La melancolía de Insomnium deja huella en Barcelona
Noche de titanes del death melódico la que se nos venía encima. En todas sus vertientes y variedades. La representación de un género en continuo auge y en continua demostración de que aún le queda mucho por decir.
La anterior visita de Insomnium a nuestro país fue tremendamente especial, y eso les ponía complicado el panorama a la hora de culminar unas expectativas que estaban realmente altas. Y es que interpretar por completo un disco tan personal como es ‘Winter’s Gate’ fue plato de alta cocina para paladares selectos. Sin embargo, su vuelta demostró que el grupo sigue guardándose ases bajo la manga, siendo sin duda su mejor baza su potentísimo último trabajo ‘Heart Like A Grave’, que por supuesto iba a ser el protagonista de la noche.
Stam1na, potente sorpresa
Hay grupos que se transforman por completo en directo, y Stam1na, haciendo gala del concepto que les da nombre, son pura licantropía escénica. Y es que nada más empezar nos dimos cuenta de que aquellas melodías agradables de tintes casi power se iban a diluir entre tanta ira y potencia. Sí, la melodía seguía presente, pero el grupo hizo uso de una rabia casi digna de un concierto de hardcore.
La compenetración entre los integrantes era perfecta, y cada uno de ellos tenía perfectamente somatizado su papel dentro de aquel aparente caos. Las melodías afiladas luchaban contra muros sónicos de guitarra gruesa que por momentos generaba incluso breakdowns. Y es que este era el grupo que más se alejaba de la concepción de death metal melódico que tenemos por defecto, y sin duda el que más elementos modernos utilizó, para deleite de cierto sector fan que había entre el público, que solo llenaba el tercio más cercano al escenario todavía.
The Black Dahlia Murder nunca fallan
Si hay un grupo en el que se puede confiar ciegamente, este es The Black Dahlia Murder. Da igual el momento, condiciones e incluso el set list que elijan. A sus conciertos se va con la seguridad de que saldremos, como mínimo, con dolor de cervicales. Y es que, sin duda, este es un grupo de directos, y en ellos se halla el gancho que les une tanto a sus fans. De nuevo, y desde buen principio (como ya había sucedido previamente Stam1na) sonaron contundentes cual bloque de cemento.
Pese al habitual debate sobre su estilo, aquella noche representaron la vertiente, al menos en cuanto a atmosfera, más clásica del género. Melodías como cuchillos de carnicero bailaban entre un continuo blast beat que martilleaba el cerebro de los asistentes consiguiendo generar un estado mental tan desquiciado como óptimo. De nuevo su último trabajo ‘Nightbringers’ fue el hilo conductor de su show, pero en su set también hubo espacio para un par de caramelos para los fans más old school, entregados en forma de “Contagion” y “Miasma”, que enloquecieron al personal.
También hubo tiempo, (y es que tocaron un set de hora larga, como si aquello se tratase de un doble headliner) para temas más emblemáticos como “What A Horrible Night To Have A Curse” o la atmosférica y blackmetalera “On Stirring Seas Of Salted Blood”. La duración y contundencia dejó exhausto al público antes del plato principal de la noche, ya que además fueron los únicos en abrir mosh. Pero no cabe duda de que muchos hubiesen podido seguir adelante por un buen rato más.
La continua evolución de Insomnium
Algo muy interesante de asistir a los conciertos de Insomnium es ver cómo se van consolidando como grupo más y más cada vez que nos visitan. Y es que ahora mismo se encuentran en un momento muy dulce que a la vista quedó que están sabiendo exprimir y aprovechar. La incursión de Jani Liimatainen como miembro de pleno derecho les ha aportado no solo una visión muy interesante a nivel compositivo, sino un nexo de unión que se ve tremendamente reflejado en un directo que ha ganado muchísimo en conexión, tanto entre miembros como con el público.
Amén de esto, también quedó patente desde el primer tema de la noche, que Liimatainen va sobrada tanto de técnica a la guitarra como de rango vocal. Y es que, pese a los potentes filtros, sus coros en “Valediction” estuvieron a la altura de un tema que puso al público a tope desde el primer minuto. Este nuevo ‘Heart Like A Grave’ es una aglomeración de todas las estrategias y técnicas usadas por el grupo hasta el momento. Y es por eso que, pese a la diferencia de intensidad, los cambios entre épocas en el set no se sienten en absoluto abruptos, y se puede pasar de “Neverlast” a la mucho más bruta “Into The Woods” sin afectar al entusiasmo del público.
Quedó patente que “Pale Morning Star” es una de las nuevas favoritas del público, pues la ovación que recibieron las primeras notas de su introducción fue una de las más sonadas de la noche. El tema es un escándalo que contiene lo mejor de cada casa. Y fue, sin duda, uno de los más emotivos que sonaron aquella noche. Tras tamaño momentazo, “Change Of Heart” se encargaba de representar por primera vez aquella noche aquel “Above The Weeping World”, que, pese a su antigüedad, tuvo la representación merecida.
La interpretación de “And Bells They Toll” tenía en ascuas a más de uno, ya que su estribillo hacía peligrar la integridad de un tema que, si bien funciona, no deja de ser controvertido. De nuevo Liimatainen salvó la papeleta sin abandonar las tonalidades rotas que lo hacen característico. Casi se podría decir que este es un tema que funciona mejor en directo. Le siguieron la nueva “Mute Is My Sorrow” y “Ephemeral”, que son dos temas que casan a la perfección y generan en el público una euforia tremenda a partir de su velocidad y la épica de sus melodías. O sea que tocarlas seguidas fue una decisión tan funcional como, de seguro, premeditada.
La traca final
El grupo anunciaba ya su partida, con la promesa de una canción más. El público pedía cualquiera de los siete cortes del anterior ‘Winter’s Gate’. Sin embargo, ellos dejaron claro que aquello no iba a suceder. Una decisión que puede extrañar a más de uno, pero que cobra todo el sentido del mundo cuando se tiene en cuenta su anterior concierto, y como este es un disco completamente distinto y distintivo dentro de su discografía. Una rara avis que perdería su carácter conceptual si dejara de ser tratado como tal. En su lugar recibimos “In The Groves Of Death”, tema complejo, denso y también especial.
Pero todos sabemos que un concierto de Insomnium no ha sucedido hasta que no suena su tema más emblemático, así que nadie dudó ni un solo momento que el grupo iba a volver al escenario en cualquier momento. Y así fue. Previamente introducida por la maravillosa “The Primeval Dark”, “While We Sleep” impactaba contra un público más entregado que nunca. Y es que los clásicos son los clásicos. Y hay que disfrutarlos como tal.
Ahora sí, la cosa iba en serio. Estábamos a punto de rozar la hora y media de concierto, algo muy de agradecer en tiempos de recitales que apenas llegan a la hora, cuando Liimatainen y Markus Vanhala aparecieron en escena con la acústica en mano y un sombrero de cowboy en la cabeza para interpretar la intro del tema homónimo del disco. Y que pese a tratarse de un tema lento fue recibido con todo el cariño que se merece. Por qué un grupo como Insomnium ha trascendido el tópico de la brutalidad bajo el estigma del género. Y es que ellos usan este mismo para esculpir un concepto e idea propios.
Texto: Titus Ferrer | Fotos: Elena Marco
Promotor:RockNRock
Día:2019-11-14
Hora:19:00
Sala:Razzmatazz 2
Ciudad:Barcelona
Teloneros:The Black Dahlia Murder, Stam1na
Puntuación:8
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.