Hamlet: clásicos que nunca mueren en Madrid
3 años después de su última subida a los escenarios en la capital, Hamlet volvía a Madrid para abrir una gira en la que repasan lo más laureado de los discos que los encumbraron a la élite del metal español, ‘Revolución 12.111’ e ‘Insomnio’. Todo hacía presagiar el éxito que fue.
La incertidumbre de no saber en que momento te vas a volver a encontrar con tu público. Esa ha sido una de las grandes luchas internas con las que han tenido que enfrentarse todos los artistas musicales en estos últimos 24 meses. Ya no solo el tema económico suponía un problema para la gran mayoría, era también esa sensación de sentirte perdido después de años y años en la carretera, con parada en casi cada rincón de la península año si, año también; un modo de vida que es prácticamente imposible revertir cuando lo haces tuyo. Por suerte para todas las bandas nacionales, España vuelve a estar disponible para la música y los músicos, y ellos, por supuesto, quieren aprovechar el tiempo perdido.
El caso de Hamlet es uno de los grandes ejemplos de todo esto. Desde su formación a principios de los ‘90, el quinteto ha sido uno de los grupos más currantes de la escena, ganándose a pulso su estatus con esos discos que marcaron a una generación, sumado a cientos de directos con los que aumentaban su legión de fans allá por donde iban. Es por ello que la vuelta a los escenarios para febrero de 2022 en la sala But madrileña estaba marcada a fuego en el calendario de Molly, Tárraga y compañía.
Para acabar de hacer la velada imprescindible y especial, la gira actual es un homenaje a los dos discos más queridos por sus fans de siempre: ‘Revolución 12.111’ (1996) e ‘Insomnio’ (1998). Dos trabajos que marcaron totalmente un antes y un después en la carrera de Hamlet, con esa amalgama de sonidos que recogía elementos del nu metal, el groove metal y el hardcore, estilos que se encontraban en la vanguardia de la época.
Lleno total en Madrid
El concierto de Hamlet colgó el cartel de no hay billetes en un recinto que cuenta con un aforo de casi un millar de personas aproximadamente. Unas cifras que muestran las ganas que había de concierto y de volver a escuchar esas composiciones que para muchos de los asistentes habían marcado su adolescencia. Porque si, este es un tour de nostalgia, lo que se notaba en la media de edad que rondaba la calle Barceló madrileña. No iba a haber artistas invitados. Simplemente Hamlet, su público y una veintena de canciones por todos conocidas.
Cinco minutos más tarde de la hora establecida, empezó a sonar “Misirlou”, de la banda sonora de Pulp Fiction, que daba la señal de que aquello estaba a punto de arrancar. Desde la parte superior de la sala se podía observar que en el foso no cabía ni un alma más. Y llegó el momento. “Crónica antisocial” es la primera, rápida e incisiva, ideal para que el público se vuelque lo antes posible. La ecualización de la mezcla en la sala todavía necesitaba de algunos retoques, que vinieron mientras la banda interpretaba clásicos del tamaño de “Tortura-Visión” o la preferida de muchos, “Dementes Cobardes”.
Cuando alguien disfruta encima de las tablas se nota a leguas. Y lo que Molly, Luis Tárraga, Paco Sánchez, Álvaro Tenorio y Ken HC hacían era simple y llanamente eso: recuperar el tiempo perdido, las sensaciones perdidas, subir esa adrenalina que tanto tiempo llevaba en standby. Todos y cada uno de ellos lo dieron todo, pese a que los inicios de gira son complicados, y jamás son el mejor concierto en el plano técnico. Pero a nadie le importaba. El público se dejaba la garganta en temas que eran prácticamente imposible escuchar en cualquiera de las últimas giras; joyas escondidas como “No Me Jodas” o “La Tierra De Paco” marcaron el grueso de la parte intermedia del concierto.
Nostalgia por todo lo alto
El parón no hizo perder a Molly ni un ápice de su capacidad de levantar al respetable, con esas grandes dosis de carisma que siempre lo caracterizaron. Momentos enérgicos, coreables o emotivos se intercalaban en las intervenciones del frontman. Y cuando llego el momento de “El Color De Los Pañuelos” se hizo a un lado y dejo cantar a toda la sala aquello de “Voy a salir de esta situación, no quiero ser carne de cañón…”, que finalizó con un aplauso mutuo. Continúo la noche con “Habitación 106 “ y “Egoísmo”, dos de las más destacadas de ‘Revolución 12.111’, y que marcaban el momento de la pausa antes de los siempre esperados bises.
Y después del falso final, llegaba el momento de cerrar el concierto por todo lo alto. Un Molly con la camiseta amarilla de ‘Insomnio’ se arrancó con “1998” del mismo disco, que fue la antesala para las tres canciones más celebradas de toda la noche. “Antes Y Después”, canción que mostró el camino a Hamlet hacia terrenos más melódicos en el futuro, fue coreada hasta la extenuación. Como no, “Tu Medicina” seguiría los mismos pasos, con ese crescendo que la convierte en una de las mejores de su repertorio. ¿Para acabar? Nadie dudaba que “J.F.” sería la elección para llegar al clímax.
Y con ello se llegó el final. Casi dos horas, sonrisas repartidas por todo el recinto y una sensación de haber vencido a una crisis que casi se lleva todo por delante. Ahora, Hamlet continuará con la difusión de su gira homenaje a una de sus épocas más doradas por todos los rincones del país. Madrid fue solo la primera, seguramente la más emotiva. Siempre es un placer volver a a verlos.
Texto: Jano Carbia | Fotos: Nocnar Tosnophal
Promotor:Wilma Producciones
Día:2022-02-19
Sala:Sala But
Ciudad:Madrid
Puntuación:8
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