Leyendas del Rock (viernes): Día de fiesta con Alestorm y Blind Guardian al frente
Después de que la fiesta de bienvenida tuviera a Powerwolf y el producto nacional como protagonista y el jueves el thrash metal con grupos como Kreator, Testament o Exodus, el tercer día del festival alicantino tuvo la fiesta y los coreos como reclamo principal por los artistas que coparon las horas más trascendentes de la jornada.
El concierto de Brothers Of Metal a la hora más complicada del festival fue todo un acontecimiento pese a que a priori lo tenían todo de cara. Quien pasara por el escenario sin saber de qué iba la cosa debió llevarse una sorpresa, pues más que una banda de metal al uso parecía un grupo de colegas borrachos a los que una partida de rol se les había ido de las manos. Con un sonido atroz que no dejaba de acoplar los micrófonos, la alegre panda de vikingos se encargó de desgranar unos temas de power metal facilón y coreable ante un respetable muy numeroso y joven aún con el sol en lo más alto.
Canciones como «Kaunaz Dagaz» o «Brothers Unite» funcionan mucho mejor en vivo cuando hay cientos de personas cantando que pueden ver a los ocho colgados de la banda dando saltos como locos, y es que hasta propuestas más tranquilas como «Yggradrasil» tuvieron un recibimiento pletórico -todo ante una masa que en la jornada anterior solo había sido tan numerosa con los cabezas de cartel-.
Este estilo siempre ha sido muy bien recibido en el Leyendas y compartía la misma clase de fans que los grandes protagonistas de la noche: Alestorm y Blind Guardian. El momento álgido llegó con una «The Mead Song» muy coreada, y es que aún con el sonido siendo una pesadilla, la propuesta de Brothers Of Metal se nutrió principalmente de su energía, sus fans y sus ganas de juerga.
El ser los encargados de inaugurar las jornadas de festival siempre supone un hándicap para la banda de turno. Y casi a la misma hora que Brothers Of Metal, Adamantia se postraron en el Mark Reale Stage a escasos minutos de dar las 17h de la tarde con un calor abrasador en el recinto.
Tras sufrir varios cambios en la formación, la banda se subió al escenario del Leyendas Del Rock para presentar su nuevo trabajo ‘Anhelos Del Alma’. Este concierto supuso la primera actuación con Diego Valdez al frente de la formación como sustituto de Carmen Xina. El show fue correcto, aunque no consiguió congregar a una gran masa de gente debido a la hora y a las altas temperaturas.
Si lo más notable del concierto de Brothers Of Metal fue la afluencia y la juventud, en Lujuria pasó algo diametralmente opuesto. Una confluencia notablemente más discreta recibió a una banda para la que este concierto era un acontecimiento muy especial, pues como ellos mismos señalaron, mientras celebran su 30º aniversario también cumplían años el Leyendas. El sector más veterano respondió a esta llamada incluso con las constantes bromas sobre penes gigantes y otros chascarrillos de bar de barrio fueron recibidos con cierta animadversión.
Pese a todo, el concierto tuvo un ritmo de una intensidad nada desdeñable durante su algo menos de una hora de actuación -y eso que los mejores conciertos que ha dado Lujuria en un Leyendas han sido al abrigo de la madrugada-. Temas como «Joda A Quien Joda» o «Corazón De Heavy Metal» parecen estar hechos para este festival y sus leales aficionados. Hubo un homenaje a Jinjer y a la guerra de Ucrania, por si aún alguien creía que estaban aquí solo para tocar, lo que culminó un concierto que fue de menos a más.
El clásico grupo de rock duro de Galicia, Motores, con una carrera de más de 30 años desde aquel lejano primer disco, ‘Si Quieres Un Amigo, Cómprate Un Perro’, se disponían a dar el segundo de los conciertos del escenario Mark Reale ante un grupo reducido de personas pero que poco a poco se iba llenando para poder disfrutar del trío musical. Rugió un motor como introducción y que sirvió de antesala para escuchar viejos himnos como “Noche de lobos”, la magnifica “Vértigo” y la coreada versión de “Frío” de Alarma. Gran sonido, muy buena actitud y veteranía con buenos riff de guitarra para calentar aún más la tarde en Villena.
