Amon Amarth y Behemoth triunfan por encima del resto en una ardiente primera jornada del gran festival de agosto.

El festival Leyendas del Rock probablemente sea uno de los festivales más queridos a nivel nacional, ostentando a un público muy fiel y habitando una burbuja más allá de las polémicas que vienen asolando el panorama festivalero en los últimos meses. Sus grupos no son los más grandes ni su recinto el más espectacular, y aun así cada año vuelven a recibir a miles de feligreses satisfechos. Con su edición 2024 finalizada, queda un excelente sabor de boca ante un arriesgado cartel que, si bien al principio levantó alguna que otra ceja, terminó funcionando a las mil maravillas.

No cabe duda de que el Leyendas se hace desde una perspectiva de éxito comercial y económico, si, pero tampoco cabe duda de que hay un factor de cariño y amor hacia el género que no se percibe del mismo modo en todos los eventos. El Leyendas sabe lo que hace, sabe cuál es su público y sabe que a veces hay que tomar decisiones y hacer apuestas arriesgadas. Y así ha sido en los últimos años pero más específicamente en este 2024: el Leyendas se ha quitado el halo de, como decían algunso despectivamente, «festival metalpaco» para convertirse en un escaparate de todas las formas, pasadas y presentes, de entender el heavy metal. 

Amon Amarth (Foto: Lolo)

Cuatro días de fiesta en Villena con decenas de bandas que, no cabe duda, dieron lo mejor de si mismas pese a las horribles temperaturas de la zona. Y no solo eso: unas instalaciones que -dentro de lo que son los festivales- son asequibles, tanto en distancias como en la atención al público. Cansados de recintos inasumibles (nos viene a la cabeza La Caja Mágica donde se celebraba el Download de Madrid), el Leyendas es un festival cómodo, agradable, asumible. Y ese es uno de sus principales atractivos no musicales.

Un sol de justicia

Suele decirse aquello de que no hay Leyendas si no ocurre bajo un sol de justicia, una condición climática contra la que muchos grupos del norte de Europa tienen que enfrentarse a la hora de plantear sus actuaciones. Fue así, con la temperatura rozando los 45 grados, que All for Metal tuvieron el siempre complicado cometido de ser los responsables de inaugurar el escenario grande, con gran parte del público refugiados en la sombra o adquiriendo tokens.

El conjunto a priori tiene una propuesta que encaja a la perfección con el show power/paco que tanto gusta en el Leyendas, que además elevaron con una llamativa pirotecnia y más gente en el escenario que en la reunión de amantes de tu mujer, destacando a unos entrañables niños guitarristas. Sin embargo, ya fuera por el espeso sonido o porqué la gente aún debía aclimatarse al festival, la actuación careció de bastante pegada.

Mi humilde opinión es que una fiesta como la de All For Metal habría funcionado mucho mejor en el escenario pequeño de madrugada (aunque los niños probablemente tuvieran que dormir), y que una serie de desgraciadas desdichas impidieron que se pudiera disfrutar al máximo de su actuación.

Born of Osiris (Foto: Jesus Martinez Benavent)

La caña de Born Of Osiris

Ha costado, pero el Leyendas del Rock parece haber abierto miras finalmente incluyendo grupos de un estilo más moderno con el fin de atraer a un público más joven y con gustos diferentes a aquel público que pobla “el Leyendas” asiduamente y que se caracteriza por estar curtidos en mil batallas. Esta gente reniega de aceptar los estilos que parecen ser el futuro del metal, como son Born Of Osiris. El combo de Chicago fue el primero en exponer su metalcore en la ciudad alicantina, abriendo boca de un estilo que sería protagonista en toda esta edición del festival. 

Born Of Osiris (Foto: Jesus Martinez Benavent)

Puede que los americanos no fueran la banda más popular en lo que a este género se refiere, pero su actuación bajo un calor abrasador fue un chute de energía inmediato para sus seguidores y para quienes buscaban una sombra para combatir las altas temperaturas de la tarde. Hay quienes no aceptaron de buen grado sus partes pregrabadas, aunque sin duda son las que forman el cimiento de sus canciones para la base sobra la que tocar en directo. 

En sus dos décadas de carrera, apenas han pisado España unas cuatro veces, siendo una de ellas esta actuación en Villena, donde sonaron hits de su historia como “Divergency”, una de las más queridas. Aun con algún problema técnico de sus monitores Born of Osiris consiguió dar forma a una de las actuaciones más bestias de la jornada.

