Papa Roach: enérgico inicio de gira en Barcelona
Una gira que bien podría haber sido titulada Regreso al futuro, pues tanto Papa Roach como Hollywood Undead existen bajo el yugo de lo que simbolizaron en un pasado. Pero ambos demostraron en esta primera fecha, a la vez que unos más jóvenes Ice Nine Kills, que miran al futuro con pasión y desafío.
Dos de los reyes de la época dorada del rap metal decidieron juntarse en un tour soñado por los más nostálgicos. Papa Roach ya volvieron a tenernos en cuenta en 2017 tras un largo periodo de sequía. Y por suerte nos volvieron a confirmar que seguimos en su mapa. Ahora tocaba formar parte de la cartografía de Hollywood Undead, que decidieron unirse a sus hermanos de genero para visitarnos por primera vez. A tamaño monumento se le unían Ice Nine Kills, que lejos de compartir estilo o temporalidad con ellos, bien es cierto que pertenecen a un género que nació de la evolución del nu metal, y que por tanto son deudores directos de los grupos que les apadrinarían.
Ice Nine Kills: teatro macabro
Su último ‘The SIlver Scream’ les puso en boca de muchos. Un trabajo que se compone, de manera absolutamente explicita, de homenajes al cine de terror. Lejos de temer al peligro que un proyecto así puede suponer, Spencer Charnas decidió jugársela toda a una carta y llevar el concepto al directo con todas sus consecuencias.
Así pues, tras varias repeticiones del tema principal de Halloween, la obra maestra de John Carpenter, el grupo entraba en escena embutidos cada uno en un personaje distinto. El escenario contaba además con dos figuras hinchables. Una en forma de guante de Freddy Kruegger, y otra en forma de los globos rojos de Pennywise que coronaban la batería. A cada tema Spencer, su vocalista, cambiaría de atuendo en representación del personaje al que homenajeaban.
Y, así pues, irían saliendo a escena: Michael Myers, Jason, Freddy y demás psycho killers míticos de la ficción cinematográfica que representa Ice Nine Kills. El sonido por desgracia no acompañó en absoluto. Voz y batería engullían sin piedad el resto de instrumentos. Sin embargo, el espectáculo, tan representativo de la serie B que tanto claman amar como humildemente carnavalesco, tenía absorto a un público que, pese a no conocerles, terminó disfrutándolos. Y para cuando la hipnosis ya había surgido efecto, el público pudo disfrutar de una de sus canciones más especiales: “IT Is The End”.
Introducido con la presencia de Mickey Mouse (demostrando que el grupo no tiene miedo a las represalias por parte del monopolio más grande del planeta, que ya les baneó una vez de su territorio) que daría paso a un Spencer embutido en traje de payaso, emulando al mismísimo devorador de mundos de IT, en el que posiblemente es su tema más cachondo. Tanto los ya conocedores, como los nuevos fans reclutados aquella noche ya estarán esperando a que alguien se anime a traerlos con su show completo.
Hollywood Undead desconocen el significado de ser teloneros
Sacando pecho a base de cañones y torres de luces que ya imponían antes del inicio del concierto, Hollywood Undead venían dispuestos a que esta primera vez fuese una para el recuerdo. Y vaya que sí. Desprovistos ya de toda mascara, la banda inundó el escenario con su presencia. De buen principio el público se dio cuenta de que aquello iba a ser de todo menos aburrido.
El simple hecho de ver a cada uno de los integrantes tomar las riendas de mil y un momentos en cada tema, intercambiándose rangos vocales, estilos de rapeo, e incluso instrumentos entre ellos, hace difícil que uno se sienta espectador pasivo teniéndolos delante. Además, demostraron que en ningún momento se consideraron complemento de ningún tipo.
No se cortaron en cuanto producción, siendo de hecho el único grupo de la noche en contar con algo de pirotecnia en forma de cañones de chispas, que irían usando continuamente en muchos estribillos. Incluso se animaron con trucos como sacar a tocar la guitarra durante un tema a algún fan de entre el público. En este caso el afortunado fue Fran, que ni corto ni perezoso no dudó a la hora de hacer publicidad de su grupo de pop punk antes de encarar la divertidísima “Comin’ In Hot”.
Como buena primera visita, aquello fue un recogido de grandes temas clásicos para disfrute de los que los apoyaron en su época dorada. Y es que se trata de un grupo absolutamente representativo de la adolescencia de muchos, y eso quedó patente en la entrega y el cariño que el público les devolvió. Incluso más de un crowdsurfer cruzó la sala en momentos muy tempranos de su set.
Fue curioso que, recién estrenado su nuevo álbum (solo llevaba dos días en la calle), decidiesen dejar tan de lado la presentación del susodicho. Los dos únicos temas de ‘New Empire, Vol. 1’ que íbamos a escuchar fueron “Heart Of A Champion” y “Empire”, que cabe decir que sonaron especialmente potentes en directo, sobretodo la primera.
Sin embargo, estaba claro que la artillería pesada había sido reservada para el final. Y es que encadenar “Day Of The Dead”, “Hear me Now” –y su espectacular tramo final, que fue coreado hasta la saciedad- y su absoluto hit “Everywhere I Go”, fue toda una demostración de poder por su parte. La espera valió la pena.
