Lordi: Una noche monstruosa en Madrid

Hace semanas que ronda en mi cabeza una duda. La cuestión es la siguiente: ¿A las bandas se las conoce en general por su trayectoria? o, por el contrario, ¿se sabe de ellas por un determinado hit que lanzaron en cierto momento de su carrera, el cual les llevó al estrellato?

Indudablemente cuando hablamos de Lordi nuestra memoria se transporta irremediablemente a aquella performance en el festival de Eurovisión de 2006. Su canción “Hard Rock Hallelujah” les hizo alzarse con la victoria, y desde entonces la banda finesa ha escalado puestos de popularidad, siendo conocidos mundialmente por ello. Pero Lordi son mucho más que únicamente una canción y tras la edición de su décimo trabajo de estudio, los de Finlandia se embarcan en una gira por toda Europa en este otoño. Los monstruos durante este Sextourcism Tour cuentan con el respaldo de sus compatriotas, Egokills, y los franceses Silver Dust.

¿Hippie metal?

Con puntualidad al estilo británico los cuatro miembros que componen Egokills salían al escenario. Los primeros acordes de “Mellowhead”, de su recién estrenado álbum de título homónimo, resonaban ante una sala que desde primera hora de la tarde se poblaba de unos fans deseosos de ver a sus ídolos. Pisando tierras españolas por primera vez en tu carrera, los de Tampere salieron animados a hacer lo que mejor saben. Su particular estilo, autodenominado como hippie metal, ensalzado con pesados ritmos y melodías pegadizas, proporcionaban al público madrileño un motivo para disfrutar y amenizar la espera.

Egokills (Foto: Víctor Gallego)

La banda que comanda Janne Selo, ataviado con gafas de sol y un gorro que cubría su cabeza, daba forma a su show con temas del citado disco como “Evolve”, “Nibiri” o “Karmageddon”, la cual caló bastante en el respetable. Estos seguían una animada y amena trayectoria entremezclándose con otros cortes más algo más antiguos de la banda, que nació en 2011. Los fineses supieron aprovechar bien el escaso tiempo que tenían, animando a la gente y caldeando el ambiente de una manera muy peculiar cediendo el testigo a los estrambóticos Silver Dust.

La hora de los cuentos

Con un ágil cambio de backline, los franceses tuvieron que reajustar su espectáculo al escaso tiempo y espacio que tenían en el escenario. Al igual que Egokills, Silver Dust contaban con un espacio muy reducido debido al gran espacio que ocupaba todo el decorado de Lordi.

Silver Dust (Foto: Víctor Gallego)

Contaban con el aliciente de tener al respetable atento a cada movimiento que se producía en el escenario, un punto a favor pues estas cosas no siempre ocurren. Al inicio del show, la banda presentaba su historia a desarrollar, así como a cada uno de sus personajes, con imágenes proyectabas en una pantalla colocada en el lateral izquierdo del escenario, minutos tras los cuales salían a escena el quinteto que da vida Silver Dust. Los góticos, perfectamente ataviados para la ocasión, presentaban los temas de su nuevo álbum “House 21” con una actuación poco común dentro de las bandas de metal.

Silver Dust (Foto: Víctor Gallego)

Era la primera vez que pisaban tierras españolas, y venían dispuestos a calar en nuestro público. En el respetable se formaban opiniones de diversos tipos, pues había quienes estaban alucinados con el despliegue de medios, y por el contrario quienes no comprendían a la banda. El concierto, que originalidad no le faltaba, tomaba formas con temas como “The Unknown Soldier”, “Once Upon A Time” o “Battle Davis Eyes”, para sorpresa de todo cantando a dúo su vocalista Lord Campbell con Mr. Lordi, oculto entre las sombras.

¡Qué vienen los monstruos!

Un griterío por parte del público, cual niños de guardería era la bienvenida que recibirían Lordi. “God of Thunder” de Kiss hacía perfectamente la función de preludio para que los cuatro personajes que constituyen la parte melódica se establecieran en sus respectivas posiciones. Segundos más tarde Mr. Lordi aparecía por debajo de la tela negra que cubría el portón colocado en mitad del escenario.

Lordi (Foto: Víctor Gallego)

Como cabía esperar “Sexorcism”, tema que da título a su último disco, era que la daba el pistoletazo de salida y desataba la euforia de los fans. Pero era “Would You Love a Monsterman”, convertida ya en uno de sus clásicos, la que ponía patas arriba la sala. El carismático frontman aprovechaba para saludar y soltar las primeras bromas de toda la ristra que tendríamos durante toda la noche. Presentaba así tras unos minutos “Missing Miss Charlene”, corte que hacía tiempo no sonaba en uno de sus shows.

