Lendakaris Muertos: más vivos que nunca
Ocho referencias, catorce años, dos de ellos de parón y muchos conciertos son la herencia que Lendakaris Muertos nos quieren dejar por el momento. Dicen que es la gira despedida, que quieren hacer un parón indefinido después de tres años sin parar de girar por todos los festivales y escenarios del país. Hubo tiempo, también, durante el mes que estuvieron por tierras americanas, de plasmar su último disco. Corto pero intenso, como nos tienen acostumbrados. Nos da una especie de pena, pero hay algo que no me cuadra, de momento vamos a darles ese tiempo que parece están pidiendo y ya iremos viendo, que alegría en el cuerpo nos han metido para una temporada tras el bolo que se marcaron en el Zentral con otro sold out, sólo un adjetivo pulula por mi cerebro desde entonces: memorable.
Ir a ver un concierto de esos que sabes que te van a dar savia nueva para unos cuántos días es razón suficiente para estar esperándolo con muchas ganas y nerviosismo. Se trata de uno de los días en que la felicidad se extiende por muchos rincones del país en forma de pasta gansa, dinero, cash, pero eso nos daba igual, el 22 de diciembre los Lendas nos harían volar otra vez, la lotería quedó en un plano lejano al habitual y en nuestra retina quedaron grabados esos momentos en que los músicos la lían en el escenario y Aitor muestra sus dotes de frontman divertido y provocador invitando constantemente al público. Pero contemos todo desde el principio, tal y como sucedió.
Rotten XIII abre la velada
Abrieron el concierto una joven formación de la zona media de Navarra, Rotten XIII, con una propuesta variada en cuanto a punk, rock, blues, ska y bastantes influencias de otras músicas que acaban siendo una gran fiesta desde el escenario y el público recibe con mucho regocijo. El concierto, que formó parte de los que llevan haciendo unos meses para presentar el primer trabajo de la formación, «Oi Baldorba», dio comienzo pasadas las ocho y media de la tarde. Mientras el telón se iba abriendo sonaba una sintonía que acabó con un grito que indicaba el arranque al completo de la banda. Pudimos comprobar, en los cincuenta minutos que duró el bolo, cómo han elaborado un set de canciones todas ellas muy propicias para el directo.
La temática que tratan en sus letras tiene muchas connotaciones de la cultura vasca, propia de donde vienen, y hacen referencias también a problemáticas sociales de rabiosa actualidad añadiendo también ese punto de crítica contra estamentos gubernamentales y otros que, de algún modo, la propia sociedad mantiene. Los temas en inglés, euskera, castellano y hasta alguno en francés, fueron coreados por una gran parte del público que ocupó como un tercio del aforo que más tarde completarían los cabeza de cartel.
Rotten XIII, fueron, en definitiva, potentes, cañeros y provocadores. Hicieron un gran concierto plagado de estilos y sonidos al margen de las dos guitarras, bajo y batería, ya que el saxofón y la armónica son parte también esencial de sus composiciones, pusieron al público en acción rápidamente y, sin esperar un «beste bat», ellos mismos pidieron cantarse una más a la organización, siendo «Esperando en un billar», versión de Barricada, la que dejó el ambiente totalmente preparado para Lendakaris Muertos.
Lendakaris Muertos: empieza el desfase
Con la sala totalmente a oscuras sonó la sintonía de los Lendakaris Muertos, al iluminar el escenario rápidamente apareció Joxemi y detrás de él el resto de la banda haciendo sonar ya los primeros compases de «Policía Sí», tema que unieron con dos más, «Estamos En Esto Por Las Drogas» y «Cerveza Sin Alcohol» antes de saludar por primera vez a la sala.
El escenario es algo que parece que a Aitor le quema, no dura mucho en empezar a saltar al público, a pasearse por toda la sala o a subirse por donde se pueda subir. Es lo que hizo en la cuarta canción, a los quince minutos ya lo teníamos por cualquier punto de la sala. «Detector de Gilipolleces» es un tema muy cachondo que el público coreó con esa entrada «gili, gili – pollas, pollas» con la que Aitor la empieza siempre, «Violencia en Acción» le siguió y «Speederman» fue otra de esas que puso todavía más patas arriba la sala junto a «Cómeme la Franja de Gaza».
Con «Fuimos Ikastoleros» Jokin se enfundó un pasamontañas que no tardó mucho en quitarse, la multitud estaba enfervorecida, necesitaba esa música, esas canciones, y los Lendakaris Muertos ahí estaban, soltando el lastre que traían preparado. Sin apenas hablar entre canciones sí que hacían alguna parada porque el ritmo es frenético y en el escenario no paran. Sonó «Pasao de Rosca», «Marido y Mujerta» y esa del avión que tiene un título muy largo pero que su letra cuenta una realidad de la que pocas veces se habla, el plasta de compañero de viaje que nunca más volverás a ver. Risas, ruido, sopor y el micro de Aitor que empezó a fallar, un par de toques y a seguir.
