Leprous vuelve a reinar en Madrid
El huracán de Leprous y su expansión por todo el mundo sigue cautivando oyentes y asistentes a sus conciertos y con conciertos como el dado en Madrid, no es para menos.
A juzgar por cómo se vendieron las entradas hasta el punto del sold out y por la larga cola que se arremolinaba en torno a la Sala Shoko madrileña, nadie lo podía dudar: Leprous tienen al público madrileño comiendo de la mano. Pero claro, ¿a quién no van a conquistar con tal calidad como músicos y, valga decirlo, como personas? Con su último disco ‘Aphelion’ la banda ha conquistado a más de un nuevo y una nueva oyente que se han aficionado en la música y cuando se ve el crecimiento de una banda a un ritmo tan vertiginoso, la verdad que no se puede negar el hecho de que se lo merecen con creces.
Aiming For Enrike ponen el broche experimental de la noche
Aiming For Enrike sonaba a reencuentro y no realmente por su particular nombre sino porque de las dos personas que están implícitas en el proyecto, Tobias Ornes Andersen era un viejo conocido de los fans más añejos de Leprous ya que fue batería de la banda desde 2009 a 2014. El caso es que este dueto salió sin mucha dilación y anunciaban lo que se convertiría en una tónica frecuente durante toda la noche: la puntualidad inglesa en las actuaciones de la banda pese a la apertura de puertas que sí se hizo un poco de esperar.
Este dúo noruego entremezcla pasajes de synthwave que se convierte en su principal pilar mientras que los loops, los arreglos de guitarra y la excepcional destreza de Andersen se daban la mano en un ambiente que mantenía una atónita mirada al grupo. Fue un concierto corto pero intenso y principalmente atractivo por ver a Andersen recrear sus virguerías, dar argumentos más que de sobra para demostrar su calidad y sobre todo haciendo disfrutar al respetable, que de eso se trata. Buen concierto y se despedían Nilsen y de Andersen: este último hasta dentro de un rato.
Wheel: una apuesta que ha venido para quedarse
Si bien en la cola se respiraba un ambiente que reclamaba a Leprous con unas ganas innegables, más de una persona comentaba que había que tener ojo con Wheel; vaya que si había que tenerlo.
La banda finesa venía con ganas de hacer un concierto en condiciones en Madrid y lo consiguieron más que de sobra. Con James Lascelles a las voces, el conjunto de Helsinki salieron a escena con su particular metal progresivo que por momentos entremezclaba pasajes de bandas que dejaban pinceladas de Tool, Deftones u Opeth; algo que yo creo que no da lugar a la queja.
Se podrían sacar varias interpretaciones del concierto de Wheel relacionadas con su puesta en escena, enérgica en todo momento, virtuosa por tantos otros, pero es un grupo con el que tienes que hablar del todo para entenderlo perfectamente dado que es un proyecto donde no funcionaría una cosa sin la otra. Una de las propuestas más interesantes que existen en el panorama del progresivo actualmente y a juzgar por más de una persona que coreaba sus canciones, se ve que empiezan a crecer aún más.
Leprous conquistaron Madrid
Cuando se apagaban las luces y un vídeo anunciaba el comienzo del concierto con las imágenes de archivo de unos Leprous bastante jovencitos y ataviados con un particular maquillaje más digno de las bandas de black metal, uno se daba cuenta de la cantidad de años que llevan a sus espaldas. Pero 20 años no son nada y menos para los noruegos.
El empalme encadenado con “Silent Waters”, “Disclosure” y “Eye Of The Storm” fue prueba de que aquellos temas siguen defendiéndose bien, los siguen definiendo y abogan por un mensaje claro: que Leprous desde sus inicios ya experimentaban cambios en su música y no se casaban con nada. Continuamente se sucedían las frases sobre la frescura que le siguen imprimiendo a temas como “Passing” o “Dare You” que ya cuentan con 12 años a sus espaldas; es más, la voz de Einar desde entonces es inclusive más emocional y eso en el primero de los dos temas es algo que le añade incluso más esencia al tema.
Los discos se fueron sucediendo continuamente de una manera calculada: dos temas, otro disco, dos temas, otro disco y así continuamente. De igual manera también se alternaban dos auténticas bestias a las baquetas: por un lado teníamos a Baard demostrando que es un auténtico hacha y, en el otro lugar Tobias Andersen volvía a las andadas con Leprous y la verdad que fue totalmente brutal ver cómo una canción la hacía uno, a la siguiente otro e incluso tocaban los dos a la vez. Espectacular.
El dúo de ‘Bilateral’ lo construyeron con “Forced Entry” y “Painful Detour”, dos temas que sonaron muy bien y que a juzgar por el disfrute de la gente fue uno de los puntos álgidos de la noche. No es para menos tratándose de uno de los discos por antonomasia de los de Telemark. Anteriormente comentaba el particular rango vocal que ha tenido siempre Einar pero es que a día de hoy está a un nivel espectacular y lo sucedido en la siguiente procesión de canciones con los discos ‘Coal’ y ‘The Congregation’ lo iban a demostrar con creces.
La manera de interpretar canciones como “Foe” pone la piel de gallina a cualquiera y no es de extrañar que, como repetían algunas personas, estemos ante uno de los mejores vocalistas del panorama. Si bien la energía del público estaba a todo momento en un rango alto, lo sucedido cuando llegó el turno de canciones de ‘Malina’, fue de otro nivel, con el propio Einar comentando que ahora nos íbamos hasta 2017 y agregando que estaban encantados de volver a Madrid.
“Bonneville” sonó de lujo, siendo mucho más introspectiva que una “From The Flame” que fue recibida con gran jolgorio, como no es para menos tratándose de uno de sus grandes éxitos. Tras esto, nos llegaba el envite final con ‘Pitfalls’ y ‘Aphelion’, del cual hay que resaltar que las canciones suenan incluso mejor en directo que en disco y ya es decir. El último petardo de este espectacular confetti se produjo con “The Sky Is Red”, que marcó el tercer tema del ‘Pitfalls’ e hizo que fuese el único disco con tres temas en aquella noche.
Un crecimiento imparable
Lo primero que acude a la cabeza de uno cuando ve acabar un concierto con tal juego de luces, tal medición del show con los temas, los baterías, la energía y absolutamente cada detalle, es que estamos ante un grupo que se ha currado algo más que un simple concierto. Se ha construido un auténtico muro armado.
A pesar de que como suele ocurrir siempre en grupos con pasajes instrumentales la gente sea un poco reacia a mantener un poco de silencio y disfrutar de los mismos, el público supo apreciar perfectamente que Leprous si están donde están, es porque se lo han ganado, porque han mantenido siempre las ganas de trabajar y eso solo trae éxito y reconocimiento.
Aquí los noruegos volvieron a dar una cátedra de cómo se ejecuta un concierto, de cómo se mide al detalle y sobre todo de cómo pese al tiempo que vaya pasando, uno sigue mejorando más y más y más. Una absoluta clase maestra tanto de ellos como de los teloneros que se mantuvieron a un gran nivel. Por más noches así.
Texto: Juanma García | Fotos: Nocnar Tosnophal y María del Carmen Tajuelo
Promotor:Madness Live!
Día:2021-12-11
Hora:19:00
Sala:Shoko
Ciudad:Madrid
Teloneros:Aiming For Enrike, Wheel
Puntuación:9
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.