Morfina para valientes en Madrid

Desde lo más profundo de los bosques cántabros, bandas como Synchronical y Ciconia transforman la belleza del paraíso natural en acordes para nuestros oídos. No importa el origen, ni cómo lo hagas, pues en la variedad está el gusto. Lo importante es transmitir lo que se siente.

Con bandas procedentes de distintos puntos regionales del país, casi totalmente opuestos (Cantabria-Girona), nos ofrecieron una velada de metal y progresivo bastante disfrutable para una tarde algo más fría y pasada por agua. Para muchos seguramente la excusa sería no salir de casa por la amenaza de lluvias, pero lo que no sabían es el calor que se pasó de saltar y gritar y el goce que todos nos llevamos a casa.

Metal sincrónico del norte

El quinteto procedente de Cantabria Synchronical fueron los primeros en dar comienzo un auténtico show de metal del bueno en la Caracol. La apertura de puertas se retrasó apenas cuarto de hora, pero el comienzo de las bandas fue bastante rápido. En pocos minutos se abrieron las cortinas como si de un teatro se tratase y se dio comienzo. Comenzaron todos colocados de espaldas. A estas horas aún no había llegado la totalidad del público, pero los presentes parecían disfrutarlo desde su comienzo. En este género musical no faltan las constantes sacudidas y poses al tocar subidos en soportes con su propio cartel.

Synchronical (Foto: Alejandro Ortega)

Presentan su tema “Losing Memories” de su último álbum con el mismo nombre. Algo que me llamó la atención fue la presencia de una lata de Red Bull en los altavoces, atrapado en los cables, perfectamente visible. Ahora entiendo el porqué de su implacable energía. Avanzado el concierto no pueden faltar esas llamadas al público para que no se venga abajo, que demuestre que lo disfruta, que suban los cuernos, etc. Es lo que trató Jesús, pero el público se mostró bastante tímido frente a estos cántabros que lo estaban petando. Tras esta llamada, presentó dos temas nuevos que, según nos confesó, fue la primera vez que se tocaron: “Times” y “Forever More”, temas tras los cuales, el público revivió.

Synchronical (Foto: Alejandro Ortega)

Y aquí fue donde Synchronical nos sorprendieron. Toda buena banda tiene sus influencias y versiones de sus bandas preferidas, y esta vez tocó una cover magistral: “Hallowed Be Thy Name” de Iron Maiden. Fue aquí cuando tanto el público como los propios músicos se vinieron arriba, a pesar de que la sala todavía no se había llenado en su totalidad. Utilizó el juego de dividir al público en secciones para que gritaran como si fuese un concurso de quién se hace notar más. Fue el momento cúspide de la actuación. Tras esto nos presentaron su último tema, “Insomnia”, agradeciendo a todos los que están abajo, al público y a los medios que recogen la noticia. Se despidieron con muchos agradecimientos y nos avisan que posemos para la foto final.

Ciconia nos adentra en los ciclos del progresivo

Con una intro más elaborada que sus anteriores compañeros de escenario, los integrantes de Ciconia comenzaron a entrar de forma ordenada hasta su sitio. Desde el principio observé una gran multitud de fotógrafos a diferencia de minutos atrás. El público disfruta su atmósfera ya sea bailando o en silencio. Comenzaron con “Dépaysement”, tema de su nuevo álbum ‘Meraki’. En el segundo tema, “Litost” pidieron la participación del público.

Ciconia (Foto: Alejandro Ortega)

La llegada de “Eloina’s Inn”, tema de su álbum ‘Winterize’, hizo coger impulso a la actuación. Cada vez aparecían más fotógrafos y público de la nada. A pesar de la llegada de cada vez más gente había aún bastante huecos para infiltrarse a tomar fotos para coger buen sitio y disfrutar del concierto. Pese a su reducido número de integrantes y ausencia de vocalista, la banda parecía tener al público totalmente hechizado a sus acordes y su ambiente instrumental que nos llevaba a un paraíso donde podías transportarte a otra dimensión. Tras varios incisos para tomar aire volvieron a la carga. En ocasiones cambiaban de posición, dejando prioridad a uno de los dos visibles, quedando en primer término el guitarrista y el bajista se escondía en las lonas que cubrían unos soportes con una imagen corporativa de la banda.

