NOFX y compañía hacen vibrar Barcelona en su despedida

Segunda fecha de la gira de despedida de NOFX, una noche más con el recinto del Poble Espanyol a reventar hasta los topes. Desde tempranas horas de la tarde, los seguidores del punk rock se congregaron en el lugar, ansiosos por presenciar una velada cargada de energía y potencia sonora.

Con un cartel de lujo conformado por Blowfuse, Get Dead, Comeback Kid, Lagwagon y NOFX, las expectativas eran altas y estaban más que justificadas. Bajo el abrazador calor de las luces del escenario, la música sonó y dio inicio a una noche inolvidable.

Los primeros compases

La velada arrancó, Blowfuse, tomó el escenario con su enérgico estilo y magnética simpatía que tanto gusta al público. Desde los primeros acordes, la banda española desató un torbellino de emociones entre los asistentes, que corearon cada una de sus canciones, solo ofuscados unos breves instantes con problemas de sonido al inicio de “Bad Thoughts” y rápidamente solventados por los profesionales. Temas como «Angry John» y “Radioland” resonaron por todo el recinto, dejando claro por qué Blowfuse es una de las promesas más destacadas del punk rock actual.

Blowfuse (Foto: Leandro Alvarado)

Los segundos en subir a las tablas fueron Get Dead, llenaron el escenario con su característico estilo punk rock cargado de emotividad. Una vez más los problemas técnicos hicieron acto de presencia en un par de ocasiones solventadas en apenas segundos. Con letras introspectivas y una potente ejecución musical, la banda californiana hizo vibrar a la audiencia con temas como «Disruption” y la potencia vocal de Sam King. Su entrega y conexión con el público fueron innegables, generando un ambiente de camaradería en el recinto.

Get Dead (Foto: Leandro Alvarado)

Llegó el momento esperado por muchos: el turno de Comeback Kid. Con su mezcla explosiva de hardcore punk y punk rock se adueño del Poble Espanyol en un instante, la banda canadiense no decepcionó en absoluto. Desde los primeros acordes de “Heavy Steps”, los mosh pits y los pogos se desataron por todas partes, transformando el lugar en un mar de cuerpos en movimiento.

Los asistentes se entregaron por completo al frenético ritmo de canciones como “Do Yourself A Favor” y “Should Know Better” despertando la adrenalina de estos y generando una atmósfera de pura euforia. La voz potente y llena de energia del vocalista Andrew Neufeld se combinó a la perfección con la impecable ejecución musical de sus compañeros, bajando en varias ocasiones del escenario para acercarse a sus seguidores y creando un torbellino sonoro que se propagó por cada rincón del recinto.

Comeback Kid (Foto: Leandro Alvarado)

Los riffs intensos y los ritmos frenéticos sonaron hasta el último rugido de «Wake the Dead”, tema con el que dieron cierre a su actuación, mientras la energía en el escenario y en el público alcanzaba su punto máximo dejando el listón muy alto. Una ejecución perfecta.

Comeback Kid (Foto: Leandro Alvarado)

Después de la apasionante actuación de Comeback Kid, el cuarto lugar fue para Lagwagon, con su particular estilo de punk rock melódico y arrancando con un escenario únicamente ocupado por Joey Cape, vocalista carismático y líder de la banda, quien se adueñó del escenario con su presencia y su voz inconfundible. A las tablas acudirían rápidamente el resto de una banda que ha dejado una huella imborrable en la escena musical desde su formación en la década de los ’90. Con una trayectoria de más de tres décadas, la banda californiana llenó el escenario con su carisma y su dominio instrumental. El público coreó a todo pulmón temas icónicos como “Violins” y “Razor Burn”, demostrando que Lagwagon sigue siendo una referencia indiscutible en el género.

