Parkway Drive: el mejor directo moderno, en Bruselas
Sí, en la industria de la música rock y metal quienes venden más entradas son esas bandas que llevan décadas y décadas siendo las más importantes en lo suyo. Eso no quita que esos grupos poco a poco vayan a desaparecer por la evolución natural de las bandas y de la rueda de la vida, lo que hará que, aunque no sea al mismo nivel de popularidad y rendimientos económicos, otros artistas tengan que coger el testigo. Desde Australia, Parkway Drive lleva unos cuantos años situándose para ser uno de esos elegidos, y con el show que llevan en directo desde 2018, son firmes candidatos para ser considerados como uno de los mejores grupos del mundo.
Desgraciadamente, la gira europea de Parkway Drive junto a Killswitch Engage y Thy Art Is Murder no tuvo tiempo por el calendario de la misma para pasar por España, como nos comentó Winston McCall en la entrevista que publicaremos próximamente, y tras haber estado unos días antes en el concierto de While She Sleeps en Amsterdam (banda cuyo tour tampoco pasó por nuestro país), aprovechamos para acudir a Bruselas, que no queda lejos, y presenciar uno de los conciertos del año.
¿Thy Art Is Murder o entrevista a Parkway Drive?
Una oportunidad como esta hizo que quisiéramos aprovechar para entrevistar a Parkway Drive en Bruselas, pero claro, si debido a los horarios apretados de una velada como esta te coincide el concierto de Thy Art Is Murder con la entrevista a Winston McCall, tuvimos que decantarnos (como creemos que es normal) por la segunda opción, así que el directo de los teloneros australianos no pudimos presenciarlo salvo unos instantes finales.
El sonido no era el mejor, le faltaba contundencia y que estuviera ecualizado de forma más compacta, pero tampoco estaba mal del todo. La banda era la que practicaba un estilo más extremo de la noche, y fue un gran aliciente para abrir el Forest National belga, en el cual tocó nada más 6 canciones, las cuales fueron suficientes para que la música llegase al público de Bruselas y empezase a crear una atmósfera metalera para lo que se venía por delante en un recinto en el que cabían miles de personas y que iba llenándose poco a poco.
Killswitch Engage: de menos a más
La formación estadounidense lleva unos cuantos años sin dejarse caer por España, por lo que esta fecha en Bruselas servía también para volver a ver a uno de esos grupos cuya valoración dentro del estilo metalcore es más positiva por la calidad de su trabajo en estudio a lo largo de los años.
El concierto de Killswitch Engage en Bélgica empezó un poco flojo. No por las canciones, que precisamente eran temazos desde el principio, sino porque el feeling que había con los aficionados no llegaba a tener una conexión en la que los seguidores saltasen desde el inicio de su actuación, sino que había una sensación de distancia entre banda-público que tuvo que arreglarse conforme avanzaban las canciones. Fue algo similar a lo que se pudo presenciar en los conciertos de Lamb Of God en España el pasado noviembre, que no acabó de encender al respetable a lo largo de su directo, solo que Killswitch Engage sí consiguió revertir esta tónica según su setlist avanzaba.
De las 11 canciones que interpretaron, hicieron falta casi la mitad para que la chispa saltase y la gente en el Forest National se viniese arriba, lo que hizo que éxitos como «Strength Of The Mind», «Beyond The Flames» o «My Curse» no se disfrutasen al 100%, pero sí más adelante encontraron ese punto álgido que metió a los presentes dentro de su show y les hizo vibrar, saltar y gozar del concierto para que otros temas como»Hate By Design», «My Last Serenade», «The New Awakening» o «In Due Time», con la que terminaron, dejasen el ambiente bastante caldeado (sin que hubiese ni una llama hasta el momento) para los grandes protagonistas de la noche en Forest.
Los norteamericanos celebraron su vigésimo aniversario al son de «Fuck Trump», como ya hemos visto entre otros grupos, y anunciaron que 2019 será un gran año ya que, además de esto, lanzarán al mercado un nuevo disco de estudio.
No es la banda del futuro, es la del presente
A pesar de llevar la producción completa en esta gira de «arenas», ya que la capacidad de los recintos que están llenando equivale a pabellones allá donde tocan, en este periplo europeo Parkway Drive no se ha traído la batería giratoria, algo que mucha gente tenía ganas de ver después de llevarla el verano pasado. Si a esto se le suman las restricciones que tuvieron en el recinto belga con ciertas cosas referentes al fuego de su actuación, el show de los australianos se vio algo mermado en ese sentido, pero no por ello dejó de ser espectacular. Ni mucho menos.
Ya en el arranque, con la intro previa, hubo petardos en el escenario que asustaron a quienes se encontraban más cerca en las primeras filas, y es que lo que se venía por delante no era moco de pavo. A diferencia de la mayoría de directos, Parkway Drive no salió desde detrás o un lateral del escenario, sino que se hizo un pasillo entre la pista del recinto y a través de ella fueron avanzando los miembros de la banda escoltados por unos miembros de su crew encapuchados como si fueran monjes. Esto estaba planeado en todos los shows de la gira con antorchas en las manos de quienes les acompañaban con sus atuendos que tapaban su identidad, pero esta fue una de las cosas que no se pudo hacer a lo largo del concierto por las restricciones mencionadas.
Los que probablemente son sus dos temas más potentes de ‘Reverence’, último disco lanzado por la formación y por el cual están de gira, «Wishing Wells» y «Prey» (esta última elegida por varios colaboradores de la web como mejor canción de 2018) dieron pie a un atronador directo que desde su comienzo fue frenético y tuvo al público con la actitud al máximo. No paraba de verse a gente volando entre la masa. El crowdsurfing era un no parar, y las cuernos arriba acompañados de saltos no se quedaban atrás.