Ciconia (Foto: Alejandro Ortega)

El concierto de Ciconia estaba tocando su final. Cabe destacar que comparte mucha similitud con grupos como Alcest, creando una atmósfera totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados, a los gritos, pues en esta ocasión no hubo voces; a una banda integrada por un número más reducido de integrantes frente al resto de bandas que solemos presenciar, todo ello con un sonido bastante limpio de distorsión y si ningún fallo técnico de sonido como pueden jugar los acoples.

Ciconia (Foto: Alejandro Ortega)

Hubo un momento en el que pensé que se tomarían un descanso más extenso porque desaparecieron, y lo que realmente sucedió es que bajaron del escenario para tocar una canción con su público, al cual sorprendieron y quedaron boquiabiertos y enloquecidos, bailando a su son, mientras ellos tocaron enfrentados uno a uno. Aprovecharon este momento para tomarse unas fotos, pues bien es cierto que esto no ocurre en todos los directos. Subieron de nuevo a escena para despedirnos con su último tema de la noche, “A Wolf Never Comes Alone”, tema de su segundo álbum.

Morphium: la morfina de la adrenalina

Los chicos de Girona, Morphium, comenzaron su show también de espaldas hasta la llegada de su líder, Alex. Contábamos con un invitado por parte de la banda que se encargó de registrar todo lo sucedido. Comenzaron con “Victim Of Your Shame”, de su álbum ‘The Blackout’. Desde su comienzo la sala ya rebosaba energía y comenzó a apretarse. El segundo tema fue “Mud For My Thyrst”, tema en el cual el público aprovechó para acercar sus manos teniendo contacto con el líder de la banda, el cual estaba bastante motivado y entregado.

Morphium (Foto: Alejandro Ortega)

Nos sorprendieron con nuevos trabajos, como fue el caso de “Something Inside” en la cual hubo mucha participación por parte del público. Antes de continuar con el siguiente tema de nuevo hubo muchos agradecimientos tanto a la propia sala como al público, por vestir con camisetas de la banda y comprar en el puesto de merchandising. Dicho esto, arrancó el cuarto tema de la noche, “Youd Rather Be Blind”, en el cual hubo que tirar de palabras para solucionar un problemilla técnico de sonido, acople y distorsión de micrófonos. Pero nada fue problema para impedir a los asistentes pasar un buen rato.

Sin darnos cuenta, Morphium había llegado a su quinto tema del setlist, “All You Are”, pero antes de su comienzo aprovecharon y mencionaron su anterior visita en la sala Cool Stage, donde afirmó ver por primera vez caras que repetían su presencia, lo cual de nuevo agradeció y valoró. Después nos presentaron en primicia otro de sus nuevos trabajos, como fue “Burn My Skin”.

Morphium (Foto: Alejandro Ortega)

Me pareció tan emotivo cómo se entregaba a su público, ya sea en su totalidad o a una minoría; cómo acercaba sus manos a sus fans y cómo susurraba la parte de la letra correspondiente del tema. Fue en este momento del concierto cuando se quitó la camiseta y pudimos apreciar el detalle del maquillaje, que parecían haber sido víctimas de la caída de un bote de tinta. Tal fue el subidón que nos mandó esnucarnos en la siguiente canción, la cual también aprovechó para tumbarse y cantar boca arriba y pasó el micrófono por encima de su cabeza, a la altura de sus aficionados para que ellos pudieran continuar la canción. La actuación de Morphium estaba rozando su fin, motivo por el cual aprovechó en uno de sus últimos temas para lanzarse al público, hecho que se repitió poco después.

Morphium (Foto: Alejandro Ortega)

Tras un breve inciso, volvieron enérgicos dando al público la opción de elegir tema. Propusieron tocar algo nuevo, y después la canción pedida por el público.  En este caso fue “Point Of No Return”, en la cual pidieron un wall of death, y en la que se agradeció el milagro del aire acondicionado (Álex se quejó en varias ocasiones del calor que hacía). Fue en este tema cuando un fan del público subió al escenario, y abrazado al vocalista, cantaron juntos parte de la letra antes de que saltase a la multitud.

Morphium (Foto: Alejandro Ortega)

Tanto le gustó que más tarde repitió el procedimiento en el último tema. Ahora sí, tocó despedirse con un tema nuevo que además tiene videoclip, “Everybody Is Death In This House”, y nos dejó avisados de que podría saltar cualquier persona, tanto del público como cualquier integrante de la banda. Con un firme salto, Álex se lanzó a su poseído público para poner fin a la tarde noche del sábado.