Powerwolf: La misa del metal en Madrid
Powerwolf volvieron a España en su “The Sacrament Of Sins Tour” tras pasar en verano por el Leyendas del Rock, ésta vez acompañados por dos jóvenes bandas que están teniendo una gran proyección, los alemanes Kissin’ Dynamite y los suecos Amaranthe. Tres bandas del siglo XXI abanderadas del “nuevo metal clásico”.
Los alemanes Powerwolf visitaron de nuevo nuestro país para presentarnos su último trabajo, ‘The Sacrament Of Sins’. En esta ocasión las ciudades elegidas fueron Madrid y Barcelona, y las bandas elegidas para acompañarlos Kissin’ Dynamite y Amaranthe. Powerwolf llevan rugiendo desde 2003 y cuentan ya con siete discos a sus espaldas. Son una banda cada vez más apreciada en los festivales y que empieza a tener una buena manada de seguidores que poco a poco va llenando salas concierto tras concierto.
Su power metal con toques eclesiásticos y operísticos, directo y coreable, es un claro ejemplo de cómo se pueden reinventar las viejas fórmulas que tanto éxito aportaron a Helloween, Blind Guardian u otros representantes del power metal alemán. Un sonido fresco a la vez que clásico y un frontman siempre en contacto con el público son el secreto del éxito de estos hombres lobo.
Tiembla, Axl Rose
Comandados por Hannes Braun, el que fuera una estrella infantil versionando entre otros a Guns’n Roses, Kissin’ Dynamite llevan en activo desde 2007, habiendo lanzado al mercado seis álbumes. Su sonido, así como su apariencia, está muy ligado al de las bandas de glam ochenteras, con melodías sencillas y pegadizas y una voz aguda y con ese toquecito rasgado que suena de maravilla.
La banda no suele girar por España, lo que hizo que se formara una enorme cola para entrar y que algunos nos perdiéramos las primeras canciones. Lo positivo fue que el público estaba muy motivado desde el principio del concierto. Además el sonido era muy bueno y la voz de Hannes sonaba genial. Cantaron temas nuevos como “Waging War” o “You’re Not Alone”, en la que un público entregado movía las manos de un lado a otro al ritmo de la música. También sonaron clásicos de la banda como “Love Me, Hate Me”, “I Will Be King”, en la que Hannes apareció con capa y cetro simulando ser un rey. Terminaron el show con “Flying Colours” que sonó estupendamente, con el público coreando y entregadísimo. Satisfechos pero con ganas de más, el público celebró la noticia de que la banda volverá a nuestro país en octubre de este año, esta vez como cabezas de cartel.
Enamorados de Elize Ryd (Amaranthe)
La banda Amaranthe tiene un nombre propio, y ese es el de Elize Ryd, ya que la cantante sueca es alma e imagen de la banda. Tanto Elize como los músicos de la banda llevan juntos desde 2008, año en el que comenzaron sus andaduras. Por el camino se quedó el fundador Jake E, que abandonó la banda en 2017, así como Andreas Solveström que fue el encargado de los guturales hasta 2013. Es difícil etiquetar el sonido de la banda, ya que tienen influencias tan variadas como el death metal melódico o la música electrónica, pero lo que está claro es que tienen canciones muy pegadizas y que sus actuaciones son directas y divertidas, toda una fiesta.
El show arrancó con “Maximize”, que quedó un poco deslucida por problemas de sonido, sobre todo en las voces guturales y las de Elize que apenas se escuchaban. Estos problemas les acompañaron durante gran parte del concierto, sonando mucho más fuerte la música que las voces. Las siguientes en sonar fueron “Digital World” y “365”, primera canción del último trabajo de la banda.
A estas alturas el sonido empezó a mejorar, lo cual nos permitió disfrutar de los siguientes tres temas, verdaderos pesos pesados de Amaranthe. “1.000.000 Lightyears” y “Hunger” pusieron La Riviera patas arriba con un sonido atronador, para dar paso a la canción estrella de la banda, “Amaranthine”, una canción lenta en la cual Elize se lució y dónde Nils Molin, vocalista de Dynazty, intentó hacerlo lo mejor posible en las partes de Jake E, pero la diferencia entre ambos cantantes es muy grande.
Tras la calma volvió la tormenta, esta vez de la mano de Henrik Englund y sus guturales en la canción “GG6”, canción que hizo retumbar la sala y en la que Elize se asomaba para dar un poco de dulzura en los estribillos. “Helix”, canción que da título a su último trabajo, fue la siguiente en sonar. “Drop Dead Cynical” ponía final a esta primera parte del concierto donde una vez más Elize bailaba y se movía de un lado para otro, haciendo corazones con la mano constantemente al público.
Durante la pausa el bajista Johan Andreassen fue el encargado de animar al público, dando paso a las dos últimas canciones de la noche, “Call Out My Name” y “The Nexus”. Un gran concierto, con un setlist muy variado y bien seleccionado, que un mal sonido no nos dejó disfrutar plenamente.
Misa de nueve con los lobos
Mientras hacían el cambio entre bandas comenzaron a montar toda la escenografía de Powewolf, y madre mía lo que montaron… batería y teclados en lo alto a cada lado de una escalera, la portada del disco de fondo y un montón de adornos que hacían parecer que La Riviera se había convertido en un cementerio. Se les quedaba pequeño el escenario.
