Imperial Triumphant: la opulencia de lo degenerado
El pasado sábado, la ciudad condal tuvo el placer de presenciar el estilo único de Imperial Triumphant, que vinieron desde Estados Unidos a presentar su último trabajo ‘Vile Luxury’, salido a la luz el año pasado, acompañados de los bilbaínos Altarage.
El pasado sábado 23 de noviembre nos esperaba una velada extrema, aunque de lo más excéntrica, a manos del trío neoyorquino Imperial Triumphant. La banda formada en 2005 recorre Europa en su gira The Greater Good, iniciada el segundo de noviembre y de casi un mes de duración. Con dos paradas en nuestro país en Barcelona y Madrid, vinieron preparados para ofrecer su último álbum ‘Vile Luxury’, reflejo de la hipocresía en forma de opulencia en el día a día de su ciudad de origen, Nueva York.
El beneficio que otorga la gran ciudad a algunos a costa de la desgracia y decadencia de otros queda retratado en la música de los neoyorquinos mediante una tragicomedia llena de ironía. Se combina el caos y la bestialidad con fanfarrias y solos de piano y trompeta, llenos de disonancias y polirítmias para la narración sarcástica en un continuo de contraste entre el ocaso degenerado y el apogeo dorado, resultando en un black avant-garde repleto de jazz.
Para uno de los últimos eventos del género del año, la formación originaria de la gran manzana compartió el escenario de la sala Razzmatazz 3 con Altarage, banda destacable dentro de la escena nacional de metal extremo. Los bilbaínos, que cuentan con apenas cuatro años desde la publicación de su primer material, han sorprendido a sus seguidores con su tercer larga duración, ‘The Approaching Roar’, a principios de este mismo año. En la presente gira The Greater Good Tour, donde comparten algunas fechas con los cabezas de cartel Imperial Triumphant, se proyectan a compartir su trabajo en locales de Francia y Bélgica.
Densidad grave en Altarage
El trío bilbaíno apareció en el escenario detrás de la densa nube de humo que llevaba gestándose desde la apertura de puertas, y después de unos arreglos técnicos que los retrasaron ligeramente, dieron comienzo a su actuación. La formación, que teloneaba a los neoyorquinos Imperial Triumphant en la gira The Greater Good Tour, se dispuso a presentar su nuevo trabajo ‘The Approaching Roar’ ante una sala Razzmatazz 3 que prometía llegar a una abundancia de público decente, a pesar del aspecto de la sala diez minutos antes del concierto.
Equipados con trapos negros colgantes que escondían sus rostros, e inundados en la nube de humo prefabricada, las luces constantemente rojas y desde la parte trasera del escenario no facilitaban la visión de los artistas, que no eran más que meras siluetas. El estilo de la banda basado en el caos creado por el remolino de frecuencias casi exclusivamente graves, donde solo contrasta la voz distorsionada, hace de su estilo black/death sea muy apreciado por los fans de lo más extremo, aunque eso a veces comporte carencias en su sonido. Resulta muy fácil que los graves queden disparados y cubran los detalles en las otras frecuencias, circunstancia que se antojó inevitable al principio del concierto.
Aunque el mismo estilo pida ese caos de densidad de graves -y puede que no una nitidez de sonido real como se conceptualizó en la última visita de Altarage a la ciudad condal en el Catalonia Extreme Winter de 2017-, en los primeros temas resultó abrumadora la bola de graves, que básicamente solo dejaba pasar los bombos y el bajo, y eliminando rotundamente los detalles en la guitarra y la batería que otorgan la complejidad real. Afortunadamente, la situación no se alargó excesivamente, brindando un sonido bastante agradecido hacia la mitad del concierto.
Imperial Triumphant: fusión extrema entre contrastes
Los cabezas de cartel se hacen esperar, y es que además el retraso acumulado aumentó la expectación por parte de los asistentes. La banda, de puesta en escena bastante dinámica a pesar de las luces estáticas y el abundante humo, hizo una presentación directa de su último trabajo ‘Vile Luxury’ a un público bastante devoto. Cuando llegó el momento, el trío neoyorquino se presentó en el escenario a mitad de una intro con trompetas marcada por su inimitable estilo, con sus peculiares máscaras doradas, a la vez que turbias, que cubren las vestimentas negras, plasmando las continuas contraposiciones que se sucederían a lo largo del concierto.
Desde el mismo inicio con «Gotham Luxe», aunque con cierta variación entre temas, el contraste entre pasajes brutalmente potentes y otros más suaves y contemplativos caracterizó el devenir de los músicos. Al igual que sus teloneros españoles, el sonido no actuó precisamente a su favor: los graves disparados actuaron de atadura para esos detalles que hacen de su estilo algo tan valioso, como polirítmias y disonancias trompetísticas, que quedaron mermadas durante todo el concierto. Antes de continuar con el siguiente tema «Lower World», también de su último álbum, introdujeron una voz femenina grabada, dando la bienvenida a los asistentes.
A continuación, golpearon al público con el brutal inicio de “Devs Est Machina”, de su primer LP ‘Abominamentvm’, uno de los cortes más agresivos del concierto. Este desembocó en el enigmático “Chernobyl Blues”, del reciente ‘Vile Luxury’, que combinaba un punteo de guitarra decadente y oscuro con el gutural. Afortunadamente, en los tramos más claros basados en melodías limpias carentes de movimientos rápidos en la batería, el sonido no impedía la comprensión de la música, de manera que ayudaba a recuperar el estilo más fusión que se recuerda de los álbumes enfrente del caos rítmico que tomaba la delantera, aunque fuera solo por momentos.
La voz femenina volvió a aparecer para introducir “un obsequio especial para nosotros”, que se trataría de un tema aún no disponible en su discografía, “Excelsior”, posiblemente un avance de su próximo álbum. Posteriormente sonó uno de los temas más escuchados de su último trabajo ‘Vile Luxury’, “Cosmopolis”. El inicio del corte encandiló a todo el público con el ritmo lento y pesado de la guitarra en el blues inicial, que se consumó con una trompeta ondeante, transportando de este modo a todo oyente a un ambiente de whiskey y puros de la taberna más decadente, para desvanecer la imagen y forzar la vuelta al presente con el repentino inicio de la brutalidad.
Para finalizar el concierto, los neoyorquinos intercalaron de nuevo la voz grabada para avisar al público de tomar “un último respiro”, cuando a través de los ojos de las máscaras doradas empezaron a surgir luces rojas y azules, que penetraban entre la nube de humo desde las siluetas de los músicos. Así se hizo visible el batería, que desde el principio había estado oculto tras la pantalla de humo, más densa desde su posición. De este modo preludiaron el último corte del concierto, “Breath Of Innocence”, del ‘Inceste’, EP que precede su trabajo más reciente. Pisando fuerte, dieron por terminada su actuación dejando al público complacido, pero con ganas de más, por un concierto que resultó más bien corto, y ávido de saber cuándo volverán con el nuevo material que ya han empezado a avanzar.
Texto: Júlia Benevelli | Fotos: Javier Puntas y Roberto Romero
Promotor:Madness Live
Día:2019-11-23
Hora:20:00
Sala:Razzmatazz 3
Ciudad:Barcelona
Teloneros:Altarage
Puntuación:8
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