Okkult Session: Neurosis y Yob roban los sentidos
El martes 16 de julio era el día de una nueva edición del Okkult Session, que dio comienzo el año pasado en Madrid. Esta vez era Barcelona el lugar escogido y Neurosis los protagonistas.
Llegó el esperado día, desde que fue anunciado este cartel, la cuenta regresiva se acercaba más a esta fecha que muchos tenían marcada en rojo en el calendario, después de unos años de su última visita, tendríamos a los jefes de esto, a los legendarios Neurosis de vuelta, dispuestos a dejarnos salir de cualquier manera salvo indiferentes de la sala Apolo, contando además con el aliciente de tener a una grandiosa banda como Yob de primeros espadas. El evento era uno de los acontecimientos del año, a pesar de las fechas y la competencia con diversos festivales de verano, recibir a una banda como Neurosis es un verdadero lujo, que se puede decir de ellos a estas alturas que no se haya dicho?
Son más de tres décadas y una reputación intacta las que lleva Scott Kelly y los suyos dando lecciones de intensidad, pasión, fuerza y buen gusto, se acabarían los caracteres de esta crónica con adjetivos que puedan explicar las sensaciones y la magia que pueden hacer sentir estos grandes de la música y banda de culto por derecho propio.
Lograr esa especie de magnetismo y conexión con su público es algo que muy pocos son capaces de hacer, a muchos han marcado de forma especial en su manera de apreciar el arte y la música en general, el grado de influencia abarca distintos géneros y agrupaciones, algunas incluso mucho más famosas comercialmente que ellos. Se trata de los creadores de todo este rollo tan popular y reconocido ahora dentro del espectro musical: sludge, post rock, post hardcore, shoegaze. Son padres directos de agrupaciones tan destacables como Cult Of Luna e Isis, por nombrar solo un par de ellas, si se tuviera que nombrar todas las bandas que han sido influenciadas por Neurosis se haría interminable este artículo,el comentario solo es para poner en perspectiva la magnitud de nuestros protagonistas y lo atractivo del cartel del pasado martes.
Qué decir de Yob, la banda de Mike Scheidt, que está en pleno estado de gracia, y a pesar de que visitaron España el año pasado, fue un show tan intenso que dejó con ganas de más, al menos por los comentarios recibidos y lo que se vivió aquella vez. Los americanos siguen en plena presentación de su aclamado ‘Our Raw Heart’, trabajo donde Scheidt destapa y drena toda la angustia vivida por haber estado rozando la muerte, la fuerte carga emocional como valor añadido a un álbum que ya de por si es poseedor de una calidad gigantesca, no es más que un plus, que a final de cuentas nos lleva, para acompañar al protagonista en ese viaje de sanación física y espiritual, comprendiendo un poco la liberación que fue para el componer este trabajo. Poder presenciar en directo esto siempre es un lujo, sumado a esto los temas de sus anteriores álbumes, de calidad muy alta cada uno de ellos, pues normal que la velada se haya convertido en algo especial y memorable, han dejado nuestros sentidos al borde del colapso.
Comenzando la Okkult Session a horas tempraneras para ser un día laboral, al entrar a la sala acababa de finalizar la presentación de los Kowloon Walled City, banda californiana que su nombre hace honor a la ciudad amurallada de Kowloon en Hong Kong, sonaba “The Pressure Keeps Me Alive”, y lo poco que se pudo ver parecía de buen nivel, aunque nada que no hagan hoy en día otras bandas, todo sea dicho, un post metal del que habrá que profundizar un poco más para tener información concisa y detallada.
Sonido atronador y puesta en escena arrasadora
Lo de Yob el pasado martes será recordado, por lo visto han dejado de nuevo ganas e ilusión de verles nuevamente, la sensación entre algunos asistentes es de haber sido los grandes triunfadores de la noche, teniendo como “rival” a una de las mejores bandas de la historia poco después, no era una tarea fácil.
