El potente estreno de Onza en Madrid

El nuevo proyecto de Pepo Martínez (Desakato) se presentaba en Madrid en una sala Wurlitzer repleta de ansiosos fans mucho antes de la apertura de puertas. Algunos de estos fans pudieron disfrutar de la compañía del propio Pepo que salió a charlar a la calle con ellos antes de que pudieran adquirir su entrada en taquilla.

Las expectativas respecto a este concierto eran altas, todo el que había escuchado su EP ‘Onza’ sabía que le esperaba una noche de puro hardcore de la mano de una banda liderada por uno de los frontman más interesantes del panorama rockero estatal. Su EP se publicó en Julio de 2019 y desde entonces la banda ha estado tocando en distintas ciudades por todo el país. La mayoría de su público proviene de los seguidores de Pepo en Desakato pero lo cierto es que Onza presenta el potencial necesario para llegar tan alto como la banda asturiana.

Weak abrió la velada

Sobre las 20:30 y con puntualidad británica (como ellos mismos dijeron a través de sus redes sociales) se abrían las puertas de la sala Wurlitzer y su taquilla para que los despistados compraran entrada. El calentamiento lo ofrecieron Weak, una banda surgida en Madrid en 2018 y que cuentan con su LP ‘The Wheel’ el cual vio la luz en Febrero del año pasado.

Sonido punk de los 90 con muy buen rollo y un sonido contundente que no dejó indiferente a nadie. La sala estaba notablemente llena desde el comienzo del concierto y el público se animó enseguida escuchando temas de su disco y alguna que otra versión de NOFX o Bad Religion. Se despidieron pronto y el público se dirigió a la barra a recargar pilas para el siguiente evento.

Onza comienza con fuerza

Pepo, Javi, Sete y Faisán subieron al escenario con un público atento y sediento de hardcore y riffs atronadores. Comenzaron su actuación con un gran grito llamado “Sin Miedo”, el sonido fue bueno desde este primer tema y fue mejorando aun más con cada nueva canción. La Wurlitzer transmite una energía extraña y Onza lo supieron aprovechar dando una lección de pasión y disfrute sobre el escenario.

Aprovechando un arranque espectacular Pepo hacía mención a la vida rural, reivindicaba la vida en el pueblo y los veranos montando en bicicleta con la paradoja de estar tocando en la Gran Via madrileña. Al grito de me cago en la puta ciudad… tocaban “Destierro” el tercer tema del EP.

Onza (Foto: Pol Mascaró)

Sabiendo que solo cuentan con 6 temas para presentar en directo algún chiste tenían que contar para rellenar la actuación y su bajista se arrancó con un chiste madrileño: No es lo mismo M30 que M pa’ 30 decía mientras el resto de integrantes cogían aire para poder continuar y es que con esa intensidad de directo cuesta pensar que la actuación pueda ser muy extensa. “Suicidiota” sonó tras la pequeña parada e hizo cantar su estribillo a toda la sala ya que es uno de los temas más populares de la banda.

Onza (Foto: Pol Mascaró)

Pepo presentaba a Faisán (bajo) como un ser con un demonio dentro, un ser maligno poseído por el mismísimo diablo. Todo ello para brindarnos una versión tremenda del tema “Devil Inside Me” de Frank Carter & The Rattlesnakes que gustó mucho entre el público y es que pocos temas tienen un riff tan oscuro y tan idóneo para versionar por Onza.

Después de la inesperada versión, presentaron un tema nuevo el cual estará en su próximo lanzamiento y que contará con 12 temas según las palabras de Sete, su guitarrista, a la salida del concierto. Continuaron con “El Filo Del Cuchillo” 4 tema del EP durante el cual ya tenían al público completamente en el bolsillo e hicieron que nadie tocara el suelo con los pies durante unos minutos.

Onza (Foto: Pol Mascaró)

Tras el baile hicieron lo que muchos pensaron que era una broma sobre que ya se acababa el concierto y que ya sabían a lo que venían puesto que solo cuentan con 6 canciones publicadas y apenas llevaban 30 minutos de actuación… la broma no lo fue tanto ya que tras un breve descanso presentaron “La Onza” último tema del disco y que cuenta con una maravillosa introducción sobre ese legendario felino que da nombre a la banda.

Sin detenerse ni un minuto “La Razón” sonó y el público cantó entendiendo que realmente quedaba muy poco para finalizar el concierto. Faisán arrojó el bajo al público durante un momento de éxtasis y con las últimas notas aún en el aire aunque el público no supo muy bien qué hacer con el bajo y hubo suerte de que nadie tuviera la idea de hacer un ‘London Calling’ a lo The Clash y acabar con el instrumento astillado por toda la sala.

Onza (Foto: Pol Mascaró)

Cuando todo el pescado estaba vendido sonó un riff que prácticamente toda la sala reconoció. Los amigos de Pepo resucitaron al escuchar su voz entonando “All My Friends Are Dead” de los noruegos Turbonegro. Un pogo espectacular se formó frente al escenario de la Wurlitzer la cual ya había que ventilar para devolver el aliento a los asistentes y a la propia banda.

Despedida a lo grande

Tras 45 minutos de concierto Pepo se despedía y prometían volver pronto a dar caña en la gran ciudad, descendían del escenario para abrazar y agradecer al público la asistencia. Después se dirigieron a la zona de merchandising de la banda para firmar los EP en formato vinilo y fotografiarse con los asistentes aunque pronto tuvieron que recoger sus instrumentos ya que se celebraba otro evento en la sala minutos después.

En definitiva fue un concierto mayúsculo de una banda que en grabaciones suena muy bien pero que en donde de verdad muestran su fuerza es en directo y que este pasado Viernes 31 de Enero muchos afortunados pudieron disfrutar. Con la promesa de un nuevo disco de 12 temas y conciertos que superen la hora y cuarto Onza apuntan a convertirse en una de las grandes bandas de rock y hardcore del país. El talento y la fuerza de su directo les respaldan. La legendaria Onza devoró Madrid en una noche fría.