Jorn impone su ley en Madrid

Jorn Lande no deja indiferente a nadie, y hemos tenido el placer de disfrutarle en solitario ante una sala Shoko con una entrada imponente para recibir al noruego. Hard rock de calidad, elegancia y entrega en una noche que pudo dar incluso más de sí.

Oportunidad única la que se nos presentaba esta noche, y es que no todos los días tienes frente a ti a uno de los vocalistas más sólidos, eficaces, con más garra y fuerza y torrente vocal del mundo y del hard rock en concreto. Conocido por sus labores en solitario, en Avantasia, Masterplan, y en otros muchos proyectos musicales y colaboraciones más. Hablamos de Jorn Lande, el noruego volvía a pisar nuestro país en solitario desde hace más de diez años, y es que la última vez que le tuvimos por aquí con su proyecto fue allá por 2008 en aquella pequeña y entrañable ‘Ritmo y Compás’ que se quedó pequeña para esa potencia del gigante escandinavo.

Adamantia: Abriendo la caja de Pandora

Para esta noche, Adamantia serían los encargados de abrir la velada, quienes poco después de abrir las puertas ya estaban sobre el escenario para abrir su nueva caja de ‘Pandora’ ante el respetable (así es como se llama su segundo y nuevo trabajo). El combo Isra y Fran a la voz y guitarra está dando mucho que hablar desde la salida del disco, empastando a la perfección, pero es algo que siempre hay que corroborar en directo, así llegaban al escenario Adamantia con cerca de media hora por delante para mostrarnos su metal melódico, el cual hay que decir que a pesar de su eficacia y buena técnica, no estaba encuadrado en la noche, y es que precisamente Jorn prescindiría más adelante de este sonido más metalero para acercarse más al hard rock.

Adamantia (Foto: Óscar Gil)

Aun así comenzaban con “La Caja”, o “Vida” dos cortes que nos muestran la calidad de la banda, aunque no terminaban de arrancar a un público que resurgía con la aparición en escena de Carmen Xina para cantar a dúo junto a Isra “Hielo En La Sangre”, creando una gran atmósfera que culminaba “Tierra Hostil” y “Lucha de Titanes”, ante un público que iba de menos a más como una banda que gustaba a una sala que despedía entre aplausos a unos Adamantia que cumplían a la perfección el trámite.

Adamantia (Foto: Óscar Gil)

Jorn: Un rugido incomparable.

Por fin y tras tanto tiempo Jorn al frente de una banda para nosotros, un manjar, un hito, una fecha para enmarcar y recordar incluso desde antes del mismo show, porque ya sabíamos que estábamos ante una de esas voces que te llega hasta lo más profundo de tu ser, que transmite lo que no está escrito y que tiene esa garra y fuerza en una voz que tiene lo mejor de cada casa de cantantes tan emblemáticos como Dio, Coverdale, pero con ese timbre único que le ha hecho ser y estar en un escalón privilegiado en este mercado, aunque estoy seguro de que en cualquier género destacaría con facilidad.

Jorn (Foto: Óscar Gil)

El vikingo noruego nos presenta ahora su nuevo trabajo en solitario ‘Spirit Black’, una pieza que compositivamente te podrá agradar más o menos, y es probablemente por ello que no haya alcanzado un paso aún mayor en su carrera (y ya es decir), pero con esa voz lo que está claro es que una sala como Shoko (sala en la que actuaba esta noche) se le queda muy pequeña para lo que tiene dentro, tiene que haber algo que no termine de enganchar a muchos, pero de lo que no hay duda es de su talento, fiereza y delicadeza a partes iguales, y elegancia sobre las tablas.

Jorn (Foto: Óscar Gil)

El inicio era maravilloso con “Life On The Death Road” y “Traveller”, dos de los mejores últimos temas compuestos por el artista noruego en solitario sin lugar a dudas, sin hablar de una “Sunset Station” que nos sorprendía muy gratamente en directo, con mucha melodía y con una recepción de un público que llenaba la pista de una sala Shoko que ya teníamos ganas de volver a pisar tras bastante tiempo.

Jorn (Foto: Óscar Gil)

Cover de Christopher Cross ahora como una formidable “Ride Like The Wind” con ese sonido de hard rock puro que tanto nos gusta, aunque también echamos en falta algunas partes de metal melódico, revisitando parte de Masterplan o simplemente saliendo de esa dinámica que fue tan constante durante el show. Jorn es una debilidad para un servidor, y seguía haciendo de las suyas con “Time To Be King”, y esas partes más oscuras, la pegadiza “Rock and Roll Angel” o “Stormcrow”. Una de las más conocidas y todo un hit como “Blacksong” tampoco podía faltar esta velada, y con “Are You Ready” damos bastante importancia también a la labor del resto de la banda, con Del Vecchio tras los teclados ganando protagonismo, o Francesco Jovino tras los platos, quien enlazaba con un solo que servía de respiro para el resto del combo.

Jorn (Foto Óscar Gil)

Nos acercamos a la mitad del set con “Out To Every Nation” y una preciosa cover de “Lonely Nights” que coreaba toda la sala al unísono, marcando un punto de inflexión importante. “The Inner Road” no bajaba las revoluciones, mientras “Walking On Water” se convertía en el momento estelar de la noche, con la banda entrando en una comunión absoluta con un público que coreaba ese mágico estribillo ante el asombro de un Jorn visiblemente emocionado que dejaba cantar sólo a los asistentes, para crear una atmósfera increíble que ya nada rompería, y es que tras una breve salida del escenario, llegaba un medley de Black Sabbath, revisitando temas tan mágicos como “Mob Rules”, “Lady Evil” o la archicoreada “Heaven And Hell”.

Jorn (Foto: Óscar Gil)

El final lo marcaban “Lonely Are The Brave” y una agresiva y veloz “Ride To The Guns”, con la que llegábamos a un cierre perfecto para un show que estuvo bien, pero que quizás se nos quedó un tanto descafeinado. Demasiado lineal por momentos, y eso que Jorn es uno de esos cantantes que metería y meteré siempre entre mis favoritos, pero hay que decir que aunque evidentemente nos cautivó con su voz, el set fue bastante mejorable, mostrando únicamente uno de sus perfiles musicales, teniendo en cuenta lo polifacético que es. El rugido noruego atronó en Madrid, pero no con la contundencia que esperábamos, además hay que decir que el sonido no acompañó para nada, un concierto en el que la nitidez brillaba por su ausencia.