Hamlet acercan ‘Berlín’ a Barcelona
La exhibición de esta noche de Hamlet llegaba a su fin y uno no podía abandonar más feliz la sala. Solo nos queda contar los días hasta que volvamos a tenerles por aquí. Si nunca habéis estado en uno de sus conciertos, no habéis estado en un concierto de verdad.
Y por fin llegó el día. El turno de que la ciudad condal disfrutara del directo de dos de las bandas más importantes que hay en nuestro país y que en la década de los 90 marcaron un antes y un después en nuestra escena. Mucho más que un simple baño de nostalgia que se respiraba en el ambiente, con gente de todas las edades que reunía allí a varias generaciones de metalheads, y que presentaba una excelente entrada en las mediana de las Razzmatazz con los incombustibles Hamlet a la cabeza.
Los mitos de Ktulu
Los primeros en saltar al escenario fueron los locales Ktulu que jugaban en casa y supieron meterse a la audiencia en el bolsillo a pesar de un sonido bastante deficiente en el que en ocasiones costaba distinguir unos instrumentos de otro, convertidos en una bola sonora que deslució desgraciadamente su enérgico y contundente show que arrancó con firmeza gracias a «Pura Vida», uno de los cortes de su disco homónimo que cumple ya su vigésimo aniversario.
Los catalanes basaron prácticamente todo su repertorio en su emblemático ‘Confrontación’, uno de esos discos que marcaron época hace un par de décadas cuyos temas son siempre felizmente celebrados entre sus fieles seguidores. No faltaron cortes como «Biocontaminación», «Crisis de Fe» o la demoledora «Delirium Tremens», que, haciendo honor a su nombre, enloquecieron al personal sin importar demasiado las adversidades sonoras que se habían empeñado en acompañar a la ejecución sonora (no se me ocurre mejor expresión) de la formación, con un Willy a las voces como auténtico maestro de ceremonias.
Enfrentaron el tramo final de su actuación transportándonos hasta el universo de la celebre «Día de la Bestia», película del gran Alex de la Iglesia que junto a un inimitable Santiago Segura entraron por la puerta grande a formar parte de nuestra cultura. «Apocalipsis 25D» sonó como un verdadero obús a lo largo y ancho de una sala que aún tuvo tiempo de recibir un último y potente tema, «Solo», en un final tras el que saldrían del escenario victoriosos entre aplausos y gritos de admiración dejando bien claro que hay Ktulu para rato.
De ‘Berlín’ a Barcelona pasando por Madrid
Y ahora sí, se apagaban las luces y llegaba el momento de disfrutar un enorme trabajo como ‘Berlín’ en vivo y directo. Y es que por mucho que pasen los años y las modas musicales vayan y vengan de un lado para el otro Hamlet siempre estarán ahí, dando guerra, como nadie, al frente del batallón. Poco importará que actúen en un recinto pequeño, mediano o grande, o en el festival más prestigioso del mundo, porque Molly y los suyos son garantía de éxito, de dejarse la piel, el sudor y si hace falta, la sangre, encima de un escenario. Y esta noche no iba a ser precisamente una excepción.
Comenzarían apostando fuerte por su nuevo disco, como no podría ser de otra manera, y «Persiste, Insiste, Repite» (¡qué brutalidad!), «Tu Destino» y «Eclipse» (uno de mis cortes favoritos del álbum) dejarían el pabellón bien alto ya de buen inicio. Es un gustazo ver a Molly correr de un lado al otro del escenario, ocupando su lugar en el centro para llevar al máximo todo el registro de su garganta, y ver como un luchador como Luis Tárraga se deja hasta el último aliento en cada riff marca de la casa que ya son patrimonio de todo un país. Y es que su guitarra desprende un aroma especial, en ocasiones agresivo y otras emotivo, y así nos dirigieron sin darnos cuenta a ‘El Infierno’ al compás de «Vivir es una Ilusión» y «Denuncio a Dios». Ahí es nada.
La noche avanzaba en Barcelona a un ritmo salvaje así que no se les ocurrió mejor forma de celebrarlo que con «Salvajes», otra de esas muestras de su carácter entre la bella y la bestia que desprenden las composiciones de los madrileños. Seguirían dando riendo suelta a su ‘Berlín’ con el paso atronador de «El Principio de un Comienzo», con una base rítmica absolutamente aplastante marcada por la batería del incansable Paco Sánchez y el grueso bajo de Álvaro Tenorio, así como con una «Libertad» en la que demostraría de todo lo que es capaz con su instrumento de cuatro cuerdas. «Imperfección» y el ya himno «Mi Religión» de ‘La Ira’ entraban en juego en un setlist que, a pesar de sus novedades, entraba en cuerpo y mente de forma envidiable.
Hamlet no tiene límites
La densa (y magistral) «Héroe» sirvió como preludio a una «Limítate» que nos hizo rememorar épocas pasadas y saltar como si dese allí pudiésemos tocar el cielo, y es que la descarga de Hamlet no nos dejaba prácticamente ni un segundo de tregua hasta la llegada de la calma contenida de «Antes y Después», con Molly dando una lección vocal, una vez más, desatándose a medida avanzaba la composición. Volveríamos a ‘Berlín’ por última vez de la mano de su último sencillo, «No sé decir Adiós», un tema capaz de transmitir tanto en tan poco tiempo que, francamente y haciendo referencia a su título, mejor que no sepan decir adiós estas maquinas, que se queden siempre con nosotros.
Punto y a parte para el tramo que vendría ahora, encabezado por la mítica «Tu Medicina», una canción que en su día marcó claramente un antes y un después en la banda (y en sus seguidores) y que aquí el autor de este texto disfruta cada vez que la escucha como si volviera a ser un adolescente. Ojalá no perdamos nunca ese gusanillo. «Un Mundo en Pausa» es otra de esas composiciones que se han convertido en una imprescindible en cualquiera de sus repertorios y es una gozada ver como la gente la disfruta y la vive bajo el escenario.
Nos dividirían en dos para la locura que siempre desata «Irracional», con Tárraga y Ken HC afilando sus guitarras, siendo esta su única concesión a ese inimitable ‘Sanatorio de Muñecos’ y que les sirvió para tomarse un pequeño y merecido descanso en forma de bis. A estas alturas ya habíamos gozado con lo mejor de ‘Berlín’, muchos de sus clásicos y un Molly haciendo de las suyas por encima de la barra. ¿Qué más podíamos pedir?
Pues un final de fiesta a la altura de las circunstancias. Y así fue. Un trio ganador que arrancó con la sensibilidad de un corte como «Imaginé» y que pronto se transformó en toda una reivindicación metálica gracias a una «J.F.» que sonó como debería, más fuerte y más clara que nunca. Y de esta forma, cuando todos los que nos conocíamos al dedillo el setlist del quinteto esperábamos despedirnos de su presencia escénica a ritmo de «Habitación 106» descargaron toda su rabia en «Egoísmo», así, sin ni siquiera avisarlo. ¡Qué feo por su parte! ¡Menudo bofetón de tralla en toda la cara!
Pero amigos, todo se acaba, y la exhibición de esta noche de Hamlet llegaba a su fin y uno no podía abandonar más feliz la sala. Solo nos queda contar los días hasta que volvamos a tenerles por aquí. Si nunca habéis estado en uno de sus conciertos, no habéis estado en un concierto de verdad.
Texto y fotos: Lluís García
Promotor:RRS Promo
Día:2019-02-02
Hora:20:00
Sala:Razzmatazz 2
Ciudad:Barcelona
Teloneros:Ktulu
Puntuación:9
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