Lord Of The Lost: gótico alemán a la conquista de Madrid

Con el recuerdo aún fresco de la actuación en el Leyendas Del Rock de hace unos meses, Lord Of The Lost salen a la conquista del territorio europeo como cabezas de cartel con el fin de volver a dotar al rock gótico alemán de ese estatus que siempre le ha correspondido.

Si en dicho festival ya consiguieron ganarse al respetable siendo una de las bandas menos llamativas de un cartel que se nutre de otros estilos, en un show propio y con sus seguidores hambrientos de recibirles con espectáculo propio, no iba a ser menos.

La excepción que confirma la regla

Abriendo la noche en la sala Mon, se encontraban Scarlet Dorn, un joven grupo de dark pop-rock gótico, que lleva por nombre el de la vocalista que comanda sus filas. Venían presentando su último trabajo editado, ‘Queen Of Broken Dreams’, tercero de su aún corta carrera. La escueta experiencia de la banda no mermó su calidad o presencia escénica, que se ganó algunos adeptos durante la velada del domingo. Aunque, en etilos de esta índole, la propuesta gana algo de gancho en directo, era de notar que su estilo era el que más desencajaba en el esquema de bandas, aun bebiendo influencias del mundo oscuro.

Scarlet Dorn (Foto: Kaisla Virtanen)

La escasa media hora disponible para los alemanes fue bien aprovechada en repasar todo el material en su haber con cortes como la que da título al su citado último disco, “Scorched By A Flame So Dark”, “Heavy Beauty” o “Unstill Life”. Su paso por el escenario fue bien aprovechado, pero poco serían los que recordasen su actuación con las dos apisonadoras que llegarían posteriormente.

“Búscate una fiesta”

Como bien dice el refrán, en la vida siempre hay una primera vez para todo; aunque la de Nachtblut en la capital se hizo de rogar, concretamente 17 años. Aunque los alemanes tienen una consolidada carrera a sus espaldas, no se habían aventurado a pisar nuestras tierras hasta este verano, haciendo una aparición estelar en el Leyendas del Rock, y siendo esta su primera visita a Madrid.  Con puntualidad al estilo británico, las tinieblas se apoderaron de la sala para recibir al cuarteto. “Multikulturell” fue la primera de la descarga que vendría a continuación.

Nachtblut (Foto: Kaisla Virtanen)

Cual hijo predilecto de Till Lindemann y Dani Filth, Askeroth, de origen griego y afincado desde hace años en Alemania, acapara todas las miradas desde su aparición sobre las tablas. Sin embargo, quien oficia de maestro de ceremonias es Greif, el guitarrista, que, desde su posición lateral, algo escondida, en el escenario se atrevió incluso a animar al personal en castellano.

Nachtblut (Foto: Kaisla Virtanen)

El presentar a su banda en español no le fue suficiente, pues se atrevió a introducir esos “oe, oe, oe”- grito de guerra ibérico por antonomasia- en uno de los estribillos de sus canciones. Las referencias lingüísticas no quedaron ahí, y el mencionado vocalista se aventuró a incorporar un “búscate una fiesta” como traducción alternativa a uno de los estribillos. No contentos con ello, la guinda del pastel fue repartir chupitos de color naranja a los afortunados de las primeras filas.

Nachtblut (Foto: Kaisla Virtanen)

Lamentablemente el tiempo en escena de los alemanes fue demasiado breve para la calidad ofrecida. Su setlist estuvo confeccionado para realzar los temas de ‘Vanitas’, último trabajo editado del que sonaron “Kaltes Herz”, “Leierkinder” y “Nur In Der Nacht”. Aun así, el que más peso tuvo en la actuación fue ‘Apostasie’ (2017) del que sobresalieron la coreada “Amok” o “Lied Für Die Götter”. Los originarios de Osnabrück dejaron el nivel por las nubes con el gothic/black metal tan personal que defienden, un preludio perfecto para recibir minutos más tarde a los cabezas de cartel.

Frío en el escenario, fuego en la pista

Lord Of The Lost se alza como una de las formaciones más influentes y creativas del rock gótico de la década. Han pasado ya unos años desde que bandas como Lacrimosa colmaban las listas de su Alemania natal, pero LOTL han empujado los límites del género en tan solo 7 trabajos de estudio, fundiendo sus fronteras con el industrial e incluso el acústico.

