Graspop 2019: Slipknot echa abajo Bélgica
Segunda jornada grande del GMM, y esta vez sí, a lo grande. El día presentaba un cartel más cañero y variado que el viernes, y las enormes colas para entrar dieron la sensación de que habría más afluencia que la pasada jornada.
Mucha gente venía por Slipknot y se notó desde primera hora con el Main Stage uno con las clásicas primeras filas inamovibles. Los británicos con trazas escocesas Gloryhammer llenaron desde primera hora la zona principal del festival, y eso y el calor iban a ser las tónicas del día.
Gloryhammer: unicornios intergalácticos y power metal
Toca comenzar una nueva y extensa jornada de metal en directo así que pocas razones mejores se me ocurren que hacerlo con un poco de fantasía, power metal y mucho sentido del humor. Y es que si mezclas todos estos ingredientes en una receta os puedo asegurar que el resultado sería algo muy parecido a lo que nos ofrecen Gloryhammer, la banda creada por Christopher Bowes (Alestorm), pero curiosamente sin este en directo. Cosas de la música.
Presentaban su nuevo disco, ‘Legends From Beyond the Galactic Terrorvortex’, y dieron buena muestra de él en directo con cortes como «Glory Hammer» o «Masters of the Galaxy» con un Thomas Winkler alzando su martillo y enfrentándose a pequeños pero malvados goblins que aparecían por el escenario. «Angus McFife», «The Hollywood Hootsman» y «Universe on Fire» fueron de las más celebradas hasta que el final del show con «The Unicorn Invasion of Dundee» provocara una marea de unicornios humanos sobrevolando un público que parecía divertirse a pesar de la hora que marcaba el reloj.
Bad Wolves: los chicos malos también lloran
Potente descarga eléctrica la protagonizada por los californianos Bad Wolves que bajo un sol de justicia dieron rienda suelta a su metal tan pura y genuinamente americano al más puro estilo Five Finger Death Punch. Quizás por eso no sea de extrañar que su vocalista, el enorme (en todos los sentidos) Tommy Vext, fuera el encargado de suplir a Ivan Moody durante su recuperación. Y es que ambas bandas comparten bastantes similitudes y forma de entender el show aunque a estos aún les quede un largo camino hasta llegar a donde lo han hecho sus compañeros.
Un set muy corto pero que comenzaba por todo lo alto con las contundentes «No Masters» y «Jesus Slaves» antes de emocionarse, y emocionarnos, con la preciosa «Remember When», invitándonos a todos a abrazarnos y realizando un discurso para luchar contra el suicidio que a bastante gente se lleva ya. «Better the Devil», «Hear Me Now» y «Officer Down», con puya al final de «Juego de Tronos» incluida, sirvieron de antesala para una emotiva versión de «Zombie» en un lacrimógeno homenaje a The Cranberries y el triste adiós de Dolores O’Riordan.
Hammerfall: no están en sus mejores tiempos
Los suecos Hammerfall llevan tiempo tocando en las primeras horas de los festivales, y a las casi dos de la tarde hacía un calor de más de 20 grados. Con las caras rojas y un sonido que fue de más a menos, dieron un concierto correcto pero sin mucho más. Tocaron sus clásicos, “Let the Hammer Fall” fue quizás el momento más álgido de su actuación. A pesar de ello y que el grupo puso ganas y un escenario bien montado, con plataformas de diferentes alturas y un telón de fondo completo, el público coreó las canciones y disfrutó, ya que, a pesar de calor, había ganas de caña.
En apenas tres cuartos de hora que estuvieron sobre el esceanrio, tocaron clásicos de la talla de “Legion”, “Renegade” o “Hearts on Fire”, con la que terminaron su actuación con la gente ya entregada. Sin duda hasta el momento, el metal más épico era el protagonista en el festival.
Three Days Grace: tan sobrios como efectivos
El cuarteto canadiense Three Days Grace era uno de mis platos favoritos del menú del día y realizaron un show tan corto como intenso, de una sobriedad escénica indiscutible, con apenas un telón negro de fondo con su nombre, pero con un repertorio plagado de grandes éxitos que hizo las delícias de sus seguidores. Eso sí, no puedo negar que dejar fuera del mismo su reciente «Right Left Wrong» fue toda una inesperadamente bajona con la que no contaba, pero el tiempo manda.
Brad Walst compaginaba a la perfección su pareja de micrófonos siempre bien por su hermano al bajo y el resto de la banda, con canciones que fueron cantadas al unísono entre los suyos como «Home», «Break», I Hate Everything About You» o «Animal I Have Become». La nota más especial de su actuación vino de la mano de la siempre efectiva y esperada «Never Too Late» Antes de animarnos a perder el control con «Riot». ¡Y ya lo creo si lo perdimos!
