La Polla Records ganó jugando en casa
No hay que ser una cabeza pensante para colegir que los de Agurain son por méritos propios un estandarte global del punk rock, no solo por la trayectoria musical que portean en sus espaldas, sino por las evidencias que han exhibido con una inmaculada lealtad y honestidad ante unos ideales que rechazan sin medias tintas, todos los movimientos que controlan o alienan a una sociedad que a veces parece se le ha practicado una lobotomía de serie y circula manipulada, con el tarro controlado al antojo de un puñado.
Después de dieciséis años de parón, La Polla Records anunciaba su regreso de forma puntual pero sin descartar una continuación a futuro. El compañero de viaje, no podía ser más acertado ¡El Drogas! Enrique Villareal y sus secuaces, se unían al festín.
El Drogas vuelve a tirar del gatillo
Con puntualidad británica y con el estilo correoso que atesora, El Drogas hacía aparición en escena a las 20:45h para inaugurar la velada con “Okupación” dejando claro que seguiría en la misma tónica de esta mini-gira, entremezclando clásicos inquebrantables de Barricada junto a un buen puñado de temas de sus otros proyectos.
Con el ímpetu y fogosidad de siempre desgarró a fuego cortes tan emblemáticos como “En La Silla Eléctrica”, “Sofokao” o “Bahía De Pasaía” poniendo patas arriba un recinto que enloquecía con cada riff y veía como la emoción desencadenaba el lanzamiento de los primeros katxis que sobrevolaban la concurrencia. El navarro comandó con autoridad el recital, dirigiéndose a la audiencia en el tono sarcástico que le caracteriza y contando con el respaldo con que se cuenta, cuando estás jugando en casa.
No se perdieron la fiesta pelotazos tan incontestables como “Barrio Conflictivo” o “Víctima” que permitieron a El Drogas lucir la robustez vocal que conserva, mientras se desataba la locura de la muchachada. La solidez que proporcionan músicos del nivel de Brigi Duque suma enteros por doquier al combo y causa el desenfreno que observábamos en el personal.
La intensidad no se rebajó ni un solo instante e incluso rebasó niveles previos, en una recta final demencial donde cortes tan insignes como “Frío”, una monumental “No Hay Tregua” coreada por todo el recinto, “Peineta Y Mantilla” u “Oveja Negra” resultaron absolutamente letales. Reservó dos temas fundamentales en su bagaje personal, “Azulejo Frío” de Txarrena y la mítica tonadilla de Barricada “En Blanco Y Negro” con todo el BEC agitando sus gargantas para coronar por todo lo alto, un repertorio inconmensurable.
La ansiada reunión se convierte en realidad
Un austero escenario donde destacaba su contundente logotipo servía de antesala para advertirnos de lo que se nos venía encima. Una gira anunciada por todo lo alto en grandes recintos y haciendo parada en Valencia, Madrid, Barakaldo y Barcelona además de un buen paseo por Latinoamérica. Lejos de resultar oxidados y de aprovechar la coyuntura para quitar el polvo a todos sus clásicos, la banda refuerza su compromiso con el lanzamiento reciente ‘Ni Descanso, Ni Paz!’ que pone de manifiesto que las fuerzas por seguir en la brecha siguen intactas y en el que han logrado actualizar el sonido de su material.
Como de costumbre hay quien ha aprovechado para criticar las circunstancias, por el hecho de que la banda toque en grandes recintos, aludiendo al espíritu más íntimo y humilde de la formación que siempre ha tocado en cualquier tipo de lugar y que solamente por su trayectoria bien merecía darse un buen baño de masas y montar un jolgorio de este calibre, junto a todos sus incondicionales. Un bolo de carácter confidencial en la Jimmy Jazz y otro aún más ignoto en Oñati, han servido para abrir la veda y realizar la puesta a punto, antes de las paradas en Valencia, Madrid y la que nos ocupa.