La desesperante situación socio-politica del momento ha desembocado en que Jinjer hayan tenido que convertirse en abanderados culturales de su país natal con el fin poder salir de gira este verano. El grupo que comanda la vocalista Tatiana Shmaylyuk ha aprovechado el tirón que lleva cosechando desde hace unos años para clamar por la paz de la invasión rusa en Ucrania.
Los colores amarillo y azul de su bandera adornaban el telón trasero fueron protagonistas en todo momento para no olvidar el mensaje de «fuck war» que incluso la citada vocalista alentó por el micrófono. La pareja formada por «Call Me A Symbol» y «On The Top» dieron el pistoletazo de salida y desataron la locura en un breve lapso de tiempo. El fervor de los fans estuvo presente desde el minuto uno, y es que Jinjer se ha convertido en un grupo muy apreciado por nuestro país.
Su disco ‘Wallflowers’ fue protagonista en el set con cortes como «As I Boil Ice» o «Vortex» que enloquecieron a se séquito de fanáticos. El show de Jinjer fue como un torbellino que arrasó Villena, como siempre que se sube la banda al escenario. “Pisces”, su hit más reconocido, marcó el fin de la actuación.
El sonido del Mark Reale no se comportó con unos voluntariosos Ankhara, y es que aunque para «Un Paso Más» mejoro un ápice, los bajos y las guitarras se entremezclaron hasta lo inteligible en más de un punto -y eso que, por lo demás, la batería el instrumento más perjudicado-. Es triste que elementos fuera del control de los músicos terminen condicionado una actuación, pues Ankhara consiguieron congregar a una nada despreciable cantidad de gente que se refugió en la sombra del Reale.
Es curioso como muchas de estas bandas de la era dorada del power metal en castellano se mantienen con vida gracias al Leyendas del Rock, que les da un trato venerable y unos horarios envidiables. El público responde habitualemente a estas llamadas, y durante 50 minutos el escenario pequeño se convirtió en un reducto de otra era en el que sobre todo la hipnótica «Acordes Mágicos» sirvió para hacer las delicias de todo aquel que no estuviera tan interesado en el show de Jinjer.
Gotthard merecieron ser protagonistas del deleite de los amantes del AOR-old school presentes en el festival. Se subieron a las tablas teniendo presente que no actuaban en un día cualquiera, pues el 5 de agosto hubiera sido el cumpleaños del fallecido vocalista de la banda, Steve Lee. Por este motivo, el fundador que sigue sosteniendo las vigas de la banda, el guitarrista Leo Leoni, dedicó al cielo la bonita balada «One Life, One Soul».
El grupo ha seguido adelante aún con este triste fallecimiento y prueba de ello es el telón que adornaba el escenario con un #13 en el centro que hacía alusión a su último trabajo de estudio -aunque de este redondo únicamente sonó «Every Time I Die» al incio-. Destacaron, como era de esperar «Hush», cover de Joe South, que la formación ha hecho más que propia, y las archiconocidas «Lift U Up» y «Anytime, Anywhere» que pusieron al respetable a saltar.
Nic Maeder lleva años comandado la banda de una manera impecable y ejerció de maestro de ceremonias mejor incluso de lo que cabría esperar. El sonido también les acompañó y solo queda decir que el show de Gotthard fue de lo mejor que pasó en Villena durante la jornada del viernes.
Los estadounidenses Unearth se sumaron al cartel del Leyendas sustituyendo a The Black Dahlia Murder, que tristemente tuvieron que cancelar su actuación debido al fallecimiento de Trevor Strand. Unearth puso patas arriba el escenario Mark Reale con su efectivo y agresivo metalcore, y es que los de Boston desataron su furia a base de riffs incendiarios, una base rítmica bien engrasada y la energía inagotable de su vocalista Trevor Phipps. La banda anunció que se encuentra inmersa en las mezclas de un nuevo trabajo y, a juzgar por lo visto en Villena, tienen cuerda para rato.
Cuando se confirma a Blind Guardian como cabeza de cartel para un festival los promotores tiran una moneda al aire y aguantan el aliento. Los germanos tienen la capacidad de hacer el mejor concierto de tu vida o de presentar un directo infumable. El directo comenzó de una forma algo accidentada con Frederik Ehmke errando algunas de las entradas de «Into The Storm» y «Welcome To Dying», que aunque fueron resultonas, tropezaron en algunos momentos por un aparente problema del batería con sus cascos.