El primer zarpazo de la noche lo dieron con “Fire and Forgive”, canción de su último trabajo y en la cual Attila Dorn hizo gala de su poderosa voz. Sin tiempo para descansar arrancó “Army of the Night” donde el público enloqueció gritando a pleno pulmón. Antes de la siguiente canción Attila sacó un incensario al escenario y empezó a agitarlo, así que la siguiente no podía ser otra que “Incense & Iron”, también del último trabajo de la banda, el cual al escucharlo la primera vez me dejó un poco frío, pero que en directo funciona de maravilla. Como de maravilla funcionó el clásico “Amen & Attack” donde el vozarrón de tenor de Attila sonó atronador y donde Falk Maria aprovechó para bajar al frente del escenario a animar al público.
Tras esta canción aparecieron dos monjes encapuchados con palos en llamas para encender dos braseros que había al frente del escenario, así como varios fuegos por las escaleras que subían por el escenario. Con todas las llamas encendidas la banda tocó “Let There Be Night” con Attila una vez más cantando de maravilla y donde los teclados de Falk Maria sonaron un poco demasiado altos para mi gusto. Pero aun así una delicia de canción.
Momento para el primer jueguecito de la noche, donde Attila y Falk Maria nos enseñan a corear el estribillo de la siguiente canción “Demons Are a Girl’s Best Friend”, otra de las que suenan mucho mejor en directo que en disco, gracias a esos coros tan pegadizos. Para la siguiente canción, “Killers With the Cross”, Attila nos enseña a hacer una cruz con las manos, gesto que todo metalero conoce del “Warriors Of The World” de Manowar. Para acompañar esta canción sacaron una cruz hecha con luces que colocaron en la parte trasera del escenario, creando un efecto muy bonito. Una canción que sin haber sido de los singles de este último disco sonó realmente bien y que al público le encantó.
Lobos, vampiros y buena música
Momento para el segundo jueguecito de la noche, en el cual Attila quería enseñarnos a corear el estribillo de la siguiente canción, “Armata Strigoi”, pero el público era veterano en conciertos de Powerwolf y encadenaron las cuatro partes del estribillo a la primera, para sorpresa de Attila y regocijo de Falk Maria, el cual no paraba de saltar y burlarse de Attila, como si fuera un pequeño duendecillo. Durante la canción pide que canten solo las mujeres, pero como siempre hay gente que se equivoca con eso, Attila los fue señalando para decirles “You are not a girl”.
Antes de llegar a uno de los momentos más memorables de la noche la banda tuvo tiempo de hacernos saltar una vez más con “Blessed & Possessed”, en la que Falk Maria sacó una bandera con el logo del grupo. De nuevo aparecieron los monjes para sacar un piano con llamas en la parte superior. Falk Maria bajó desde sus teclados para ponerse a tocar al frente del escenario. La canción interpretada fue “Where the Wild Wolves Have Gone”, una balada muy bonita que servía como punto de inflexión después de tanta caña. Al final de la canción unos cañones colocados a los laterales del escenario comenzaron a arrojar espuma, creando un efecto nieve que hicieron que a más de uno se les escapase una lagrimilla. Sin duda el momentazo de la noche.
Y después de ese momento emotivo, nada mejor que una serie de temazos para volver a poner al público en pie. El primero de ellos fue “Resurrection By Erection”, seguido de “Stossgebet”, canción que comenzó con unos rezos y en la que volvieron a sacar la cruz con luces. La siguiente en sonar fue “All We Need Is Blood” y para no cambiar de temática fue encadenada con “We Drink Your Blood”, en la que Attila apareció con un cáliz para beber nuestra sangre.
Finales y falsos finales
Y llegó el momento de la despedida, Attila ceremonió la misa del metal y empezaron a tocar “Lupus Dei”, canción con la que la banda suele terminar sus shows. Personalmente nunca me ha gustado y me parece una auténtica bajona, pero al menos esta vez no era el verdadero final. Tras la «paradinha» la banda arrancó con verdadera artillería pesada, “Sanctified With Dynamite”, donde Attila y Falk Maria continuaban animando a todos los presentes. Tras hacer gritar al público como si estuvieran locos comenzó la penúltima canción de la noche, “Coleus Sanctus”, otro temazo que hizo las delicias de todos los asistentes. Y para finalizar el concierto la canción elegida fue “Werewolves of Armenia”, con sus famosos gritos uh ah durante gran parte de la canción.
Y de esta manera se puso fin a una tarde repleta de buena música, con tres bandas jóvenes y que están ganando peso en la escena del metal, sobre todo Powerwolf, un grupo que sabe sacar lo mejor de sí mismos en sus directos, haciendo que canciones que de primeras no parecen gran cosas se conviertan en verdaderos himnos. Quiero destacar también la actitud de los dos guitarristas de Powerwolf, los hermanos Greywolf, fundadores y alma del grupo pero que han sabido adoptar un papel secundario en los escenarios, limitándose a tocar sus instrumentos y a hacer algún guiño ocasional al público, dejando que la atención recaiga sobre el teclista y sobre todo el cantante, demostrando que el bien del grupo está por encima de egos personales.
Como nota negativa diría que me hubiera gustado una colaboración con las dos bandas anteriores en algún tema del concierto, ya que ambas han participado en el último trabajo de Powerwolf versionando canciones de estos. Pero a pesar de ello el concierto fue impecable y creo que todos los asistentes se marcharon contentos y satisfechos a casa. Al fin y al cabo, para eso va uno a misa.
Texto: Rubén Macías | Fotos: Javier Bragado
Promotor:Madness Live
Día:2019-01-13
Hora:17:30
Sala:La Riviera
Ciudad:Madrid
Teloneros:Amaranthe, Kissin' Dynamite
Puntuación:9
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