Leyendas del Rock 2019: estos Thin Lizzy también deslumbran en Villena

La segunda jornada del festival y el primer día repleto de conciertos en todos los escenarios estuvo comandada por Thin Lizzy, pero tuvo la nota negativa de la cancelación de la actuación de Dee Snider el viernes por problemas con los vuelos del frontman (a pesar de que algunos miembros de su banda ya se encontraban en España para el concierto en Villena).

La mezcla de conciertos del día era de lo más variopinta, navegando entre el rock más clásico hasta los sonidos más extremos, lo que logró reunir en el polideportivo municipal de Villena a seguidores del metal de toda clase y condición en los directos que os resumimos a continuación.

Lords Of Black: debut bajo el sol

Bajo un sol de justicia, Lords Of Black daban el pistoletazo de salida a la jornada del jueves del Leyendas Del Rock 2019. El grupo formado por los ex-Saratoga Tony Hernando y Andy C tenía la difícil papeleta de sustituir al gran Ronnie Romero a las voces, que dejó el grupo a principios de año para centrarse en su etapa en Rainbow.

Lords Of Black (Foto: Lolo)

Diego Valdez fue el elegido para ello, y qué mejor sitio para demostrar su talento que el Leyendas. Así pues, la banda dio un buen concierto, con su nuevo vocalista que fue sintiéndose cómodo en el escenario. Por supuesto, Tony Hernando deslumbró con sus habilidades a la guitarra, demostrando que es uno de los mejores guitarristas patrios.

Rose Tattoo gustan pero no entusiasman

Es curioso como en casi todos los festivales suele haber una banda que es descrita por el público con un categórico: “Si te gusta AC/DC, estos te encantarán”. Recuerdo que así fue como descubrí a Krokus, y de hecho Airbourne han terminado encabezando por un boca a boca muy similar. Los australianos Rose Tattoo descargaron un blues rock pegajoso y facilón, de esos que gusta a cualquier samaritano asiduo de los festivales de metal, pero ya fuera por el calor o por plantear una propuesta bastante más tranquila, su show sonó más a música de fondo entre dos grandes acontecimientos que a un concierto por sí mismo.

Rose Tattoo (Foto: Jesús Martínez)

No me malinterpretéis, los muchachos de “Angry Anderson” hicieron un buen concierto y dejaron más que satisfechos a sus seguidores, pero no creo que llamaran la atención de aquellos que no los conocían de nada. Tuvieron un sonido excelente, y temas “One of The Boys” o “Rock and Roll Outlaws” gustaron bastante entre un público acalorado y distraído, pero su propuesta basada en un rock blusero de carretera no terminó de cuajar entre unos leyenderos que habían acudido al recinto en pos de sonidos más pesados y veloces.

Somas Cure: en el contraste está la virtud

Sobre las 18:05, asaltaban Somas Cure el Mark Reale Stage. Su propuesta congregó bastante público en el escenario pequeño del festival, especialmente el sector más alternativo. Los madrileños desplegaron su metal moderno cargado de matices. Destacó especialmente su vocalista, con un amplio abanico de registros, que iban desde agudos muy altos hasta guturales.

Somas Cure (Foto: Jesús Martínez)

El grupo sonó impecable en todo momento, aunque se echó en falta en algunos momentos algo más de movimiento en los integrantes del grupo. Por lo demás, los de Móstoles aprovecharon para presentar temas recientes, intercalándolos con algunos de sus clásicos en una buena actuación.

Conciertos de delirio: Lacuna Coil

Tras las actuaciones heavy/rock de corte más clásico de Lords Of Black, tenía lugar el concierto de Lacuna Coil, un show que enamoraría a las viejas y nuevas generaciones. La banda italiana es una de las que ha tenido una trayectoria más digna y estable en lo que al metal gótico se refiere. Antes de poder disfrutar de ellos en la gira de otoño junto a Eluveitie, la agrupación de Milán hacia acto de presencia en el Leyendas del Rock para ir abriendo boca.

Lacuna Coil (Foto: Lolo)

Este concierto entraba dentro de la gira de ‘Delirium’, motivo por el cual la banda ha estado haciendo sus performance con maquillaje, algo novedoso en su carrera. En el festival alicantino Lacuna Coil demostró que a nivel técnico se encuentra en un estado envidiable, cosa a lo que ayudó el buen sonido y la acogida del público. La dulce y poderosa voz de Cristina Scabbia se complementaba a la perfección con los guturales de Andrea Ferro tanto en temas recientes como «My Demons» o «The House Of Shame»; o en otros más veteranos como «Heaven’s A Lie».