Una conexión inexpugnable con sus acólitos
Cerca de los aledaños se arremolinaba la nueva hornada, toda esa chavalada que no había podido disfrutar de su puesta en directo pero que seguía a la formación, con el mismo afán que todos los talluditos que venían a recordar tiempos pretéritos y celebrar su periplo. El tiempo ha corrido como una bala pero el mensaje reivindicatorio de sus temas, lejos de haberse quedado enmohecido con el tiempo, recobra fuerza frente a muchas de las injusticias que siguen perpetuadas en nuestra vida diaria. Sin lugar a dudas, la pólvora necesaria para que sonara el primer cañonazo, seguía fresca.
De la oscuridad emergería la formación, con las cruces de madera en las pantallas y los de Agurain interpretando uno de sus principales pilares “Salve”. La euforia recorría el pabellón y un sonido apabullante acompañaba el inicio del jolgorio. La incógnita que perseguía a muchos era el estado de forma de la banda y si nos íbamos a encontrar con La Polla Records del 2019 o una especie de Gatillazo actualizado para la ocasión con dos miembros sustituidos.
Las dudas quedaron disipadas rápidamente y el ritmo imponente hacía crujir el suelo con trallazos como “Así Es La Vida”, “Lucky Man For You”, “Chica Ye Ye”, “Delincuencia” o “Come Mierda”. Las primeras filas eran un hervidero y las gradas apretaban a puro pulmón. El voceras, Evaristo sigue siendo el tipo de siempre que mueve el cotarro con autoridad, bien arengando a la concurrencia, bien señalando con gestos sus intenciones o desfasando con su propio estilo.
Una mirada dicen “vale más que mil palabras” o diez mil si se trata de Evaristo. Abel insuflaba una línea demoledora sobre la que se cimentaba el sonido junto a un efectivo Tripi que ha seguido acumulando galones en su aventura con Gatillazo. Historia paralela en la que Txiki también ha formado parte durante todos estos años en los que han seguido agitando las molleras del personal e intentando calar con su mensaje.
No tardarían mucho en presentar su nueva tonadilla “Ni Descanso, Ni Paz!” que cuajó perfectamente acoplada en el repertorio. Proseguirían desmigando con rabia su extenso catálogo de mano de favoritas para la afición como las correosas “Que Turututu, Ay Que Turututu”, “Tú Alucinas”, “El Congreso De Los Ratones” o “Txus” por mencionar un puñado. El repertorio recorría más de cuarenta temas de su legado y aunque la mayoría quedaba complacida, no faltaron los irreductibles que echaron algunos temas en falta. Es lo que tiene, no tener un disco malo.
El desenfreno fue in crescendo y el alcohol comenzó a hacer estragos en muchos que acompañaban el veloz ritmo parcialmente desorientados. Cortes fulgurantes como “El Avestruz”, “Punkyfer”, “Porno En Acción” o “No Somos Nada” elevaban el bolo a cotas insuperables en materia de intensidad y suponían algunos de los momentos más álgidos de la jornada. La devastadora dupla “Socios A La Fuerza” y “La Solución Final” les serviría para amagar cerrar la sesión entre ovaciones.
Ante el agitado recinto, recuperaron pronto su sitio en escena para acometer otra batería de pepinazos, donde no faltarían estandartes del calibre de la enrevesada “Carne Pa’La Picadora” o la incisiva “Toda La Puta Vida Igual” con la que amenazaron echar la persiana. Aún escondieron algo de artillería pesada y rápidamente regresaron para agradecer el apoyo y poner la puntilla final con otro tramo que sirvió para zanjar la jornada y donde volvieron a despuntar con el espectacular cierre que brindó la épica “Odio A Los Partidos”.
Texto: Txema Garay | Fotos: Unai Endemaño y José Antonio Fernández
Promotor:Live Nation / Cultura Rock
Día:2019-10-18
Hora:20:00
Sala:BEC! Bizkaia Arena
Ciudad:Barakaldo
Teloneros:El Drogas
Puntuación:9
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.