Tras más de una década sin pisar Europa, los japoneses Maximum The Hormone por fin visitaron la ciudad condal para ofrecer el único concierto en España dentro de su escueta gira.

Tan solo cinco fechas en Europa (una de ellas en el Hellfest) son las que conforman la mini gira con la que los japoneses Maximum The Hormone decidieron volver a poner pie en el continente. Fue una suerte y, desde luego, una oportunidad única poder disfrutar de una de ellas en España, concretamente en la sala Razzmatazz de Barcelona. Los japoneses llevan años siendo una de las bandas más demandadas para el Resurrection Fest que, pese a no haber conseguido reclutarlos para el festival, sí consiguió cumplir los deseos de los fans y traerlos a por fin nuestro país.

«Sin fotos»

La respuesta del público fue acorde a la ocasión. Desde horas antes del concierto la masa de variopintos aficionados hacían cola para entrar en la sala. Se hizo notar la expectación por la vuelta del grupo. y, también, que las pocas fechas que conforman la gira habían movilizado a gente de toda Europa.

La apertura de puertas fue puntual cual reloj. A las 19:00h la gente empezó a entrar en una sala que tardaría poco en llenarse hasta la bandera. No hubo sold out, pero mucho no pudo faltar. La ausencia de teloneros hizo que todos los asistentes se concentrasen para entrar en el mismo lapso de tiempo, pero la gestión por parte de Razzmatazz fue realmente rápida.

En la puerta de la misma se encargaba de dar la bienvenida a los asistentes un cartel con una noticia que sorprendió a todos y cada uno de los allí presentes: “Prohibido hacer fotos y videos durante todo el concierto”. En la norma se incluía incluía a los profesionales acreditados. Solo los propios fotógrafos de la gira pudieron grabar y fotografiar el concierto (y, desde luego, no se dejaron un momento por capturar).

Antes del inicio del mismo, un miembro de la organización comunicaba a los asistentes el deseo expreso de la banda de “no hacer fotografías y disfrutar del concierto sin distracciones”. Unas pocas personas para controlar a cerca de 2.000 personas levantar sus móviles entre todo el movimiento en la pista… Desde luego era difícil de controlar (y de aficionados que estuvieron allí hemos obtenido las imágenes de la crónica).

Tras el mensaje y terminar la prueba de sonido que auguraba que volumen no iba a faltar aquella noche, Maximum The Hormone salían a escena recibidos con un entusiasmo arrollador de su público. Tras tomar posición y redoblar la batería, empezó la fiesta con toda una declaración de intenciones: “What’s Up People?!”, el tema que les lanzó al estrellato gracias a convertirse en un opening del popularísimo anime Death Note, fue el tema elegido para abrir un concierto que empezó con una sorpresiva ovación por parte de un público al que ya tenían en el bolsillo.

Quedó claro en Barcelona que aquello iba a ser un frenesí continuo. Los integrantes de las primeras filas se agolpaban en una mezcla de empeño por acercarse a sus ídolos y disfrutar de los tan añorados mosh pit que se formaron desde el minuto uno. Tampoco tardaron en hacer acto de presencia los crowd surfers que, para cuando el grupo entonaba su segundo tema “Haiyani Spain” (que claramente tocaron expresamente como detalle para el público español) los encargados de seguridad ya estaban ayudando a bajar a más de uno en el foso.

Maximum The Hormone: pura energía

La energía que el grupo mostraba era desbordante y, pese a traerse los papeles (y las poses) muy bien aprendidos, el disfrute y la entrega que desprendían eran totalmente palpables, especialmente en un Ue-Chan que casi ejerció mejor de Flea que el propio bajista de los Red Hot Chilli Peppers. Tocaba presentarse, y de ello se encargó su baterista Nawo, que abandonó su puesto tras los platos para acercarse a interactuar con el público en un cuestionable pero encantador español leído de una hoja de papel con un guión que el grupo iría utilizando para comunicarse con el público a lo largo de la noche.

Tras la pequeña dosis de verborrea y a grito de “¡Meee!”, el público era arrollado por “Maximum The Hormone II”, el tema estrella de su más reciente EP «Korekara no Menkata Cottelee no Hanashi wo Shiyou!», que ya data de 2018. Un tema que pese a ser de lo más actual que el grupo editado, se recrea en el gusto por el breakdown y el palm-mute del metalcore de principios de la pasada década, un elemento siempre presente en el libro de estilo de la banda. Durante la parte más popera y bailable, Nawo volvió a abandonar su puesto y a tomar posición delantera para disfrutar de su momento idol con bailecito incluído, momento que se repetiría varias varias veces a lo largo de la noche. El público sabía a lo que venía y esto es lo que esperaba, diversión sin pretensiones.

Los temas más míticos se intercalaban con otros menos habituales en sus setlists como “Bikini Sports Ponchin”. Pero los temas que, de verdad, despertaron reacciones realmente apasionadas entre el público fueron clásicos como “A-L-I-E-N” o “F”, las surrealistas y divertidisimas “Chu Chu Lovely Muni Muni Mura Mura Purin Purin Boron Nururu Rero Rero” o “Rei Rei Rei Rei Rei Rei Rei Rei Ma Ma Ma Ma Ma Ma Ma Ma” que fueron coreadas hasta la extenuación y, sobre todo, el otro súper éxito de la banda, “Zetsubou Billy”, tema que también formó parte de Death Note.

Entre descarga y descarga, y de forma que nació de la más pura espontaneidad, la mayor parte de los asistentes terminaron sentados en el suelo remando unánimemente una barca invisible. Un gesto que sorprendió y emocionó a la banda. Fue realmente impactante ver a más del 75% de una Razzmatazz abarrotada unirse en un acto tan desconcertante, y así lo reflejaba la banda subiendo el video a sus redes sociales.

Por la puerta grande

Apañandose como pudo, y navegando entre entre el japonés, el inglés y algo de español leído en la chuleta, el cantante Daisuke anunció el último tema de la noche. La coreable “Nigire!!” fue la elegida para aquel aparente cierre tras el cual el grupo abandonabó el escenario despidiéndose del público de una forma que òcos se creyeron. Faltaba la guinda del pastel, y las luces de la sala manteniéndose apagadas así lo corroboraban.

El grupo volvía a escena pocos minutos después a ritmo de “Blitzkrieg Bop” de Ramones sonando y luciendo todos unas coloridas gafas de sol que casarían a la perfección con el espíritu punk rock del tema con el que abrieron el bis. “Haikei Vap Dono”, también de su último EP, fue uno de los himnos festivos de la noche y durante el cual, de nuevo, Nawo abandonaría por última vez su batería, siendo sustituida esta vez por el própio Daisuke durante toda la canción. Esta vez la baterista dió total rienda suelta a su desparpajo y se convirtió, junto a su flamante falda roja, en protagonista absoluta de un momento delirante.

Y, para que nadie olvidase la fiesta vivida aquella noche, el grupo anunciaba el que, ahora sí, sería su tema de despedida. Manteniendo el espíritu festivo y las ganas de hacer bailar a su público, la noche se cerró con una aclamada “Koi No Mega Lover”, durante la cual todo el mundo luchó por exprimir la emoción hasta el final pese al calor y el agotamiento. Las agujetas que se llevaron a casa la mayoría serían el recuerdo perfecto de una noche única. Ojalá no haya que esperar otra década para poder repetirla.

Texto: Titus Ferrer

Promotor:Bring The Noise

Día:2022-06-13

Hora:19:00

Sala:Razzmatazz

Ciudad:Barcelona

Puntuación:8