Una noche de southern perfecta arruinada por la sala
Este 2019 tenemos una cantidad desmesurada de giras internacionales. Esto no quita para que los grupos de aquí sigan creciendo y tocando para mostrar su evolución y para que sus aficionados puedan disfrutar de su música en directo.
Cuando las bandas cuentan con una oficina para la que trabajan detrás o si contratan publicidad en medios de comunicación, es más fácil que las fechas de sus conciertos lleguen a más gente por la difusión que se consigue a base o de inversión económica directa en redes sociales o desde los propios medios, cuyo alcance de público es mayor o menor (según el que realice la publicación). Este era un concierto cuya única difusión previa había sido con alguna micro aportación a redes como publicidad, pero nada más, por lo que los grupos debían de tirar de su música, de sus fans y de su propio tirón para llevar a los seguidores a la sala, en este caso, la Nazca de Madrid.
El metal español y sus grandes bandas escondidas
Grapeshot, Evil Impulse y Hell’s Fire son grupos muy similares musicalmente, tocan un mix de southern, groove, stoner con toques de thrash e incluso estilos más extremos, y la unión de estas tres bandas, que ya de por sí son amigas y están hermanadas desde hace años, para un evento como este hacía que fuera muy atractivo para los fans de este estilo de música.
Grapeshot, grupo de Madrid, fueron los primeros en saltar ante la gente. En los conciertos de artistas nacionales ocurre muy a menudo que los asistentes entran tarde y las primeras bandas suelen enfrentarse a la situación (no muy cómoda precisamente) de tocar ante pocas personas de las que finalmente acuden al recinto. Pues bien, el pack que había anoche en la sala Nazca consiguió que con los propios Grapeshot ya hubiera un aforo bastante elevado y no muy lejano del que habría en el punto álgido de la velada.
El repertorio que desplegaron los madrileños fue muy cañero, al igual que su sonido, que fue bastante bueno a lo largo de todo su concierto (y el de las otras dos formaciones). Los ritmos plagados de dobles bombos, riffs machachones y contundencia fueron una constante en este directo, en el que Esteban ejerció como perfecto frontman/maestro de ceremonias.
En este rollo southern, la estética y la planta de Esteban no podrían ser más ideales, y su voz además es perfecta para el estilo que llevan a cabo, por lo que todos los factores se unen para enfatizar esa actitud redneck de la música y la puesta en escena. Si a esto le sumas el pie de micro formado por un barril de cerveza, otro más pequeño encima y latas por doquier y otro pie de micrófono portátil con forma de escopeta, la adecuación era ideal para la imagen de Grapeshot.
Desde «Hamster Wheel» hasta «All In» los temazos se sucedieron a lo largo de la actuación, y entre las canciones, aparte de «All About To End», «Parasites» o «Johnny», se pudo ver uno de los cortes nuevos de Grapeshot en primicia, «Cold Hunter». Un setlist muy bien preparado que sirvió para que desde el inicio el ambiente ya estuviera por todo lo alto.
El show no había hecho más que comenzar
Evil Impulse recogió el testigo de Grapeshot y el nivel se mantuvo muy alto en el concierto de los de Ciudad Real. Eran los que más follón habían tenido por el hecho de tener que trasladarse hasta Madrid (ser la única banda del cartel de fuera de la capital hace que haya más follón por el tema de transportes), pero eso no hizo mella en el show de los castellanomanchegos.
Antonio a la voz lideró a la perfección al grupo, el cual en cada concierto que realiza va cogiendo cada vez una forma más óptima y un sonido más compacto que le imprime más fuerza a Evil Impulse, El continuo crecimiento paso a paso de los de Ciudad Real después de varios cambios en su formación se va notando, y eso es bueno tanto para los propios Evil Impulse a la hora de desenvolverse en directo como para su futuro.
Los cañonazos de Evil Impulse en su bolo de Madrid tuvieron como principal protagonista su último trabajo de estudio, ‘The Unbroken Ritual’, pero también se encontraron otros temas anteriores como de su disco anterior, el cual también tuvo una gran acogida, ‘Who’s Gonna Kill Who?’. Son dos álbumes diferentes, el primero quizás más directo que el segundo, más oscuro y rebuscado, pero las canciones elegidas para su actuación fueron las que siempre les funcionan a la hora de tocar para el público.