«Carrion», «Vice Grip» y «Karma» continuaron el show, y antes de empezar esta última, Winston McCall pidió a las aproximadamente 8 000 personas que se encontraban en Bruselas que, como es una canción rápida, a todo el mundo que cayera en el pit se le ayudase inmediatamente a levantarse para que todo el mundo disfrutase sin que hubiera ningún tipo de susto. Buen detalle del vocalista de la banda, una persona muy cercana y maja tanto encima del escenario como de tú a tú.
Luz, fuego, destrucción…
Después de que «Cementery Bloom» sirviera como introducción a «The Void», el espectáculo de Parkway Drive dio una vuelta de tuerca a lo que había sido en las primeras canciones. Las chispas que salían por los lados y que caían desde arriba del escenario fueron el primer aliciente visual que hubo aparte de las luces hasta el momento, y la gran explosión al término de este tema presagiaba que no sería la última y que quedaba mucha tela que cortar.
El público coreó al unísono uno de los éxitos que mejor funcionan para esta labor en el setlist de Parkway Drive, «Idols And Anchors», la cual una vez pasa esa parte inicial de tener al respetable unido es una mina de circle pits, mosh y demás actividades frenéticas entre los seguidores. En la siguiente, «Dedicated», se pudieron ver las primeras llamas sobrevolando las tablas donde se encontraban los músicos, y no pasaban precisamente lejos de ellos. Todo empezaba a adquirir un nivel más y más grande, tanto por la calidad de las canciones de Parkway Drive en directo como por su escenografía.
La concatenación de trallazos como los que habían sonado provocaron que se sobrepasase el ecuador del show sin que apenas nos diésemos cuenta, y es que una de las grandes facetas del grupo australiano es que sabe escoger muy bien canciones directas y que triunfan en directo para sus conciertos de los distintos álbumes de su discografía. «Absolute Power» nos ofreció otra de esas explosiones que hizo asustarse y agacharse a más de uno. De veras, la intensidad de estas era muy alta, «acojonante», nunca mejor dicho.
No todo es pirotecnia
El girito del concierto llegó cuando subieron a las plataformas que se elevaban que se encontraban en el escenario un cuarteto de cuerda formado por tres violines y un violonchelo. Aprovecharon este cambio de tercio (sin perder caña alguna) para tocar «Writings On The Wall» y «Shadow Boxing», tras lo cual abandonaron sus invitadas de cuerda el escenario. Sin embargo, eso no quiso decir que las plataformas dejaran de usarse, todo lo contrario, en «Chronos» se subieron las cuerdas permanentes de la formación, y eso dejó alguna de las imágenes más especiales de la noche.
Las luces se apagaron y, a modo de sorpresa para la mayoría de los presentes, al final de la pista se encendieron los focos para que Winston y la chica que les acompañó recientemente con el violonchelo interpretasen «The Colour Of Living» (que tuvo acompañamiento desde el escenario, pero muy sutil ya que el protagonismo de la balada de la noche corría a cargo de quienes la interpretaron entre el público). El momento más tierno de la noche hizo emocionarse al propio McCall al término del tema, y, a su vez, permitió coger aire para los bises que restaban antes de concluir el concierto.
Hasta que llegó Winston al escenario por los pasillos del Forest National, el logo de Parkway Drive se alzó detrás de los miembros de la banda, y la penúltima con la que iniciaron los bises fue otro éxito de ‘Ire’, «Crushed». «Bottom Feeder», también de este disco, fue la encargada de cerrar el show con un despliegue de pirotecnia desmesurado. El fuego no cesaba y la gente se volcó más si cabe en la última canción del show, que en su última nota vio caer una lona gigante con la portada de ‘Reverence’ a modo de despedida.
Como conclusión a esta sacada de ***** que se marcaron los australianos en Bruselas, cabe destacar que encima de todo esto, en la plataforma en la que se subían para estar más cerca del público también han estado prendiendo fuego en el resto de sus actuaciones, pero no se lo permitieron en Bélgica, así como que Winston le lanzase un cocktail molotov al logo de la banda al final del directo y este se prendiese fuego. Esto hubiera hecho que fuera todavía más épico, pero ya de por sí este show se puede catalogar como uno de los mejores del año pese a que aún resten prácticamente 11 de 12 meses para terminar 2019.
Hay que felicitar al Resurrection Fest por haber sabido escoger a un grupo como cabeza de cartel que le viene como anillo al dedo a su roster por su estilo. Han confirmado a la que, probablemente, a día de hoy sea la banda de metal moderno (cada uno que lo etiquete como quiera -metalcore o como guste-) en mejor estado de forma del mundo y con el directo más espectacular que uno se puede encontrar, por encima incluso de otros artistas más consagrados como Avenged Sevenfold, Sabaton o Arch Enemy. Está claro que no habrán otros Metallica, Iron Maiden, Kiss, Black Sabbath, pero la nueva ola de grupos posteriores tiene futuro, al menos si siguen los pasos de Parkway Drive.
Texto: Dani Bueno | Fotos: Javier Bragado y Víctor Gallego
Promotor:Live Nation
Día:2019-02-05
Hora:19:20
Sala:Forest National
Ciudad:Bruselas, Bélgica
Teloneros:Killswitch Engage, Thy Art Is Murder
Puntuación:9
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