Lacuna Coil (Foto: Lolo)

Durante la actuación de Lacuna Coil hubo tiempo además para interpretar una versión del «Enjoy The Silence» de Depeche Mode, así como para la presentación de «Layers Of Time». Este tema formará parte de su noveno trabajo de estudio «Black Anima», y nunca había sido interpretado antes en directo, todo un detalle por parte de la banda, que quiso estrenarlo en España alegando que visitan bastante poco nuestro país.

Cruachan: folk irlandés para alegrar la tarde

Los siguientes en actuar en el Mark Reale Stage fueron Cruachan. Ataviados con indumentaria de cuero, desplegaron su folk metal con tintes celtas durante una hora en el escenario pequeño. Los irlandeses fueron uno de los grupos que más gustó en el escenario secundario, cuajando una gran actuación que convenció a propios y extraños.

Cruachan (Foto: Lolo)

Los contrastes entre partes más melancólicas y pasajes de violín con cambios de ritmo más metaleros pusieron diversión y potencia a partes iguales. El sonido durante su actuación fue bueno, pudiendo distinguir todos los instrumentos perfectamente, lo cual contribuyó a disfrutar el show de los irlandeses y poder apreciar todos los matices de su propuesta, y es que la banda estuvo a un grandísimo nivel de interpretación.

Cruachan (Foto: Lolo)

Hubo una buena afluencia a su show hasta las últimas canciones, en las que mucha gente se dirigió hacia los escenarios principales para presenciar la actuación de Alestorm. Una pena, ya que precisamente los temas finales fueron de los que más disfrutó el público restante. Muy buen show de los irlandeses que dejaron el pabellón bien alto.

Alestorm desatan la locura colectiva

Oh Wow! Un concierto de Alestorm se convierte en lo más parecido a un motín de manicomio que un festival puede aspirar, ¿quién lo iba a decir? Bromas aparte, la estela ascendente de la banda capitaneada por un inagotable Christopher Bowes, viene principalmente espoleada por sus peculiares directos, en los que el humor, el alcohol y la locura de los miembros de la banda se contagian a un público que acude a sus shows a desmadrarse. Fue sorprendente la gran cantidad de fans de la banda que poblaban el festival, y es que Alestorm tienen a los fans más fáciles de identificar. Si vas a un festival y ves a alguien disfrazado, no lo dudes: es un fan de Alestorm.

Alestorm (Foto: Jesús Martínez)

Canciones más veloces como “Keelhauled” o “The Sunk n’Norwegian” hacían que estallaran pogos por doquier, mientras que otras más calmadas, como “The Quest” o “Nancy the Tavern Wench” lograron que cientos de personas se sentaran y remaran al unísono. Como curiosidad, a lo largo del concierto decenas de personas hicieron crowdsurfing hasta alcanzar las primeras filas, y no creo que los pobres vigilantes del Leyendas cobren tanto como para estar cazando al vuelo a un metalero volador cada dos segundos.

Alestorm (Foto: Lolo)

El setlist lo coronó una joya difícil de ver como es “Black Sails At Midnight”, cuyo disco homónimo celebra diez años, a la que siguieron las habituales y festivas “Drink” y “Fucked With an Ankhor”. Alestorm bordaron así un concierto por el recuerdo, y el secreto de su éxito residió en algo tan sencillo como es invitar al público que haga lo que va a hacerse a un festival: desmadrarse, beber y pasar un rato inolvidable. Queda pendiente el concierto de Gloryhammer el sábado, a ver si el Señor Bowes puede sumarse a su otro proyecto desde el teclado y vuelve a descargar su magia sobre el Leyendas.

Recuperando poco a poco la fe en Cradle Of Filth

Cradle Of Filth ponían el toque de oscuridad en la segunda jornada del Leyendas Del Rock. Llegaban después de la gran fiesta formada por Alestorm y como método de calentamiento para los cabezas de cartel, Thin Lizzy, creando así un enorme contraste. Venían al festival de Villena tras haber tocado ya hace apenas unas semanas en el Rock Fest Barcelona y en el Resurrection Fest, por lo que para muchos de los presentes no era la primera vez viendo a la banda comandada por Dani Filth en lo que va de verano.

