Inglorious: viaje al centro del rock en Bilbao

Ya lo decía Voltaire: “el hombre es libre en el momento en que desea serlo”. Aunque este pensamiento se ha visto replicado y atribuido a la sabiduría popular, en relación al creador de la banda Inglorious, Nathan James, no es inapropiado y enfatiza lo que el vocalista viene implorando a su carrera profesional hasta el momento.

El que fuera parte de la banda de Uli Jon Roth de Scorpions, tiene claro lo que busca y no ha dudado nunca en transmitir sus aspiraciones a nivel profesional; “quiero ser un Freddie Mercury”; y esto, explica muchas cosas. Si sueñas a lo grande puede que en ocasiones tengas que arriesgarlo todo, pero eso al frontman londinense no le asusta en absoluto.

Born to dream

Después de sus tan sonados cambios en la alineación, este 2019 ha significado sin lugar a dudas, un año de mucho trabajo para Nathan James. Pero por fin van quedando atrás los titulares que absorbían las redes sociales, los cuales incidían en este tema y no siempre con las mejores palabras. La gira que ofrecía en febrero una renovada banda, sumada a las bien recibidas apariciones en festivales durante el verano, han hecho que los nuevos miembros cojan fuerza y confianza, y que el vocalista avivara su presencia escénica.

Inglorious (Foto: Nessa Teruelo)

Al menos esto es lo que se pudo apreciar en la cita que ofrecieron en el Azkena Rock Festival de este año, que lejos de contar con el mejor sonido, sí dejaba intuir que los sueños del cantante se estaban haciendo realidad; y es que era inevitable apreciar su ímpetu. El 25 de enero salía a la luz su último trabajo, ‘Ride To Nowhere’, en el cual han querido plasmar un sentimiento más oscuro y artístico, sin perder la esencia clásica hard rock que les caracteriza.

Con ganas de cubrir caminos menos transitados, comenzaban una nueva gira que recorrería parte de Europa, dejando un total de tres fechas en nuestro país. El epílogo caería en tierras vascas, esta vez en Bilbao, concretamente en la sala Stage Live. Con todo esto y más, se presentaban el lluvioso y frío Domingo 10 de Noviembre en la ciudad Bilbaína, con unos teloneros muy jóvenes pero talentosos, los Vitorianos “Outgravity”, que al igual que Inglorious, actuaron el pasado Junio en el Azkena Rock de la ciudad que les ha visto crecer.

Puntualidad no inglesa

La noche iba a dar comienzo a eso de las 20:15, según había comentado la sala en horas anteriores a través de una red social. Fue poco antes de las 20:00 que recibíamos un email el cual avisaba del inminente retraso debido a problemas técnicos. Con la que estaba cayendo, la espera se hizo un poco pesada, pero una vez dentro nos olvidamos de todo. Outgravity salía a un reducido escenario, en el cual entraban sus ganas y poco más.

Outgravity (Foto: Nessa Teruelo)

No importó demasiado porque la banda de música alternativa, aun llevando tan poquito sobre los escenarios, demostró desde el minuto uno su buen hacer. Ingrid (voz) comenzó agradeciendo al público su asistencia con mucho entusiasmo, el cual fue protagonista del show en todo momento. Tocaron varios temas (los que el escaso tiempo les dejó) de su único disco; ‘Dwarka’, y escogieron el homónimo del mismo para dar el pistoletazo de salida, al cual siguieron “Wolf”, “Divine”, “Evolve”… entre otros.

Outgravity (Foto: Nessa Teruelo)

Echaron el cierre con “My Game” y “Sun”, pero antes de terminar con estos dos, sacaron tiempo para una instrumental, en la que tanto Bruno y Roberto (guitarras) como Jorge y Oier (bajo y batería respectivamente), tuvieron su momento de lucirse y demostrar que no llevan dos días en esto de la música. Patentizaron tener un sonido muy potente y ecléctico, que además empastaba muy bien con la voz melódica de Ingrid.

Deep James

Tras el corto pero intenso tentempié, llegó el turno de los Londinenses, que en un escenario más despejado despegaron con “Where Are You Now?”, el cual ponía en evidencia la gran influencia que tiene la banda Deep Purple sobre el cantante, tan característica en su carrera; y así fue como con solo tocar la puerta, el público se abrió de par en par. A una música tan aseada y elegante como la de Inglorious, le quedan de lujo los espacios acogedores y de acústica inmaculada como el que se encontraron en la sala bilbaína, sin duda estuvo a años luz de la anterior vez que los pude ver en el desangelado ARF.

Inglorious (Foto: Nessa Teruelo)

Aquí sí que pudimos apreciar los pequeños detalles de la técnica con la que cuenta la formación británica, que brilló continuamente mientras nos seducían uno a uno gracias a coros finísimos, sus continuos cambios de ritmo y calidad instrumental. Este mix sobresalió con un “Breakaway” que hizo sombra a su predecesor “Time To Go”. La voz de Nathan junto al baterista, en este caso armado con una acústica, brilló en totalidad con “Glory Days”; emocionó sobremanera cuando sus increíbles cuerdas vocales la entonaron, y puso de manifiesto el lado más sensible de James.

Inglorious (Foto: Nessa Teruelo)

Tocaron “Warning” y el nivel decayó ligeramente, aunque esto no duró y la banda se fundió al completo cuando sonó uno de sus nuevos temas, “Liar”. Se mantuvo el nivel mientras repasaban su discografía sin orden cronológico con “High Flying Gypsy”, “Girl Got a Gun” o “Unaware”. Era el turno de la versión de “Uninvited”, de Alanis Morrissette, con el que el vocalista volvió a lucir su instrumento. En temas como este se notaban especialmente los gritos de un par de fans londinenses que, según comentó Nathan, les habían seguido hasta allí; bravo por ellas.

Inglorious (Foto: Nessa Teruelo)

“Ride To No Here” no obtuvo la repercusión que un tema principal puede tener, pero al igual que “Holly Water” y su blusero riff inicial, contentaron a los presentes por la presencia imponente de cada uno de los músicos, destacando al hermano pequeño de Slash, Danny de la Cruz, que hace maravillas con la guitarra. Nathan incidía en que éste tiene 20 años, pero no desmerecía al resto del grupo en ningún momento, a los cuales iba presentando entre canciones, algunas antiguas como “Read All About It” y otras recientes como “I Don’t Know You”, que fue la escogida para antes del bis, el cual contó con dos temazos, “I Don’t Need Your Loving” y “Until I Die”; propuestas más que acertadas que el público supo agradecer echando el resto. Rock clásico sin fisuras presentado por una banda a le queda poco para estar consolidada, o eso parece, y que esperemos dure hasta el fin de los tiempos porque merece mucho la pena.