El muro de sonido que logran solo tres músicos sobre el escenario fue algo tremendo, tu cuerpo siente que puede explotar por dentro en cualquier momento, una avalancha sónica que te desgarra internamente sin piedad alguna, a punta de riffs potentes, pesados, lentos, llenos de emotividad, pasión y fuerza, que solo un genio como Mike Scheidt puede ofrecer, acompañado también por una base rítmica muy bien conjuntada, con Aaron Rieseberg al bajo y Travis Foster a la batería, llevando constantemente el ritmo de manera sobresaliente, golpeando su instrumento que hacia retumbar cada rincón de la sala, prácticamente llena.
Otro aspecto sobresaliente son los diferentes matices que posee la voz de Scheidt, de un grave gutural puede pasar a un grito agudo, desesperado y desgarrado en cuestión de segundos, o su característica y distinguible voz limpia, en la que es capaz de generar una sensación de angustia, como si estuviese agonizando. Además de esto, no se limita a estar de pie tocando la guitarra sin más, no para de descargar y mover la cabeza en cada momento, es notorio que vive y siente su música, y eso contagia. Lo que se presenciaba era una autentica apisonadora.
El único punto negativo, si podría decirse alguno, es que se hizo demasiado corto, se sabe que los temas de YOB son densos y de larga duración, pero era todo tan especial, que solo cinco temas pasaron volando. Yob no es una banda que repita set list en una gira, puede haber sorpresas de una noche a otra, en este caso tanto “Atma” como “Adrift in The Ocean“, pertenecientes al mismo trabajo de 2011 fueron el momentazo del show, impresionantes y perfectamente ejecutados, seguramente más de uno tenía la espinita de poder ver en directo estos temas clásicos en la carrera de la banda.
De su último trabajo solo ofrecieron el tema homónimo, que sonó con el mismo dolor y sentimiento que en disco, seguramente más potente, y con el añadido de ver como el protagonista te cuenta a base riffs y una contagiosa voz, toda la profundidad y espiritualidad que emerge de este emotivo tema. También nos regalaron un par de canciones más, entre ellas “A Lie That Is Sin”, de hace una década, del álbum, ‘The Great Cessation’, esta fenomenal que varíen de sets en cada fecha, tienen una discografía de calidad y lo suficientemente extensa para no repetirse, y siempre se puede disfrutar con la sensación de que te van a sorprender, estamos contando los días para una nueva oportunidad, grandioso show.
Los maestros salen a escena
Como si nada salió a escena Scott Kelly, con su camiseta desgastada de los Oakland Raiders y el dorsal medio borroso de Bill Romanovsky, el gran Steve Von Till , Noah Landis en los samples y los teclados, Jason Roeder a la batería y el punki Dave Edwarson al bajo, poco respiro habría al dar comienzo con los acordes de la tétrica “A Sun That Never Sets”, tema mítico de la banda, y donde fácilmente se te puede poner la piel de gallina, esto es Neurosis, con un solo tema se notaba que son palabras mayores.
Se llegó a un punto de concentración, al menos en las primeras filas, se notaban bastante entregados, a lo largo del show se notó a cierta parte del público hablando sin parar, algunos se molestaban por los gestos de silencio que hacían, es entendible, si vas a un show de una banda que te pide inmersión y te apetece charlar con un colega las aventuras del fin de semana pasado, es mejor quedarse en el bar o ir a la barra, para que hacerlo en la presentación de una banda tan íntima? Lo único que logran es fastidiar la experiencia de los que quieren disfrutar del show en toda su plenitud.
Es difícil explicar que es Neurosis si nunca se les ha visto en directo, sobran las palabras, solo nos queda decir que si hay una oportunidad de verlos, aprovechadla, son las grandes ligas de la música, hacen y presentan su música de la manera que quieren , tanto así, que no tocaron nada del ‘Through Silver In Blood”, su gran clásico posiblemente, y es que teniendo tantos temas clásicos, ellos colocan en el repertorio tres de los cinco temas de su último trabajo. No les importa lo que pensemos, solo presentan temas perfectamente ejecutados, con gran cantidad de facetas musicales mezclándose entre sí, aclarando con hechos que no viven del pasado, ni lo pretenden.