Halestorm: lo bueno si breve, dos veces bueno
Después de su paso por España presentando su último disco, ‘Vicious’, el show de los hermanos Hale con Lzzy al frente, estaba grabado a fuego en mi programa del día. Y es que cada paso que dan los americanos Halestorm es uno más en firme dentro del panorama rock y metal actual. Un torrente de energía positiva que te deja tan exhausto como feliz a base de buenos riffs de guitarra y potentes estribillos pegadizos que sus fans conocen muy bien.
Las recientes «Killing Ourselves to Live» con la que abrieron, «Do Not Disturb» y «Uncomfortable», se mezclaron de forma muy orgánica con la locura desatada (pero controlada) de canciones ya convertidas en himnos como «Love Bites (So Do I)», «Freak Like Me» o, por supuesto, «I Miss the Misery» como excelente colofón final. Una auténtica lástima el poco tiempo del que dispusieron y que dejó grandes temas ausentes pero de lo perdonamos gracias a una deliciosa acapella «Familiar Taste of Poison» que demostró la gran estrella del rock en la que se ha convertido, por derecho propio, Lzzy Hale.
Behemoth: las puertas del infierno abrieron demasiado temprano
Mala hora la que pusieron a tocar a Behemoth, con un calor de los que marea y con sus majestades infernales atabiados con trajes negros y máscaras de ritual. Empezaron su actuación con “Wolves Of Siberia”, dejando patente la fuerza que les caracteriza. Nunca fallan, da igual las circunstancias en las que toquen, y lo cierto es que su actuación fue demasiado corta y demasiado temprana. Con todo, se dieron prisa para meter la mayor cantidad de temas, con un sonido nítido, profundo y contundente, algo que viene siendo común en sus actuaciones.
A pesar del calor y el sol que no dio tregua, las llamas resplandecieron durante su show, ya con “Daimonds” con columnas de fuego que iluminaban los blancos rostros del grupo. Uno tras otro, sin pausa, fueron cayendo las canciones que han llegado a poner en lo más alto a esta banda y que en Graspop ocuparon un puesto poco honorífico. “Chant for Eschaton 2000” puso punto final a una actuación que dejó un regusto amargo, de falta de tiempo y sobre todo, de que su actuación habría lucido más al atardecer o en una de las carpas cerradas.
Trivium pule a quien quiera
Menos de una hora. No necesitaron más Matt, que es padre de gemelos desde hace unos meses, y los suyos para marcar territorio. Miraron a los ojos del público que les esperaba ansiosos, miraron a las bandas que les habían precedido y les dijeron claramente “te pulo”. Y así fue. Desde el minuto uno de su actuación se comieron el escenario, con un cartel de fondo que conmemoraba los 20 años de carrera, que se dice pronto, que tiene la banda.
Sorprendentemente, la gente coreó sobre todo los temas nuevos, tanto de ‘The Sin And Sentence’ como de ‘Silence In The Snow’. La discografía de la banda es muy amplia y diversa, con lo que igual va siendo hora de que ocupen una posición más alta, como ya han hecho en el Summer Breeze, en otros festivales. Arrancaron fuerte con “The Sin and the Sentence”, convirtiendo el recinto en un karaoke de locura, con pogos y circle pits desde el comienzo, y motivados por la contundente respuesta del público.
“Beyond Oblivion” y “ Like Light to the Flies” les siguieron sin bajar el nivel y la calidad del sonido, cada vez más afianzados con el batería que les ha dado el salto de calidad. En un suspiro llegaron “Strife” y “The Heart From Your Hate”, y sin casi darnos cuenta, su actuación terminó con la coreada “In Waves”. Lo cierto es que quedaron ganas de más, así lo hice ver la audiencia al grito de “queremos más”, y más temprano que tarde, Trivium ocuparan su lugar en el olimpo metalero.
Slash arriesga sin sus pasado
Las siglas SMKC lucían en la batería de la banda que lideran Myles Kennedy y Slash, y que en Graspop mararon distancias con lo que nos tenían acostumbrados. Cierto es que tocaron “Nightrain” de lso Guns N´Roses, pero ahí quedó la cosa en lo que se refiere a tocar el pasado glorioso. Ni asomó “Paradise City”, que solía estar en sus setlist y ponía al respetable en pié. Centrados en consolidar la carrera del grupo sin depender de viejos éxitos, centraron sus temas en ‘World On Fire’ y el reciente ‘Living The Dream’, trabajos centrado en la voz del polifacético Myles Kennedy.
