Metal Academy Fest: matrícula de honor

Los barceloneses Northland aterrizaron en casa acompañados por otras dos bandas locales en la sala Bóveda para el Metal Academy Fest 2019.

Mollitiam hacen honor a su nombre

Eran las nueve y cuarto de una casi veraniega tarde de junio cuando cuatro tipos se subieron al escenario de una sala cuyas puertas acababan de abrir. Con gente aún entrando en la sala, Mollitiam tocaron «Desarraigo», un tema rápido con el que Remi (voz), Carlos (bajo), Joaco (guitarra) y Agustín (batería) daban un puñetazo en la mesa. La atención del poco público que había podido entrar ya estaba captada.

“Encerrado”, un medio con el que los cuatro se pudieron lucir bien, sobre todo con ese interludio melódico al más puro estilo “Master Of Puppets” llegaron al ecuador de su corta actuación. La perfecta combinación entre contundencia y virtuosismo de esta propuesta musical parecía ser atractiva y atrayente para el público barcelonés.

El tercer tema de la tarde, “No” y su perfecta ejecución consiguió por fin arrancar los aplausos de un público que hasta entonces se había mantenido un poco a la expectativa. Con “Sanguijuela” estos cuatro barceloneses dan por finalizado el repaso a los cuatro temas de su recién lanzado EP homónimo. La actuación duró escasos quince minutos, pero fue efectiva y resolutiva. Habría sido extremadamente difícil encontrar un entrante mejor.

Tales of Gaia o el manual de estilo del Power Metal

Tan pronto como el staff ultimó los cambios oportunos sobre el escenario, hicieron su entrada los seis miembros de Tales of Gaia. La descarga comenzó con “Magic Land”, un tema de power metal clásico que recordaba a aquellos Helloween de finales de los ochenta, y, tras solucionar un pequeño problema con las voces, Néstor Català puso las cartas sobre la mesa con sus agudos imposibles.

Con el siguiente tema, “Keep The Flame Alive” aumentaba, si cabe, aún más la velocidad. Sergi Sabater, batería de la Tales Of Gaia, parecía vacilar en algún momento muy concreto, pero no pasaba nada. A estas alturas del partido el público ya estaba entregado. “Flamma Ardet” empezaba con una nueva muestra de aptitudes por parte de Néstor, pero esta vez tocando el violín. El ritmo no decaía.

El tema doblemente homónimo “Tales Of Gaia” y el bonus track de su disco debut “Black Standards” ponían la guinda a un pastel del cual el público pedía más. Por desgracia, el tiempo era el que era. Tal vez en otra ocasión.

Northland, los reyes en el norte

Tras una pausa de media hora para colocar, recolocar, montar y desmontar empezó a sonar un punteo pregrabado de guitarra acústica acompañado por el crepitar de la leña en el fuego. Los bardos estaban a punto de llegar. Tal como su nombre indica, “Fury’s” daba inicio a la contienda con una velocidad furiosa, acorde con los growls de Pau Murillo. El público, sin pensárselo dos veces, ejercitaba sus cervicales desde el minuto cero. Pero esto no había hecho más que empezar.

“When Nature Awakes” ponía a la concurrencia a dar saltos con el característico violín de su estribillo. El siguiente paso parecía anunciado en el mismísimo BOE. Con “Bloodred Sunrise”, un tema que es pura tralla, según palabras de su propio autor, se producía un pequeño (por las dimensiones del lugar más que por la falta de ganas de los asistentes) mosh pit que divertía a sus protagonistas, a los músicos y al resto de espectadores por igual.

Llegados a este punto, esto ya no se podía parar. Si alguien, en algún momento, había pretendido tener un apacible sábado por la noche, mejor se hubiera quedado en casa. “Old Town’s Inn” le dio al mosh pit la continuidad que merece y las dimensiones que la sala le permitía, y colocó al show la etiqueta de fiesta desaforada. Al acabar el tema, Pau dio las gracias a la organización, pero sin más dilación pidió al público un wall of death.

Los asistentes no se hicieron de rogar y rápidamente se separaron en dos grupos a ambos lados de la sala. Sonaban las primeras notas de “Where Heroes Die”. En el momento en el que hacía su entrada el batería Marcos Sanchís, ambos bandos arrancaban a correr hasta producirse un choque frontal que sacudía desde Diagonal Mar hasta la Vila Olímpica. El público alternaba golpes y empujones con el acompañamiento coral que el tema requería.

Finalmente, Pau anunciaba que el último tema de la noche sería “Revenge” y daba unas indicaciones concretas y concisas para que el público, como si no fuera ya conocedor de los detalles de esta canción, cantara el estribillo junto con Northland.

A eso de las 23:30 la venganza ya ha sido ejecutada

Pau explicaba que no había tiempo para más, que siempre es un placer tocar en Barcelona y que pronto volverán, esta vez con un nuevo disco bajo el brazo. Tras la fotografía de rigor, el personal de seguridad invitaba, con toda la amabilidad del mundo, a que los asistentes abandonaran la sala.

Northland (Foto: Oficial)

Pese a todo, la experiencia ha resultado totalmente satisfactoria. Los asistentes al Metal Academy Fest volvían al mundo real con una expresión de felicidad en sus rostros. Hasta tal punto era así que cualquiera de ellos habría sido capaz, por un solo bis, de asesinar con sus propias manos al rey de la noche, o incluso a su suegra.