Mayhem: la leyenda continúa en Barcelona
Una cosa está clara, Mayhem son unos auténticos supervivientes que han sabido amoldarse al paso del tiempo para acabar convirtiéndose en una leyenda viva.
Toda actuación de Mayhem lleva implicita una aportación emocional inevitable debido a la trayectoria histórica de estos discípulos de Satán, pioneros del black metal, que incluso atesoran algún martír en su oscuro pasado.
Como es obvio, los noruegos no se olvidaron de su legado, pero también pusieron de manifiesto que su necesaria evolución no implica concesiones fuera de su contexto sonoro. En Barcelona, mostraron todas las vertientes que han marcado su carrera ofreciendo una actuación impactante en lo visual, con una presencia escénica sobrecogedora apoyada en una iluminacion tenebrosa y mefistofélica, así como aplastante y desgarradora en lo musical..
Mortiis creando ambiente
Para crean el necesario ambiente, antes de que los principales protagonistas salieran al escenario, Mortiis fue una buena elección, quizá no la más atractiva, pero si una de las que encajan en el universo del black metal. Y es que, la propuesta del ex-Emperor, no es precisamente fácil de digerir.
Durante los primeros 15 minutos Mortiis, con su habitual máscara de troll, permaneció solo en un lúgubre escenario extrayendo siniestras sonoridades, con su artilugio “multiusos”, que inundaban el recinto sin animar en exceso al público, que respondía con tímidos aplausos. La aparición de un percusionista que también ocultaba su rostro tras una máscara, en esta caso de rasgos diabólicos, para hacerse cargo de dos enormes tambores y unos platillos, cambió el decorado de la presentación.
Con la sonoridad de los potentes tambores rebotanto por las paredes de la Salamandra, que a última hora acogió el concierto en lugar de la Apolo, el peculiar recital de Mortiis alcanzó un aire distinto durante la media hora restante y bajo una magestuosidad oscurantista fueron sonando los temas, o, mejor dicho, las partes de los dos temas que componen Spirit Of Rebellion, su álbum de 2020 que fue el que concentró su actuación.
Mayhem, los sonidos del infierno en tres actos
Con una batería cuya estructura ocupaba practicamente la mitad del escenario y que tenía integradas dos cruces invertidas, los componentes de Mayhem fueron tomando posiciones. Hellhammer, apenas visible detrás de la batería y el bajista Necrobutcher al filo de las tablas con el resto de sus compañeros, formaban la “vieja guardia”, mientras que los guitarristas Teloch y Ghul, ambos en el grupo hace aproximadamente una década, representaban la “savia nueva”. En medio del escenario Attila Csihar, cubierto con indumentaria ocultista que apenas dejaba ver su rostro, completaba la formación con su imponente figura micrófono en mano, mientras en la otra blandía una cruz invertida formada por huesos.
El repertorio de la gira, denominada “Northern Ritual Tour MMXXII”, está dividido en tres partes o actos que, en definitiva, abarcan un amplio espectro de su discografía. La primera parte la dedicaron a nuevas composiciones procedentes de su ultimo albúm ‘Daemon’ (2019) y último EP ‘Atavisctic Black Disorder’ (2021), además de otras creadas en el presente siglo, exceptuando “Symbols of Bloodswords”, que data de 1997.
Las más recientes composiciones resultan brutales en estudio, así que la expectación por descubrirlas en directo era uno de los alicientes. Arrancaron con “Falsified and Hated” y, de entrada, sonaba algo embarullado a la par que infernal. Las vibraciones se ajustaron mejor al interpretar “To Daimonion”, y cuando le llegó el turno a “Malum” con Attila invocando a Satán, ya nadie reparaba en si el sonido era el mejor. Lo que importaba era la entrega, la actitud y la fiereza con la que los componentes de Mayhen ejecutaban las canciones. Algo que los músicos transmitieron a los asistentes y comenzaron los primeros amagos de pogo.
