Helloween arrasa (también) Lisboa
Helloween volvía por tercera vez a la península después de sus pasos triunfales por el WiZink Center de Madrid, donde llenó de gente el recinto, y encabezar la segunda jornada del Rock Fest Barcelona 2018 merced a la reunión llevada a cabo por la banda denominada "Pumpkins United" en la cual se produjo el ansiado retorno de Michael Kiske y Kai Hansen a la formación alemana.
En esta ocasión, a pesar de ser en la península, España no era la que acogía el evento (ya lo hará este mismo sábado 8 de diciembre), sino que era la capital portuguesa, Lisboa, la que albergaba la cita de los bávaros con este nuevo formato y producción. El recinto escogido para el concierto de Helloween en Lisboa fue la Sala Tejo, que, para quien desconozca cómo es, se puede asemejar a lo que sería el Sant Jordi Club de Barcelona. Un pabellón anexo a otro de los denominados «arenas», este en concreto con una capacidad cercana a las 3 000 personas.
La puesta en escena que tenían preparada los germanos era bastante similar a la propuesta que materializaron en Madrid. Tanto el setlist como el montaje del escenario y el rol de los miembros del grupo a lo largo del bolo fue con la misma tónica que están llevando en esta gira de reunión, con un directo que ronda las 3 horas de duración. Con esta premisa, el directo se preveía de alto nivel, al igual que sus predecesores, los cuales dejaron el listón por las nubes en Madrid en 2017 y en Santa Coloma de Gramenet en el mes de julio respectivamente.
La gente en la cola para entrar ya se veía con un toque distinto al que te puedes encontrar en cualquier concierto en España. No había demasiada gente agolpada para coger el mejor sitio y ver a sus ídolos lo más cerca posible, sino que fueron llegando minutos antes de que se abrieran las puertas en mayor medida. El telón de Helloween estaba preparado, el público también, y unos minutos más tarde de la hora prevista se inició la actuación de los emperadores del power metal.
Empieza el show
«Halloween» abrió el cotarro tras la intro «Let Me Entertain You» de Robbie Williams con el respetable muy encendido, y tanto como Michael continuaron el show a la voz con «Dr. Stein». Una vez terminó, los dos cantantes se dieron un baño de masas con los asistentes y dieron paso al primero de los múltiples vídeos que proyectaron (como sucedió en Madrid con las proyecciones, vaya), y tras ello continuó solo Kiske con «I’m Alive». Deris cogió el testigo en «If I Could Fly» y «Are You Metal?», y esta vez no fue una diferencia tan grande como las otras citas de Helloween Pumpkins United ya que a Michael Kiske se encontraba en un momento de forma mejor que en los directos anteriores en España. Además de esto, el paso de los minutos hizo que el sonido fuese más compacto y que los problemas que tuvieron con alguna que otra guitarra (la de Sascha Gerstner) se solucionase.
Michael Kiske volvió a las tablas y, tras ello, otro vídeo dio paso a Andi Deris, que salió ataviado con un sombrero de copa, americana negra con brillos y un bastón cual millonario proxeneta o, mejor dicho, «Perfecto Caballero». Al poco apareció Kiske para apoyarle y levantar a los aficionados. De nuevo, vídeo y comienzo del medley «Starlight», «Ride The Sky» y «Judas» con Kai Hansen a la voz y un atuendo más propio de los Village People que de Helloween con una visera a lo marinero/policía y un chaleco de cuero, los cuales se quitó más adelante antes de tocar «Heavy Metal (Is The Law)».
Michael Kiske prosiguió pidiendo el flash de todos los móviles, algo que llevan haciendo desde sus bolos en Japón y Wacken, para «la balada», como la definió, de la noche, «A Tale That Wasn’t Right», la cual Andi Deris también complementó más adelante. La actuación de los alemanes continuó y llegó uno de los puntos claves para variar la tónica, el solo de batería de Dani Löble con su pertinente homenaje al difunto Ingo Schwichtenberg que los fans alentaron con bastante energía. «Livin’ Ain’t No Crime» y «A Little Time», cantadas por Kiske con gran fidelidad a las originales, fueron las siguientes, y a estas les sucedieron «Waiting For the thunder», «Sole Survivor» y «Power», donde el turno era para Andi Deris que se dio un tiempo para arengar al público. Para seguir, el propio Andi presentó el primer tema que escuchó de Helloween, «How Many Tears», amagando con que esta sería la última de la noche, lo que no se creyó NADIE.
Llega el plato fuerte
Obviamente esto no era así, y después de otro de sus vídeos tocaba uno de los hits de Helloween, «Eagle Fly Free», un himno del power metal que perdura con los años y siempre suena igual de potente, pese a que aquí, con el desgaste del bolo, a Kiske le costaba más llegar a las notas originales. El enésimo vídeo que pusieron dejó lugar a «Keeper Of The Seven Keys» otro clásico con la que hicieron un segundo amago de despedida tras presentar a todos los músicos de la banda en un tramo muy emotivo en el que el público apoyó todo con coros al unísono.
Último vídeo, por fin, y paso al solo de Kai Hansen, quien demostraba que es el rey del power metal, y empalmaba con uno de los mayores éxitos del grupo y del estilo, «Future World» . El otro imperdible era «I Want Out» (que en España ha sido popular en los últimos meses por la versión de Bloodhunter ft. Leo Jiménez), la cual llegó a Lisboa para poner fin a la velada con un gran número de globos gigantes naranjas y confeti que poblaron la sala Tejo portuguesa y cerraron «la noche» de Helloween en Lisboa. Después de haberles visto con este formato anteriormente, la impresión de haber vivido uno de los shows de tu vida no es tan grande como fue, por ejemplo, en Madrid, pero, sinceramente, es una concierto a la altura de las bandas más grandes. Próxima parada, Santiago de Compostela.
Texto: Dani Bueno | Fotos: Javier Bragado
Promotor:Turbina
Día:2018-12-06
Hora:20:45
Sala:Tejo
Ciudad:Lisboa, Portugal
Puntuación:9
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.