Katatonia y Sólstafir regresan a Barcelona por todo lo alto
Años de espera para poder disfrutar de dos grandes exponentes de su género como son Katatonia y Sólstafir se saldan con un soberbio espectáculo atmosférico en la ciudad condal, con unos invitados de auténtico lujo como SOM que acabaron de redondear una velada casi perfecta.
Aunar en un solo evento a dos grandes bandas del género como los suecos Katatonia y los islandeses Sólstafir es, sin lugar a dudas, un rotundo acierto. Que el evento tenga lugar un martes sea quizá el único pero que se le pueda poner a dicha velada, aunque cabe señalar que en una jornada cargada de lluvia y mal tiempo, era la atmósfera perfecta para recibir la descarga de doom y black que ambas bandas proponían en una velada inigualable.
Un invitado inesperado
Como de costumbre, la Sala Salamandra de Hospitalet se convirtió en el punto de reunión para fanáticos del metal extremo desde los primeros compases de los contemporáneos SOM, que fueron los encargados de abrir el acto con una curiosa combinación de géneros que muchos definen como doom-pop. El proyecto formado por Will Benoit, Duncan Rich, Justin Forrest, Mike Repasch-Nieves y Joel M. Reynolds, miembros de otros reputados proyectos como son Constant, Junius y Caspian, dieron comienzo a la velada con “Prayers”, la primera de las siete canciones que interpretarían esa tarde.
Desde un primer momento daba la sensación de estar ante una banda que sabe mezclar el sonido de Tame Impala y el de los primerizos Deftones, con una perfecta aleación entre los sólidos riffs de guitarra y unas voces etéreas con las que se pudo disfrutar de canciones como “Awake/Sedate” que, en ocasiones, parecían estar preparadas para sonar en la radio. Una auténtica gozada para los verdaderos amantes del shoegaze.
De su álbum debut, ‘The Fall’, solo pudimos escuchar la mencionada “Prayers” y “Black Out The Sky”, por lo que el quinteto estadounidense centró el repertorio de esa noche en su segundo disco de estudio, ‘The Shape Of Everything’, del que sonaron canciones como “Moment”, “Clocks” y “Animals”, regresando al EP ‘Awake’ de 2021 para rescatar dos auténticas joyas como son “Awake // Sedate” y la tremenda “Youth // Decay” con la que pusieron punto y final a su destacada actuación.
SOM es una banda reciente que tiene muy definida su trayectoria y demuestran de qué son capaces en sus espectáculos. Se dieron a conocer en 2018 con su debut en el que destaca la cover «Everything I Wanted» de Billie Eilish, y desde entonces han seguido trabajando duro en su propuesta musical.
La perfección sobre las tablas
Tras una pausa de 15 escasos minutos llegaba el turno de los islandeses Sólstafir, banda formada a principios de nuestro milenio en la capital Reykjavik. Formada por Aðalbjörn Tryggvason guitarra y vocalista principal, Svavar Austmann al bajo, Sæþór Maríus Sæþórsson a la otra guitarra y Hallgrímur Jón Hallgrímsson a la batería y con una trayectoria de más de 20 años, los islandeses han evolucionado hacia un estilo muy propio y característico de la banda nada parecido a sus orígenes de de su álbum debut ‘Í Blóði Og Anda’ de 2002.
Los primeros compases de su soberbia actuación funcionaron a ritmo de “Náttmál” y “Köld”, haciendo acopio de canciones no tan recientes para caldear el ambiente como se merecía una noche de tormenta acompañada de black/post-metal de la forma más certera. Durante la primera mitad del espectáculo, la banda se centró en sus discos intermedios, sobre todo rescatando canciones de ‘Svartir Sandar’ (2011) y ‘Ótta’ (2014), destacando la enorme labor vocal de su líder Aðalbjörn Tryggvason en canciones como “Melrakkablús” y “Bloodsoaked Velvet”, que brillaron con luz propia.
Regresaron de forma momentánea a su álbum ‘Endless Twilight Of Codependent Love’ de 2020 para ofrecer una intensa canción como “Rökkur”, la única que sonó de sus discos más recientes, para volver a encaminar la recta final de su lúgubre actuación a sus discos más importantes con una sentida “Fjara” que rápidamente enlazó con “Ótta” antes del exhalar el último aliento de su actuación que, en palabras de Aðalbjörn era una “noticia buena y a la vez, una mala”, pues llegaba el momento de despedirse por todo lo alto con la extensa “Goddess Of The Ages” de casi trece minutos de duración que ponía el broche de oro a una visita de lo más intensa.
Sólstafir no es una banda que se prodigue especialmente por los escenarios de nuestro país y su visita es siempre sinónimo de celebración. Pese a haber actuado en 2018 por última vez en la penúltima edición del festival Madrid Is The Dark, la banda llevaba seis años sin actuar en tierras catalanas y el público respondió como cabía esperar. Su propuesta musical es sinónimo de calidad y la banda lo demuestra con creces sobre el escenario, destacando la total entrega de sus integrantes.
Perro viejo, trucos nuevos
El caso de Katatonia es muy parecido al de Sólstafir, pues es una banda que tampoco suele recurrir mucho a nuestros escenarios para poner en práctica su doom progresivo. El quinteto formado actualmente por Jonas Renkse a la voz, Anders Nyström y Roger Öjersson a las guitarras, Niklas Sandin al bajo y Daniel Moilanen a la batería llevan en activo desde 1991, y hasta la fecha han entregado doce discos de estudio en los que han sabido explorar muchas vertientes musicales poniendo en práctica su especial combinación de géneros en un proyecto tan interesante como imprescindible hoy día.
El quinteto sueco presentaba esta vez su más reciente álbum de estudio, ‘Sky Void Of Stars’, que se puso a la venta unas pocas semanas antes de su llegada a nuestro país. Como cabía esperar, la banda centró gran parte de su repertorio en el ya mencionado álbum, iniciando su actuación con los das dos primeras canciones de éste, “Austerity” y “Colossal Shade”. El público, ya preparado después de la descarga de SOM y Sólstafir, respondió de forma positiva a estas nuevas canciones pese a que la banda decidiese dejar fuera cualquier referencia a sus cinco primeros álbumes.
El buen hacer de los suecos no se vio diezmado en ningún momento por la falta de canciones de la vieja escuela, con un ansioso público celebrando la llegada de canciones como “My Twin” o “Forsaker”, con un trabajo solemne de sus guitarristas Anders Nyström y Roger Öjersson que en todo momento destacaron por la precisa ejecución de sus instrumentos. No obstante, canciones como “Opaline” o “Birds” no despertaron el interés de los asistentes como sí lo hicieron “Deliberation” y “July”, con la que la banda retornó a los escenarios a modo de encore, y es que el público sigue prefiriendo canciones más conocidas pese a la calidad de su propuesta.
Con “Evidence” llegaba a su fin la actuación de los suecos, de alguna forma cerrando el círculo y demostrando, una vez más, por qué motivo son uno de los mayores exponentes de su género. Los siete años de espera desde su última visita se saldaron con creces gracias a la calidad de la siempre efectiva Sala Salamandra y de la total entrega de músicos y público.
Texto: Iker Marín | Fotos: Manuel Damea Morenas
Promotor:Madness Live!
Día:2023-02-07
Hora:18:30
Sala:Salamandra
Ciudad:Hospitalet de Llobregat
Teloneros:SOM
Puntuación:9
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