«Time What Is Time» supuso el comienzo del desgrane que la banda le hizo a ‘Somewhere Far Beyond’, que junto con «Journey Through The Dark» se encargaron de prender la energía a unos niveles extraordinarios -salvo cuando quisieron bajarlos en una «Black Chamber» muy íntima que sirvió para que Hansi pudiera alardear de estado vocal-. Hubo momentos para todo, como en la progresiva «Theater Of Pain» o la misteriosa «Quest For Tanelorn», cortes no tan conocidos y que con su calma podrían haber hecho caer la noche pero que supieron encarar de un modo que se sintió enérgico e interactivo.
En «The Bard’s Song: In The Forest” Hansi bien podría haberse ido a tomar algo, pues sus seguidores del Leyendas llenaron el aire con unos cánticos que aún ahora resonarán en las montañas. La experiencia fue mágica, con miles de personas cantando al unísono de nuevo tras tantos años de pandemia e incertidumbre, y al concluir estalló en un gigantesco “ole ole ole” que pilló a la formación totalmente por sorpresa. La menos conocida segunda parte de esta canción no causó tanto revuelo, pero lo que sí que volvió a arrancar las revoluciones fue la interpretación de la homónima «Somewhere Far Beyond», que con su épico y cañero sonar logró prender a un público totalmente hipnotizado.
«Lord Of The Rings» fue la sorpresa de una noche que, por lo demás, tenía un setlist muy previsible y que logró arrancar unos cánticos que aunque no llegaron a los niveles de los recientemente citados tampoco tuvieron mucho que envidiarles. La recta final vino de la mano de las infalibles “Mirror Mirror” y “Valhalla”, los dos grandes clásicos que consiguieron que hubiera otro de los épicos momentos de coreos grupales entre la gente. Al final Blind Guardian, amparados con su material más mítico, lograron triunfar como cabezas de cartel y dar un gran espectáculo para salir más que airosos de un festival que les ha visto en sus mejores y peores momentos.
Los fans del metal extremo tuvieron que resguardarse bajo la carpa del Mark Reale Stage durante un lapso de tiempo. Tras la potente actuación de Unearth y la prueba de sonido correspondiente, Suffocation tomaron el relevo al tiempo que Blind Guardian hacían las labores de headliner en el escenario principal. «Liege Of Inveracity» y «Effigy Of The Forgotten» consiguieron poner patas arriba la pista en apenas unos minutos.
A pesar de la veracidad de sus composiciones, el sonido limpio y sin barullo es protagonista de los conciertos de la banda americana, que ofrece shows de una alta calidad por donde pasan. Podría decirse que Suffocation es uno de esos grandes artistas infravalorados y serían grandes aspirantes para actuar en uno de los escenarios de mayor tamaño. La agrupación que comanda Ricky Myers sació la sed de los amantes del death metal, que en esta edición de 2022 ha brillado bastante por su ausencia.
Alestorm, los otros grandes cabezas de cartel de la jornada, lo tenían todo alineado para marcarse un concierto grandioso. Tras el subidón ominoso que había sido Blind Guardian, tocaba algo de juerga de madrugada con una tripulación de marineros borrachos como demostraron con una enérgica «Keelhauled» que enseguida captó la atención de todo el festival. Si de algo puede alardear Alestorm es de canciones coreables y marchosas, como «Treasure Chest Party Quest» o la reconocible “Mexico».
Aunque «Magellan’s Expedition» se trata de un tema reciente, el público no dudó en hacer como que remaba en un barco imaginario a su ritmo solo para desahogarse a saltos con otros más folks como el alegre «Sunk And Norwegian». «Seventh Rum Of A Seventh Rum» fue otro de los cortes nuevos que cayó en el concierto y se ligó a la perfección con un queridísimo «Hangover» en el que la parte rapeada fue cantada por Ramón “El Tiburón”.
Hubo otra marea de remos con la tranquila «Nancy The Tavern Wench», que fue nuevamente sucedida por otro hit marchoso como la homónima «Alestorm». Llegados a este punto, la gente estaba desatada, exultante por la actuación y ansiosa porque el grupo le ordenara que hicieran alguna estupidez -vamos, lo que cabría esperar en un concierto de Alestorm-. Un inmenso wall of death inauguró la cañera «Captains Morgan’s Revenge» de la época más cruda y salvaje de la formación, a la que le siguió la breve pero divertidísima «Shit Boat (No Fans)», que ya se ha convertido en una de las favoritas de sus seguidores.