El show fue ganado e intensidad mientras transcurrían los temas, “My Heart Of Deliverance”, donde Noah está realmente soberbio moviendo su kit de arriba a abajo, y “At The Well” con su ritmo doom tribal que explota al final en plan apoteósico, con Steve Von Till y Kelly gritando “In a Shadow World” sin parar, fue otro de los tantos momentos intensos de la velada, estas fueron las elegidas del ‘Honor Found In Decay de 2012, su penúltimo disco hasta la fecha.
El show se iba decantando por su faceta más post, temas más íntimos como “Reach” de su último trabajo, que también fue representado en “A Shadow Memory” y “Bending Light”, sería bueno si añadieran algún mosaico o video detrás del escenario, daría un mayor sentido a cada tema exponerlo de esa forma, lo han hecho antes, pero no deberían olvidarlo. De ‘Given To the Rising’ apreciamos el tema que da título al disco, ejecutado de manera brillante y creando un aura maravilloso, da satisfacción seguir viendo a esta máquina tan bien engrasada que es Neurosis a pesar del paso de los años, la maravillosa “To The Wind” fue el otro tema de su trabajo de 2007.
Llega el final
Es entendible que para los que nunca hayan podido ver Neurosis antes, la falta de algunos temas importantes les puede influir en su apreciación, pero siempre es respetable defender material reciente, y más si es de calidad, como es el caso. De igual forma el regalo final iba ser apoteósico, dos temas legendarios para cerrar no era mal negocio, “End Of The Harvest, con la banda a pleno poder y Edwarson sacándose guturales de la chistera,enlazada con uno de los temas más aclamados de la banda, “Stones Fron The Sky”, tema épico y arrollador que eleva tu espíritu a un nivel de gracia indescriptible.
Luego de ver semejante final, Scott Kelly huye sin apenas decir nada, y que le vamos hacer, así es el, y así hay que quererlo. Esto puede parecer una crítica aunque realmente no lo es, pero las expectativas con un banda de este nivel son tan altas que un pequeño comentario puede parecer que afea la magia de disfrutarlos en directo, pero sí habría que decir que se ha visto a Scott Kelly darse golpes con un micro en la cabeza y reventársela sangrando en plena euforia en el pasado.
Shows memorables en la historia que han creado su leyenda pone el listón muy alto, esta vez dio la sensación de que estaba muchísimo más tranquilo, no se sabrá si es la edad, los diversos problemas que ha vivido, pero en general la banda actuó un poco en modo piloto automático para sus estándares, es la realidad, igualmente, así a este nivel, Neurosis sigue siendo mejor en directo que la mayoría de bandas del planeta, estos hombres tienen ya una edad, Kelly tiene sus demonios internos con los que sigue luchando y no se sabe claramente que disposición va tener un día especifico, eso no quita que haya sido un show intenso, perfectamente ejecutado y muy profesional, que muchas bandas soñarían con realizar, juegan en otra liga.
Rescatar por último la labor de Steve Von Till, apoyando en las voces a Kelly y dándolo todo como siempre, músicos de este nivel no los vemos a diario. Son una de las bandas más grandes de la historia, que ha sido infravalorada por el gran público, por el simple hecho de no llevar máscaras, barcos, mascotas ni una millonaria campaña de marketing a sus espaldas, son solo ellos y su música, esperemos de todo corazón tener la oportunidad de verlos de nuevo, y muchas gracias a Madness por darnos la oportunidad de vivir un cartel de esta magnitud.
Texto: Carlos Neubert | Fotos:
Promotor:Madness Live!
Día:2019-07-16
Hora:18:00
Sala:Apolo
Ciudad:Barcelona
Teloneros:Yob, Kowloon Walled City
Puntuación:9
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