La injusticia de Opera Magna en un escenario pequeño

Un escenario New Rock a reventar estaba listo para recibir a la actuación de Opera Magna, que, para sorpresa de muchos, se marcaron uno de los mejores conciertos de la jornada. Pese a que el escenario pequeño adolece de unas dificultades técnicas que hacen que el sonido, sobre todo desde atrás, se sienta espeso e incomprensible, no impidió que una gorda acudiera a recibirles.

 

Opera Magna (Foto: Jesus Martinez Benavent)

El resto como suele decirse, es historia. Me resulta incomprensible cómo un grupo así está tocando en el escenario pequeño, cuando sin duda son capaces de mucho más en el gran foco y a una hora más favorable, pero desde que empezaran su show hasta que lo concluyeron con “Herida”, la interacción fue constante, intensa y llena de energía. El Leyendas adolece de llenar su cartel con grupos de Power Metal en español, pero acusaciones así demuestran que su apuesta no es en vano.

The New Roses: estelares

The New Roses hicieron una de las actuaciones estelares del escenario pequeño en la pasada edición, pero quizá moverlos a uno de los escenarios principales fue una apuesta algo arriesgada que no salió del todo como debería. El público, ansioso por consumir estilos más potentes no aceptaron del todo la propuesta de los alemanes, que quedó algo desapercibida tras la salida de Kissin’ Dynamite al escenario principal minutos más tarde. 

The New Roses (Foto: Lolo)

El sonido tampoco ayudó a hacer de éste un gran espectáculo, pero hay que añadir que la banda lo dio todo sobre el escenario sin importar los contras. El vocalista Timmy Rough lo dio todo con tal de ganar adeptos a su causa, y finalmente consiguió congregar una cantidad considerable de adeptos a la causa.

The New Roses (Foto: Lolo)

Sonaron cortes como “It’s A Long Way” o “1st Time For Everything”, e incluso la cover de “Rockin In The Free World” de Neil Young que sí puso a cantar a los presentes. Para acabar, no podía faltar “Thirsty”, corte que se ha convertido en el más famoso de la banda. Los miembros pusieron todo su empeño en hacer una buena actuación, e incluso el citado vocalista bajó al foso a hacerse selfies y chocar la mano a quienes se apoyaban en primera línea. Su concierto fue correcto, aunque lamentablemente, como se ha citado, no llegó a destacar entre la multitud de bandas.

El difícil papelón de sustituir a Dokken para Kissin’ Dynamite

La cancelación de Dokken trajo consigo la duda de poder encontrar un sustituto a la altura de las circunstancias, y tal como se desarrollaron los acontecimientos Kissin’ Dynamite hicieron olvidar al festival entero que fueron la incorporación de última hora debido a la caída de alguien que sí entra como calificativo de leyenda. 

Kissin’ Dynamite (Foto: Lolo)

La banda germano-suiza se encargó de dar vida a una de las mejores actuaciones de la jornada haciendo gala de un sleaze-glam moderno que no deja indiferente a nadie. Su música aporta frescura y dinamismo a un género que, hoy en día, ve nacer con cuentagotas bandas que le aseguren una continuidad en tiempos venideros. 

Haciendo acto de presencia por primera vez en el festival, el quinteto llevó un montaje simple, pero que se hacía cada vez mas efectivo a la vez que la luz del sol iba disminuyendo y la luna posicionándose en su zenit, haciendo por momentos más visibles las luces de las plataformas a diferentes alturas y el logo colocado a mitad del escenario. 

Kissin’ Dynamite (Foto: Lolo)

El carisma de Johannes Braun es prácticamente hipnótico, ya sea demostrando su gran poderío vocal en cortes como “I’ve Got The Fire” o sentado en un trono gigante con una capa de terciopelo rojo como mandamás en “I Will Be King”. No faltaron “DNA” o “Raise Your Glass” donde Kissin’ Dynamite aprovecharon al máximo su tiempo sobre las tablas ganándose incluyo a aquellos que no conocían la banda y simplemente hacían tiempo frente al escenario principal.

La sorpresa de Dymytry

En una jornada en el que el escenario pequeño demostró estar poblado de sorpresas, Dymytry salió sobre las tablas como si estuvieran poseídos por une energía sobrehumana, logrando crear los primeros pogos que e vieron lejos de los escenarios principales. Su puesta en escena fiesta del escaso ofrecimiento escénico que suelen tener los asiduos de este espacio del festival, y pronto su impacto probó hacerles dignos de más foco.