Poco más de una hora en escena en la que combinando temas de los discos citados y del disco en solitario (con colaboraciones) de Slash, dieron un buen concierto, levantando a la audiencia que ya les conoce, sobre todo por estas latitudes. “Halo” sonó espectacular, al igual que “Back from Cali” y “My Antidote”. El punto más alto de la actuación llegó casi al final del show, con “You´re a Lie” y “Anastasia”, donde Myles se lució, mostrando la variedad de registros vocales que domina. Con “World on Fire” fue Slash el que se lució, con un sólo largo de los de sus mejores tiempos, convirtiendo el final del concierto en un Jam de calidad. Buen concierto con el atardecer asomando, este grupo ya juega en las grandes ligas.
UFO: adiós a una leyenda. ¡Sin visita al doctor!
Hablar de los británicos UFO es hacerlo de la historia del Hard Rock, es decir, se parte de nuestra pequeña historia. 50 años, que se dice pronto, rocorriendo los escenarios de todo el mundo y dejándonos con un legado de canciones que siempre formarán parte de nuestra banda sonora. Se notaba que la de hoy era una actuación especial, y así lo fue, para bien y para mal, pero no adelantemos acontecimientos. Sin grandes alardes ni parafernàlias, alejados de los focos del escenario principal, pero con la nobleza que siempre les ha caracterizado.
Todo arranca con «Mother Mary» y de ahí hasta el final de su show con la extensa «Rock Bottom» se nos hace complicado no dejar de pensar que será la última vez que veremos encima de un escenario a Phil Mogg dándonos una lección de elegancia y hard rock a sus 70 años. Y sino ahí tenéis canciones como «Lights Out», «Love to Love» o «Too Hot to Handle». Y llega el momento. Móviles listos para grabar. Sonrisas cómplices entre la audiencia y… ¡Nos quedamos sin «Doctor Doctor»! Raymond no merecía este final para una velada que estaba siendo perfecta. Incredulos aplausos y un enfado general mirando al escenario mientras abandonamos el recinto esperando una señal que no llega. Buenas noches.
Godsmack: caldeando el ambiente
Hoy era un día grande para los aficionados al nu metal y alternativo y Godsmack serían los encargados de caldear un ambiente propicio para su propuesta musical a falta de lo que estaba aún por llegar. Y los americanos, que nos quedamos con las ganas de ver en nuestro país debido a la «reestructuración» de su última gira por Europa, llegaban al festival con las ideas muy claras y con muchas ganas de repartir caña entre sus seguidores.
Presentaban su nuevo disco y comenzaron con el tema que le da nombre, «When Legends Rise», dejándonos otras novedades como «Say My Name» o «Bulletproof» por el camino. A Sully Erna se le veía disfrutar encima del escenario y con la ayuda de cortes clásicos como «Awake» o una atronadora «I Stand Alone» final el sentimiento fue más que recíproco. Quizás la única pega fue una «Batalla de los Tambores» que se hizo demasiado extensa y que en festivales probablemente no funcione tan bien como en su propia gira, especialmente porque el tiempo apremia. Pero almenos nos quitamos la espinita clavada.
Disturbed: con calidad, menos es más
Poca o nada escenografía, un telón de fondo y la banda aglomerada en el el centro del escenario. Con ese panorama salieron los americanos Disturbed a escena, de los que , todo sea dicho, se espera mucho más teniendo en cuenta la posición en el cartel que ocupaban y que contaron con una hora y tres cuartos de tiempo de actuación. Y a pesar de ello, fueron de lo mejor del festival hasta el momento.
Como si una declaración de intenciones se tratara, “Are You Ready” abrió su actuación, cimentada sobre todo en las emociones. Como siempre, David Draiman hizo sus discursos, emotivos, sinceros y viscerales, y en ello, creció el show. Hubo tiempo para hablar sobre lo importante que es la familia del rock, donde ni raza, género o edad son excluyentes. En un momento dado, recordó a todos los amigos músicos fallecidos e hizo referencia a uno de los grandes males del mundo: la depresión y las adicciones que le siguen. Duro fue cuando pidió que levantaran la mano aquellos que han sufrido esto en sus carnes o las de algún ser querido. Un silencio se apoderó de la audiencia al ver que casi la totalidad de los presentes levanton el brazo. Con lágrimas en los ojos, David dijo “No estáis sólos”, y el aplauso y ovación predeció a la bella “A Reason to Fight” en versión acústica.
Un concierto diferente, con instumentos acústicos y canciones cañeras, que provocaron pogos y mucho crowsurfing, variado y muy completo, que mostró que saben como hacer las cosas. Otro momento emocionante fue cuando con “Hold on to Memories” las pantallas mostraron una diversidad de fotos de la carrera de Disturbed, no sólo de conciertos, sino también de las amistades con muchos músicos que tiene la banda, así como fotos familiares. Lo dicho, una actuación apoyada en las emociones.