“Bad Blood”, una terrorífica “My Death”, la mencionada “Symbols of Bloodswords” y “Voces Ab Alta”, completaron la primera parte del recital con unos Mayhem decantados hacia los sonidos que los noruegos facturan en la actualidad, más robustos que los de sus primeros años, pero sin perder las esencias primigenias.
Segundo acto: ‘De Mysteriis Dom Sathanas’
Tras haber desaparecido del escenario, la banda regresó más amenazadora con todos los miembros ataviados y encapuchados con las túnicas para interpretar varias piezas de su primer trabajo de larga duración ‘De Mysteriis Dom Sathanas’, aparecido en 1994 y en el que, curiosamente, Attila participase como invitado y no como miembro permanente de la banda, entonces formada solo por Euronymous (guitarras) y Hellhammer (batería). Y que también “pilló” a Necrobutcher fuera del grupo, siendo el encargado del bajo nada menos que el “malvado” Varg Vikerness!!, apareciendo en los crétidos con el apodo de Count Grishnackh.
Con semejantes antecedentes, es normal que ‘De Mysteriis Dom Sathanas’, forme parte determinante en la discografía de Mayhem y escuchar parte de su contenido en directo provocase cierta ansiedad entre los más fieles seguidores de la banda noruega. Con este álbum de auténtico culto, el concierto se sumergió en una crudeza desgarradora, a pesar de que las técnicas actuales permitan que las canciones añejas ganen músculo, sobre todo en lo que respecta a la batería.
Con Attila en plan éxtasis, las guitarras perforando oídos y la sección rítmica redoblando la crudeza, fueron sonando, “Freezing Moon”, “Pagan Fears”, “Life Eternal” y “Buried By Time And Dust”, mientras los seguidores más entusiastas daban rienda suelta a sus instintos salvajes chocando sus cuerpos entre sí. Tras dejar al público en un estado entre catártico y exhausto, el grupo abandonó de nuevo el escenario para preparar el último acto con los componentes desprovistos ya de las indumentarias monacales, incluido Attila, al que por vez primera se le pudo ver el rostro con cierta claridad aunque manteniendo el maquillaje de connotaciones diabólicas.
Más crudeza todavía
Si con ‘De Mysteriis Dom Sathanas’, la brusquedad había tomado posiciones extremas, con la entrada en escena del EP ‘Deathcrush’, remontando hasta 1987, la actuación alcanzó niveles estremecedores de crudeza sonora. El “enlatado” instrumental “Silvester Anfang” puso al público en sobre aviso de que la llegada del Armagedón estaba servida. Y apareció en forma del tema que da título al EP “Deathcrush”, con Attila en plan poseso y Hellhammer exponiendo su pegada más áspera.
Continuaron con el hipnótico ritmo de “Chainsaw Gutsfuck” para, acto seguido, descender aún más hacia los infiernos y recurrir a “Carnage” de su demo de 1986 Pure Fucking Armageddon y acabar el concierto, precisamente, con el tema que lleva ese mismo título, ante el completo delirio de los seguidores. Mayhem en estado diabólico, tres actos infernales, que corroboraron que los noruegos siguen siendo siniestros maestros del mal cuando se trata de interpretar black metal.
No importa que hayan evolucionado y que las técnicas actuales les permitan mejorar las cualidades sonoras de sus composiciones porque las huellas de sus rudos origenes estuvieron presentes impregnando la atmósfera de una sala Salamandra, que casi registró el lleno, y así transportar a los asistentes a un viaje por el averno acompañados de una banda sonora endiablada, tanto en ritmo como en contenido. Desde el más alla, Euronymous y Dead tiene que estar orgullosos. Mayhem solo hay unos y los vimos el viernes 13 en Barcelona, día supersticioso para algunas culturas, pero que en este caso resultó todo un apoteósico y escalofriante recital de black metal de 80 minutos de duración.
Texto: Locky Pérez | Fotos: Pablo Gándara
Promotor:Madness Live!
Día:2022-05-13
Hora:20:00
Sala:Salamandra
Ciudad:Hospitalet de Llobregat, Barcelona
Teloneros:Mortiis
Puntuación:8
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