Dymytry (Foto: Jesus Martinez Benavent)

Había mucho por lo que cautivarse en el concierto de Dymytry: las máscaras, la hipnótica producción de luces o la sencilla pero intensa ejecución, pero todo sumó para que su show culminara en un concierto inolvidable. El Leyendas no solo apostó por una propuesta moderna, sino que se la descubrió a una horda de curiosos que son duda ahora no perd erán a la banda de vista.

Behemoth a lo grande

Está claro que el señor Adam Darski, lleva mucho tiempo sentándose en el trono del infierno. Aquel individuo al que se le conoce como “Nergal” y que es una inspiración diaria para mucha gente, no para de aferrar esa corona de rey del inframundo sobre la cabeza. Puede que el death blackened que practica Behemoth no alcance niveles tan mainstream como ha llegado el estilo de Amon Amarth, por lo que el recinto no pudo verse igual de poblado, pero sin duda los polacos se fueron a casa satisfechos, sabiendo que habían dado forma al mejor concierto de la jornada. 

Behemoth (Foto: Jesus Martinez Benavent)

El cuarteto estaba motivado y enérgico, y supieron transmitirlo a su público de la mejor manera. “Ora Pro Nobis Lucifer” y “Ov Fire And The Void” no dejaron títere con cabeza. Los cortes llegaban con una crudeza digna de admirar, sin importar que fueran bastante longevas como “Cursed Angel Of Doom”, sacada hace 30 años, o “The Deathless Sun” de su último trabajo, ‘Opvs Contra Natvram’. Todos encajaron de la mejor manera, también “Bartzabel” donde Nergal mostró la mitra haciendo reminiscencias al videoclip. 

Behemoth (Foto: Jesus Martinez Benavent)

No fue su show más extenso, pero seguramente sí uno de los más intensos. Su metal extremo no estaba encajado de la mejor manera después de The New Roses y Kissin Dynamite, pues aparte el día tuvo un toque folk/viking protagonista, pero quienes decidieron disfrutar de los del este de seguro no quedaron indiferente ante la descarga y la lluvia de fuego que hizo del escenario dos el infierno particular de Behemoth. 

Royal hunt: ecos sinfónicos

Royal Hunt ofreció una actuación memorable en el escenario pequeño, comenzando con la potente “River of Pain”, que de inmediato capturó la atención de los presentes. La banda, conocida por su mezcla única de metal progresivo y sinfónico, demostró por qué sigue siendo un referente en el género. La maestría instrumental y la entrega vocal fueron impecables, transportando al público a través de un viaje sonoro lleno de melodías intrincadas y poderosos estribillos.

Royal Hunt (Foto: Lolo)

A lo largo del set, Royal Hunt mostró su experiencia y conexión con el público, manteniendo la energía en alto y logrando momentos de gran intensidad emocional. El cierre con “A Life to Die For” fue el broche de oro perfecto, dejando a los asistentes con la sensación de haber presenciado algo verdaderamente especial. Fue un concierto que reafirmó el estatus de Royal Hunt como una banda que, a pesar del paso del tiempo, sigue entregando actuaciones de alto calibre, lo que sumado a su poca presencia por las giras españolas, hizo de su concierto algo muy especial. 

Amon Amarth: finalmente cabezas en España

La noche del Leyendas del Rock alcanzó su clímax con la esperada actuación de Amon Amarth como headliners, y el público estaba más que listo para sumergirse en la mística vikinga que la banda sueca promete en cada show. Con un setlist cuidadosamente seleccionado, los guerreros del death metal melódico no defraudaron, a pesar de algunos problemas técnicos menores que no lograron opacar la magnitud de su espectáculo.

El concierto arrancó con «Raven’s Flight», un tema que puso a todos los asistentes en el estado de ánimo adecuado para la batalla musical que estaba por venir. La energía de la banda era palpable, con Johan Hegg liderando con su imponente presencia y voz profunda, como un verdadero jefe vikingo. «Guardians of Asgaard» siguió, manteniendo el ritmo frenético.

Amon Amarth (Foto: Jesus Martinez Benavent)

Sin embargo, el primer problema técnico surgió durante «The Pursuit of Vikings», uno de los himnos más emblemáticos de la banda. La emblemática guitarra se perdió en la mezcla, lo que causó cierta frustración tanto en el escenario como entre los fans. A pesar de este inconveniente, la banda mantuvo la compostura y logró recuperar el ritmo rápidamente.