Cradle Of Filth (Foto: Jesús Martínez)

La agrupación británica contó con un sonido bastante nítido y compacto, aunque en ocasiones dio pie a que los gritos del frontman sonasen demasiado atronadores. Es cierto que el líder de la banda atraviesa una segunda juventud en cuanto a estado de forma se refiere, pero su empeño por introducir guturales incluso en tramos dónde no los hay originalmente en las versiones de estudio hay a quien lo acaba de convencerle.

Cradle Of Filth (Foto: Jesús Martínez)

Cobraron protagonismo los temas se su último trabajo, ‘Cryptoriana – The Seductiveness of Decay’, estrenado hace ya un par de años. Aunque sin duda el momento álgido se lo llevo el clásico «Nymphetamine Fix» interpretada a duo junto a la vocalista Lindsay Schoolcraft, quien hace una labor admirable en cuanto al teclado y las voces líricas. En definitiva, un concierto correcto que sirvió para recuperar la fe en la banda para aquellos que la habían perdido, aunque el set no acabara de cuajar del todo en el respetable.

50 años de pura magia

La gira del 50 aniversario de Thin Lizzy tenía parada en nuestro país, concretamente en el Leyendas del Rock como fecha exclusiva.  Le pese a quien le pese, Thin Lizzy ha sido una de las bandas pioneras del rock n’ roll y sin ellos todo el panorama tal como lo conocemos hoy en día no se parecería en nada. Desde que su compositor principal, Phil Lynott falleciera en 1986, los dos guitarristas John Skyes y Scott Gorham han intentado revivir el legado del vocalista en numerosas ocasiones.

Thin Lizzy (Foto: Jesús Martínez)

En esta última únicamente queda el señor Graham en las filas de la banda, que junto a sus compañeros en Black Star Riders se dispone a hacer un repaso por la historia del grupo en un concierto de hora y media. Pero la cosa no acaba ahí, aparte de contar con Ricky Warckick y Damon Johnson en los puestos de vocalista y guitarrista respectivamente; son Troy Sanders (bajista de Mastodon), Darren Warthon (teclista de Thin Lizzy, vocalista de Dare) y el mítico batería Scott Travis de Judas Priest los que acaban de completar la formación dando lugar a un super grupo de primera categoría.

Thin Lizzy (Foto: Lolo)

Desde que comenzaron a sonar «Jailbreak» o «Are You Ready» pudo comprobarse en toda la explanada del recinto el exquisito sonido con el que contaba la banda. Aparte de cumplirse 50 años de la formación de la banda, esta fecha serviría también para la conmemoración del 40 aniversario de uno de sus discos estrella: ‘Black Rose’. Representado con temas como ‘Got To Give Up’, ‘S&M’ o la que da nombre al álbum. Durante esta última la guitarra acústica de Ricky dio algún que otro problema al acoplarse el sonido, siendo solventado a los pocos minutos.

Thin Lizzy (Foto: Lolo)

Hay que reconocer la gran labor que recae sobre él, pues al suplir el puesto dejado por Lynott siempre es quien se lleva todas las críticas, y hay que reconocer que capacidad vocal no le falta para interpretar los temas de Thin Lizzy.  Otros cortes que brillaron como era de esperar fueron los que dan vida al álbum ‘Jailbreak’ como la citada anteriormemte, «Cowboy Song» y «Emeral». Y por supuesto uno de los clásicos del rock n’ roll por amtonomasia: «The Boys Are Back In Town».

Thin Lizzy (Foto: Lolo)

Para los bises, la banda se dejó «Whiskey In The Jar», una adaptación de una canción popular irlandesa y que, consiguierom convertirla en todo un himno. Aunque lamentablemente hay que decir que la genial actuación que ofreció Thin Lizzy no sirvió para congregar a un número tan elevado de personas como acostumbran a hacer otros cabezas de cartel, una lástima pues este tipo de actuaciones son esas que se ven una vez en la vida. Lo que sí está claro es que los aue disfrutaron del concierto lo hicieron realmente de corazón.