Con «Besos Gaztetxeros» la banda suele invitar a tres tíos al escenario para darse un morreo justo antes de cantarse el tema, por supuesto que lo volvieron a hacer salvo que ésta vez Joxemi andaba con algún lío con el ampli y esa parte se la saltó para que aquello fuera como tenía que ir. Me flipa que siempre que hacen esto los chavales que suben se quedan y se cantan la canción entera, y me consta que no está preparado. «Veteranos de la Kale Borroka», «Húngara Chúngara» y «Esto no es Punky» fue un set cargadito en el que unos cuantos asistentes se subieron al escenario con el único propósito de lanzarse al público, era increíble verlo desde donde me había situado, la verdad es que daban ganas de bajar y hacer lo mismo, siempre había cientos de brazos que recogían a los incautos mientras las canciones arropaban todo aquello.
Pogos, centros comerciales y fútbol
Estábamos hacia la mitad del concierto cuando Aitor se enfundó la camiseta de la selección española e inquirió al público para que el grito en ésta ocasión fuera «vox», en lugar de «gol» (que es el que suele ser), provocando muchas risas entre los asistentes y aplaudiendo ese humor que en todo momento los caracteriza. Fueron obsequiados hasta con una bufanda también de la roja, y se lanzaron a cantar el ultraconocido «Gora España» provocando un gran pogo central al cual no dudó en sumarse y estar ahí dándolo todo sin parar de cantar. Empalmaron con «Lamentablet» subiéndolo a hombros mientras le daban otro gran paseo por la sala. Finalmente lo depositaron en el escenario y ahí quedó tendido unos instantes sin dejar de cantar.
«Héroes de la Clase Obrera» no consigue que Aitor se centre en cantar desde el escenario, pero en ésta ocasión Joxemi y Jokin le siguen y los tres se lanzan al público donde primero son paseados y después ya va ellos cada uno a su bola y todos interpretando el tema. ¿Y dónde hemos pasado la tarde? En el «Centro Comercial», más no se podía subir pero mantener la intensidad con Lendakaris es muy fácil, cualquiera de sus canciones es propicia para ello. Quizá, piensan, es el momento de recordar que no han traído invitados y que ellos se las tienen que apañar así que con «Drogopropulsado» y «Drogolegas» acaban un set totalmente convulso donde Aitor no ha estuvo ni dos minutos seguidos en el escenario, amén de todos los revolcones que se fueron dando, incluyendo guitarrista y bajista.
La furia terrenal del punk-rock: Lendakaris Muertos
Finalizar un espectáculo de éstas características es complicado, desde el minuto uno están en su máximo apogeo, el público pidiendo cada vez más, y ellos dándolo. ¿Qué hacer en éstos casos? Liarla todavía más. ¿Se puede? Sí, se puede. Hasta el momento los balazos habían sido muy efectivos pero la metralla que guardaban era más potente, temas como «Pozión Mágica», «El Anillo en el Dedo Gordo» y «No Ez No» dieron alas para dar paso a las de «Urrusolo Sistiaga».
Una gran parte del público ya estaba demandando «Modo Dios» que no tardó en llegar tras «Ni Sí, Ni No, Ni Todo Lo Contrario», recordaron que había que dejar alguna discoteca con la irónica «Eta, Deja Alguna Discoteca-Se Habla Español» y entonces ya salió nuestro animal preferido del punk-rock, el oso panda. Bailoteando en el escenario se tiró al público para hacer lo propio, después le ayudaron a subir y se lió la gran bacanal final con muchos de sus seguidores saltando al escenario para cantarse la que puso el colofón a la gran fiesta que Lendakaris Muertos provocaron con sus canciones en un Zentral petao. Aitor se pegó su voltereta final y ahí se quedaron regalando púas, baquetas, toallas, camisetas, y todo lo que había en el escenario que se pudiera regalar.
Dicen que se van, que quieren descansar un tiempo indeterminado, pero volverán, o eso es lo que esperamos todos los seguidores porque, de verdad, no hay un grupo que las líe como ellos. Ahora a casa a pasar las navidades y en enero culminarán la gira con cuatro fechas, Murcia (4), Valencia (5), Madrid (18) y Barcelona (19).
Texto: Kiko Casado | Fotos: Aritz Sola
Promotor:Panda Management
Día:2018-12-22
Hora:20:30
Sala:Zentral Iruña
Ciudad:Pamplona
Teloneros:Rotten XIII
Puntuación:9
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