judgement (& Punishment), con esas estrofas herederas del mejor reggae de Jamaica.
Estrenaron “Wallflowers”, para sorpresa del respetable, que se sumaron a los singles ya conocidos previamente (“Mediator” y “Vortex”, con la que acabaron su concierto), que fueron recibidos como clásicos, lo que muestra la gana de nuevo material de sus seguidores, aun cuando han lanzado nada menos que tres discos y un un EP en tan solo cinco años, cantidad nada común en estos tiempos. No hay duda de que dejaron a sus fanáticos con una sonrisa en la cara.
Cierre festivo con Eluveitie
Los grandes headliners del día eran Eluveitie y su folk metal llegado desde Suiza. Serían un rara avis dentro del cartel de esta edición del festival, al incluir mandolinas, zanfonas o gaitas como contrapunto al thrash metal o metalcore, que eran los grandes protagonistas del line up. Con menos tiempo de parón entre banda y banda, debido al ya nombrado retraso de The Ocean, no tardaron los integrantes de Eluveitie en salir con “Ategnatos”, “King” y la archiconocida “The Call Of The Mountains”.
Conocida la dificultad para ecualizar grupos con tantos instrumentos encima del escenario, es de obligada mención el hecho de que esta vez los 9 componentes tenían un sonido excelente que permitía distinguir voces, instrumentos de cuerda y viento, batería y guitarras de manera eficiente. Nada que ver con su anterior aparición en este festival, que quedó en la memoria de los asistentes como un show muy pobre.
Esta vez los cabezas de cartel no pusieron en marcha la pirotecnia usada por Kreator la jornada anterior, pero eso no restó espectacularidad, ya que el juego de luces acompañaba magistralmente los siguientes cortes en caer, desde las pegadizas “A Rose For Epona” o “Ambiramus”, hasta la –probablemente- mejor canción de corte pesado de su catálogo: “Havoc”.
Antes de poner punto y final a su concierto y a la jornada de viernes, la cantante Fabienne Erni hizo una demostración a capella de que nada tiene que envidiar a la anterior Anna Murphy, pese a que esta última todavía esté en el recuerdo de gran parte de sus fans. El cuarteto final era un póker seguro para dejar el listón por todo lo alto: “Thousandfold”, “Helvetios”, “Rebirth” e “Inis Mona” acabaron con la poca voz que le quedaba a algunos entre el público.
Sábado 28 de agosto
True Mountains: los representantes del punk rock
La segunda banda gallega de este 2021 era True Mountains, aunque poco tienen que ver con los vigueses Aphonnic, ya que la banda de Iván Pérez presentó canciones de un estilo cercano al punk rock californiano, un estilo del que hacen gala en sus directos en formato eléctrico. En sus inicios tanto discos como conciertos se nutrían de elementos acústicos como el contrabajo.
El show acercó los estribillos coreables y las guitarras herederas de Green Day al recinto, con canciones en inglés como “Electroshocking» u otras en su idioma natal, el gallego, como el homenaje el programa infantil -que marcó a toda la generación de finales de los ’80 y principios de los ’90- de la Televisión de Galicia, Xabarin Club. Una buena manera de abrir la tarde del sábado.
Tres años después, Teksuo más fuertes que nunca
Después de tres años sin cruzar las puertas del recinto, era el turno de los asturianos Teksuo. A nivel nacional quizá la banda encabezada por Diego fuese de las más esperadas por volver a ver en el Resurrection Fest 2021 Limited Edition. Fue la gran oportunidad de Teksuo de presentar su último redondo ‘Endless’ en un gran formato. Tras dejar el listón muy alto con ‘Nure Onna’, los de Asturias tenían un gran compromiso con su público para no bajar el listón de ese metalcore tan cuidado y delicado que los caracteriza.
Escuchar a Diego comenzar con “Forever Endless” es una buena manera de prepararse para todo lo que la banda tendría que ofrecer después. Se ha demostrado con creces que Diego tiene un gran repertorio de registros a nivel vocal, dando siempre un poco más de sí mismo. En temas como “Scars” o “Finally Free” los grandes protagonistas son los guitarras y el bajo, que consiguen construir melodías brutales pero emotivas al son de una batería perfectamente pensada y estudiada. Se han convertido en una de las grandes promesas del panorama y en uno de los favoritos del festival.
Rap, metalcore y empatía con Landmvrks
El sábado el metalcore fue el gran protagonista del día. Los franceses Landmvrks volvían después de más de dos años a España y fueron el plato fuerte para el público más joven. Un enérgico Flo saltaba al escenario dispuesto a hacer vibrar todo Viveiro, y la verdad que son todo un soplo de aire fresco en cuanto a metalcore se refiere. La capacidad de Flo de rapear e intercalar unos guturales tan profundos y conseguir que todo quede integrado es uno de los grandes motivos para seguir a esta banda.