Además de cortes como «Ancient Paradox», «Evilized», «Who’s Gonna Kill Who?», «The Great Dunghill» o «Lobotomizer», llamó la atención la versión que tocaron Evil Impulse en Madrid. Siempre acostumbran a tocar algún tema de otra banda internacional, y en esta caso tocó cover de Mastodon, concretamente de «Blood And Thunder», una canción que tenía más hype en el día de ayer puesto que hoy la banda está en Madrid dentro de su gira europea y así servía como homenaje al grupo estadounidense.
El sonido fue bueno, la actitud de sus miembros sobre el escenario, sobre todo de Antonio y de Víctor, fue muy activa y con una buena conexión con el respetable a lo largo de toda la actuación y, en resumen, Evil Impulse se marcó un bolazo en otra visita más a Madrid. Esto es algo que ellos mismos confesaban tras terminar. Estaban contentos por el papel que habían jugado en esta velada, y no es para menos.
La guinda sin final feliz
Los últimos en tocar y, como suele denominarse en estas ocasiones, «cabezas de cartel» del evento eran Hell’s Fire, y la energía característica de la banda unida a su clásico gamberrismo e hijoputismo no faltó, pero no pudo ser la misma que en otras ocasiones, y no precisamente por su culpa.
La actuación de los del sur de Madrid fue diferente a las últimas que nos tenía acostumbrados después del lanzamiento de su último trabajo, ‘Rest In Riffs’, ya que incluyó en su setlist más canciones de su lanzamiento anterior, ‘A.M.M.O’, algo que, a título personal, agradezco ya que es mi disco de metal nacional favorito de todos los que he escuchado hasta la fecha.
«Hellbilly Booze Brigade» fue el pistoletazo de salida de los Hell’s, que tuvieron muchas prisas desde el primer tema que interpretaron, algo que se encargó de explicar Big Mario desde el primer momento. La actitud sinvergüenza y deslenguada de Mario a la hora de dirigirse al público con ese toque de «commedia» siempre generan una unión entre el grupo y los aficionados, que animaron desde el primer minuto a los de Parla.
«Stone Cold Grave», «Maniac» (tema que presentaron en exclusiva, tocado en directo por primera vez), «The Mirror» y «God Will Not Come» continuaron la descarga de los madrileños, y con «On The Road» agradecieron (rápidamente, ya que la presión sobre el tiempo era muy intensa) a las otras bandas, a los trabajadores del evento y, en especial, a las cerca de 300 personas que había en el recinto que esa noche se hubiese podido hacer realidad.
«Cletus» continuó el ritmo frenético del concierto, y esta se unió a la versión de «Neon Knights» de Black Sabbath, en la que muchos de los presentes se volvieron locos entre el público liándola en la zona de la pista. «Nightstalker» era ya el teórico arranque del final del show de Hell’s Fire, pero el problema llegó cuando esta acabó. Aquí fue cuando sucedió lo peor de la noche.
Nada más terminar la mencionada «Nightstalker», la sala encendió todas las luces y puso la música a tope. Habían cortado no solo el directo de Hell’s Fire en su momento final, sino el rollo a todos los asistentes y a los músicos sobre el escenario. Intentaron hablar por el micro, pero todo había quedado anulado. La desesperación era real, y tras hacerse la correspondiente foto con el público (eso no llegaron a prohibírselo), se marcharon muy enfadados del escenario. Una pena que los Marios, Deivid, Homer y Pi tuvieran esta fatídica conclusión, la cual estropeó una noche que estaba siendo perfecta hasta el momento.
Los jovencitos confusos que venían de fiesta a la sala en su modo discoteca después eran principalmente la causa de este corte abrupto. A la sala le importó más el dinero que se dejarían posteriormente a esperar 5 minutos para que todo concluyese como es debido, pero, al final, es lo que hay. El dinero manda, y «March Of The Witch» no sonó en Madrid para desgracia de todos los aficionados. Pese a esto, el nivel de lo acontecido fue muy alto, y lo mejor es quedarse con ello, porque, en caso contrario, la desesperación y la furia llegan, y con ellas no se consigue nada.
https://www.youtube.com/watch?v=l35blVlVa_0
Estas tres bandas no gozan de tanto apoyo de la mayoría de medios de comunicación como otras en España, pero su calidad es desbordante y podrían estar perfectamente en grandes festivales. Así, me viene a la cabeza que en un Desert Stage del Resu o en un Garage Sound Fest podrían dar mucha caña (ya han estado por separado en alguno)… Veremos qué les depara el futuro.
Texto: Dani Bueno | Fotos: Paco García
Promotor:Il Consequittore
Día:2019-02-15
Hora:20:00
Sala:Nazca
Ciudad:Madrid
Teloneros:Evil Impulse, Grapeshot
Puntuación:8
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