El primer bis de la noche vino de la mano de la conocidísima «Drink» -todo un himno en lo que empujar a la intoxicación etílica se refiere- que logró que las tres personas que seguían sobrias corrieran a servirse una cerveza. La recta final vino con dos temas igualmente juerguistas e irreverentes como «Pirate Metal Drinking Crew» y «Fucked With An Anchor», con el que se labró un final de concierto sellado con miles de peinetas al aire.
Alestorm poco a poco se están convirtiendo en algo grande, y visto lo a gusto que se sienten siendo el foco de atención principal en una jornada de festival, su trayectoria puede tomar un toque ascendente con este tipo de experiencias y garantizar que el futuro solo aguardará mejores conciertos y patitos hinchables cada vez más grandes.
Los escoceses Heavy Pettin -de la NWOBHM- salieron a darlo todo desde el primer minuto en el escenario pequeño del Leyendas bajo la atenta mirada de un gran numero de amantes de los sonidos más clásicos del heavy metal. La veteranía es un grado, y la voz de su frontman Steve “Hamie” Hayman se disfrutó de lo lindo, pese a los “grititos” extraños que hacía al terminar algunos versos.
Hermanos de sonido de Saxon o Def Leppard tocaron sus mejores hits como “Soul Survivor”, “In And Out Of Love” y “Rock Ain´t Dead”. Como anécdota divertida, su cantante decidió sacar una botella de Jack Daniel’s y brindar con el público pero no pudo ser porque nadie tuvo la fuerza para quitar el tapón, lo que provoco las risas de la gente -tras dos canciones pudieron abrirla y, entonces sí, darle unos buenos tragos-.
Superar la fiesta Alestorm en un festival es una ardua tarea. The Darkness saltaron a ofrecer un tipo de de espectáculo totalmente distinto y empezaron con «Welcome Tae Glasgae» de su nuevo trabajo ‘Motorheart’, corte que dejó algo frío al personal. Afortunadamente «One Way Ticket», «Barbarian» y «Black Swan» llegaron tempranas para levantar los ánimos.
Siempre cercanos con su público, el carismático Justin Hawkins se paró para leer una pancarta de una seguidora sevillana situada en el frente, preguntánde su nombre e incluso su procedencia. Las siete horas de viaje en coche le merecerían la pena a María tras el agradecimiento posterior del vocalista. Los agudos de «Givin’ Up» resonaron posteriormente por el recinto de Villena.
El estrambótico vocalista se paró incluso a coger una hoja donde un niño de 3 años había retratado a los miembros de la banda. El emotivo momento sirvió incluso para desarrollar la broma acerca de una Flying V dibujada en el folio durante lo que quedaba de actuación. Los shows de los ingleses The Darkness no están concebidos para ganar adeptos en un festival de estas condiciones. Lo que podría resumirse en que sus fans disfrutaron de la manera de ser del grupo mientras que, para aquellos que no siguen tan de cerca al cuarteto, la actuación pudo pasarles más desapercibida. Su clásico «I Believe In A Thing Called Love» puso el broche de oro a su tiempo en escena.
Gaahl, el que fuera el vocalista de Gorgoroth, pudo presentar su propuesta en solitario Gaahl’s Wyrd al amparo de la noche del Mark Reale. Una cantidad sorprendente de fieles se agolpó frente al escenario para recibir a un show que brilló por lo ambiental en su juego de luces y en lo extremo y bruto de su ejecución.
El black metal es un poco “el gato negro” de los festivales grandes, pues sigue siendo un estilo rodeado de controversia que no casa bien con los grandes nombres, pero es todo un acierto que la organización piense en propuestas para todos los gustos. Al final es lo de siempre, parece que no haya fans de black metal, pero es ponerle un concierto a una hora decente y aparecen como setas.
A lo largo del directo se fueron intercalando temas de su época con Gorgoroth con sus lanzamientos en solitario. Los niveles de intensidad fueron tan apabullantes como cabría haber esperado y, al final del concierto, lo que quedó claro es que aquella pequeña propuesta en el Reale había resultado ser el refugio perfecto para quienes quisieran escapar de The Darkness.