Vinieron presentando su nuevo trabajo ‘Lost In The Waves’, del cual quizá los temas más representativos en las actuaciones fueron “Lost In A Wave” u “Overrated”. Demostraron una gran empatía con su público, ya que en repetidas veces se bajaron del escenario para poder acercarles la fiesta a los asistentes, e incluso sacaron sillas al escenario y poder por un momento ponerse en el lugar del público y saber lo que es vivir los festivales mediante la nueva normalidad.
Su disco ‘Fantasy’ también estuvo presente mediante temas como “Wake Up Call” o “The Worst Of You And Me”. La verdad que ya los había visto anteriormente en Vitoria y la fiesta que montaron por aquel entonces no tuvo nada que envidiar a la que liaron en Viveiro durante esta edición limitada del Resurrection Fest. Fue una lástima que acabaran con problemas técnicos, seguramente debido a la saturación de la mesa de sonido, provocando que los franceses tocasen un último tema con bastante dificultad.
Unos Destruction fuera de su hábitat
El último representante de thrash metal y segundo del big 4 alemán, Destruction, se presentaba delante de un público que no era precisamente el suyo, ya que el día estaba marcado por los sonidos más modernos de grupos como Landmvrks y While She Sleeps. El concierto servía de presentación del nuevo guitarrista, Martin Furia, ante la desbandada este año del miembro clásico Mark Sifringer.
Pese a las dificultades a priori para satisfacer al respetable, Schiemer y los suyos salieron con todo para intentar remontar lo que parecía un resultado adverso. Aunque el sonido no puso de su parte y canciones como “Curse Of Gods» y “Nailed To The Cross» sonaron envueltas en una bola de sonido que hacía más que desmerecer mucho su propuesta.
Lo que vendría después no hacía más que reafirmar lo inevitable: Destruction solamente convenció a su parroquia, mientras el resto del respetable simplemente dejaba pasar el tiempo. Tuvieron tiempo para desgranar canciones de su etapa primigenia como “Mad Butcher» o “Bestial Invasion», clásicos del último siglo como “Thrash ‘Til Death” o novedades como “Born To Perish”. No fue el mejor concierto de los germanos.
While She Sleeps: Intenso pero demasiado breve
Una de las grandes bandas del metalcore británico retornaba para presentar su último ‘Sleeps Society’, un disco menos accesible que sus dos anteriores trabajos, pero cargado de la energía y la innovación que el quinteto imprime a todo y cada uno de su nuevo material. Las ganas de ver el nuevo estado vocal de ‘Loz’ Taylor después de su última operación daban un plus de interés al concierto que cerraba el Resurrection Fest.
Pero como en la edición de 2019, un miembro del quinteto no pudo estar encima de las tablas. En este caso se trató de Sean Long, guitarrista principal del grupo, que por un percance familiar de última hora tuvo que volver de urgencia a su Reino Unido natal. Pese a ello, el resto del grupo quiso seguir adelante con el recital ya que ‘la banda ama a España y quiere que disfrutéis de su concierto’.
El ambiente se caldeó desde el minuto uno con la salida en tromba que supuso “Sleeps Society”, “Antisocial” y una “Guilty Party” que hizo enloquecer a gran parte del público con sus guitarras majestuosas y una fuerza descomunal. En este punto ya se podía apreciar que ciertos arreglos salidos de la guitarra de Sean, que son la base del sonido While She Sleeps, faltaban, lo que dejaba un pequeño vacío y una sensación de que algo no sonaba como habitualmente.
Una buena cantidad de gente agarrada a la mesa como única opción para no empezar botar se hizo todavía más palpable en las ya clásicas “You Are We” y “Four Walls”, donde definitivamente se comprobó que Taylor ha mejorado notablemente su técnica gutural en estos últimos años. “Brainwashed” dio paso a “Silence Speaks”, donde la figura de Oli Sykes fue reemplazada por un Florent Salfati (Landmvrks) que bordó la parte.
Y, pese a que se anunció un concierto de hora y media de duración, nada más finiquitar las recientes “Nervous” y “Systematic” todo llegó a su fin, ante la estupefacción de los fans, que no entendían el recorte de casi veinte minutos producido. Más tarde, el festival aclararía que a raíz de la marcha inesperada de Sean, el grupo tuviera que acortar el repertorio inicialmente previsto. Las maldiciones de While She Sleeps en Viveiro. Eso sí, intachable el comportamiento de no cancelar en el último momento. Que vuelvan cuanto antes.
Texto: Jano Carbia y María Gutiérrez | Fotos: Iria López, Daniel Cruz y José Antonio Fernández
Promotor:Bring The Noise
Sala:Campo de fútbol de Celeiro
Ciudad:Viveiro
Puntuación:7
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