Lord Of The Lost (Foto: Kaisla Virtanen)

Con puntualidad al estilo británico, los primeros compases de “Dry The Rain” desataron la euforia ante una sala Mon que se rindió a los pies del quinteto desde el primer momento. La canción escogida para dar el pistoletazo de salida forma parte del disco que les vio nacer como banda, ese ‘Fears’ del ya lejano 2010 apenas rememorado en esta gira más que por un par de pinceladas.

Lord Of The Lost (Foto: Kaisla Virtanen)

Sus temas hicieron hincapié en realzar la etapa presente del grupo como bien demostró una “Loreley” de infarto. ‘Thornstar’ junto a su recién estrenado ‘Judas’ fueron los grandes protagonistas de la velada. Pero antes de poder escuchar una de las nuevas perlas salieron a la palestra “Utopya”, “Break Your Heart” y “Prison”.

El grueso de presentaciones lo encabezó la potente “Priest”, precedida por los potentes golpes de bombos del batería Niklas Kahl y los tambores del multintrumentista Gared Dirge. Junto a ella “For They Know Not What They Do”, “Your Star Has Led You Astray” y “Born With A Broken Heart” fueron las elegidas del citado ‘Judas’.

Lord Of The Lost (Foto: Kaisla Virtanen)

El nuevo trabajo, que lleva por nombre el del apóstol que traicionó a Jesucristo, estuvo presente únicamente en 5 de los 21 temas a interpretar, y es que, la creación artística en completo se compone de un total de 32 canciones, divididas en 2 secciones: la condenación (damnation) y la salvación (salvation), una obra que, aunque magistral, es difícil de reproducir al milímetro en un show en vivo. “One Day Everything Will Be Okay”, “In Our Hands” y “Voodoo Doll” bajaron las revoluciones antes de que “Full Metal Whore” diese pie a crear uno de los momentos álgidos del concierto.

Lord Of The Lost (Foto: Kaisla Virtanen)

El show se desarrolló si fisuras hasta ese momento, hasta que el vocalista Chris Harms detuvo el concierto para pedir que se bajase el aire acondicionado. Cosa que ocurrió un par de veces. Por lo visto la temperatura era demasiado baja encima del escenario, todo un contraste con la pista, donde el respetable ardía en deseos por la banda. Problemas del directo.

Lord Of The Lost (Foto: Kaisla Virtanen)

Sin más dilación le llegó el turno a “Ruins”, “In A Perfect World” y “Die Tomorrow”, preludio perfecto para encarar la parte final del concierto. “The Gospel Of Judas” fue el último guiño a su nuevo disco, aderezado su estribillo por el acompañamiento del público recreando los coros que evocan al citado personaje religioso. “Blood For Blood” y “Forevermore” abrieron paso vertiginosamente a la entonación de un fragmento de su ya imprescindible “Credo”.

Lord Of The Lost (Foto: Kaisla Virtanen)

Las canciones de los alemanes siempre tienen una historia compleja que contar, aun así, su música no se siente demasiado teatral o dramática, motivo por el que por la que es tan agradable y fluida. Hay belleza en la simplicidad y estas canciones demuestran este matiz a la perfección, ya que nada se exagera de ninguna manera, todo tiene su propósito específico no solo dentro de la canción sino dentro del panorama general de la música. Finalmente, “Drag Me To Hell” puso el broche de oro a una hora y media de actuación que incluso se quedaron cortas.

Lord Of The Lost (Foto: Kaisla Virtanen)

Lejos quedó la etapa estival festivalera donde las versiones se adueñaron del tiempo en escena. Esta gira les ha permitido la oportunidad de expresarse y mostrarse plenamente con sus seguidores. Aunque este proyecto fue creado como un experimento del propio Chris Harms, ha ido sufriendo una progresiva metamorfosis hasta alcanzar el máximo exponente de personalidad. Lo profundamente atmosférico, cinematográfico, hasta suave y bello en ocasiones su funde con la más llamativa de las transgresiones.

Lord Of The Lost (Foto: Kaisla Virtanen)

LOTL son fielmente defensores de la libertad en el más amplio sentido: sexual, de expresión, de vestimenta… factor altamente plausible en el guitarrista Pi Stoffers, el bajista Class Grenayde y el multinstrumentista Gared Dirge, todos ellos piezas fundamentales del engranaje que da vida hoy en día a Lord Of The Lost. Sin ir más lejos, conciertos como este demuestran el gran potencial de un grupo al que aún le queda mucho que ofrecer al mundo.