Michael Schenker: 50 gloriosos años de heavy metal
El aguantar cinco décadas al pie del cañón no está al alcance de cualquiera y aún menos seguir brillando de forma tan distinguible. Michael Schenker, leyenda viva de las seis cuerdas y del heavy metal, celebró su 50 aniversario en Pamplona con un sólido concierto que dejará un dulce recuerdo entre los allí presentes.
La velada arrancó con la actuación de la banda telonera Everdawn, formación estadounidense de metal sinfónico que tuvo un papel complicado al tener que hacer frente a un impedimento doble. Cuando salieron al escenario, el grueso de los asistentes se encontraba todavía fuera de la sala, lo cual resultó en un show frío y de poca química entre banda y público. Por si esto fuera poco, el quinteto no contó con un buen sonido y eso eclipsó aún más su certera interpretación.
Distorsión y delicadeza
La noche contaba con un protagonista absoluto y el público era consciente de ello. Los amantes del heavy metal clásico acudieron fielmente a la cita navarra para celebrar el 50 aniversario de Michael Schenker. Tras medio siglo de carrera musical, el icónico guitarrista de Scorpions y UFO sigue muy en forma y dio buena muestra de ello desde el arranque instrumental con “Ascension”. Ritmos aerodinámicos y solos estelares desde el primer minuto, mezcla perfecta para meter al personal de lleno en el concierto y conducirlo al primer momento señalado de la velada.
El estribillo de “Cry For The Nations” fue coreado por los seguidores de forma unánime, aunque la luz cegadora empleada en este tema incomodó sobremanera el visionado del escenario y el transcurso de la canción. La temperatura no hizo más que subir con las distinguibles melodías del clásico de UFO “Doctor Doctor”, pieza que no ha perdido ni un ápice de emotividad en su casi medio siglo de existencia.
“Sleeping With the Lights On” fue el primer corte donde Steve Mann pasó al teclado y Schenker se quedó solo a la guitarra. El sonido no cambió en exceso, lo cual evidenció que son las seis cuerdas del artista alemán las que verdaderamente importan y suenan desde los altavoces. Hablando de sonido, cabe destacar la limpieza con la que se podía escuchar a la banda en conjunto. En gran parte, esto se debe al sonido setentero de Schenker, quien emplea una distorsión muy cálida y poco saturada, a diferencia de la gran mayoría de guitarristas de metal actuales.
Gracias a ello, el concierto fue un agradable placer auditivo donde todos y cada uno de los riffs podían entenderse a la perfección. A esto debemos sumarle su interpretación estelar, Schenker mantiene su genialidad intacta y no se despista ni falla durante un solo segundo. Junto a él brilló su histórico compañero Robin McAuley, un todoterreno vocal que dio en el clavo en cada nota y dejó al personal con la boca abierta mediante su facilidad para el canto. En el escenario, McAuley se mostró muy relajado y en sintonía con el público, disfrutando de cada momento del show.
Otra de los asuntos reseñables de la velada fue vislumbrar cómo la media de edad de los asistentes estaba más cerca de la jubilación que de la escuela, lo cual es comprensible teniendo en cuenta la veteranía de Michael Schenker, pero sirve para volver a poner sobre la mesa preguntas de difícil resolución. ¿Qué sucede con el heavy metal cuando los grandes dinosaurios cuelguen los instrumentos? ¿Desaparecerán con ellos de las salas los fans más veteranos? ¿Serán los músicos más jóvenes capaces de atraerles y tejer nuevas propuestas que logren una atención masiva?
Volvamos a la música. Con la introducción a guitarras limpias de “Warrior”, Schenker trató de crear un ambiente íntimo y sosegado, aunque, lamentablemente, el bullicioso público no paraba de hablar y no fue capaz de prestar la atención y el respeto suficientes que la ocasión requería. El puñado de solos de “Into the Arena” fueron maravillosos y precedieron a uno de los pasajes más espectaculares de la velada, el momento en el que Schenker se empleó a fondo para interpretar “In Search of the Piece of Mind”, la primera canción que el reputado guitarrista compuso en su vida y quedó registrada en el disco debut de Scorpions, ‘Lonesome Crow’.
Después, la banda disminuyó la intensidad mediante canciones más edulcoradas como “Lights Out” y “After the Rain”, y con ellas bajaron las pulsaciones del público. Pero a la mínima alerta, la banda respondía con un nuevo clásico. El respetable se vino arriba y desgarró la garganta con “Armed and Ready”, para enganchar seguidamente con material más reciente pero igual de contundente. Vestido de gala con las voces de Ronnie Romero, “Sail the Darkness” es uno de los temas más memorables de ‘Immutable’ el hasta ahora disco más reciente de Michael Schenker.
Nostalgia a base de clásicos
A partir de ahí, Schenker puso todas las cartas sobre la mesa y comenzó a jugarlas de forma magistral. “Rock You to the Ground” se regodeó en un juguetón y pegadizo medio tiempo, “A King Has Gone”, originalmente cantada por Michael Kiske, sirvió para brindar su particular homenaje a Dio y “Rock Bottom” puso a saltar y corear a todos los allí presentes.
En la mitad de la canción, los asistentes pudieron recargar pilas durante el solo de guitarra de siete minutos de Schenker. A priori, cabría esperarse un solo largo y aburrido, pero el maestro alemán domina el lenguaje de la guitarra por completo y supo jugar con diferentes técnicas e intensidades de las seis cuerdas para dibujar un solo ameno y entretenido.
A partir de ahí, toda la atención fue para UFO. “Shoot Shoot”, “Natural Thing” y “Too Hot to Handle” provocaron que el público se rindiera definitivamente a los pies de la banda, quien tenía una última joya guardada bajo la manga. “Only You Can Rock Me” puso el punto final a 50 gloriosos años de heavy metal encapsulados en un concierto de hora y media. Sin bises y con clásicos señalados dejados en el tintero, Michael Schenker y compañía se despidieron entre aplausos ante una parroquia entregada pero poco apasionada, sin disposición a la apoteosis.
Esto podría deberse a que los seguidores avanzan en edad como el propio guitarrista, o porque la pandemia ha pasado factura y a algunos todavía les cuesta volver a las grandes reacciones pasionales de antaño. Sea como fuere, ver a Schenker brillar a escasos 20 metros fue un auténtico lujo y su visita navarra será uno de los mejores conciertos de heavy metal de este 2022 en el recuerdo colectivo de la sala Totem. En apenas unos días, Michael Schenker Group nos hará otro regalo en forma de disco de estudio: ‘Universal’.
Texto: Mikel Yarza | Fotos: Nacho García
Promotor:Madness Live!
Día:2022-05-12
Hora:19:30
Sala:Totem
Ciudad:Villava, Pamplona
Teloneros:Everdawn
Puntuación:8
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