Sábado era un día fuerte de conciertos en la sala Apolo de Barcelona. Por un lado se encontraban los esperados Thrice, pero, por el otro, una noche fuerte de prog esperaba en la sala principal.

Con el cartel de “últimas entradas” colgado, era evidente que los metaleros de la Ciudad Condal tenían ganas de hincar el diente al tecnicismo y lirismo de Leprous. Los noruegos, que llegaban en calidad de cabezas de cartel, venían respaldados por otros dos pesos pesados del género: los suecos Port Noir, y los germanos The Ocean Collective.

Port Noir: corto pero intenso

La curiosidad por este trío de ases ya se notaba hasta antes de que el bolo empezara. Con una sala ya considerablemente y muy sanamente llena, Port Noir presentaban su nuevo álbum ‘The New Routine’ con un setlist íntegramente formado por temas de este lanzamiento.

Port Noir Barcelona 2019

Port Noir (Foto: Elena Marco)

Caracterizados por su mezcla de rock de la vieja escuela y estilos más contemporáneos, Love Andersson (voz y bajo), Andreas Hollstrand (guitarra) y AW Wiberg (batería) consiguieron que sus cañeras composiciones con toques a pop, R&B y hip-hop encandilaran al público, que les dijo adiós con una cálida despedida y la promesa de volver a verles pronto.

The Ocean: teloneros de muy alto nivel

Después de la actuación de Port Noir, Apolo empezaba a estar cerca de su máxima capacidad, con personas ocupando toda la platea de pared a pared. El ambiente en la sala se notaba expectante, entregado en silencio a lo que The Ocean pudieran ofrecer. Los alemanes aparecieron sobre el escenario entre gritos de bienvenida y enseguida abordaron su metal progresivo de temática histórico-científica con una impactante “Permian: The Great Dying”.

The Ocean Barcelona 2019

The Ocean (Foto: Elena Marco)

Una puesta en escena realmente espectacular les acompañaba: las luces estroboscópicas se disparaban constantemente al ritmo de los aún mas constantes redobles de Paul Seidel (batería), mientras Loïc Rossetti (voz) se movía entre las sombras y los flashes de luz. Con todo el humo que cubría el escenario, se hacía difícil distinguir ni siquiera el perfil de Robin Staps y Peter Voigtmann (guitarra) o Mattias Hägerstrand (bajo), aunque en momentos clave del setlist se subieran a los cubos translúcidos que protegían los focos a pie de escenario.

The Ocean Barcelona

The Ocean (Foto: Elena Marco)

Toda la gama cromática (verdes, lilas y naranjas, magentas, ámbares,…) se combinaban para ambientar los mejores temas del nuevo disco ‘Phanerozoic I: Palaeozoic’, que el grupo salpicó con otras canciones imperdibles como las dos “Bathyalpelagic”. El público, entregado, aplaudía al ritmo de la caja, aullaba con aprobación, lanzaba vítores y algún ocasional silbido.

Crónica The Ocean Barcelona 2019

The Ocean (Foto: Elena Marco)

Tal polvorín de emoción estalló cuando, en el último tema (la increíble “Firmament”, del aún mas increíble ‘Heliocentric’), el cantante saltó al público con una actitud más propia de un show de punk que de prog, sin importarle siquiera que su micro no fuera inalámbrico. Tras el raudo rescate de los de seguridad, y con Rossetti ya sano y salvo encima del escenario, The Ocean se despidió, dejando al respetable a la espera del deseado ‘Phanerozoic II’ que, según dicen, empezarán a grabar nada más acabar el tour.

Leprous: emoción imparable

Pocas horas antes del bolo, un mensaje en la convocatoria del evento confirmaba las peores sospechas: el vocalista de Leprous, Einar Solberg, estaba enfermo de gripe y ya había tenido que hacer el concierto de Madrid en un estado de salud delicado. El hecho de que, aún y eso, la actuación del cantante en la capital recibiera excelentes críticas, y de que nadie nos hubiera echado aún (es más, se había abierto el segundo piso), hacia bailar un soplo de esperanza en las mentes de los presentes. Cuando la espera y la duda ya se hacía insufrible, el promotor del concierto subió al escenario para rápidamente informar de la situación y confirmar que, en deferencia al casi sold-out de la ocasión, Leprous se negaba a cancelar el concierto.

Tal esfuerzo fue recibido por el público con un ensordecedor clamor, que poco tardó en verse recompensado con las primeras notas de “Below”. El estruendo sólo fue superado por el reconocimiento a Solberg tras afinar sus primeras notas: se le veía sufrir, pero el pupilo de Insahn (Emperor) encajaba todas y cada una de sus frases con una potencia sorprendente. El respetable aprobó su tesón mostrándole su apoyo constantemente: se vitoreó la llegada de “Stuck” y se pidió un silencio respetuoso en las partes mas delicadas de “The Cloak” o “Observe The Train”.

Leprous Barcelona

Leprous (Foto: Elena Marco)

La interacción de Solberg con el público, en nombre también de sus compañeros, fue sencilla y dulce, y sus palabras se recibían con aplausos (o abucheos, acorde a su expresa petición). Aunque la performance de Leprous no contaba con un soporte técnico tan bien encajado como el de The Ocean, los noruegos colgaron tres pantallas del cielo de la sala en las que proyecciones algo psicodélicas amenizaron temas como “I Lose Hope” o la cover de Massive Attach “Angel”.

Leprous Barcelona 2019

Leprous (Foto: Elena Marco)

Sin embargo, el punto fuerte de su actuación, como buen grupo de prog, recaía más en la performance de los músicos que en cualquier fantasía tecnológica: Tor Oddmund Suhrke y Robin Ognedal (guitarristas) disfrutaban con cada solo y acorde que regalaban al público, siempre respaldados por un atento Simen Børven (bajo), mientras que Baard Kolstad (batería) se divertía como un niño tras su mastodóntico equipo. “The Price” desató auténtica locura, pero es que, llegados a este momento del bolo, cada tema era recibido ya con la intensidad de un bis.

Crónica Leprous Barcelona

Leprous (Foto: Elena Marco)

Un guitarreo de corte latino dio paso a los ritmos de inspiración tropical de “Alleviate”, a la que la gente se sumó cantando la parte mas melódica y gritando declaraciones de amor a Solberg; era evidente a ojos de todos que estaba dando su 110%. La recta final la conformaron “Bonneville” y “Distant Bells” seguidas de un solo magnético a manos del violoncelo de Raphael Weinroth-Browne, que evolucionó hasta convertirse en “From This Flame”. El concierto de Leprous en Apolo llegaba así a su fin, algo recortado debido al estado de salud de Solberg, pero aún así (o, quizá, precisamente por este motivo) magníficamente electrificado y vibrante con una energía especial que sólo pudo estallar con “Sky is red” y una eterna, tronadora, ovación final.

Texto: Laura Cano | Fotos: Elena Marco

Promotor:Madness Live!

Día:2019-11-16

Hora:19:00

Sala:Apolo

Ciudad:Barcelona

Teloneros:The Ocean, Port Noir

Puntuación:9