Pero el momento cumbre, inigualable, fue con “The Sound Of Silence”, cover de Simon & Garfunkel, cuando en escena, guitarra acústica, chelo y violín se juntaron para un momento memorable, ya que la canción la cantó casi toda la audiencia. Impresionante y emotivo momento, pelos de punta y la lágrima a flor de piel. Únicos. El final, con “Down With The Sickness” fue el cierre a una actuación de las que marcan un antes y un después en un festival. Gracias Distubed.
King Diamond: demos la bienvenida al rey de la noche
Y llegaba el turno para el rey, el cabeza de cartel del escenario Marquee. Mr. King Diamond y, aunque me de reparo reconocerlo, esta es mi experiencia en una de sus performance. Todo un espectáculo visual y conceptual que trasciende más allá de lo musical con una escenografía muy cuidada sacada directamente de una película de terror de corte clásico y gótico.
Un show que podríamos dividir perfectamente por actos tras darnos la bienvenida al «St. Lucifer’s Hospital» a ritmo de «The Candle» y «Voodoo» como si estuviéramos hechizados por el maligno. Tras el «Funeral» llegaría el «Arrival» a una tétrica «A Mansion in Darkness». Incluso hubo tiempo para deleitarnos con una nueva composición, «Masquerade of Darkness», antes de sumergirnos en su genuino y particular «Halloween».
Todo un espectáculo al compás de Heavy Metal y con un registro vocal de falsete impropios en alguien que supera las seis décadas de edad. Una vez «Out from the Asylum» la oscura velada no paró ni un instante recuperando viejas composiciones de su dilatada discografía como «The Invisible Guests», «The Lake» o «Burn», haciéndonos cómplice del ritual con joyas del calibre de «Sleepless Nights» o «Black Horsemen». Nunca es tarde si la ducha es buena.
Slipknot: ¡y Graspop se volvió loco!
Ya tenemos aquí a los de Iowa. Slipknot se predisponían a cerrar una jornada de música espectacular y de lo más variada por todo lo alto. Los maggots estaban preparados para la batalla portando orgullosos sus camisetas e impacientes por comenzar a cantar, gritar y saltar con las composiciones, nuevas y míticas, de Corey Taylor y los suyos. Caía el gran telón y con ella se desataba la locura. Tras la introductoria «(515)» abrían fuego, nunca mejor dicho, con «People = Shit» para el deleite de los miles y miles de seguidores que recorrían hasta el infinito los dominios del festival.
«(sic)» y «Get This» nos mandaban de un puñetazo a su debut para ir abriendo boca de lo que será su inminente próximo disco con «Unsainted», que por su recibimiento, no sabríamos valorar si se trataba de una nueva composición o de una de las tantas que les ha acompañado a lo largo de los años. La encargada de seguir la fiesta sería «Disasterpiece» para el jolgorio generalizado.
Llegaba el turno de un intenso intercambio de golpes con buen repaso de canciones de todos sus trabajos, de ‘Slipknot’ a ‘.5: The Gray Chapter’. Una intensa «Before I Forget» muy celebrada, «The Heretic Anthem», la contundente «Psychosocial», el estribillo perfecto de «The Devil in I» y «Prosthetics» pidiendo guerra con una banda volcada con la ocasión y demostrando la anárquica ejecución salida directemente del manicomio por parte Sid Wilson, Craig Jones Y Shawn Crahan. Todos ellos están para que los encierren pero bendita locura amigos míos.
Si «Vermilion» es un temazo se dice y punto. Toda una lección de los distintos registros vocales que maneja Corey y de como las guitarras de Jim Rod y Mick Thomson son capaces de pasar de lo emotivo a lo salvaje dejando rastros de su peculiar psicodélia sonora por el tortuoso camino. «Custer», «Sulfur» y «The Negative One» seguían hurgando en su época más reciente para darnos de lleno con otra de sus novedades, «All Out Life». Y de la mano de una explosiva «Duality» con miles de gargantas cantando al unísono llegábamos al primero y último bis de su repertorio.
No se harían esperar demasiado para volver al escenario como unas auténticas bestias al compás de «Spit It Out», en otro de los grandes momentos de su show. No, no iba a sonar «Wait and Bleed» para desilusión de algunos seguidores (y no tanto) que venían de casa sin los deberes hechos, pero en su lugar «Surfacing» nos dijo adiós con la base rítmica y las distintas percusiones saltando chispas y con la voz de Corey Taylor dejándose el alma sobre las tablas. «‘Til We Die» sonando en los altavoces del recinto se convertía en la banda sonora de una multitud feliz por la experiencia que acababan de vivir. ¡La que os espera en Download Festival Madrid y en Resurrection Fest!
Texto: Lluís García y Stilav | Fotos: Juan Sanz y Lluís García
Promotor:Live Natio Bélgica
Día:2019-06-22
Hora:12:00
Ciudad:Dessel, Bélgica
Puntuación:9
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