Papa Roach: el arte de creer
Después de tamaño despliegue audiovisual se hizo algo extraño darnos cuenta de que Papa Roach no parecían traer una producción especialmente llamativa. Así fue: su background simplemente lució su archiconocida cucaracha muerta sin nombre alguno, y todo su despliegue tecnológico se basó en unas luces potentes, pero nada ostentosas.
Esto dio un poco la sensación, y más tras el exhibicionismo de las bandas previas, de que salían a escena casi desnudos. Pero eso no resulta un problema cuando para abrir un concierto se empalman dos cañonazos como son “Dead Cell” y “Blood Brothers”, demostrando no solo que el grupo jamás renegó de sus raíces, sino que se ven suficientemente capaces de defender su música solo a base de buen hacer. El mejor, concretamente. Pues la exhibición de técnica vocal y carisma que nos ofreció Jacoby Shaddix en tan solo dos temas fue casi obscena.
Tras esto, el vocalista no explicaba la ausencia en este tour de su habitual guitarrista Jerry Horton, que se rompió dos dedos a menos de una semana del inicio de la gira. Anthony Esperance, al que la banda se refiere como hermano, se encargaría de tomar el testigo, Y en ningún momento se le sintió como un integrante de segunda.
Saltaron ya a la actualidad. Y que gusto ver que, pese a diferenciarse tanto de aquellos que los llevaron a lo más alto, los temas más nuevos reciben una respuesta tan apasionada. “Help” fue coreada como si perteneciese a la (primera) época dorada del grupo, y afirmaba que en lo melódico también se mueven como pez en el agua.
Otra vuelta a ‘Infest’ con todo un himno generacional: “Between Angels And Insects”, que enamoró al respetable, y que cuya outro a base de solo de bajo daría paso al primer tema de su último ‘Who Do You Trust?’: “Renegade Music”. Los temores a que los instrumentales más sencillos de este trabajo sonasen pobres en directo se disiparon al instante. De hecho, en concierto su potencia se duplica respecto al disco, y no hay un solo tema que no ponga al público a saltar en sus estribillos.
A estas alturas de la noche todo había oscilado entre sus inicios y su etapa más reciente. “Broken Home” serviría de previa antes de encarar un bloque de tres temas seguidos de su último disco: la bailable “Elevate”, la melosa “Feel Like Home”, y el estreno en directo de la versión acústica de “The Ending”, que sonó realmente curiosa debido a su naturaleza tan rapeada.
Apoteosis final
A partir de aquí, y si uno considera que todavía no lo habían hecho, la banda decidió sacar la artillería pesada. Volvíamos a los himnos y “Scars” emocionaba a un público que se dejó las voces entre lágrimas y brazos en alto. La vertiente más hard rock de su etapa intermedia es un valor seguro. Y pese a que estos sean temas mucho más oscuros, la actitud del grupo impidió que nadie pudiese sentir un ápice de negatividad aquella noche.
Tras un solo de batería que no se alargó en exceso llegaba uno de los puntos calientes del show. “…To Be Loved” desataba la locura a base de estribillo infeccioso y velocidad endiablada. Jacoby seguía modulando sin despeinarse la cresta. Y es que él se ha convertido ya en un símbolo activo de que de las adicciones no solo se sale. Sino que se crece. A día de hoy resultaría imposible reconocer ese pasado oscuro en él sin previamente conocer su historia.
El público estaba entregado al doscientos por cien al show de un grupo que lleva escrita la palabra rockstar en la frente de cada uno de sus integrantes. “Getting Away With Murder” desató coros que llegaron a cubrir la voz del propio Shaddix. Al fin y al cabo, él mismo nos recordaba que la banda lleva ya veinticuatro años en activo. Desde luego se han ganado a pulso que sus temas desaten esta clase de pasiones.
Su ya habitual cover del “Firestarter” de The Prodigy, que obviamente serviría para honrar la memoria de Keith Flint, fallecido el año pasado, cerraría por todo lo alto el set principal. El público tardo apenas un segundo en empezar a corear el nombre del grupo pidiendo más. Y es que aquí faltaba algo, pero no iba a ser entregado con tanta facilidad.
Antes de ello, el respetable sería puesto a saltar con “Who Do You Trust?”. Los versos de este tema contaron con un filtraje de voz que resultó cuanto menos curioso. Un vocoder en absoluto disimulado que robotizaría la voz de Shaddix generando un efecto divertido pese a lo extraño.
Ahora sí, llegaba el momento álgido de la noche. Tan álgido como Obvio, pero es que en aquella sala no hubo una sola alma capaz de resistirse al poder de “Last Resort”, el himno por antonomasia de la banda, que marcó un antes y un después no solo en su recién iniciada trayectoria, sino en un género que definiría una década.
Cabría pensar que tras un momento como este cualquier cosa que le siguiese sabría a poco, pero Papa Roach pueden permitirse el lujo de cerrar su set con un tema de nueva hornada y que este será recibido tan bien como cualquier otro. Así pues, “Born For Greatness” pondría la sala patas arriba antes de despedir entre coros y vitores a un grupo tremenda y visiblemente agradecido por el cariño mostrado.
Texto: Titus Ferrer | Fotos: Sergi Ramos
Promotor:Live Nation
Día:2020-02-16
Hora:19:00
Sala:Razzmatazz 1
Ciudad:Barcelona
Teloneros:Hollywood Undead, Ice Nine Kills
Puntuación:9
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