«Deceiver of the Gods» y «As Loke Falls» continuaron la velada, cada una contando historias de mitología nórdica con la ferocidad y el poder que caracteriza a Amon Amarth. Fue durante «Tattered Banners and Bloody Flags» que dos funcionarios subieron al escenario con grandes banderas, añadiendo un toque visual que complementó perfectamente la narrativa de la canción.

Amon Amarth (Foto: Jesus Martinez Benavent)

«Heidrun» y «War of the Gods» demostraron ser puntos culminantes, con la multitud coreando y participando activamente. La energía alcanzó su pico con «Put Your Back Into the Oar», una canción que literalmente invitó a los fans a remar juntos en un mar de riffs contundentes.

En la segunda mitad del set, temas como «The Way of Vikings» y «Under the Northern Star» mostraron la versatilidad de la banda, mezclando momentos de intensidad con pasajes más melódicos y atmosféricos. «First Kill» y «Shield Wall» llevaron al público a un frenesí, con los asistentes formando un mosh pit digno de una verdadera batalla vikinga.

Amon Amarth (Foto: Lolo)

El concierto alcanzó su apogeo con «Raise Your Horns», una celebración de la vida y el metal que unió a todos en una comunión de cuernos alzados y voces en coro. Para el encore, Amon Amarth reservó «Crack the Sky» y «Twilight of the Thunder God», terminando la noche con una explosión de energía que dejó al público ansioso por más.

Brothers of Metal: tremendos

La madrugada del miércoles en el Leyendas del Rock se volvió electrizante cuando Brothers of Metal subieron al escenario. Esta banda sueca, que se ha ganado una reputación por su curiosa mezcla de power metal y folk metal comenzó con los primeros acordes de «The Death of the God of Light», donde quedó claro que Brothers of Metal no estaban ahí solo para tocar música, sino para brindar una experiencia completa. La banda, que parecía una alegre pandilla de amigos borrachos que se habían subido al escenario, irradiaba una energía contagiosa que se extendió rápidamente al público.

Brothers of Metal (Foto: Jesus Martinez Benavent)

«Prophecy of Ragnarök» y «Njord» continuaron el set, con la multitud coreando y moviéndose al ritmo de los poderosos riffs y las melodías pegajosas. «Ride of the Valkyries» y «Powersnake» mantuvieron el ritmo alto, mientras que «Concerning Norns / Yggdrasil» ofreció un momento más introspectivo y mitológico, mostrando la versatilidad de la banda.

Con «The Other Son of Odin», Brothers of Metal volvieron a encender la energía, antes de cerrar con «Defenders of Valhalla», una canción que encapsuló el espíritu festivo y guerrero de la banda. Era exactamente el tipo de concierto que uno quiere ver a las 12 y media de la noche en un festival.

Crisix viviendo su mejor momento

La primera  noche en el Leyendas del Rock culminó con adrenalina y thrash metal en vena cuando Crisix subió al escenario.  La apertura con «Bring ‘em to the Pit» fue una declaración de intenciones: Crisix venía a arrasar. La multitud respondió con entusiasmo, entrando en un frenesí colectivo que continuó con «World Needs Mosh» y «Leech Breeder». Cada riff y grito de la banda resonaba con una energía que parecía inagotable.

Crisix (Foto: Jesus Martinez Benavent)

Uno de los momentos más memorables del concierto fue la interpretación de «G.M.M. (The Great Metal Motherfucker)», que elevó aún más la intensidad. Sin embargo, la sorpresa de la noche llegó con una inesperada pedida de mano sobre el escenario. La emotiva propuesta fue recibida con aplausos y gritos de aprobación, añadiendo un toque emotivo al brutal concierto que Crisix se estaba marcando.

Crisix (Foto: Jesus Martinez Benavent)

Crisix continuó con versiones potentes de «Fight for Your Right / Walk / Antisocial», demostrando su versatilidad y capacidad para rendir homenaje a los grandes del metal. «Full HD» y «Ultra Thrash» cerraron el set con una explosión de energía, dejando a la audiencia extasiada y pidiendo más. La química evidente entre los miembros de la banda fue remarcable a lo largo de un show que demuestra que el metal en España no tiene porque ser solamente caspa y obviedades, sino grupos de altura internacional haciendo conciertazos que tiran de espaldas.

Texto: Marc Fernandez, Tamara Ruiz / Fotos: Jesús Martinez, Lolo

Promotor:Run to the Hills

Día:2024-08-07

Hora:16:30

Sala:Polideportivo Municipal

Ciudad:Villena

Puntuación:5