Lagwagon (Foto: Leandro Alvarado)

Los asistentes se vieron envueltos en una ola de nostalgia y emoción, recordando los años en los que Lagwagon se ganó un lugar privilegiado en sus corazones. Los coros masivos y las voces unidas dieron vida a cada una de las canciones interpretadas por Lagwagon, creando una comunión única entre el escenario y el público. Uno de los momentos más especiales de la actuación fue cuando interpretaron «May 16», la canción mas emblemática de la banda que ha dejado una marca indeleble en la escena. Con su característico riff de guitarra que se graba en la memoria, «May 16» evoca una nostalgia agridulce y una sensación de conexión con el pasado.

Lagwagon (Foto: Leandro Alvarado)

Con su entrega incansable, Lagwagon demostró que el paso de los años no ha mermado en absoluto su pasión por la música. El frenesí continuó, y la noche prometía ir a mas. El escenario se volvió un lugar de comunión donde la música se convertía en un lenguaje universal representando la conexión emocional entre Lagwagon y su público. Es un recordatorio de que, a pesar del paso del tiempo, la música tiene el poder de evocar emociones profundas y crear lazos indestructibles entre artistas y fanáticos.

La traca final

Finalmente, el plato fuerte de la noche hizo su aparición: NOFX. Los veteranos del punk rock californiano hicieron gala de su irreverencia su actitud desenfadada y su inconfundible sentido del humor. Con su líder Fat Mike al frente, la banda dio inicio al primero de los dos sets que tenían preparados haciendo temblar el escenario con sus letras afiladas pese al notable cansancio acumulado tras el día anterior. Durante su actuación, la banda californiana se permitió tener sus momentos de complicidad habituales con el público, interactuando con ellos y generando risas y carcajadas. Fat Mike no perdió la oportunidad de hacer algunas bromas y comentarios sarcásticos, arrancando sonrisas y complicidad con los presentes.

NOFX (Foto: Leandro Alvarado)

NOFX arrancó su actuación con «60%”. Con su letra mordaz y provocadora, la banda transmitió un mensaje crítico sobre la cultura materialista y la obsesión por el éxito. El ritmo frenético y los riffs enérgicos se unieron a las letras satíricas, creando una experiencia explosiva y cargada de rebeldía desde el primer minuto, seguida por «Seeing Double at the Triple Rock» con sus melodías contagiosas y su letra llena de historias desenfrenadas, caos y diversión.

NOFX (Foto: Leandro Alvarado)

Clásicos como “Dying Degree”, “Leave It Alone” y “Linoleum” fueron recibidos con un mar de puños en alto y voces desgarradas al máximo volumen posible alcanzando esta ultima dicho volumen cantado y coreado por cada uno de los presentes. Poco les quedaba ya en el tintero cuando finalizaron el primer set en el que la química entre los miembros de la banda era innegable. Fat Mike, El Hefe, Melvin y Smelly demostraron su destreza musical y su conexión en el escenario. Saltos, muecas, y momentos de pura complicidad entre ellos evidenciaron la diversión que tenían interpretando cada canción.

NOFX (Foto: Aitor Chaparro)

El segundo set llegó y el fin de una noche mágica para los asistentes al evento se acercaba, sin olvidarse de canciones como la descarada “Cokie The Clown”, “The Brews” y “Don’t Call Me White”, canción icónica del punk rock que generó una respuesta inmediata de los allí presentes, un público que se sumergió en la intensidad de la canción, saltando y coreando cada palabra con fervor. Por último cerraron la noche con “Reeko” llena de energía y agresividad hacia el último tramo del tema, el cual dejó a la audiencia en un estado de euforia total.

NOFX (Foto: Aitor Chaparro)

La banda logró mantener al público en vilo durante todo el concierto, entregando un show impecable y lleno de momentos memorables. El escenario se convirtió en un torbellino de luces, sonido y emociones, dejando a todos los presentes con una sonrisa en el rostro y la sensación de haber sido parte de algo verdaderamente especial. Este concierto se convierte en un hito indiscutible en la historia del punk rock en la ciudad, y una muestra de la vitalidad y la fuerza de este género musical que sigue emocionando a generaciones enteras de seguidores en todo el mundo, dejando paso a la última despedida en la ciudad condal el domingo.