Lordi (Foto: Víctor Gallego)

El combo formado por la nuevo “Your Tongue’s Got the Cat”, “Heaven Sent Hell on Earth” y “Mr. Killijoy” daba paso a un solo a manos del batería Mana. Había pasado ya un cuarto del show, cuando aún no nos había dado tiempo a explorar cada uno de los disfraces del grupo. Cuando parece que ya has observado cada tachuela, jirón de sus ropajes, o calaveras en el traje de Mr. Lordi, las cambiantes luces te permiten ver un nuevo detalle en sus máscaras. Toda una genialidad sin duda el poder tenerles delante.

Lordi (Foto: Víctor Gallego)

Pero sus disfraces no son lo único extravagante en sus shows, cuando crees que no puede salir más parafernalia del decorado, sus técnicos te montan algo nuevo. Para “Blood Red Sandman”, aparte de salir con un saco en la mano lleno de confeti y un gorro en la cabeza, el vocalista contaba con una cuna de madera de la que salía la cabeza de una niña exorcizada.

“It Snows in Hell” de ese maravilloso “The Arockalypse” de 2005, ralentizaba el ritmo y hacía cantar al público al unísono, antes de la llegada del solo de teclado. Llegando al ecuador del concierto, Hella era quien acaparaba todo el protagonismo. La muñeca diabólica (en las filas de Lordi desde 2012) concentraba todas las miradas mientras realizaba su breve solo de teclado. Al tiempo que hacía brotar las notas de sus teclas, los elementos clocados en la pared trasera comenzaban a moverse como si presencias fantasmales acontecieran.

Lordi (Foto: Víctor Gallego)

Tras el protagonismo de la fémina de la banda acontece “She’s A Demon”, durante la cual Mr. Lordi señalaba a cada chica que encontraba entre la multitud. La controversia estaba servida con la recién salida del horno “Naked in My Cellar”, tras la cual le tocaba al bajista OX demostrar todo su potencial. Un animado y virtuoso solo, mezclado con sonidos de música disco se desarrollaba al tiempo que una monja intentaba detener al monstruo en su labor. En una lucha, este último salía vencedor y expulsaba de esa manera a la beata del escenario.

Lordi (Foto: Víctor Gallego)

La inesperada “Hug You Hardcore” daba forma a uno de los puntos álgidos del show. Los asistentes, que afrontaban ya el concierto con las últimas fuerzas que les quedaban en el cuerpo, aclamaron la pegadiza canción desde los primeros acordes de la misma. “Evilyn” del nuevo “Sexorcisim” pasó sin pena ni gloria, y no fue hasta la llegada de “The Riff” cuando la gente comenzó a animarse nuevamente.

Lordi (Foto: Víctor Gallego)

Tras tener cada miembro de la banda su momento de gloria, le tocaba al guitarrista Amen hacer lo propio con las seis cuerdas, bajo unas luces súper saturadas y que apenas nos dejaban vislumbrar su silueta. Los momentos de descanso duraron poco y “Nailed By The Hammer of Frankenstein” precedía a “Who’s Your Daddy?”, uno de los temas más animados en la carrera de la banda y coreado durante el concierto.

Lordi (Foto: Víctor Gallego)

La gente que abarrotaba la sala Mon de Madrid estaba disfrutando tanto que no era consciente de que ese tema marcaría el final de la primera gran parte del show. Los bises eran encabezados por “Devil is a Loser”, interpretada por Mr. Lordi con unas grandes alas grises que salían de su espalda; y como no, por “Hard Rock Hallelujah”, que nos hizo a más de uno dejarnos las cuerdas vocales en un intento de corear el tema que les lanzó al estrellato en su totalidad.

Lordi (Foto: Víctor Gallego)

Con el paso de los años, Lordi ha ido perfeccionando sus actuaciones, así como mejorando sus setlists. Aunque la mayoría de mortales les conozca por su performance en Eurovisión, esta banda tiene siempre muchísimo más que ofrecerle a su público. Muchos más temas y espectáculo que sus fans siempre reciben con los brazos muy abiertos. Sin duda alguna los fineses Lordi son una de las bandas que debes de ver una vez en la vida antes de morir.