Unearth: metalcore para Villena

A eso de las 23:05, los estadounidenses Unearth salían a comerse el Mark Reale Stage. Con dos temas de su último trabajo, el quinteto de Boston fue desgranando su metalcore en el pequeño de los escenarios del Leyendas. La actitud del grupo en todo momento fue la de comerse el escenario. No pararon de moverse, de hacer headbanging, de animar al público y de botar al ritmo de las canciones. Pronto pudimos apreciar los primeros moshpits entre los asistentes, que pese a coincidir con la actuación de Thin Lizzy en el escenario principal, fue bastante numerosa.

Unearth (Foto: Lolo)

Los de Boston lo agradecieron y la conexión con el público fue total desde el primer momento. Respecto al sonido, no gozaron del mejor ni más nítido, aunque sí que fueron uno de los que más potentes sonaron. Contaron con algún problema en el sonido de una de las guitarras, aunque pronto pudieron solventarlo. Unearth se dejaron la piel en el escenario Mark Reale del Leyendas del Rock. De buen seguro que todos los que se congregaron para presenciar su actuación terminaron satisfechos.

Avalanch desvela su secreto en Villena

Desde que Alberto Rionda decidió reunir a la banda de nuevo en 2016 por el 15 aniversario de ‘El Ángel Caído’, Avalanch se ha convertido en uno de los platos más suculentos del panorama nacional. Bien entrada la noche acontecía su actuación, que tenía como pretexto la presentación de su nuevo álbum ‘El Secreto’.

Avalanch (Foto: Lolo)

Aunque este concierto formaría parte de las rarezas de la banda, pues sería Jorge Berceo de Zenobia en vez de Isra Ramos el encargado de comandar la banda. El inicio del show contó con un sonido bastante descomopensado y el teclado de Mamuel Ramil eclipsaba el sonido de las guitarras de Jorge Salán y Alberto Rionda durante «El Oráculo» y «Demiurgo».

Avalanch (Foto: Lolo)

Otra singularidad del concierto fue la interpretación de «Otra Vida». Aunque sin duda lo mejor de las críticas van siempre para el batería Mike Terrana, que aporta una base sólida y contundente a la banda, aunque el bajista Dirk Schlächter no se queda muy atrás. Aunque no fuera el mejor concierto de Avalanch sus seguidores salieron bastante contentos, pues Jorge Berceo con su voz y carisma hizo un gran papel capitaneando a la formación.

Flotsam And Jetsam arrasan a base de veteranía y actitud

Los tejanos eran uno de los caramelos de este festival, pues aunque no son una banda difícil de ver en nuestro país, son de esos grupos que pese a poseer un legado musical tremendo, se han visto eclipsados por el éxito mediático de sus contemporáneos. La banda lo dio todo desde los primero acordes de un “Prisioner of Time” que logró captar la atención de todo aquel que deambulaba ente los escenarios principales y el Mark Reale, creando una distinguida separación entre un público poblado tanto por curiosos como por veteranos que sabían lo que iba a suceder.

Flotsam And Jetsam (Foto: Jesús Martínez)

Durante una hora el escenario pequeño del Leyendas se convirtió en un garito maloliente de Estados Unidos, en uno de esos locales en los que el heavy metal de la New Wave mutó y se volvió más agresivo y directo, creando lo que hoy todos conocemos como thrash. Aunque todos sepamos esta historia, ver a Flotsam And Jetsam desplegar sus temas, es todo un testimonio de lo que fue esa época, pues ellos mejor que nadie aúnan esas melodías llegadas de las islas británicas con los dobles tiempos que popularizarían a grupos como Exodus o Slayer.

Flotsam And Jetsam (Foto: Jesús Martínez)

Espoleados por un Eric “A.K.” Knutson que no paró quieto sobre el escenario, el público se volcó en varios pogos y en los estribillos, pese a que estaba claro que muchos oyentes estaban aprendiendo la canción sobre la marcha. El concierto terminó por todo lo alto con un “No Time for Disgrace” pletórico, y es que aunque Flotsam and Jetsam llevan casi cuarenta años dando guerra, me atrevería a decir que se llevaron muchos seguidores nuevos de su concierto.