El show de Saratoga en el Leyendas del Rock 2022 era uno de esos que se sienten especiales incluso antes de comenzar. La celebración del 30º aniversario de la banda del Niko del Hierro se materializó en Villena desde los primero acordes de «Tras Las Rejas» y «A Morir». Siguieron con «No Sufriré Jamás Por Ti» y «Maldito Corazón», donde, a pesar del excelente sonido con el que contaban los madrileños, falló durante unos instantes la guitarra de Jero Ramiro.
Como bien narró Tete Novoa, resulta bastante complicado resumir tres décadas de trayectoria, y animó a sus seguidores a ver un show algo más completo en La Riviera de Madrid (toma promo). Todo sucedió antes de acontecer con «Vientos De Guerra», que sonó atronadora antes de bajar las revoluciones con la preciosa e imprescindible «Si Amaneciera».
La traca final vino de la mano de «Las Puertas Del Cielo», «Como El Viento», «Perro Traidor» y «Resurrección». El sonido les acompañó para dar una una actuación con más garra, sumado al gran potencial de El Estepario Siberiano a la batería, que adereza aún más el potente sonido de Saratoga.
Los veteranos Ktulu se hicieron con el control del Mark Reale Stage al filo de las dos de la madrugada. Pioneros del metal industrial español demostraron estar en un buen momento de forma con el incombustible Willy Espejo al frente. Centraron todo su repertorio en ‘Confrontación’, el álbum más emblemático de su carrera, del que sonaron temas como «Biocontaminación» o «Sutil Mutilación». Para la recta final se guardaron en la recámara los tres últimos cartuchos «Delirium Tremens», «Apocalipsis 25D» -tema incluido en la banda sonora de la película » El Día De La Bestia”- y «Solo» con la que pusieron el punto y final.
La transición entre los conciertos de Saratoga y Lèpoka se sintió como un paso de antorcha entre dos generaciones con gran parte del público de los primeros acercándose curioso al otro escenario que presentaba una decoración y una magnitud bastante vistosa. Lamentablemente el sonido no les acompañó de primeras y hubo momentos en los que la guitarra de Kratos se enmudecía y se perdía en la noche. Aun así, al grupo se le notó que había ido a por todas con una enorme entrega y producción resultona con la que habían poblado el escenario.
Lèpoka lograron sacarle mucho provecho así a un escenario grande que les sienta muy bien, algo que señalaron ellos mismos tras haber pasado por todos los escenarios del festival en otras ediciones antes de encarar la cañera «El Baile de los Caídos». En contraste, cortes más serios como «Pandemonium» dieron algo de oscuridad a su setlist, pese a tener siempre una sección de folk eminentemente bailable.
La cañera «Beerserkers» mantuvo las ganas de juerga y aprovechó que se encontraban en la última actuación de la noche en los escenarios principales y que el respetable iba ya con el puntillo para disfrutar más de temas como «Chupito» y «Goliardos». El concierto tuvo sus momentos memorables con un cambio en las voces con el batería en “La Huella Del Dragón” para terminar de encarar una fiesta tan importante con la punki «Seguimos En Pie» y la marchosa «Contra Viento y Marea», en la que se lanzaron hinchables a un público muerto de ganas de fiesta. Las chispas que acompañaron a «Yo Controlo» sirvieron para despedir un concierto muy especial y en trayectoria ascendente.
Ankor fueron los encargados de cerrar la tercera jornada en el festival en el Mark Reale al tiempo que Lèpoka desarrollaban su espectáculo en el escenario principal. La recta final de la velada del viernes estuvo protagonizada al completo por bandas nacionales y la propuesta que comanda la vocalista Jessie Williams fue enérgica y emocional a partes iguales.
Este show supuso una despedida por parte de su batería Ra Tache, por lo que había más razón para considerar especial el show en esta cita. El setlist estuvo nivelado entre su último trabajo de estudio ‘White Dragon’ y su anterior redondo ‘Beyond The Silence Of These Years’. La banda de metal alternativo ofreció un show que cumplió con las expectativas del personal que aguantó despierto hasta las 4:00h de la madrugada y que arropó a la banda en todo momento. El set tuvo tiempo hasta para incluir la versión de «Bad Guy» de Billie Eilish.
Texto: Marc Fernández, Tamara Ruiz, Nacho García y Jesús Martínez | Fotos: Lolo, Nacho García y Jesús Martínez
Promotor:Run To The Hills
Día:2022-08-05
Hora:16:40
Sala:Polideportivo Municipal
Ciudad:Villena
Puntuación:7
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