El ritual de Oomph! aterriza en Barcelona
No todos los días podemos disfrutar en nuestra tierra de una leyenda de los sonidos industriales como Oomph! así que demos las gracias por ello y celebremos la fiesta que nos brindaron en la ciudad condal. Bis bald!
La noche se presentaba idónea para vivir una gran velada de metal industrial, y es que tener a los alemanes Oomph! de vuelta en la ciudad condal presentando su nuevo disco, ‘Ritual’, era la excusa perfecta para acercarse a la mediana de las Razzmatazz ataviados con las mejores galas propias del estilo. Y si encima les acompañaban una banda nacional como Mind Driller ya no habían excusas. Y allí nos presentamos.
Perforando nuestras mentes
Apenas unos años y tres trabajos como currículum les ha bastado a los alicantinos Mind Driller para hacerse un más que destacado hueco en una escena tan complicada como la del metal industrial. Y lo han hecho a base de buenas canciones, una puesta en escena muy cuidada y un directo extremadamente potente. Gran parte de la culpa recae en sus tres vocalistas: Estefanía, V y Daniel, todos ellos tan diferentes como bien avenidos.
Acaban de editar su nuevo álbum, ‘Involution’, con auténticos cañonazos como «Rotten» que en vivo toman una nueva dimensión, sin olvidar algunas concesiones a sus dos anteriores obras, ‘Zirkus’ y ‘Red Industrial’, con las que destrozaron algún que otro cuello del personal y les hicieron moverse al compás de sus ritmos que tan bien entrelazan la electrónica con lo eléctrico. Estoy convencido de que esta noche se habían ganado a un buen puñado de seguidores y que oiremos su nombre en repetidas ocasiones.
¡Qué comience el ritual!
Pocas presentaciones bastan cuando una banda lleva a sus espaldas tres décadas de historia con más de una decena de discos en su haber pero no todas tienen el reconocimiento mundial que se merecen cuando deciden cantar en su lengua madre, en este caso el alemán, y no todas pueden correr la suerte de llamarse Rammstein. Pero Oomph! son de los que no fallan en sus citas y la de esta noche no iba a ser precisamente una excepción.
El ‘Ritual’ fue iniciado sin ningún tipo de compasión con la garra de «TRRR-FCKN-HTLR» tras la que no dudaron en navegar entre su extensa discografía con cortes como «Labyrinth» o su mítica «Träumst du», con Dero Goi enloqueciendo encima del escenario moviéndose de un lado al otro sin parar con sus peculiares gestos y muecas, deteniéndose frente a su público para aporrear sin piedad su percusión. «Jetzt oder nie» y «Der neue Gott» seguían con la fiesta.
«Mein Herz» y «Dass weisse Licht» nos transportaban años atrás antes de llegar al compás de «Tausend Mann und ein Befehl» y «Kein Liebeslied» a desgranar algunas de las representantes de su última obra, con el permiso de «Niemand» que decidió colarse entre ambas. Más allá del trío protagonista, cabe destacar los potentes músicos que les acompañan y que engrasan la maquinaria de los germanos.
Atracción sexual germana
El momento acústico y más melódico de la noche llegaría de la mano de la melancólica «Auf Kurs», así como de «Fieber» y la coreada «Das letzte Streichholz» que levantarían al cielo las linternas de los móviles y los mecheros del respetable. Aunque la nota de locura la pondría una celebrada «Gott ist ein Popstar», clásico donde los haya, que nos haría saltar a todos poseídos por las guitarras de Robert Flux y Andreas Crap que nos empujaban a cantar su maravilloso estribillo. «Gekreuzigt» y «Alles aus Liebe» no lo tenían fácil tras el clímax vivido pero supieron estar a la altura de las circunstancias.
El ‘Ritual’ no cesaba y Goi seguía en su rol de maestro de ceremonias deleitándonos con «In Namen des Vaters» y haciéndonos cantar, saltar y bailar al pegadizo ritmo de «Jede Reise hat ein Ende». Difícil resistirse a tal tentación. La electrónica se apoderó de los altavoces de la sala con «Kleinstadboy», incorporando el toque eléctrico que Flux y Crap impregnan a composiciones como «Sandmann» y, sobretodo, una «Augen auf!» que volvió a convertir aquello en un hervidero musical. Y es que pocas canciones definen tan bien todo lo que abarca el sonido de la formación.
Tras el bis volvimos a enloquecer con la tralla de «Mein Schatz» que fue la antesala de la despedida que supuso la atmosférica «Als wärs das letzte Mal», un broche a la altura de una noche como la que Goi, Flux, Crap y el puñado de músicos que le acompañaban al fondo del escenario nos acababan de regalar. No todos los días podemos disfrutar en Barcelona de una leyenda de los sonidos industriales como Oomph! así que demos las gracias por ello y celebremos la fiesta que nos brindaron en la ciudad condal. Bis bald!
Texto y fotos: Lluís García
Promotor:Madness Live
Día:2019-03-23
Hora:19:00
Sala:Sala Razzmatazz 2
Ciudad:Barcelona
Teloneros:Mind Driller
Puntuación:8
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