Dark Moor: estreno a lo grande

Tras la actuación de Avalanch, los próximos en salir a escena fueron Dark Moor. Era el debut de los madrileños en el festival, y se encargaron de demostrar desde el primer momento, que venían a darlo todo. Y vaya si lo hicieron. El grupo suena de lujo en directo, se nota que llevan mucho trabajo detrás. Todo suena compacto, con unos músicos muy compenetrados, y algunos integrantes de lujo como Oscar, violinista de grupos como Cronómetrobudú.

Dark Moor (Foto: Lolo)

A su estilo propio, han querido añadir algunos toques celtas en su última obra, ‘Origen’, que demostraron también interpretando alguna canción clásica escocesa. Los violines y las gaitas encajan perfectamente, dando ese aire celta comentado anteriormente, y aportando dinamismo a las composiciones. A destacar la gran labor del vocalista, que estuvo a un nivel excelente durante todo el show. Aunque lo cierto es que todo el grupo estuvo de lujo.

Dark Moor (Foto: Jesús Martínez)

Interpretaron temas como “In The Middle Of The Night” o “The Road Again”, y cerraron interpretando su propia versión de “La Canción Del Pirata”, con el permiso de Tierra Santa como bien dijeron, ya que tocaban minutos después en el escenario contiguo. En definitiva, Dark Moor ofrecieron un concierto muy sólido en uno de los escenarios principales del Leyendas, a pesar de que la afluencia de público se redujo bastante tras el concierto de Avalanch.

Tierra Santa cierran con elegancia y por todo lo alto

Los riojanos fueron los encargados de cerrar una segunda jornada en los escenarios principales muy completa y en que la energía estuvo por todo lo alto en todo momento, por lo que tuvieron la difícil tarea de levantar un festival lleno de espectadores cansados y que comienza a vaciarse. Lejos de amedrentarse, el quinteto dio el pistoletazo de salida con un “Quinto Elemento” que dejó claro que el festival todavía no había terminado, logrando hacer votar a los valientes que resistían en aquellas horas intempestivas.

Tierra Santa (Foto: Lolo)

Si bien podría decirse que la banda fue algo fría y que pecó de poco comunicativa, el concierto se fundamentó en todo momento en su interacción un público muy joven y totalmente entregado que en diversas ocasiones coreó a gritos el nombre del grupo. Si bien puede parecer innecesario decir que la audiencia cantó con la banda cuándo Tierra Santa tiene en su haber himnos como “La Leyenda del Holandés Errante”, es más que remarcable la entrega que obtuvieron los chicos de Ángel San Juan durante sus ochenta minutos de actuación.

Tierra Santa (Foto: Lolo)

Una “Canción del Pirata” que fue cantada por todo el Leyendas puso el punto y final a una actuación que si bien ya se ha visto otras veces en Villena, siempre se ejecuta con un solvencia y una majestuosidad que muy probablemente garantizará la presencia de Tierra Santa en varias ediciones más. Puede que el power metal en nuestro idioma haya dejado atrás esa época dorada en la que no dejaban de aparecer grandes bandas por doquier, pero aunque la escena flaquee, la vieja guardia de las bandas que compusieron el movimiento seguirá dando guerra y logrando cautivar a nuevas generaciones de jóvenes.

La sensación del verano: Nanowar Of Steel

Tras el retraso en su vuelo, con el correspondiente cambio de horario, Nanowar Of Steel eran los encargados de poner el punto final de la jornada en el Mark Reale Stage. Los italianos contaron con una de las mayores afluencias de este escenario, y es que el hit que ha supuesto el “Norwegian Reggaeton” hizo que mucha gente se desplazara únicamente por verles tocar este tema, más aún después de conocer el secreto a voces de que Gigatron iban a estar presentes también. Así pues, comenzaron al ritmo de “Nanowar” y “The Call Of Cthulhu”, de su último trabajo ‘Stairway To Valhalla’. Poco tardó en llegar el momentazo que todos esperaban.

Nanowar Of Steel (Foto: Lolo)

Después de “Il Cacciatore Della Notte”, Gigatron salían al escenario para interpretar junto a Nanowar Of Steel el nuevo hit del verano, el “Norwegian Reggaeton” que cantó absolutamente todo el mundo. Gigatron permanecieron en el escenario durante más temas como “El Campo De Nabos”. Por lo demás, el show de Nanowar Of Steel fue todo lo que cabría esperar. Muchas risas, mucho humor y en definitiva, una buena forma de cerrar la jornada del jueves.